Fecha de Lanzamiento
14/10/2022
Distribuidora
Bandai Namco
Plataformas
PlayStation 5, Xbox Series, PlayStation 4, Xbox One y PC
Versión Analizada
Steam
Hace ya un par de meses os hablé de lo que me habían parecido mis primeras partidas al nuevo título basado en la franquicia más icónica creada por el bueno de Akira Toriyama, Dragon Ball: The Breakers, en un artículo donde criticaba duramente tanto la falta de pulido como de contenido en un juego que parecía quedarse muy por detrás de sus grandes competidores, juegos como Dead by Daylight o Deceit. Y lo cierto es que, a pesar del tiempo, aún me sigue sorprendiendo mencionar ambos títulos en un texto centrado en Dragon Ball. Quiero decir, nunca se me habría ocurrido la idea de abordar la historia de la franquicia desde el punto de vista de un humano convencional, pero la verdad es que, sobre el papel, la premisa suena interesante de cara a un juego de terror. Por ello, a pesar de mi mirada crítica, sigo teniendo esperanza en el proyecto. La idea es bastante buena, y a pesar de la explotación de la franquicia yo os tengo que ser sincero: cuantas más propuestas originales se lancen de Dragon Ball, mejor. 

A pesar de que he disfrutado mucho de algunos de los títulos de lucha de la serie, destacando por encima del resto Budokai Tenkaichi 3 y FighterZ, no puedo negar que siento que hay una cierta saturación de esta clase de juegos. Dragon Ball es una serie tan completa y variada que se puede abordar de casi cualquier manera, y en el pasado se han explorado ciertas vías que han funcionado muy bien: Dragon Ball Z Attack of the Saiyans, desarrollado para Nintendo DS por la mismísima Monolith Soft, es una prueba clara de esto. Por eso mismo creo que un juego tan loco como Dragon Ball: The Breakers puede llegar a funcionar bien. Pero… ¿Realmente lo hace? Tras haber jugado muchas más partidas y haber conocido el juego completo en profundidad, toca ver si la alocada propuesta de Dimps y Bandai Namco realmente funciona o si se queda como un loco experimento fallido. Sin más dilación, veámoslo en el análisis completo.

 

¡Que viene Freezer! ¡Corred!

Para quienes no conozcáis el juego, o no hayáis leído mi artículo de primeras impresiones, os comento. Dragon Ball: The Breakers se trata de un juego multijugador en el que siete jugadores, en forma de supervivientes, deben cumplir ciertos objetivos mientras sobreviven al ataque de otro jugador, que controla a uno de los grandes villanos de la franquicia. El por qué ocurre esto es algo más complejo, ya que involucra a viajes temporales y al bueno de Trunks, quien desde Dragon Ball Super ha pasado a ser una especie de policía temporal como ya vimos en la duología Dragon Ball Xenoverse. Sin embargo, todo atisbo de historia se diluye rápidamente en el juego, pues este realmente no tiene mucho que contar. La “historia” está para contextualizar el por qué ocurren estas partidas y, a decir verdad… No veo muy necesario esto. Quiero decir, con decir que cada partida ocurre fuera del canon de la serie debería bastar. ¿O es que las partidas de Viernes 13 están contextualizadas con respecto al canon de la serie? Al final, la inclusión de personajes como Trunks o Bulma son puro fanservice, un intento banal por atraer al enorme colectivo de fans que hay detrás de la franquicia. Y al igual que ocurre con los villanos, tristemente aquí no encontramos a los personajes, si no a meros cascarones que no tienen nada de carisma. Los fans disfrutarán de todos los guiños, referencias y demás elementos que están directamente extraídos de la serie, y el juego sabe aprovechar demasiado bien esto.

¿Qué es lo que quiero decir con esto? Pues que el sistema de economía presente en el título está hecho para sacar los cuartos, y esto es algo grave teniendo en cuenta que nos encontramos ante un título por el que hay que pagar para poder jugar. Quiero decir, es algo más lógico y ético presentar varias monedas in-game para conseguir elementos cosméticos si un juego es free-to-play, como ya hacen títulos de la talla de Fortnite y Multiversus, pero Dragon Ball: The Breakers, costando la reducida cifra de 19,99 €, cuenta en su interior con varios tipos de monedas in-game que solo se pueden conseguir con dinero real y que permiten el acceso a las prendas de ropa más icónicas de la franquicia. Independientemente de que los elementos cosméticos estén mejor o peor (de lo que hablaré más adelante), considero que este sistema es absurdo y no tiene cabida en un juego de este estilo. Si querían meter este sistema habría sido ideal que el juego fuera free-to-play, pero no ha sido así.

 

¿¡Ese de ahí no es Célula!?

Una cosa es que el juego tenga un sistema económico abusivo, y otra que el juego se pueda disfrutar. Y es que, ¿Qué tal ha acabado saliendo a nivel jugable? Durante mis primeras impresiones ya os comentaba que el juego nos daba una de cal y una de arena: aunque el control de los supervivientes era algo tosco, el de los villanos estaba mucho más cuidado, y controlar en su momento a Célula era una gozada. El resto de los villanos presentes cuentan con mecánicas distintivas y bien planteadas, y es un gustazo ponerse a los mandos del malvado Freezer, por citar un ejemplo. El sistema de vuelo y el uso de sus ataques está bien planteado, y es genial acabar de un toque con nuestros rivales. También comentaba que se disfrutaba más como superviviente como villano, y creo que esto no ha cambiado mucho debido a que seguimos teniendo muy pocos objetivos disponibles al jugar como un villano. Si no encontramos a nuestros enemigos simplemente nos quedaremos dando vueltas por el escenario, mientras que como superviviente siempre estaremos buscando objetivos, escondiéndonos y decidiendo estrategias para lograr escapar del escenario. El tener que colaborar con el resto de supervivientes para alcanzar el final hace que el juego se disfrute mucho más con amigos, perdiendo parte de la experiencia al jugar con desconocidos.

Los nuevos mapas son igual de amplios como el que pude visitar durante la beta cerrada, estando cada uno de estos divididos en zonas que, de forma espectacular, pueden ser destruidas durante el desarrollo de las partidas. Sin embargo, la amplitud de los escenarios juega muy en contra del juego, pues estos están tristemente vacíos y no ofrecen mucho. De hecho, todos los mapas son muy parecidos entre sí, afectando mucho a la monotonía del juego. Esperaba que se incluyeran mecánicas nuevas al juego, algo para darle más vidilla, pero nada más lejos de la realidad. No hay mecánicas nuevas, y el sistema de desbloqueo de elementos cosméticos radica únicamente en la economía in-game… Que depende de nuestra economía personal. Hay una falta de contenido grave dentro del juego, lo que me hace plantear si realmente merece su precio o si realmente nos encontramos ante un free-to-play encubierto. Tristemente, me decanto por esto último.

 

¡¿PERO QUE TAMBIÉN VIENE BUU?!

A nivel gráfico no hay ningún tipo de cambio con respecto a lo visto en la beta cerrada. Nos encontramos ante un juego que respeta y recrea de una buena manera los clásicos diseños creados en su momento por el genial Akira Toriyama. El editor de personajes nos permite dar forma a nuestro propio avatar del universo Dragon Ball, tocando casi todos los elementos reconocibles del diseño de los principales personajes de la franquicia a pesar de que no es el editor más profundo del mundo. Los escenarios son algo extraño, pues a pesar de que entran por los ojos a primera instancia, pecan de tener muy pocos elementos en pantalla y, aún así, presentar graves ejemplos de popping. Las animaciones de los supervivientes siguen siendo algo rígidas, pero me han dejado con un mejor sabor de boca. Sus lentos tiempos de carga han mejorado sustancialmente, y no hay problemas de rendimiento, por lo que a nivel técnico el título se ha mejorado considerablemente.

Por último, a nivel sonoro el título es bastante flojo. Ya os lo comentaba en las primeras impresiones: la banda sonora destaca por su nula presencia, evitando ganar protagonismo durante las batallas, aunque se entiende por el tipo de juego con el que nos encontramos. El doblaje, aunque escaso, está muy bien trabajado, respetando el visto en el anime.

 

Conclusión: Estamos condenados

Dragon Ball: The Breakers es un título que funciona mejor como premisa que como juego en sí, debido a que fracasa en muchos de sus aspectos. Si lo analizamos fríamente, está claro que se trata de un juego free-to-play encubierto, que presenta unas mecánicas de economía abusivas y una escasez de contenido muy grave. Con unas cuantas partidas podremos disfrutar de todo lo que el juego tiene para ofrecer, y no ayuda que presente un control tosco y poco cuidado. Al menos es divertido jugar con amigos, y siempre mola ponerse al mando de los grandes villanos de la serie. Creo que, por lo menos, los grandes fans de la franquicia podrán disfrutar del juego, pues como más funciona es como una pieza de fanservice. 

 

Sinopsis
Dragon Ball: The Breakers es un juego asimétrico de acción en línea 7 contra 1 en el que un grupo de humanos debe sobrevivir al asaltante (un rival de Dragon Ball como Célula o Freezer), que los caza y evoluciona hasta ser una fuerza imparable.
Pros
A los fans de la serie les gustará su fanservice
Es divertido controlar a los villanos y colaborar entre protagonistas
Contras
Su sistema de economía es muy abusivo, y no se explica su inclusión
Sufre de problemas gráficos y técnicos
Su control es muy tosco
5
Aceptable
Antonio Gallardo

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.