Supongo que eso fue lo que debieron de pensar en el estudio Baby Robot Games, equipo afincado en Barcelona que en 2018 presentó un cortísimo proyecto conocido como Atlas’ Fate: Between Light & Darkness. Concebido como una especie de carta de presentación con la que demostrar su potencial y sus intenciones de cara a sus futuros proyectos, Baby Robot Games pronto comenzó a desarrollar el que sería su primer gran juego y que, por supuesto, estaría protagonizado por una especie de cyborg ninja alienígena. Ahí es nada. Tomando Atlas Fate como base y tras más de 4 años de desarrollo, por fin aterriza en PC, Xbox One y Xbox Series X/S su nuevo proyecto de sigilo y acción, Ereban: Shadow Legacy, proyecto que hay llamado la atención de propios y extraños gracias a su curioso uso de las sombras como un entorno en el que la protagonista se puede desplazar. ¿Queréis saber qué tal está el título, y si ofrece todo lo que promete? Pues veámoslo en el análisis completo, que como de costumbre podéis leer a continuación.
La última superviviente oculta entre las sombras
Ereban: Shadow Legacy nos cuenta la historia de Ayana, una joven descendiente del legendario y misterioso pueblo Ereban que se enfrenta a las pruebas de acceso en Helios con el objetivo de, una vez dentro, conocer más sobre su civilización. A pesar de que esta megacorporación cuenta con agentes de toda índole y con el poder para controlar gran parte de la galaxia, buscan contar con Ayana para aprovechar su poder, único en todo el cosmos: fundirse con las sombras y moverse a través de estas, haciéndola la espía perfecta. Sin embargo, lo que parece una “entrevista de trabajo” convencional acaba derivando en una trampa pensada para someter a la última Ereban. Tras huir, Ayana deberá recorrer la galaxia descubriendo más acerca de su pasado, su pueblo y del papel de Helios en el devenir de este. Así, lo que el Baby Robot Games nos plantea es una historia de ciencia ficción con un leve componente de crítica social y ambiental que mantiene el interés del espectador durante sus poco más de seis horas de duración. Resultan especialmente buenos sus diálogos y su construcción de mundo, mostrando un universo hostil en el que brilla con una fuerza única el sombrío pueblo de Ereban, enigmas presentes en una galaxia marcada por la incesante luz de Helios.
Al buen ritmo que presenta la historia de Ereban: Shadow Legacy hay que sumarle un elenco de personajes sólido, en el que destaca la buena de Anaya y su evolución durante esa misión de autodescubrimiento a la que se somete. Las fuerzas antagónicas, que no desvelaré por no realizar ningún tipo de spoiler, resultan tan intrigantes como acertadas, manteniendo una constante sensación de alerta debido al alto nivel de amenaza que representan. He quedado realmente satisfecho con el apartado narrativo del título, pues no esperaba una historia tan sólida y bien planteada, quedándome incluso con ganas de conocer más acerca del universo y de Helios. Como buen juego realizado en nuestro país, Ereban: Shadow Legacy se ha lanzado al mercado en español, por lo que ningún jugador de habla hispana debería tener problema alguno con el idioma.
Aprovechando la falta de luz para destrozar a quien se nos ponga por delante
Como buen juego de sigilo y acción, en Ereban: Shadow Legacy la clave se encontrará en aprovechar cualquier recoveco ajeno a la visión de nuestros enemigos, avanzando sin ser descubiertos y eliminando a cualquier posible amenaza mientras están centrados en otras cosas. Lo que podría ser un juego más del género se ve mejorado gracias a una mecánica excelente, el poder navegar a través de las sombras. Como si se tratara de un inkling de Splatoon, Ayana puede sumergirse en cualquier superficie carente de luz para navegar y poder alcanzar lugares y zonas que, de cualquier otra forma, sería imposible. Aunque no es una mecánica que no se haya visto nunca en la industria, jamás se había utilizado de forma tan inteligente en el ámbito del sigilo, aprovechando de gran manera las opciones que esta plantea: escalar paredes, colarse a través de rejillas, realizar saltos imposibles, alcanzar los puntos débiles de los enemigos… Para aprovechar bien todo esto, el juego hace gala de un diseño de niveles fascinante, que nos permite jugar con las habilidades de Ayana y que invita a experimentar. Eso sí, tampoco penséis que estamos ante un sandbox: el juego es realmente lineal, y sus niveles son, hasta cierto punto, bastante cortos. Si os soy sincero, me habría gustado algo más de variedad en las habilidades extra de la protagonista y algo más de pulido en su movilidad, que en ciertos aspectos (como en los saltos o en la navegación por paredes) resulta realmente irregular.
En cuanto al tratamiento artístico del juego, Baby Robot Games ha realizado un genial trabajo diseño artístico al dar forma a un catálogo de escenarios y personajes profundamente creativos y visualmente atractivos. Enmarcándose dentro del género de la ciencia ficción futurista con un leve toque cyberpunk, Ereban nos traslada a un futuro distópico en el que, como podréis imaginar, las luces lo inundan todo. El uso de la iluminación es realmente sólido, dando un protagonismo intachable a las sombras que inundan cada rincón de la pantalla. Si bien no soy fan de algunos de los efectos utilizados, no cabe duda alguna de que se trata de un videojuego realmente cuidado a nivel gráfico y que se aleja mucho de cómo se suelen ver los primeros juegos realizados por estudios amateur. El presupuesto, sin duda, está bien aprovechado… Excepto si hablamos del apartado técnico y sonoro, pues en ambos he encontrado aspectos que me han descuadrado. En el primero he de señalar ciertos problemas de rendimiento y bugs que me han sacado un poco de la experiencia, mientras que en el segundo no me ha terminado de convencer su banda sonora musical. Eso sí, el doblaje es realmente bueno y cada voz encaja a la perfección con sus respectivos personajes.
Conclusión: Una fascinante aventura de ciencia ficción que sale a la luz
Ereban: Shadow Legacy es un genial juego de sigilo y acción que sirve como una suerte de heredero directo del memorable Aragami, producido también en nuestras tierras. La primera gran obra de Baby Robot Games no está exenta de problemas, algo perfectamente visible en su movilidad, su rendimiento, su variedad de habilidades o su banda sonora, pero todos estos problemas quedan a un lado al disfrutar de su excelente historia, su genial diseño de niveles, su inventiva y su absolutamente fascinante diseño artístico. Una obra atípica y genial que merece la pena.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.