Por supuesto, en la industria del videojuego hay una filosofía muy curiosa: si una gran compañía no quiere desarrollar un videojuego, ya saldrá un estudio independiente a realizarla para deleite de los fans. A lo largo de los últimos años hemos visto toda clase de revivals indie que, a pesar de no contar con la licencia de las grandes marcas, han conseguido enganchar a los fans de estas al entregar todo lo que pedían junto a un más que necesario toque de nostalgia. ¿Qué SEGA no desarrolla un nuevo Jet Set Radio? Sin problema, ya llega Team Reptile con el genial Bomb Rush Cyberfunk bajo la manga. ¿Qué Konami no saca un nuevo Suikoden? Pues Rabbit & Bear poco tarda en lanzar Eiyuden Chronicle. En este sentido, uno de los juegos que más destacó fue Freedom Planet, un título de plataformas y acción en 2D que homenajeaba (e igualaba en algunos aspectos) a los juegos más clásicos de Sonic. El título tuvo una gran acogida, lo que hizo que el estudio Galaxy Trail se pusiera manos a la obra con su secuela, juego que por fin aterriza en Switch, pasando a estar disponible en todas las consolas actuales y en PC. ¿Queréis saber qué tal está el título, y si merece o no la pena? ¡Pues dentro análisis!
Salvando el mundo a velocidad hiperespacial
A diferencia de la mayoría de títulos enmarcados dentro de las plataformas en 2D, la serie Freedom Planet se ha caracterizado por contar con una narrativa algo más profunda y compleja. Por tanto, si esto ya se daba en el primer juego, el segundo no se iba a quedar atrás. Freedom Planet 2 nos traslada al mundo de Avalice (no confundir con Ivalice, el reino de Final Fantasy XII) 3 años después de los acontecimientos del primer juego, en donde el trío protagonista conformado por Lilac, Carol y Milla impidieron una peligrosa invasión alienígena. La destrucción de la Kingdom Stone ha despertado a un ser ancestral que aguardaba en lo más profundo del océano, lo que llevará a nuestras heroínas a unir fuerzas con su antigua rival, Neera, para salvar una vez más al mundo. Si os soy completamente sincero, la profundidad del lore es tan grande que de primeras puede echar para atrás tanto a fans como a recién llegados. Hay tantos reinos, seres ancestrales y personajes secundarios que puede llegar a abrumar, si bien esto no quita que todo lo que se cuenta sea realmente interesante. La forma en la que se construye el universo de Freedom Planet resulta tan satisfactoria como llamativa, resultando así un mundo atrapante que, además, recompensa enormemente a los jugadores que provienen de la primera entrega al traer de regreso a ciertos secundarios, entornos, e incluso situaciones.
De hecho, el juego recompensa tanto a los jugadores veterano que quizá los recién llegados puedan sentirse algo desplazados, puesto que el título no hace ningún esfuerzo real por volver a introducir a los personajes y las situaciones ya vistas en la primera entrega. En este sentido, nos encontramos ante una secuela directa muy continuista y dependiente de su predecesora, siendo ideal para los fans de la serie pero no tan recomendable para quienes llegan de nuevas. Y es una pena, puesto que la historia resulta muy interesante y atrapante, ofreciendo un desarrollo de los personajes principales ejemplar y presentando un catálogo de personajes secundarios memorables. Por otro lado, este título llega a nuestro territorio con una decente traducción al español, lo que permite que cualquiera pueda disfrutar del juego independientemente del idioma.
Sin habilidades especiales no se puede avanzar
Sin lugar a dudas, lo primero que llama la atención en Freedom Planet 2 es la enorme cantidad de opciones de personalización que ofrece el título, lo que unido a su selección de personajes hace que el juego gane una profundidad y una variedad que pocas veces se ven en proyectos similares. Si, en juegos como Sonic 3 y Knuckles podemos elegir a varios personajes, pero ninguno de estos cuentan con movimientos tan originales y creativos como los de las chicas protagonistas del juego de Galaxy Trail. A fin de cuentas, estas no solo cuentan con animaciones originales, si no también con saltos, habilidades especiales y ataques completamente únicos, haciendo que recorrer un mismo nivel con cada una se sienta como algo completamente distinto. Me han gustado mucho cada una de las protagonistas, contando además con un control realmente cómodo que solo chirría en la velocidad, pues a la hora de realizar ciertas piruetas y secuencias (como correr por paredes y techos) se siente algo lento. El diseño de los niveles no está nada mal, explotando en cada uno de estos ideas originales y muy divertidas, si bien considero que mantienen el mismo problema de la primera entrega: los niveles llegan a sentirse realmente largos debido en parte a la excesiva cantidad de elementos e ideas que se ponen sobre la mesa. Quien mucho abarca poco aprieta, y si bien se agradece la ambición y las ganas por sorprender del estudio, siento que se podría haber limitado un poco todo lo que se muestra en los niveles. Los combates contra los jefes sí que resultan realmente satisfactorios e interesantes, mientras que el nivel de dificultad está realmente bien medido. La experiencia general es positiva, y aunque no siento que se alcance la maestría de diseño y movilidad de los Sonic clásicos, es innegable que esta es una de las propuestas que más se acercan.
Visualmente encontramos una suerte de evolución del tratamiento gráfico presente en los juegos clásicos de SEGA Génesis, presentando un pixel art realmente precioso y cuidado en el que el uso del color brilla con especial fuerza. Los colores vivos inundan cada uno de los niveles, presentando estos un catálogo de ambientaciones realmente variado. Me ha gustado mucho el trabajo de animaciones y los diseños de los personajes, a pesar de que no suelo ser fan de este tipo de diseños. Mención especial para, una vez más, el tratamiento de los jefes, pues son realmente memorables y convincentes. En lo técnico no he encontrado problema alguno, siendo la versión de Switch una realmente cuidada y revisada, mientras que en lo sonoro me he quedado realmente satisfecho. Las composiciones presentes en los niveles son muy agradables y memorables, encajando bien dentro del contexto de cada nivel.
Conclusión: Una secuela que es más y mejor, pero que aún no alcanza a su referente
Freedom Planet 2 es una secuela más que decente, que expande todo lo visto en el original y continúa todo lo que este hizo bien, algo que encandilará a los fans… Si bien los que lleguen de nuevas pueden llegar a sentirse muy perdidos con sus personajes y su historia. La variedad de protagonistas y habilidades es excelente, y aunque los diseños de niveles tienen margen de mejora, no cabe duda alguna de que se trata de un juego de plataformas divertido que gustará especialmente a los fans del erizo azul.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.