[Análisis] God of War

[Análisis] God of War

SCE Santa Monica Studio ha lanzado su nueva aventura de God of War para PS4 y PS4 Pro. Este nuevo God of War es el séptimo juego de esta saga y es la continuación del God of War III. En esta ocasión, la ambientación va alrededor de la mitología nórdica, cuándo en las anteriores entregas, se ha podido disfrutar de la mitología griega.

Historia en las tierras nórdicas

En esta nueva entrega de God of War, el protagonista de las anteriores entregas, Kratos, sigue siendo el protagonista. Pero en este caso, visualmente se le ve una persona más adulta y con una frondosa barba, y una novedad es que aparece su hijo llamado Atreus, el cuál hará un gran papel en la aventura.

Han pasado varios años desde que Kratos terminó sus tragedias griegas y tuvo un hijo. Ahora viven Kratos, Atreus y la señora madre en una casa de madera de la montaña. God of War empieza con nuestro protagonista, talando un árbol con Leviatán, una hacha imbuida en magia que nos acompañará en toda la aventura, en lugar de las espadas del caos. Kratos va con Atreus y llevan ese tronco a casa. Al entrar, el hijo va hacia la mesa central de la casa y empieza a encender las velas que hay alrededor de un bulto con forma humana. Con tristeza, Kratos coge a la persona de la mesa y lo pone en un altar en el exterior y se dispone a quemar el cuerpo, realizando así el entierro al estilo vikingo. Y aquí empieza la aventura, en el que tendrán que llevar las cenizas a la montaña más alta, ya que ese es el último deseo de la persona. Viajarás a través de las tierras nórdicas y explorarás parajes helados, grandes ríos, bosques florecidos y más.

Lavado de cara en la jugabilidad

En las entregas anteriores de God of War, la jugabilidad era de machacabotones y quick time events, en cambio, ahora es más un juego de exploración, lleno de puzles con recompensa de un cofre por cada uno de ellos. Hay cofres que podrás conseguirlos nada más verlos, pero otros tendrás que romper tres vasijas escondidas por esa zona o utilizar una habilidad que todavía no has podido aprender.

El apartado de las peleas, es algo que ha cambiado muy drásticamente. En todos los juegos de la saga siempre se ha tenido que ir apretando los botones hasta quedarte sin dedos, realizando los mismos combos (eso si, si querías, podías variar). En esta ocasión, irás con Leviatán y un escudo para poder derrotar a feroces bestias, codo con codo con Atreus, el cuál te ayudará desde la lejanía con su arco e incluso irá a agarrarse del cuello de un enemigo para que puedas desmembrar con el hacha.

Tener un segundo personaje, muchas veces da más problemas que ayuda (Ashley de Residen Evil 4, por ejemplo), pero en este caso es muy útil, ya que el hijo de Kratos nos irá ayudando, pero si queremos atacar a un enemigo en concreto, podemos apuntar y ordenarle que dispare.

A medida que avancemos en la aventura, descubriremos que con algunas habilidades que no teníamos, podremos abrirnos paso y explorar más de ese territorio y conseguir preciados botines para equiparnos. Podemos equipar runas de ataques especiales a Leviatán y esas runas subirlas de nivel. En cuánto a nuestros dos protagonistas, para Atreus puedes pillarle trajes con alguna pasiva que te ayudará (cómo darte algo de vida en X combates o realizar más daño con poca vida). En cuanto a Kratos esto es más completo, ya qué puedes cambiarle la parte de arriba de la armadura, la zona lumbar y las piernas. En cada una de esas tres partes puedes equipar runas para aumentarte las estadísticas y poder derribar a tus rivales con más facilidad o aguantar más golpes.  Tendremos un árbol de habilidades y se desbloquearán con experiencia haciendo misiones secundarias, principales o por el mero hecho de explorar zonas, y estas habilidades son combos para cuándo vas con el hacha, el escudo e incluso para las flechas de Atreus. También tendremos herreros por el mundo que nos mejorarán y venderán equipamiento, aunque también nos mandarán misiones que nos darán equipamiento único.

Hay distintos tipos de coleccionables durante la aventura, cómo los cuervos de Odín, tablas en lengua nórdica, mapas del tesoro o tablones de madera informativos acerca de la historia nórdica. Es muy recomendable encontrarlos, ya qué te ampliarán la historia nórdica y explorarás zonas que creías inaccesibles.

Hay un detalle que llama bastante la atención, y es el mero hecho de que cuándo subes a un barco, Kratos y Atreus se ponen a contar historias (cómo la de la liebre y la tortuga) o fábulas nórdicas. Cuándo bajas, dicen los personajes que ya continuarán hablando más tarde. Si vuelves a embarcarte en la aventura, la historia seguirá por dónde se quedó.

Gráficos y sonido

El aspecto que más puede llamar la atención en este God of War es su apartado gráfico, en el que se puede ver con todo lujo de detalles los árboles florecidos, las montañas nevadas o la sangre de los enemigos. Tanto las cinemáticas, como la jugabilidad están realizadas con el mismo motor gráfico, ya que te aparece un vídeo y al acabar sin previo aviso, tienes que tomar el control del personaje y te quedas estancado durante un breve tiempo pensando que no puedes controlar a Kratos.

La música te traslada al mundo nórdico por la adaptación que tiene, tanto cuándo estás en combate, cómo cuando se explora el basto norte. La banda sonora que suena en el momento de luchar es muy movida, pero manteniendo el toque vikingo, y cuándo vas explorando los lugares te acompaña el silencio e incluso una leve música relajante.

https://www.youtube.com/watch?v=ooeg3Qk4ONQ

Conclusión

Tanto si disfrutaste de las anteriores entregas, cómo si es la primera vez que juegas a un juego de esta saga, God of War es muy disfrutable, y si te encanta la mitología nórdica te enamorará. La manera que explica la historia nórdica es bastante completo y sencillo de comprender para todas las personas. Aparte se disfrutará de la banda sonora y la exploración. En las luchas hay bastante variedad en la forma de acabar con tus enemigos.

Jorcelo

Jugador que ha atravesado Green Hill, el árbol Deku, las ruinas de Zanarkand, Anor Londo y lo que queda. Todo a bordo de una nave poligonal, con un perro que habla y un pato que no cura. Cojo una patata y me la como