Fecha de Lanzamiento
30/06/2023
Distribuidora
Flyhigh Works
Plataformas
PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series, Xbox One, Nintendo Switch y PC
Versión Analizada
PlayStation 5
Jugar a videojuegos es muy divertido, eso no lo pone en duda nadie. Lo que quizá no es tan divertido es desarrollarlos, pues este es un proceso arduo y extenso que puede llegar a alargarse durante años sin saber tan siquiera si el producto final convencerá al público o conseguirá cumplir con las expectativas económicas. Mientras que los grandes estudios cuentan con una cierta estabilidad para poder afrontar algún que otro fracaso económico (y, en casos muy concretos, varios fracasos), los estudios independientes no tienen esa suerte, dependiendo única y exclusivamente de lo que pueda darles el juego en el que trabajan. A lo largo de todos estos años no han sido pocos los desarrolladores independientes que he visto cancelar un proyecto tras varios años debido a la inestabilidad económica de los miembros del estudio, o quienes han tenido que comenzar a trabajar en otro área debido a la falta de rendimiento económico de su juego. Como en cualquier arte, dedicarse a la creación es un trabajo arriesgado y peligroso, que tiene más riesgos que ventajas… Y que, además, puede dar pie a historias muy interesantes y personales.

No son muchos los videojuegos centrados en la narrativa que se han encargado de mostrar el aspecto más personal e íntimo del desarrollo de videojuegos, y quizá este es uno de los puntos que más llama la atención del título que hoy vengo a analizar. Desarrollado por el equipo japonés de YU FUJII, Goodbye World se presenta como un sencillo pero interesante título de puzles con un fuerte componente narrativo que busca ahondar en la industria del videojuego desde la perspectiva de dos jóvenes artistas con poca experiencia y muchas ganas de demostrar su potencial. ¿Queréis saber qué tal está el juego? ¡Pues dentro análisis!

 

¿Qué vamos a desarrollar?

La historia de Goodbye World gira en torno a la figura de Kumade, una joven artista gráfica dulce y afable que pronto entabla una fuerte amistad con Kanii, una chica amante de los videojuegos y algo tozuda que tiene como objetivo convertirse en una desarrolladora de renombre. Al poco de conocerse, ambas deciden unir sus fuerzas para desarrollar los títulos con los que siempre soñaron, independientemente del tiempo que les lleve. Sin embargo, más pronto que tarde ellas descubrirán que este no es el camino lleno de rosas con el que soñaron, asumiendo que hay más elementos que juegan en su contra que a su favor. La historia parte de una premisa sencilla y que se ha visto en diversos medios, pero está realmente bien llevada gracias a su genial construcción de personajes (cada una de las protagonistas cuenta con un trasfondo complejo y una evolución razonable que se siente natural, mientras que los personajes secundarios aportan mucho al devenir de la historia y a su mensaje), a su interés por el metacomentario en relación al ámbito del desarrollo y a la presencia del videojuego como elemento de narración y profundización en la psique de las protagonistas. Es fácil empatizar con las protagonistas, llegando incluso a desarrollarse un cierto sentimiento de identificación que hace que la historia cale hondo.

Su escasa duración (pudiendo ser completado en poco más de una hora) juega muy a favor del ritmo del título, impidiendo que se haga algo pesada su historia, si bien incide en uno de los grandes problemas del título: está vacío de contenido, no teniendo mucho más que hacer tras acabar su brevísima historia. Bueno, esto último no es del todo cierto, pues al acabar el título se obtiene la posibilidad de volver a jugar a los distintos niveles de plataformas que presenta el juego. Sin embargo, esto no supone ninguna novedad, pues consiste en repetir algo que hemos tenido que jugar previamente de forma obligatoria, y se echa en falta la introducción de niveles extra. Evidentemente, no todos los juegos tienen que estar repletos de contenido para que valgan la pena, pero sí que es cierto que por el precio al que se lanza el título habría estado bien incluir algo más, un extra que, además, permita justificar la tardanza de las versiones de Xbox Series X/S y PS5 con respecto a las de Switch y PC, lanzadas a finales del año pasado.

 

Una visual novel oculta bajo una fachada retro

Quizá os preguntéis cómo se juega a Goodbye World, y más teniendo en cuenta que he enfatizado varias veces el carácter narrativo del título al mismo tiempo que he citado la presencia de varios niveles de plataformas. ¿Es que las chicas protagonistas tienen que pegar saltos y derrotar enemigos entre sesiones de desarrollo? Pues no, es algo más sencillo y creativo que eso, pues durante determinados puntos de la historia tendremos que completar niveles de un juego incluido dentro del universo narrativo de Goodbye World. Este es un juego ficticio, una suerte de Kirby o Mario Land que se juega en una especie de consola similar a la Game Boy y que, con el devenir de la trama, va aumentando su dificultad, poniéndonos las cosas cada vez más difíciles. Pero que esto no os asuste: no solo es un juego realmente sencillo, si no que el juego no nos castiga por perder. De hecho, si perdemos todas las vidas con las que contamos, podremos seguir la historia sin problema alguno. Este es un añadido realmente interesante y creativo que, sin embargo, no consigue aportar una mayor variedad al juego, pues son niveles muy cortos y repetitivos. El resto del tiempo estaremos leyendo diálogos y texto que nos contarán más acerca de la trama y los personajes al más puro estilo de una visual novel. Ya os comentaba que la historia es muy buena, lo que hace que esta parte se disfrute mucho, pero incido en la idea de que algo más de variedad no le habría sentado nada mal al título.

A pesar de ser una visual novel, esta sorprende al presentar un apartado gráfico marcado por un pixel art muy cuidado y estilizado que triunfa por su sencillez. El uso de tonos fríos y su coherencia cromática hacen que el juego mantenga un carácter melancólico que casa a la perfección con la historia, al mismo tiempo que presenta unos diseños de personajes eficaces y memorables. No es un juego que os vaya a romper los esquemas en lo visual, pues su objetivo es ser como un poema: fácil de leer a simple vista, pero con una delicadeza digna de admiración. A esto hay que sumar que su rendimiento técnico es bastante bueno, algo que es evidente teniendo en cuenta el enfoque minimalista del título. Eso sí, creo que su trabajo musical y sonoro podría ser algo mejor, siendo lo único que desentona en el desarrollo de la historia.

 

Conclusión: Una experiencia breve pero memorable

Goodbye World es una propuesta muy íntima y efectiva que consigue ahondar en los aspectos más personales de dos protagonistas carismáticas y memorables. Su historia cala en lo más profundo de los jugadores gracias a sus saltos temporales y los temas que abordan, si bien a nivel jugable el título peca de ser excesivamente simple y poco creativo. Dada su escasa duración, es más una experiencia narrativa que un juego al uso, pero que esto no os engañe: si queréis disfrutar de una experiencia breve pero profunda, este es vuestro título.

Sinopsis
"GOODBYE WORLD" es una aventura narrativa centrada en la historia de Kanii y Kumade, dos desarrolladoras de videojuegos independientes. Juega a través de 12 fases de puzles y plataformas mientras descubres la intrigante historia del título, dividida en 13 capítulos.
Pros
Es fácil empatizar con sus personajes, y su historia engancha rápidamente
Su estilo artístico funciona realmente bien, mezclando estilización y simpleza
Contras
Es un juego excesivamente corto y falto de contenido extra, pudiendo completarse al 100% en menos de una tarde
A nivel musical hay mucho margen de mejora
7.2
Recomendado
Antonio Gallardo

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.