Y es que Gungrave G.O.R.E. se diferencia de la mayoría de títulos de Prime Matter por una sencilla razón: se trata del nuevo juego de una serie de culto, una que destacó entre los amantes de la acción desenfadada durante la época de PS2. Desarrollada por Red Entertainment, este estudio brilló con fuerza durante la época de PC Engine gracias a la creación de la mítica serie Bonk’s Adventure, y durante la época de 3DS gracias a la creación de la algo más olvidada Fossil Fighters y a la colaboración en el desarrollo de Fire Emblem Awakening. Gungrave era, sin duda alguna, su franquicia más repleta de acción y más oscura. Una épica de acción donde, pistolas en mano, debíamos acabar con cientos y cientos de enemigos, todo salpicado con una curiosa estética noir. El éxito de la primera entrega dio paso a una entrega mucho más recordada y memorable, que sin embargo no consiguió los números necesarios para dar continuidad a la serie. Tras la desaparición del estudio, todo parecía perdido para la franquicia… Hasta que el jovencísimo estudio coreano Iggymob y el equipo de Prime Matter decidieron unir fuerzas para dar paso a Gungrave G.O.R.E., el nuevo juego de acción que llega a las consolas de actual y nueva generación. Una nueva entrega que tiene una doble función: volver a hacer brillar a la franquicia, y demostrar que hay calidad en Prime Matter. ¿Lo conseguirán? Veamos qué tal ha salido el título en el análisis completo, que podéis leer a continuación.
La resurrección de Grave
La historia de Gungrave G.O.R.E. nos pone en la piel de Grave, un reconocido e intimidante pistolero que, contratado por el grupo El-Al Canhel, deberá salvar a su hija y parar los malvados planes del grupo criminal los Cuervos. Estos tienen un plan sencillo pero eficaz: promover por todo el mundo el SEED, una droga potente y mortal. Por supuesto, Grave deberá poner fin a esta asociación de la forma que mejor sabe: liándose a tiros con todo lo que se mueva. Y es que nuestro protagonista no es precisamente el héroe más hablador del mundo, ya que prefiere dejar las conversaciones a sus dos armas. Como podéis imaginar, la historia no es nada del otro mundo, siendo a ratos una excusa narrativa para poder dar rienda suelta a toda clase de movimientos y combates espectaculares. Hablar de la historia de este juego sería como hablar de la historia de grandes superproducciones de la industria del cine como Transformers o Fast & Furious: sí, existe una historia, pero no brilla precisamente por su profundidad o por su desarrollo de personajes. Esta está plagada de personajes arquetipo y de toda clase de situaciones que os recordarán a otros títulos del estilo. Y lo cierto es que es una pena que la historia sea tan floja y poco memorable, pues lo cierto es que al juego le habría venido de perlas construir un universo rico e interesante con esta nueva entrega. A fin de cuentas, pocas veces se puede resucitar una franquicia tan de culto con la libertad que han tenido en Iggymob.
En cierto modo, se podría decir que han sido realmente continuistas a la hora de respetar el material original y no solapar. La influencia de Red Entertainment está presente en todo momento, y aunque no es necesario conocer la historia de los juegos anteriores, sí que ayuda a la hora de reconocer ciertos elementos o personajes. Entonces… ¿Es un juego pensado para los fans, o para los juegos jugadores? Pues… Un poco de ambos, lo que juega más en su contra que a su favor. No hay suficientes guiños que recompensen a los fans de la franquicia, pero tampoco se hace mucho hincapié para introducir a los nuevos jugadores a la serie. Lo que, de nuevo, demuestra que es una ocasión profundamente desaprovechada. El juego, al menos, nos llega traducido al español (que no doblado, aunque tampoco se esperaba esto), y lo cierto es que el trabajo es más que decente. Es un gustazo que, aunque la historia no de la talla, podamos disfrutar de un juego de esta franquicia en nuestro idioma.
Pegando tiros a todo el mundo
Es a nivel jugable donde el juego resulta más atractivo desde el primer momento. Como con sus predecesores, nos encontramos ante un hack ‘n’ slash con tintes de shooter centrado en el uso de las armas de fuego y en la creación de combos. Para esto nos ayudarán nuestros confiables Cerbero, unas pistolas con munición infinita, y el aullador, un ataúd capaz de transformarse que se plantea como una versión futurista y letal del clásico Django, protagonista de una de las series de spaguetti western más recordadas de los 60s. De hecho, nuestro protagonista comparte ciertos rasgos con muchos de los héroes de este género, lo que hace que se disfrute mucho más de cada combate. Nuestro personaje es “cool”, y esto se demuestra en cada ataque y movimiento, que no dejarán de demostrar tanto el estilo como la fiereza de nuestro protagonista. Así, podremos utilizar nuestras pistolas para arrasar con cualquier enemigo que se nos ponga por delante (ya sea apuntando o utilizando ataques especiales) mientras que, con el ataúd, podremos encadenar ataques y agarres. La premisa es interesante, pero el sistema de combate se acaba estancando debido a un impreciso sistema de apuntado y a una clara falta de movimientos que hacen que los combates se acaben volviendo repetitivos más pronto de lo que cabría esperarse.
Tampoco es que encontremos nada nuevo en el apartado jugable del título. El sistema de combos, la mejora a través de puntos ADN, el sistema de “ritmo”… Todo está sacado de otros juegos. Los escenarios del juego pecan de estar realmente vacíos, no ofreciendo ninguna clase de secretos o rutas alternativas que den pie a regresar a ciertos niveles. Esto incide en el carácter tan arcade que tiene el juego: sin ser esto malo persé, el juego acaba fracasando al imponer un diseño de niveles flojo y lineal donde casi nada consigue atrapar el interés del jugador. En un buen hack ‘n’ slash, pesan tanto los puzles y la movilidad como el propio sistema de combate. Aquí, sin embargo, parece ser que lo único importante son los combates, pues la movilidad es tosca y poco intuitiva y los puzles brillan por su ausencia. De nuevo, nos encontramos ante un juego absolutamente arcade que no parece haber aprendido de los avances vividos en el género durante las últimas generaciones de consolas. Quizá los amantes de los juegos de acción desenfrenada encontréis aquí un juego entretenido sin más, pero le falta mucho para poder estar a la altura de los grandes juegos del género.
Un universo cyberpunk explosivo
A nivel gráfico el juego no demuestra precisamente la evolución que la tecnología ha sufrido desde la época de PS2, presentándose como un juego con una factura visual más que mejorable. El problema lo encontramos en sus efectos de iluminación, en su pobre nivel de detalle, en la falta de elementos visibles en el escenario, en la presencia de dientes de sierra… Se nota que detrás del título hay un estudio aún algo verde, con un presupuesto reducido y que no son capaces de sacar el máximo partido gráfico. Y es una pena, pues lo cierto es que los diseños de los escenarios y los personajes funcionan realmente bien, presentando una estética mezcla de cyberpunk y neo-noir que le sienta como anillo al dedo. Así, destacan especialmente el diseño de Grave y de los principales antagonistas del título, que recuerdan (salvando las distancias) a los grupos de antagonistas de juegos como los de la serie Metal Gear.
En lo técnico, Gungrave G.O.R.E. también se siente profundamente desfasado. No es injugable, por supuesto, pero encontramos una buena variedad de bugs que nos hacen plantearnos si realmente el juego necesita una actualización. Y, por desgracia, sí que la necesita. Al menos en lo sonoro el juego cumple, presentándose diversos temas rockeros y trash que le sientan de escándalo a las constantes secuencias de acción.
Conclusión: Vuelve a la tumba, Grave
Gungrave G.O.R.E. es, tristemente, un juego que no ha aprendido nada del desarrollo de la industria durante los últimos 15 años. Nos encontramos ante un juego sencillo, que solo triunfa por presentar acción constante y mondante. Sin embargo, incluso en este apartado el juego presenta problemas, debido a su control tosco y excesivamente simplista o a su diseño de niveles. Al menos, el título goza de un buen diseño de personajes, y no se alarga demasiado. Un juego de acción muy irregular del que, si no esperáis nada, quizá podáis sacar algo de diversión. Eso sí, ni se os ocurra compararlo con otros juegos lanzados recientemente del mismo estilo.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.