Además, hace ya más de un año presenciamos el lanzamiento de Hogwarts Legacy, el videojuego más ambicioso de la franquicia que cosechó unos números de ventas apabullantes. Hay futuro para los “potterheads”, ya sea tanto en videojuegos como en películas y series de televisión, siendo quizá el ámbito literario el que menos novedades tenga al respecto, curiosamente.
Lo que busca la buena gente de Warner Bros. es hacer de Wizarding World una marca transmedia aún más popular de lo que ya es, apostando por experiencias que expandan y mejoren algunas de las ideas plasmadas en los libros. Y cómo no, tarde o temprano tenía que lanzarse un juego como servicio inspirado en este rico universo.
Seamos sinceros: pocos deportes ficticios han dado tanto de que hablar a lo largo de los años como el quidditch. Presentado en el primer libro de la saga, este se trataba de una especie de rugby mágico en el que los jugadores debían acertar tantos mientras vuelan con sus escobas, pudiendo ganar directamente si se atrapa una pequeña esfera conocida como el snitch dorado. Si habéis visto las películas de pequeños seguramente hayáis soñado con probar este deporte, independientemente de que sus normas no sean las más sólidas vistas en cualquier libro de fantasía.
Con el boom de las películas a inicios del milenio se presentaron juegos que jugueteaban con presentar escenas de quidditch, pero ninguno de estos consiguió enganchar y representar de forma fiel y divertida este deporte. Por este motivo, y por su ausencia en Hogwarts Legacy, Warner Bros. ha unido fuerzas con Unbroken Studios para lanzar el antes mencionado Harry Potter: Campeones de quidditch, un curioso juego como servicio que busca ofrecer la acción multijugador más vertiginosa y competitiva jamás vista en el universo mágico de Harry Potter. ¿Queréis saber qué tal está el juego, y si resulta la mejor adaptación de este mágico deporte? ¡Pues dentro análisis!
Desde la finca de los Weasley hasta el mismísimo mundial
A pesar de que se trata de un juego pensado principalmente para jugar online, Harry Potter: Campeones de quidditch no ha prescindido de un modo para un jugador. Este se presenta como si se tratara de un modo carrera, permitiéndonos participar en distintas copas que irán escalando en alcance, dificultad y ambición. Así, mientras que comenzaremos practicando en el campo de prácticas de la familia Weasley (contando con múltiples cameos de los múltiples miembros de la familia), pronto nos veremos envueltos en campeonatos del más alto nivel, como la casa de las copas o el torneo mundial.
Aunque no se presenta como tal una trama llamativa que pueda atrapar nuestra atención (pues solamente iremos de torneo en torneo, contando con los comentarios puntuales de algunos personajes), sí que resulta interesante la forma en la que Harry Potter: Campeones de quidditch va más allá de lo visto tanto en los libros como (especialmente) en las películas. Es decir, si como historia en sí deja mucho que desear, es como experiencia pensada para los fans como más funciona.
No os voy a engañar: a mi niño interior le ha encantado poder competir junto a Harry Potter en el equipo de Gryffindor mientras destrozábamos a los miembros de Slytherin, ya sea marcando tantos de forma natural como alcanzando la snitch dorada. Ese carácter de explotar las escenas más importantes de los libros, expandiéndolas mientras se incluye de forma natural a nuestros propios avatares (a los que podemos crear con un más que decente editor de personajes) hace que esta sea una experiencia hecha por fans para fans.
Por supuesto, como bien nos tiene acostumbrados Warner Bros. Games con sus grandes lanzamientos, este título aterriza en nuestro territorio con una maravillosa localización al español, destacando su genial traducción y su excelente doblaje, por lo que nadie debería tener problema con el idioma.
Quidditch por el mundo
En cuanto a jugabilidad, Harry Potter: Campeones de quidditch nos presenta un esquema de control sorprendentemente cómodo que, si tuviera que compararse con algún otro juego, resulta algo similar al visto en Rocket League. De hecho, la filosofía de diseño presente en este título recuerda a la del superventas de Psyonix, presentándonos un escenario amplio en el que tendremos que asumir papeles concretos mientras realizamos piruetas, giros bruscos y jugamos con la velocidad. El control resulta cómodo y efectivo, haciendo uso de muy pocos botones para realizar de todo, desde pases hasta placajes, pasando por los derrapes y los marcajes.
Si bien los distintos roles presentes en cada equipo no varían mucho la jugabilidad, lo cierto es que resulta muy divertido encargarse de cualquier tarea dentro de las partidas. Eso sí, nada resulta tan emocionante y peligroso como alcanzar la snitch dorada. Un momento, ¿he dicho peligroso? Pues sí, porque en todo momento tendremos que ir esquivando ataques rivales, pues estos no dudarán en dañarnos con tal de hacerse con la partida.
Contaremos en todo momento con una barra de estabilidad que irá debilitándose con los golpes, dejándonos inconscientes durante unos instantes si no tenemos cuidado. Sinceramente, me ha parecido la jugabilidad más cómoda y cuidada que se ha visto en cualquier interpretación de este mágico deporte, lo que hace que el juego sea una propuesta multijugador completamente válida e interesante.
El problema, claro está, se encuentra en su contenido. A pesar de que contamos con un muy completo pase de temporada, lo cierto es que Harry Potter: Campeones de quidditch presenta una selección muy reducida de mapas, modos de juego y de misiones del modo para un jugador. Este último puede ser completado en poco más de dos horas, y en cuanto a mapas con un par de partidas ya habremos visto casi todo lo que el juego tiene por ofrecer.
Es evidente que se irá actualizando con más contenido, y ya han prometido que se incluirán en el futuro partidas 6 vs 6 online, algo cuya ausencia de salida resulta ilógica. Por el momento la base de Harry Potter: Campeones de quidditch es sólida, pero le falta contenido teniendo en cuenta que se trata de un juego lanzado al mercado por 29,99 €.
Por último, decir que su apartado visual mantiene una enorme fidelidad con la identidad visual de la franquicia, adaptando de forma decente el aspecto de los personajes tanto visto en las películas como descrito en los personajes. Su calidad gráfica no es que sea puntera, pero sí que resulta visualmente llamativo tanto en su iluminación como en sus efectos. Mención especial para su banda sonora, que nos sumerge (al igual que la de las películas) en su universo mágico.
Conclusión: Una sorpresa plagada de magia
Harry Potter: Campeones de quidditch me ha sorprendido para bien, pues ofrece una estructura jugable sólida y una alternativa factible dentro del cada vez más saturado mercado de los juegos como servicio. Si sois fans de la serie de libros y películas de Harry Potter os encantará participar en sus endiablados partidos, y si no… Bueno, siempre os quedará haceros con la snitch dorada.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.