[Análisis] Kenshi

[Análisis] Kenshi

Kenshi es un juego para un solo jugador de estrategia en tiempo real con elementos RPG desarrollado por Lo-Fi Games y ambientando en un mundo japonés post-apocalítpico o como los mismos desarrolladores lo denominan “Sword-Punk”. En Kenshi el jugador dispone de un extenso mundo abierto con un sinfín de opciones y libertades que no se verá capado por una historia lineal y obligaciones. Si buscas libertad, este es tu sitio.

Aunque el factor más llamativo que envuelve a este título es el tiempo que ha durado su desarrollo, exactamente doce primaveras han pasado desde que se comenzó este proyecto que finalmente salió a la venta oficialmente el pasado 6 de diciembre.

Primeros pasos 

Nuestros primeros pasos en el juego de Lo-Fi Games los daremos en el editor de personajes, con bastantes variables y ajustes visuales para crear un personaje adecuado a nuestras preferencias. El espectro de cambios que podemos hacer va desde colorear el peinado del avatar a intervenir en su postura durante el juego.

Otras opciones para elegir serán una selección de raza y de origen, pudiendo empezar como un vagabundo, un exsoldado o un morador acompañado de un perro, entre otros, funcionando también como un selector de dificultad ya que empezaremos con más o menos recursos, enemigos y problemas según el que elijamos.

Una vez creado nuestro personaje, nos encontraremos varados en el desértico mundo de Kenshi, sin mucho más que unos tutoriales en texto, extensos y prácticos he de decir, que nos enseñarán los controles y para qué sirve cada apartado y estadística de nuestro HUD. Luego de conocer los aspectos más técnicos, tras algunas horas de juego, emprenderemos nuestro propio camino.

Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Antonio Machado

Desde el primer instante tendremos libertad para hacer cualquier cosa que se nos ocurra, robar, comerciar, pelear, matar, hablar con NPCs, montar una banda, recolectar materiales, construir edificaciones, e incluso recluirnos de todo lo demás y ser un pacífico granjero. Eso sí, si queremos dedicarnos a ser criminales, deberemos asumir que la ley irá en nuestra busca, pudiendo llegar al caso de perder a nuestros personajes para siempre en una contienda.

Para mejorar a nuestro personaje necesitaremos materiales o dinero para crear o comprar armas y armaduras mejores y convertirlo en un mejor contrincante que un vagabundo con una katana mellada. En adición, las estadísticas incrementarán su valor mediante el propio gameplay, es decir, para subir las habilidades relacionadas con las batallas deberemos participar en múltiples disputas, algo así como lo que pasa en la serie The Elder Scrolls.

Por otra parte, los peligros del páramo no serán los únicos a tener en cuenta ya que no debemos perder de vista el hambre de los personajes y sus heridas que aunque leves pueden ser mortales si no se tratan adecuadamente. Si un personaje recibe mucho daño en alguna parte de su cuerpo esta puede ser cercenada y necesitaremos una prótesis para remplazar ese miembro, si no queremos tener un ejército de guerreros mancos.

La jugabilidad puede recordarnos a Diablo en cuanto a movimiento del personaje y cámara, pero no por su acción. Kenshi no es el tipo de juego para aquellos que quieran derrotar a enemigos sin parar con espectaculares ataques. El título de Lo-Fi Games no destaca por sus batallas, que son muy escasas, toscas y con un sistema de combate en tiempo real que no llega a convencernos del todo. Kenshi es un juego de gestión y estrategia, donde tener aliados será primordial, aunque no necesario, como tampoco lo es luchar, pero este mundo es cruel y violento y deberemos recurrir al combate para crecer.

El sistema de combate, al igual que vimos en Dragon Age Inquisition, cuenta con una opción de pausar la acción para pensar y elegir la estrategia que más nos convenga, ya sea de forma individual o grupal. Una táctica que me ha sido de provecho es formar una línea de guerreros cuerpo a cuerpo que custodian a personajes con ataques a distancia en la retaguardia.

Si decidimos formar un escuadrón podremos llevarlo acabo mediante la contratación de mercenarios que constan de estadísticas enfocadas al combate, haciendo amigos en los bajos fondos e incluso derrotando a otros personajes y tomándolos como esclavos. Siendo también posible acabar como prisionero de algún ser poderoso y teniendo que acatar los trabajos que te imponga, liderar una rebelión o huyendo, la decisión es nuestra. Una vez que tengamos a nuestros fieles compañeros comenzaremos a desarrollar este pequeño grupo que se irá expandiendo y perfeccionando bajo nuestro mandato. Llegados a este momento en la partida, elegiremos distintas tareas para estos compañeros, yendo desde recolectar materiales a custodiar tu base, finalizando en la creación de una sociedad donde cada uno tendrá su lugar y mostrando la parte más enfocada a la estrategia y la gestión del título.

Kenshi es un constante tira y afloja, un continuo caer y levantarse, un perder la vida y cargar la partida. Deberás aprender de tus errores como nunca en un juego como este, si al menos quieres conseguir llegar a algún tipo de fin en este juego parcialmente infinito en cuanto a duración respecta.

Nuestros únicos objetivos en el juego serán sobrevivir, aprender y evolucionar. Objetivos que ya tenemos cada uno de nosotros en el día a día. Ser la persona más poderosa puede ser también una meta, pero secundaria, ya que todos en este mundo comparten el mismo propósito de supervivencia.

Lástima que la curva de aprendizaje del juego sea tan pronunciada las primeras horas debido a la gran cantidad de información, estadísticas y la inexistencia de una historia como eje central y guía. Muchos dejarán Kenshi antes de llegar a comprenderlo, apartando el juego hacia un nicho más enfocado a los jugadores más experimentados y pacientes. Sin embargo, aunque el juego no disponga de una historia como tal, los usuarios más interesados en este ámbito tienen la posibilidad de investigar e indagar sobre el trasfondo de este mundo gracias a las descripciones de las razas, escritos y conversaciones con NPCs.

Gráficos y sonido 

Kenshi está gráficamente desfasado, pareciendo visualmente un título de hace dos generaciones. Es muy notorio que el juego comenzó su desarrollo hace más de una década porque ha plasmado aspectos de juegos de rol del momento y no se ha sabido adecuar a los nuevos tiempos. En lo técnico, tampoco es ninguna maravilla. Las caídas de frames son habituales y los tiempos de carga son especialmente largos, además de constantes cargas mientras que jugamos y avanzamos largas distancias.

Sonoramente puede pasar desapercibido debido a los largos silencios que se reparten en cada partida aunque su banda sonora hace muy bien de acompañamiento para un mundo tan desolador como el de Kenshi.

Cabe destacar que el juego está traducido al castellano en sus textos (aunque hay alguna palabra suelta que no) y que dispone de multitud de opciones para la implementación de mods.

Conclusión 

Definitivamente, Kenshi no es un juego para todo el mundo. Su desfasado apartado visual, sus problemas técnicos y sobretodo, la dureza con la que trata al jugador novato harán que los menos versados en el género de estrategia y supervivencia abandonen a las primeras de cambio. Aunque si eres uno de estos jugadores que quieren pasar horas y horas en un vasto sandbox donde la libertad es más real que en la mayoría de lanzamientos de gran calibre que la prometen, este podría ser tu juego, pero eso sí, ten mucha paciencia para verte recompensado.