El terror es uno de los géneros videojueguiles que más me gustan, independientemente de si optan más por la versión que apuesta por el sigilo, como los que deciden apostar por el survival. Es cierto que mucha gente considera que para pasarlo mal (en una especie de acto masoca similar a la autoflagelación, pero incidiendo directamente sobre nuestra mente), no se antoja como un buen plan para un sábado por la noche; pero otros como un servidor, valoramos muy positivamente dedicar un rato a estas obras en la oscuridad de la noche y con los cascos puestos, aunque esto nos haga saltar de la silla acelerando nuestro pulso.
Una de las propuestas más interés de estos últimos años fue Layers of Fear, un título con una propuesta terrorífica diferente que abogaba por jugar con nuestra psique, eliminando entre otras cosas el miedo a la muerte tan habitual cuando uno se siente constantemente amenazado por un ser que le persigue, y al que, con el tiempo, es fácil terminar por acostumbrarse, derivando en muchos casos en intentos de ensayo error. Bloober Team centró sus esfuerzos en contar una historia y desarrollar una atmósfera retorcida, a la altura de la maltrecha mente del protagonista. Ahora, es el turno de Layers of Fear 2.
Narrativa
Al igual que en la primera entrega volvemos a encarnar a un artista, en esta ocasión no del lienzo, sino un actor. Un excéntrico y misterioso director ha confiado en nosotros para representar su próxima obra, que hará uso de un barco en alta mar como escenario principal de dicha representación.
La historia es confusa, llena de misterio y complicada de explicar. Se hace gran hincapié en que somos un simple personaje, un ente sin identidad propia que representa un papel mientras se encuentra atrapado entre los propios decorados de la película. A nuestro protagonista le sigue la voz de un narrador que le dice constantemente cómo construir al personaje, desempeñar su papel y otra serie de exigencias. No obstante, a la hora de la verdad, la decisión de si obedecer ciegamente sus dictámenes o escoger otra opción diferente, depende únicamente de nosotros. Esto llevará a más o menos horas de juego, así como a un final u otro dependiendo de nuestras elecciones.
Nuevamente, la fórmula a la hora de narrarnos las cosas viene a través de lo que hay repartido por el escenario: grabaciones, vídeos, recortes de periódicos, fotografías, etc. El complementar mejor o peor las piezas de este puzle, depende en buena medida de nuestro espíritu a la hora de explorarlo todo.
Jugabilidad
En lo tocante a lo jugable, la fórmula sobre la que se cimenta es básicamente la vista en la primera entrega. En esta ocasión el recorrido es a través de un barco, en lugar de visitar la gigantesca casa de un pintor atormentado, no obstante, las caminatas y los sustos siguen estando garantizados.
Nuevamente, se apuesta más por la sutileza y la atmósfera, que, por los sustos reales, se intenta inquietar al jugador en cada nueva sala que visitamos, tenerlo constantemente alerta, pero repito, este no es el título que más sobresaltos os va a causar. Una de las cosas en las que hice hincapié en la review del primer Layers of Fear, es que nunca había una sensación real de peligro a nuestras espaldas (al contrario que muchos títulos que optan por ponernos enemigos perseguidores que hacen que estemos constantemente huyendo por salvar la vida), algo que no siendo ni bueno ni malo, constituía una apuesta diferente. No obstante, en esta segunda entrega esto cambia, ya que en esta ocasión aparecerá un perturbador espectro de color negro que nos obligará a huir despavoridos, siendo lo único que consigue romper el ritmo de nuestros paseos por los decorados del barco. El problema principal asociado a este cambio es que generalmente conseguir escapar o no depende un poco de la prueba y error.
No tengo claro que este añadido a Layers of Fear 2 me convenza, es decir, son muchos los títulos que hacen uso de algo que nos haga temer la muerte para inculcarnos esa sensación de pánico; o al menos, lo intentan, ya que, dependiendo de su implementación, puede que terminemos por perder ese miedo en detrimento de experimentar una y otra vez la mejor forma de huir. El elemento diferenciador en el primer juego estaba basado en buena parte en su “forma de asustar”, más centrada en jugar con la mente del jugador que en intentar colarnos un susto directo: un muñeco o cuadro que cambia de posición al darle la espalda, unas manchas que aparecían de repente, un cambio de habitación inesperado, etc. Ojo, esta sigue siendo igual, pero claro, tras jugar Layers of Fear y llegar a este nuevo título, tienes el bagaje suficiente como para que esto ya no constituya una gran sorpresa, por lo que puedo entender la adición puntual de este ser para intentar romper el ritmo de juego, aunque no creo que esta aportación sea suficiente.
En nuestras visitas a las diferentes partes del barco, nos aprovisionaremos de todo aquello que pueda sernos útil, desde escritos a notas de voz que ayuden a componer el rompecabezas de la historia, a objetos coleccionables como posters de películas o diapositivas de proyectores, que se añadirán a nuestro camarote personal, al que volveremos una vez que terminemos cada episodio y que irá demacrándose cada vez más conforme avancemos (al igual que en el primer juego).
Los rompecabezas son variados en cuanto a su dificultad, aunque nunca suelen ser excesivamente desconcertantes como para tener que tirarnos de los pelos. Por ejemplo, uno de ellos nos lleva a utilizar los brazos de un maniquí como si de unas manecillas de reloj se tratasen, para resolver problemas matemáticos simples. Otro un poco más complicado, hace uso de las sombras en una pared y la utilización de grifos para que el agua haga crecer la sombra de la planta.
Gráficos, sonido y duración
Jugar a Layers of Fear 2 es casi igual que disfrutar de tu película de terror favorita. Tiene un acabado realmente bello, que consigue que acabemos fácilmente inmersos en la rareza de su mundo, haciendo que simplemente podamos deleitarnos con este. Las imágenes son lo que venden la experiencia, y hay una especie de familiaridad instintiva con el título. Mientras juegas, siempre hay un picor en el fondo de tu mente. Te sientes como si hubieras estado aquí antes, visto esto antes, pero no puedes decir por qué. Es un fuerte sentimiento de deja vu que está fuertemente inspirado en el cine del género.
Destaca también el audio binaural del juego, ya que logra meternos más aún en esta opresiva atmósfera. Predominan los efectos de sonido ligados sobre todo a crujidos de madera, metal y demás que sirva para erizarnos un poco la piel. Igualmente, los momentos de mayor tensión suelen acompañarse de sonidos estridentes y gritos (por ejemplo, cuando nos persigue ese infraser del averno). En el apartado de voces, sobresale la conocida voz de Tony Todd, un veterano actor cuya voz está muy ligada al cine de terror, que se ha encargado de narrar esta aventura.
No es un juego largo, puede completarse en aproximadamente 3-4 horas, pero teniendo en cuenta el género en el que nos movemos, es una duración aceptable. Asimismo, hay coleccionables dispersos para los aficionados a exprimir los títulos en su totalidad. Igualmente, hay varios finales, por lo que, si estáis interesados en ver todos sin acudir a YouTube, aquí tenéis otra excusa para rejugarlo.
Conclusión
Layers of Fear 2 hace honor a su nombre solamente a medias. Es innegable que tiene capas sobre capas de deliciosas historias, temas y simbolismos que te harán volver por más, especialmente si quieres ser testigo de los múltiples finales del juego. No obstante, en cuanto al miedo, no puedo decir que cumpla tanto como me gustaría, pero si no os importa sacrificar esto a cambio de una trama interesante y una atmósfera bien construida, probablemente disfrutéis del juego.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.