
Leyendas Pokémon: Z-A irrumpe como la esperada secuela espiritual de Leyendas Pokémon: Arceus, consolidándose como el siguiente paso en la ambiciosa evolución de la franquicia. El juego abandona los paisajes históricos de Hisui para transportarnos a una versión reinventada y futurista de Ciudad Luminalia, la icónica metrópolis de la región de Kalos, cinco años después de los eventos de Pokémon X e Y. La aventura se enmarca dentro de un ambicioso plan de rediseño urbano que busca fusionar la sofisticada ciudad con nuevas zonas salvajes, creando un ecosistema único donde la naturaleza y la tecnología conviven en armonía.
Más allá de su fascinante premisa, el título recupera una de las mecánicas más queridas por los fans: la megaevolución, que regresa con un papel protagonista tanto en la narrativa como en el nuevo y revolucionario sistema de combate en tiempo real. Por primera vez en la saga principal, los enfrentamientos son completamente dinámicos, permitiendo a entrenadores y Pokémon moverse libremente por el escenario para esquivar ataques y posicionarse estratégicamente.
Leyendas Pokémon: Z-A
La narrativa de Leyendas Pokémon: Z-A nos transporta a una vibrante y futurista Ciudad Luminalia, cinco años después de los eventos de Pokémon X e Y. La ciudad se encuentra en medio de un revolucionario plan de rediseño urbanístico, cuyo objetivo es crear un entorno donde humanos y Pokémon coexistan en perfecta armonía, integrando zonas salvajes dentro de la propia metrópolis. Nuestro personaje llega a la ciudad para formar parte de este proyecto, estableciendo su base de operaciones en el enigmático Hotel Z. Aquí conoce a su rival, Urbi o Muni (dependiendo de nuestra elección de personaje), y se une al Equipo MZ para participar en los «Juegos Z-A».

La trama principal se estructura en torno a estos juegos, una competición de combates nocturnos que sustituye a la tradicional Liga Pokémon. El objetivo es ascender desde el Rango Z hasta el prestigioso Rango A, superando una serie de misiones y enfrentamientos que nos permitirán demostrar nuestra valía como entrenadores. Sin embargo, lo que comienza como una simple competición pronto revela una capa de misterio mucho más profunda. A medida que exploramos las nuevas zonas salvajes durante el día, nos damos cuenta de que el proyecto de remodelación de la ciudad está intrínsecamente ligado al fenómeno de la megaevolución y al papel del legendario Zygarde como guardián del ecosistema.

La historia gana en intriga con la aparición de Pokémon megaevolucionados fuera de control que amenazan la paz de la ciudad. Junto a nuestros compañeros y bajo la guía de la Profesora Melia, que investiga la repentina aparición masiva de Pokémon salvajes, deberemos desentrañar la verdad que se oculta tras estos incidentes. La figura de A.Z., el misterioso y gigantesco dueño del Hotel Z, y su singular Floette, se convierten en piezas clave para resolver un conflicto que se remonta a 3000 años atrás.
Día y noche
La jugabilidad de Leyendas Pokémon: Z-A representa el cambio más radical y valiente de la franquicia en años, abandonando por completo los combates por turnos para abrazar un sistema de acción en tiempo real que redefine la experiencia. Durante las batallas, tanto nuestro personaje como el Pokémon se mueven con total libertad por el escenario, permitiéndonos esquivar ataques enemigos, posicionarnos estratégicamente y dar órdenes al instante.

Aunque no controlamos directamente al Pokémon, sí le indicamos a qué rival atacar y qué movimiento usar, cada uno con su propio tiempo de recarga, creando un sistema que recuerda a los JRPG de acción o incluso a los MMO. La tabla de tipos y las estadísticas siguen siendo cruciales, pero ahora la habilidad del jugador para reaccionar y moverse por el campo de batalla es igual de importante.
El juego se estructura en torno a un ingenioso ciclo día/noche que organiza perfectamente el bucle jugable.

Durante el día nos dedicamos a la exploración de las Zonas Salvajes de Ciudad Luminalia, la captura de Pokémon (utilizando un sistema de sigilo mejorado respecto a Arceus) y la realización de misiones secundarias para ayudar en el desarrollo de la ciudad. Mientras, por la noche, la ciudad se transforma en un campo de batalla para los «Juegos Z-A». En estas zonas de combate, cualquier entrenador que nos vea nos retará a un duelo.
El objetivo es derrotar a rivales para ganar puntos, cumplir desafíos específicos (como usar ataques superefectivos) y ascender del Rango Z al Rango A. Este sistema competitivo, que puede jugarse tanto en solitario como online, sustituye a los gimnasios y la Liga Pokémon, ofreciendo una progresión adictiva y llena de acción.

Este nuevo enfoque afecta también a la estrategia de combate. Los movimientos que alteran estadísticas (como Danza Espada o Látigo) ya no acumulan su efecto al usarse repetidamente; en su lugar, ahora extienden la duración de la bonificación o penalización, lo que obliga a replantear por completo las tácticas tradicionales. El regreso de la megaevolución añade una espectacular capa de poder a los enfrentamientos, que se sienten más dinámicos, rápidos y visualmente impactantes que nunca. Aunque el sistema de control en tiempo real puede requerir un breve periodo de adaptación, una vez dominado, ofrece una experiencia de combate fresca, profunda y extremadamente divertida.
Para añadir un capa más de complejidad, el medidor de la megaevolución no se usa solo para megaevolucionar, sino que también puede activarse para usar movimientos+, ataques masterizados por nuestros pokémon que tendrán un efecto mayor que el ataque normal.
Ciudad Luminalia
El apartado audiovisual de Leyendas Pokémon: Z-A es un reflejo de la ambición y, al mismo tiempo, de las limitaciones recurrentes de Game Freak. Visualmente, el juego presenta una dirección artística notable, con una Ciudad Luminalia rediseñada que fusiona la arquitectura futurista con zonas salvajes llenas de vida. Los modelos de los Pokémon son detallados y expresivos, y las animaciones durante los combates en tiempo real, especialmente las de la megaevolución, son fluidas y espectaculares, aportando un dinamismo nunca antes visto en la saga.

Sin embargo, el músculo técnico no siempre acompaña a la visión artística. Aunque el juego se beneficia del hardware de Nintendo Switch 2, sigue arrastrando problemas como una tasa de fotogramas inestable en momentos de alta densidad, texturas que a menudo se ven planas o en baja resolución y un popping de elementos que, aunque reducido, sigue presente.
En el plano sonoro, la experiencia es un contraste de aciertos y carencias. La banda sonora es uno de los puntos más llamativos, con composiciones pegadizas y llenas de energía que recuerdan a la aclamada 5ª generación (Blanco y Negro), un detalle que los fans veteranos agradecerán.

Sin embargo, el juego tropieza estrepitosamente en el mismo punto que sus predecesores: la ausencia total de doblaje en las escenas narrativas principales. Resulta increíblemente chocante ver cinemáticas donde los personajes gesticulan y mueven los labios en completo silencio, una decisión que rompe la inmersión y le resta un enorme impacto emocional a la historia.
Conclusión
Leyendas Pokémon: Z-A es un paso audaz y necesario en la evolución de la saga. Sus innovaciones jugables, como el combate en tiempo real y el adictivo bucle día/noche, funcionan a la perfección y ofrecen una experiencia fresca, dinámica y muy divertida. La historia, más cuidada y con un misterio central intrigante, consigue mantener el interés del jugador hasta el final.

Sin embargo, el juego sigue arrastrando las mismas debilidades técnicas que han afectado a la franquicia en los últimos años. Los gráficos, aunque mejorados, siguen siendo modestos, y la falta de doblaje es una carencia cada vez más difícil de justificar. A pesar de estos problemas, Leyendas Pokémon: Z-A es un título excelente, con un espíritu renovador y unas ideas bien ejecutadas. Podéis conocer más sobre el juego en su web oficial.

Yukop_
He visto más animes de los que puedo recordar. Con un mando entre las manos desde que tengo uso de consciencia. Maestra y futura especialista en Asia Oriental. Tengo demasiados hobbies para el poco tiempo que tengo.