[Análisis] Lost Eidolons

[Análisis] Lost Eidolons

Fecha de Lanzamiento
13/10/2022
Distribuidora
Ocean Drive
Plataformas
PC
Versión Analizada
Steam
Pocos géneros manejan tan bien la complejidad de la guerra como el de la estrategia, pues tanto la estrategia en tiempo real como la estrategia por turnos consiguen acercarnos de una forma divertida a lo que debe sentir un comandante o un estratega. El concepto detrás del género, muy influenciado por los juegos de mesa clásicos, hace que sea un género muy asociado con el PC, pero esto no ha evitado que una rama crucial del género se haya desarrollado principalmente en consolas. Nintendo misma dio el pistoletazo de salida a una estrategia más cercana al rol por turnos con dos de sus franquicias más especiales: Famicom Wars, que presentaba guerras ficticias basadas en los conflicto reales vistos en la época, y Fire Emblem, mucho más reconocida y en la que los conflictos se trasladaban a un mundo de fantasía que remitía, en ciertos aspectos, a la época medieval. A pesar de que las dos son consideradas series de culto, fue esta última la que consiguió crear escuela, influenciando a otros estudios para desarrollar sus propios títulos dando uno o varios giros originales a la fórmula. Un claro ejemplo de esto lo tenemos en Square-Enix, quienes tras comprobar el potencial de Fire Emblem decidieron juguetear con la fórmula en varios títulos, yendo desde el clásico Final Fantasy Tactics hasta el juego de culto Tactics Ogre. Sin embargo, por muy bien recibidos que fueran estos títulos, no se podía decir que nos encontráramos ante ningún vendeconsolas. Eran juegos para fans del género, incapaces de acercarse a un público más general, y que necesitaban de un milagro para ganar el reconocimiento que merecían.

Esto sí que llego a darse gracias al lanzamiento, en 2011, de Fire Emblem Awakening, título que parecía dar cierre a la saga pero que acabó por convertirse en aquel que no solo salvó a la franquicia, si no a todo el género. Todo el mundo parecía interesarse en la estrategia por turnos, lo que a fin de cuentas siempre es maravilloso. A mayor interés por parte de los jugadores, más estudios estarán interesados en desarrollar juegos del género. Y es por eso que podemos decir que, durante los últimos años, hemos estado viviendo una edad de oro de esta clase de juegos, brillando muchos tanto por su calidad como por su rendimiento económico. Los grandes estudios siguen apostando fuertemente por la estrategia, destacando futuros lanzamientos de la talla de Marvel’s Midnight Suns (de 2K Games y Firaxis) o Mario + Rabbids Sparks of Hope (de Ubisoft y Nintendo), y los estudios indie no se quedan atrás: dos buenos ejemplos serían el maravilloso Wargroove… O el título del que hoy tengo el placer de hablar. Y es que el equipo californiano de Ocean Drive Studios ha decidido presentarse formalmente en sociedad con Lost Eidolons, un interesante título de estrategia medieval por turnos en el que deberemos sobrevivir a una cruenta guerra civil desarrollada en un decadente imperio haciendo uso del poder de todas y cada una de nuestras tropas. ¿Queréis saber qué tal está el juego, y si mantiene el nivel de otras propuestas similares? Pues veamos esto y mucho más en el análisis completo, que podéis encontrar a continuación:

 

¡Atrapad al traidor!

La historia de Lost Eidolons nos traslada al lejano imperio de Benerio, una provincia antaño fértil que se mantiene aterrorizada por la mano férrea del emperador Ludivictus, quien tras una serie de conquistas consiguió unificar el territorio. Su gobierno ha derivado en una cruenta tiranía, y cada día que pasa la situación se va volviendo más y más insostenible. Cuantos más rebeldes surgen, más intentos de asesinato y conjura fracasan, pues el poder del imperio es enorme e inigualable. Esto no frenará al joven Edén, originario de las tierras sureñas quien, movido por las circunstancias, acabará alzándose como una figura clave en la rebelión. No solo deberá enfrentarse a las huestes imperiales y a los terroríficos monstruos que acechan en los caminos, pues también descubrirá que la sombra de la corrupción se encuentra presente hasta en sus propias filas. Sin desvelar nada más para evitar spoilers (ya que la narrativa juega un papel clave dentro del título, y contar algo supondría arruinar la experiencia), he de decir que nos encontramos ante una historia interesante que, sin inventar nada nuevo, consigue establecer una construcción de mundo eficiente e interesante. La historia acaba enganchando más de lo que debería, y a pesar de trabajar constantemente con clichés y con personajes poco destacables (pues muchos no se alejan nada de los tropos clásicos de la fantasía medieval), no se puede negar que el título goza de una escritura decente y de unos diálogos bien manejados. El desarrollo de Edén, el protagonista del juego, es el mejor de todo el título, y frente a este palidece el de muchos de los personajes, algo más desaprovechados. La historia en general es disfrutable y engancha lo suficiente, pero es innegable que hay ciertos problemas que, de cara a futuros juegos, se podrían mejorar. Vaya, ocurre como en los primeros títulos de Fire Emblem: más allá de un par de personajes principales, el resto están algo de relleno. Funcionan bien, pero podrían dar mucho más de si.

Un detalle que he agradecido mucho, y más teniendo en cuenta el origen indie del título, es que ha llegado a nuestro territorio traducido al español. Esto, en un juego tan centrado en la narrativa como este, es un toque digno de alabanzas, ya que permite que cualquier jugador, independientemente de su manejo de los idiomas, pueda disfrutar del juego y de la historia que plantea. Sin embargo, de la intención a la ejecución hay un gran trecho, y por desgracia la traducción de este título no está exenta de problemas. Encontramos una traducción que, a ratos, parece realizada de forma automática por un programa, y nos deja algunas «perlitas» que, al menos, son capaces de sacar una sonrisa. El trabajo en la traducción no impide que nos podamos enterar de la historia, pero sí que es capaz de descolocar a más de uno durante las partidas. Un mayor trabajo en la traducción le habría sentado como un guante.

 

Guiando nuestras tropas hacia la victoria

Sé que he mencionado mucho a Fire Emblem durante lo que llevamos de análisis y que las comparaciones son odiosas, pero lo cierto es que el parecido es absolutamente innegable. Lost Eidolons no oculta en ningún momento cuales son sus principales influencias, y parece portar con orgullo el estilo de la franquicia de Nintendo. ¿Esto es algo malo? Lo cierto es que no, y más con una fórmula tan adictiva como la de Nintendo. Si Ocean Drive consigue dar con un estilo igual de divertido y adictivo con un toque distintivo, ¿Qué problema hay? Ninguno, la verdad. Pero… ¿Consigue el juego plantear un sistema de juego interesante y equilibrado? Tras mucho reflexionar, diría que si, que el juego a nivel jugable funciona bien. La estrategia de tablero está bien planteada, y la información no agobia ni se echa en falta: está en pantalla la justa y necesaria. El escalado de dificultad también me ha parecido positivo, pues encontramos un juego que, sin ser especialmente difícil (a pesar de que hay ciertas opciones que nos permiten aumentar la dificultad enormemente, como el modo de muerte definitiva), consigue presentar desafíos interesantes y bien cuidados. Quizá me ha dejado un poco frío la escasa variedad de clases disponibles, que no se aleja de las ya vistas en cualquier otro juego del género. Frente a los clásicos sistemas de debilidades entre clases, el juego aplica un pequeño aliciente que, sin revolucionar nada, da otra profundidad a los combates: no hay que fijarse solo en las clases enemigas, si no también la armadura que llevan. Así, podemos encontrar en un mismo mapa a dos enemigos que portan hachas, pero distintas armaduras (una ligera y otra pesada). Esto hará que cada uno sea débil a un arma concreta, a pesar de que ambos pertenecen a la misma clase. Es algo muy a tener en cuenta para poder triunfar en el juego, y a mi parecer es un sistema que funciona bien. También contamos con un sistema de sinergias elementales, que funciona de una forma similar. En definitiva, el combate está bien planteado y cada combate se disfruta, a pesar de que el número de clases es limitado y de que los escenarios son algo «básicos», con diseños que cumplen pero tampoco fascinan.

Por supuesto, no todo se basa en luchar. Y es que conforme avancemos en la historia podremos ir formando nuestro campamento, donde deberemos entrenar a nuestras tropas para poder estar a la altura de las batallas venideras. Este sistema de construcción y gestión de campamentos es algo curioso, pero a mi parecer no termina de convencer. Es un intento de dar una mayor profundidad al título, cosa que se agradece, pero siento que podría haber dado más de si, y más si se le compara con los títulos centrados por completo en la estrategia y gestión. Por lo menos nos permite conocer más acerca del mundo del juego, lo que es un plus. Al final, la base del juego son sus combates, que podremos encontrar a través de tres modalidades: historia principal, misiones secundarias y escaramuzas puntuales, alargando la duración del juego, que fácilmente puede superar las 20 horas y alargarse hasta más de 40.

 

Rozando el valle inquietante

Mientras que el título destaca favorablemente por sus maravillosos diseños artísticos y sus excelentes artes conceptuales (que rezuman épica y fantasía por todos lados), tristemente fracasa en la representación de estos dentro del juego. El juego cuenta con un apartado gráfico extraño, en el que se da el contraste de unos escenarios algo detallados con unos personajes absolutamente robóticos. Precisamente estos son los que más destacan para mal en el juego, pues el intento de hacerlos algo realistas hace que, por momentos, se roce el valle inquietante, al mismo tiempo que impiden que sus personajes puedan llegar a destacar y a hacerse memorables. Siento decirlo, pero he quedado muy insatisfecho con el juego a nivel gráfico, aunque por suerte a nivel técnico sí que me ha convencido algo más. No he encontrado bugs o errores destacables, y mis partidas han transcurrido sin problemas inesperados. 

Por último, a nivel sonoro el juego me ha parecido que realiza un trabajo correcto. La banda sonora funciona bien, y llega a alcanzar momentos realmente épicos que se amoldan bien con los sucesos del juego. Sin embargo, peca de repetirse bastante. El doblaje está bien realizado, en esto no hay queja, como tampoco la hay con los efectos de sonido.

 

Conclusión: La guerra nunca cambia

Lost Eidolons se trata de un juego entretenido que consigue acertar con su sistema de combate y con los componentes estratégicos, aderezándolo todo con una historia bien escrita ambientada en un mundo bien construido. Sin embargo, quien mucho abarca poco aprieta, y creo que Ocean Drive ha pecado un poco de ambición al intentar presentar un estilo gráfico realista que, tristemente, no queda bien, y al intentar abordar más de un género. A pesar de sus fallos es un juego recomendable, especialmente para cualquier fan de la estrategia medieval.

 

Sinopsis
Lost Eidolons es un RPG táctico por turnos con una apasionante narrativa cinemática que se desarrolla en un imperio en declive y fragmentado por una guerra civil. Ponte en la piel del carismático mercenario Eden y guía a sus aliados en épicas batallas por turnos.
Pros
Historia interesante con una buena construcción de mundo
Sus combates son muy entretenidos
La banda sonora acompaña muy bien al juego
Contras
Sus personajes son algo olvidables
El sistema de campamentos podría haber dado más de si
Su apartado gráfico recuerda al estilo de ciertos juegos móviles
7
Recomendado

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.