Una bruja en la ciudad
En Magical Delicacy nos ponemos en la piel de Flora, una joven bruja que llega a la ciudad de Grat, donde viven diferentes razas, y donde ella espera poder crecer como bruja y asentarse. Más pronto que tarde se encuentra con un hombre rana llamado Hyge que le lleva hasta donde vivirá a partir de ahora, una pequeña tienda que, aunque necesita unos arreglos, ofrecerá a la bruja todo lo que necesita para montar su negocio de comida mágica. Por supuesto esto no será gratis, tendrá que ir pagando su deuda al ayuntamiento cuando vaya ganando dinero.
Al entrar en el edificio se da cuenta de que tiene una «compañera de piso», llamada Hina y que le ayudará más o menos a ponerse al día con la ciudad, y a manejar un poco el negocio, aunque tampoco mucho. A partir de aquí conocerá a otra bruja, princesas, exploradores, mercaderes y un algo etcétera de personajes que irán ampliando la historia y pidiendo comida a Flora.
La historia es lineal pero al depender de los personajes hay múltiples factores para el final, cual está bastante bien. El caso es que la historia tampoco me ha parecido extremadamente importante ni profunda, creo que es un juego que se basa más en la jugabilidad.
Mapeando y explorando
Diría que Magical Delicaly divide su jugabilidad en dos partes importantes: explorar y cocinar. Más pronto que tarde nos darán un mapa de la ciudad en el que aparecerá los sitios de la misma por los que hemos pasado. Así como el número de salidas por cada una de esas partes, puesto como si fuera un tablón de corcho donde se van uniendo trozos por hilos y chinchetas. Habrá salidas y partes de la ciudad a las que no podremos llegar en los inicios, iremos desbloqueando formas de llegar a esas partes cumpliendo las misiones que nos dan los personajes que encontramos en la misma, así como comprando o consiguiendo ciertos pases especiales, como el del ascensor, que habrá que comprarlo en el ayuntamiento.
Explorar la ciudad no solo nos da acceso a más tiendas, y más personajes, que también, sino que podemos conseguir gracias a eso materiales nuevos que podemos recolectar de las nuevas zonas a las que vamos avanzando, de forma que nos ayudará a tener más ingredientes para las recetas que tiene que hacer Flora para cumplir las misiones. Hay que decir que hay personajes que se quedan estáticos en algunos puntos de la ciudad, pero otros se van movimiento, sobre todo los mercaderes, lo cual es una ayuda si no te acuerdas de donde estaba cada quien.
En esta parte es donde tendremos el plataformeo del juego, es verdad que no es un plataformas complejo en general, es bastante sencillo, supongo que por eso me gusta. Además, si por cualquier cosa se nos atragantase esa parte, hay opciones de accesibilidad donde podemos poner que el salto sea más alto, más sencillo y cosas así, por lo que está bastante bien en general.
La parte de la cocina es un poquito compleja pero fácil de llevar, lo más difícil que he visto es conseguir algunos ingredientes. Al principio la cocina solo tendrá el fregadero y una cacerola, lo que limitará lo que podemos cocinar, pero con el tiempo podremos ir comprando nuevos módulos de cocina como un horno, una sartén, un mortero, etc. Cada uno de los módulos nos servirá para unas recetas y cada vez encontraremos más complejas y con materiales más complicados de encontrar. Podremos marcar a la izquierda de la pantalla tanto las misiones como las recetas que queramos preparar, para que, aunque tengamos mala memoria, sepamos lo que tenemos que hacer en cada momento.
Por supuesto, igual que se pueden comprar ingredientes a los mercaderes, la mayor parte de las recetas también las conseguiremos de ese modo, teniendo en cuenta que las recetas se pagan con plumas, que encontraremos por el mapa y nos darán como recompensas; y los ingredientes con dinero, que nos los darán de la misma forma y, además, podremos vender ingredientes a los mercaderes también para conseguirlo.
En general no hay mucho más que decir de la jugabilidad, es sencilla pero muy entretenida y la verdad es que te ves pasando las horas mientras vas de aquí para allá en la ciudad y descubres cosas nuevas cada vez.
Píxeles y magia
Hay que reconocer que una de las cosas que mejor hacer Magical Delicacy es precisamente su apartado gráfico. Está creado en modo pixelado y rezuma magia por todos sus poros. Cada personaje que nos encontramos es un mundo, a veces ni siquiera son proporcionados pero le pega porque es un mundo mágico y lleno de criaturas que puede darse esa libertad. Pero el caso es que no solo los personajes destacan, me ha sorprendido cuantos detalles encontramos en sus mapas, en sus tiendas y en la propia casa de Flora, los fondos son muy bonitos y hay una cantidad de objetos y decoraciones que hace que el juego te robe el corazón por este diseño. Da igual donde vayas, siempre descubrirás nuevos puntos, objetos, detalles, materiales, todo hecho con mucho mimo y con mucho gusto en general.
En cuanto al sonido, obviamente el juego no está doblado, y contamos con una música de ambiente que nos acompañará durante toda la partida. La verdad es que es que fácilmente olvidable, en cuanto a que al final dejas de prestarle atención, aunque supongo que siendo una música de ambiente es lo normal. Si que es cierto que da sensación de relajación y de tranquilidad, como si estuviésemos en un mundo de magia y fantasía muy tranquilito, sin guerras ni peleas.
Conclusión
Magical Delicacy es un juego de plataformas y cocina donde tendremos que explorar una amplia ciudad y sus alrededores para darle a nuestros clientes la comida que necesiten cuando nos las pidan, mientras desentrañamos los secretos que viven en Grat y sus personajes. La historia no es excesivamente profunda ni la jugabilidad compleja, pero si que es muy entretenido y hará que se te pasen las horas volando.
El juego no se encuentra en español de España, pero si en el de LATAM, por lo que podemos jugarlo en español perfectamente. Además, ahora mismo lo tenéis disponible para PC y Xbox, pero no saldrá en Switch hasta mediados de este mes.
Yukop_
He visto más animes de los que puedo recordar. Con un mando entre las manos desde que tengo uso de consciencia. Maestra y futura especialista en Asia Oriental. Tengo demasiados hobbies para el poco tiempo que tengo.