Los videojuegos de sigilo no pasan por su mejor momento en los últimos años. Es cierto que hemos tenido productos más que notables en el género durante los últimos tiempos como Metal Gear Solid V The Phantom Pain, pero no es algo que abunde hoy día, es por ello que el regreso de uno de los mejores de la pasada generación siempre hace algo de ilusión.
Mark of The Ninja Remastered, como su propio nombre indica, es la remasterización de uno de los mejores videojuegos indies basados en el sigilo de los últimos años. Desarrollado por Klei Entertainment para Xbox 360 y PC, regresa ahora con una versión mejorada para Xbox One, PS4, PC y Nintendo Switch.
El camino del Ninja
En este videojuego encarnamos a Mark, un ninja que forma parte de un clan condenado a desaparecer y que, como miembros del mismo, luchamos por ayudarlo a salir adelante y combatir ese fatídico fin.
La narrativa cumple su objetivo y, aunque no quedará grabada en la memoria de los jugadores, si genera cierto interés, sobretodo para los usuarios a los que les entusiasme la cultura japonesa, y en especial el tema ninja.
La historia dura unas 6 o 7 horas, dependiendo de lo que nos lleve completar los 12 niveles que la componen e incluso hace gala de algún giro argumental bastante destacable. Además, conviene no olvidar que dispone de un modo “New Game +”, que nos permite volver a comenzar el videojuego con más dificultad y conservando nuestro progreso de la partida anterior.
El sigilo como forma de vida
Estamos ante un videojuego en 2D, cuyo diseño de niveles puede dar la impresión de cierta simpleza. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que cada uno de los escenarios está repleto de rincones, desbloqueables, y muchas opciones a la hora de afrontar cada uno de los obstáculos que nos puedan aparecer en los diferentes niveles.
La acción se desarrolla constantemente en “scroll” lateral, pero no por ello pecan de ser una simple línea recta. Existen multitud de variantes y movimientos con los que superar a los enemigos.
Es muy importante recordar en todo momento que somos un ninja, por ello nuestra fuerza reside en buscar zonas oscuras en las que permanecer oculto que nos permitan dejar atrás a los enemigos, o si no queda otra opción; acabar con su vida.
Si nos lanzamos como pollos sin cabeza a por los enemigos, acabaremos mordiendo el polvo con un par de tiros. Pese a ello, y si por un error de calculo perdemos esa ventaja que nos otorgan las sombras, el castigo no es demasiado severo y rara vez nos quedamos sin opciones de huir, además, si eso pasa, los puntos de control son muy generosos y no perderemos apenas nada de tiempo.
Esto no quiere decir que el videojuego sea un paseo, la dificultad va in crescendo conforme vamos avanzando fases, hasta el punto que, en ciertas zonas, pueden llegar a ponernos en verdaderas dificultades solo aptas para los jugadores pacientes, no obstante, si deja cierto poso como de temor por parte de la desarrolladora a la hora frustrar al jugador.
El videojuego está hecho para que vayamos superando las distintas situaciones de una forma pausada y reflexiva; ejecutando o esquivando enemigos, ya sea aprovechando algún desvío en el escenario o utilizando algún tipo de maniobra para distraer la atención de los mismos para proseguir nuestro avance.
Otra constante es la resolución de puzles, que habitualmente pecan de simpleza y rara vez nos pondrán en un aprieto. No obstante, existen ciertos emplazamientos secretos que nos llevan a zonas de plataformeo que pese a no formar parte de la historia principal, y no ser necesario superarlas para seguir adelante, sí que suponen un verdadero reto.
El desarrollo de personaje tiene lugar a través de un árbol de habilidades dividido en tres ramas: técnicas, objetos de distracción y objetos de ataque, que se van desbloqueando mediante uno puntos llamados mejoras, que se van consiguiendo al terminar niveles, completando sellos y encontrando pergaminos.
Japón estilo cómic
Gráficamente, estamos ante un videojuego 2D cuyo estilo cómic es de largo uno de los puntos fuertes de la obra. Tanto los escenarios que desprenden un cuidado digno de mención, como los diseños en general de los diversos personajes, hacen de este videojuego un espectáculo artístico recomendable para cualquier jugador que sienta cierta atracción por la temática y la cultura a la que hacen referencia.
Mención especial también para las animaciones, que lucen a un nivel notable. Las diferentes ejecuciones, saltos y demás, son una constante a lo largo del videojuego y un verdadero placer para la vista. Aunque quizás se echa en falta algo más de variedad en las primeras.
Existe también espacio para las cinemáticas, a cada cual más espectacular y con un sentido del gusto que lograron maravillarnos en más de una ocasión. El estilo cómic le queda como un guante y nos dejan ciertos momentos muy memorables.
Además, el audio también ha sido remasterizado para la ocasión como no podía ser de otra manera. Nos llega con voces en perfecto inglés y con los textos completamente traducidos al castellano.
El rendimiento en Playstation 4 Pro, Xbox One y PC es muy bueno, llegando a 4K de resolución y 60FPS, mientras que las versiones de los modelos básicos de PS4, Xbox One y Nintendo Switch se tienen que conformar con una resolución de 1080p y 60FPS.
En la híbrida de Nintendo, donde hemos hecho el análisis corre a 720p y 30FPS en modo portátil, mientras que en el modo dock alcanza una resolución de 1080p y unos erráticos 60FPS.
Conclusión
Mark of the Ninja Remastered nos ofrece un videojuego de sigilo que nos pone en la piel de un ninja. Con una historia interesante, claras influencias de la cultura nipona y una jugabilidad basada en la acción táctica, el sigilo y el plataformeo, nos ofrece una aventura de unas 6 o 7 horas muy rejugable que gustará a cualquier jugador que se sienta atraído por videojuegos del género, y por su estilo artístico basado claramente en un estilo cómic.
Si disponéis de cualquiera de las plataformas para las que esta versión remasterizada de Mark of the Ninja sale a la venta, no dudéis en haceros con él y disfrutar de uno de los mejores videojuegos de sigilo independientes de la pasada generación.