Monstruosidad off-road
Para los más familiarizados con las competiciones de camiones monstruo bajo el sello Monster Jam los modos de juego que encontraremos en Monster Jam Showdown quizá no sorprendan del todo, pero los menos duchos agradecerán su honestidad. Así, el juego nos propondrá tres formas principales de darle gas a nuestros vehículos: carreras, desafío de habilidad y duelos cara a cara. Algo que podría quedarse corto no lo hace en absoluto, gracias al sistema de progresión del modo principal, que nos hará recorrer variados circuitos y localizaciones, y donde nos encontraremos diferentes condiciones de pista y biomas. Además, completar los diferentes eventos nos picará para seguir jugando, ya que podremos ir desbloqueando accesorios, celebraciones y, lo más importante, nuevas camionetas.
Dentro de las carreras donde nuestro objetivo básico será llegar el primero a línea de meta, también se ha adicionado una variante (actualización gratuita mediante) que consiste en «cazar» al resto de camiones dentro de un límite de tiempo, algo que también ayuda a sumar variedad. El desafío de habilidades, por otra parte y como podéis imaginar, nos situará en un circuito adaptado con saltos y obstáculos con los que hacer trucos y sumar puntos. Existen varios tipos de trucos, relacionados con los saltos, la velocidad o el derrape, y combinándolos alcanzaremos puntuaciones más elevadas. Nada que no hayamos visto en otros juegos de corte similiar, pero con la espectacularidad que la licencia de Monster Jam Showdown proporciona. Por finalizar este recorrido, la potencia y el «pique» alcanzan su máximo exponente en el modo duelo, una suerte de eliminatorias en circuitos de tamaño reducido y que ponen la guinda y el toque televisivo al juego.
Lastimosamente, no hemos podido probar la vertiente multijugador, pero el juego tiene planificados pases de temporada y actualizaciones de contenido, por lo que parece ser que la experiencia podría agrandarse aún más. Algo que les gustará a algunos nostálgicos es que el juego cuenta con modo a pantalla partida en la misma consola.
1500 gamberros caballos…
Uno de los estigmas de los juegos basados en licencias suele ser que a los mandos no son todo lo profundos que deberían, orientándose más a un público poco exigente como los pequeños de la casa o el jugador ocasional. En este caso hay que dejar claro desde el primer momento que nada más lejos: Monster Jam Showdown es un juego muy divertido a los mandos, que permite configurar diferentes niveles de exigencia y dificultad y que cuenta con una curva de aprendizaje la mar de agradable.
La respuesta de los controles es muy eficaz y el haber incorporado la gestión del eje trasero al stick derecho es todo un acierto, casando perfectamente con la sensación de tener que domar estos monstruos de metal y combustible, aunque por razones obvias no sea un simulador puro y duro y beba mucho del arcade. Eso sí, el juego penaliza el error como pocos, por lo que hay que dedicarle su tiempo. Sin embargo, esto no será una losa, ya que no exageramos si decimos que, salvando las distancias, conduciendo proporciona sensaciones tan agradables como las propias de juegos gigantes como Forza Horizon o Dirt Showdown. Lógicamente el contenido en cuanto a tipos de vehículos o eventos no alcanza esos valores, pero, en serio, jugar a Monster Jam Showdown ha resultado toda una agradable sorpresa.
Unreal Showdown
La elección de Unreal Engine por parte del estudio desarrollador milanés ha sido todo un acierto, haciendo que Monster Jam Showdown luzca notablemente bien. Las camionetas, grandes protagonistas, están modeladas con mucho gusto y se van «desmontando» de forma muy creíble cuando nuestras maniobras no son todo lo buenas que deberían. Los diferentes escenarios, la iluminación y las variantes climatológicas se muestran realistas y contundentes y la tasa de refresco permanece inalterable, proporcionando una sensación de velocidad creíble a sabiendas de las dimensiones de los competidores. Salvo las animaciones de los pilotos al acabar las carreras, nada más destaca negativamente en un conjunto de mucho valor. Ser tan divertido a los mandos como hemos comentado no podría resultar si Monster Jam Showdown no contara con un sistema de físicas de mucha calidad, donde los choques contra adversarios, cambios de superficie e impactos con los obstáculos se notan como deben.
En cuanto al apartado sonoro, encontramos melodías de predominio electrónico, incluso tocando el dubstep que, aunque Deadpool opine lo contrario, está un poco demodé. Efectos y voces cumplen su cometido, siendo estas últimas en inglés. Por suerte, textos y menús pueden ponerse en Español Latino, algo que siempre es de agradecer pese a que las características del juego no requieran de haber estudiado becado en Oxford. Tanto el menú como el HUD durante la carrera utilizan tonos flúor y una estética rompedora, que marida perfectamente con lo transgresor de los camiones monstruo. También de agradecer son los claros tutoriales que salpicarán nuestro recorrido por las diferentes características y novedades del juego que vayamos alcanzando.
Conclusiones
Aunque pueda sonar exagerado, Monster Jam Showdown es, por méritos propios, el hermano pequeño gamberro (y vestido de marca) de juegos de mucha más magnitud como Forza Horizon: divertido como pocos a los mandos, con una vida útil larga y agradecida con el jugador y capaz de ofrecer sus virtudes a cualquier tipo de usuario. Al principio es exigente y hay que darle cariño, y quizá su selección musical no ha sido la más acertada, oye (cuestión esta de gustos, también sea dicho), pero es que en el resto de apartados cumple más que de sobra. Si te gustan los juegos de carreras, no deberías perderle la pista.