Deep Silver Studio es conocido por disponer de una biblioteca muy prolífica de juegos, que incluye desde aventuras de acción, a títulos de combate medieval, shooters, supervivencia de zombis y todo tipo de títulos postapocalípticos. Outward representa una adición muy interesante y refrescante a su nutrido catálogo, ya que es un juego de supervivencia que se desarrolla en un mundo de fantasía.

¿Alguna vez has querido disfrutar de un título de rol en el que tienes que hablar con todos? ¿En qué no hay realmente una historia tan grande que vaya guiando tus pasos? ¿Y uno donde tienes que pensar en problemas de la vida real en un entorno de juego? Si todas las respuestas son afirmativas, entonces Outward es tu juego. La primera sensación que uno tiene al disponerse a jugar a este título es el de estar ante un RPG de los primeros compases del año 2000, y, sin embargo, esto no viene a ser algo necesariamente negativo, ya que la jugabilidad y la naturaleza ridícula del factor inmersivo del elemento RPG te llevarán por un túnel de experiencias gratificantes y bastante divertidas.

Lo que motiva a nuestro personaje a emprender un viaje en pos de reunir dinero es una deuda contraída con su pueblo, y hay solamente 5 días para pagar antes de que perdamos el Faro en el que vivimos. Un inicio bastante tenso, ¿no? Pues la sensación de urgencia crece a sabiendas de nuestro protagonista es propenso al hambre, la sed y las enfermedades, haciéndonos más conscientes del entorno que nos rodea y, lo que es más importante, hace que cada parte del mundo sea importante para la historia. Siempre habrá una manera de salvar el pellejo para que no haya que preocuparse excesivamente por la supervivencia, pero esta interactividad con el entorno es muy importante para valorar el mundo en el que se desarrolla este juego. Todas estas adversidades que enfrentaremos durante nuestro periplo solo ejemplifican la importancia de cruzar la distancia.

Aunque ciertamente esto se ha convertido en una tendencia más común de lo que me gustaría reconocer a la hora de hacer comparativas, son varios los jugadores que han llegado a asociar este título con la obra magna de Miyazaki, y es fácil ver por qué. Aunque la reminiscencia es más que peregrina, el peligro inminente en Outward no proviene tanto de las criaturas que habitan en el mundo, sino de la hostilidad del propio entorno. Hay peleas con lobos y otras bestias, por supuesto, pero la mayor dificultad en este juego reside más en el propio viaje que en los combates. Incluso la luz del día es en sí misma un recurso porque cuando cae la noche, los jugadores tendrán dificultades para ver algo a su alrededor, y una mochila lo suficientemente grande como para colgarla una linterna es demasiado cara al comienzo del juego. Por eso es recomendable comenzar nuestras andanzas una hora antes del amanecer, para poder aprovechar todas las horas de luz posibles.

La mayor parte de la recolección de misiones se llevará a cabo en las aldeas, pero fuera de ellas hay un paisaje muy rico y vibrante lleno de campos abiertos, plantas, árboles y montañas. Tendrás que confiar en esos puntos de referencia naturales porque no hay marcadores de misiones en el juego ni señales de ningún tipo en tu mapa para mostrarte dónde estás exactamente. Al principio, parece una desventaja impuesta por los diseñadores para aumentar artificialmente la dificultad, pero pronto esta sensación de desamparo, esa falta de ayuda tan poco habitual en los títulos de hoy en día crecerá en ti y comenzarás a apreciar esta decisión de diseño como una forma de sumergirte más aún en Outward y su mundo. Además, hay mapas, brújulas, puntos de referencia, y se pueden tomar notas en el diario.

Pero ojo, no os equivoquéis pensando los seres que habitan estas tierras van a ser más benevolentes con nosotros que el entorno o las necesidades básicas, porque os aseguro que esto no es así para nada. Habrá que luchar y matar para sobrevivir, y no será divertido. El combate cuerpo a cuerpo se basa en la resistencia y es duro, táctico y demasiado desesperante para tomárselo a la ligera. Es fácil que en los primeros compases puedas dañar a los adversarios mientras que estos te devuelven la cortesía con duros golpes, a menudo además acompañados de algún estado alterado. Cada batalla que uno logra ganar le llena de alivio en lugar de dejarnos una sensación triunfal de superioridad, debido esto a las circunstancias desesperadas de cada trifulca. Lo bueno, si hay algo bueno en esto, es que no hay muerte. Cuando pierdas toda tu salud, simplemente te desmayarás y despertarás en otro lugar, descubriendo lo que te sucedió mediante una pantalla de carga.

Añadir sobre la mecánica de combate que se parece mucho a lo que ofrece Dark Souls hasta un punto en el que tienes un ataque fuerte y un ataque ligero, que puedes esquivar y eso es básicamente todo. Las animaciones de combate toman demasiado tiempo, pero si las cronometras correctamente y te acostumbras al ritmo de las peleas, pueden ser divertidas.

Un aspecto que me gusta mucho es la opción de jugar en multijugador. Es posible que no tengas mucha suerte al conectarte con una persona aleatoria mediante la función de búsqueda, pero si dispones de un segundo mando y un familiar o amigo capaz y dispuesto, ¡entonces puede saltar al sofá cooperativo! Es tan simple como entrar en el menú y pulsar la opción “Pantalla dividida”. La otra persona se creará un personaje rápidamente y, una vez completado, aparecerá junto a ti. Recuerda que no hay niveles, por lo que lo único que debes hacer es conseguir un poco de equipo para tu compañero. Si una persona muere, la otra puede revivirla de inmediato.

Visualmente, Outward deja mucho que desear en comparación con casi cualquier juego de rol que esté disponible en estos momentos de la generación, pero como la creación del título corrió a cargo de un grupo de aproximadamente 10 personas, no veo la necesidad de cebarme especialmente con un apartado que a todas luces flojea. Los gráficos se sienten muy anticuados, aunque algunas de las criaturas y lugares se ven bastante bien, algo que no podría decir de los personajes.

Conclusión

En general, lo he pasado muy bien con Outward, lo que le falta en destreza gráfica y pulido lo compensa con su mejor virtud, su viaje, una verdadera necesidad de explorar mucho más divertida si se realiza en compañía. Este no será un juego para muchos fans de los juegos de rol y, lamentablemente, es una pena para ellos ya que se lo perderán. Dentro de sus muchas carencias encontré un juego entretenido, y me gustaría pensar que probablemente muchos más usuarios lo hagan.

Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.