Blizzard es sin duda uno de los grandes referentes del sector, y aunque sus últimas decisiones respecto al tema de Hong Kong hayan sido cuanto menos controvertidas, es complicado achacarles nada en cuanto a la calidad de sus obras se refiere. Overwatch me ha proporcionado horas y horas de diversión en mi ordenador, igual que ya lo hiciera tiempo atrás Heroes of the Storm o World of Warcraft. Ahora, su famoso hero shooter llega a la plataforma híbrida de Nintendo, poniendo esta divertida experiencia multijugador online en la única consola que todavía estaba huérfana en este sentido.

Overwatch en Nintendo Switch es básicamente lo que cualquiera esperaría que fuese. Sí, es el mismo juego que se puede encontrar en PC, PlayStation 4 o Xbox One, con sus controles sólidos, su facilidad de uso y los modos multijugador, todos presentes y funcionando según lo previsto. Si uno preguntara “¿Funciona Overwatch en Nintendo Switch?”, La respuesta sería “Sí”. No obstante, es sin duda la peor forma de jugarlo, y es que, palidece en comparación con cualquier otra versión.

Esto se reduce principalmente a la cantidad de sacrificios realizados para que Overwatch funcione en la consola de Nintendo. En el aspecto técnico, Blizzard ha reducido la calidad de los gráficos y la velocidad de fotogramas para garantizar que todo funcione. Es una bendición que el estilo de arte de Overwatch sea tan estilizado como lo es porque todavía se ve decente a pesar de la degradación del entorno y los modelos de personajes. Y en lugar de ejecutarse a 60 fps, la versión Switch está bloqueada a 30 fps para mantener las cosas estables.

Aunque la mayoría de las veces la acción se presenta sin ninguna caída, las peleas de equipos más grandes son otra historia. Independientemente de que decidas jugar en modo portátil o vía dock, notarás picos de retraso y caídas de fps cuando se junten varios héroes combatiendo en pantalla.

Si decidís jugar en un televisor mediante la Switch acoplada, Overwatch es una buena versión, aunque por debajo de la media, reproduciéndose a 900p… o al menos, ese es el objetivo, pero lamentablemente no logra alcanzarlo de manera regular. Los intercambios de balas en el campo de batalla sirven para resaltar caídas inesperadas en el rendimiento mientras múltiples héroes luchan por objetivos. La abundancia de proyectiles, efectos y personajes que se mueven por el lugar con imprevisibilidad desenfrenada está afectando claramente a la consola híbrida, evitando que la experiencia se sienta todo lo fluida que debería.

Donde realmente tiene algo más que ofrecer, es en su modo portátil, ya que, aunque haya una pérdida en el plano visual yendo a 720p, es mucho más fácil de digerir a una resolución más baja y una pantalla más pequeña. Se ve nítido, colorido y, quizás lo más importante, suave en movimiento. A pesar de todo, sigue distando mucho de ser perfecto, pero definitivamente es la mejor forma de disfrutar de Overwatch en Switch.

Otro problema recurrente es el pop-in a nivel general, tanto en cuanto a personajes se refiere como a los propios escenarios. Desde el selector de héroes, hasta el retraso de varios segundos que tardan los compañeros de equipo en aparecer ante nosotros durante la espera inicial previa al enfrentamiento. Igualmente, se da en elementos decorativos de los personajes o de los propios lugares que visitemos. Aunque en medio del caos que provee el fragor de la batalla uno presta menos atención a estos detalles, es complicado no hacerlo durante los prolegómenos de este, cuando uno no tiene nada que hacer salvo golpear objetos que romper y esperar que la puerta se abra.

En comparación con Paladins y Warframe, este port se siente extrañamente inferior, algo un poco triste sabiendo que hablamos de Blizzard. Sin embargo, no todo es malo, con algunas características distintas que ayudan a esta incursión en la consola de La Gran N a sentirse un poco más única. La mayor adición son los controles de giroscopio, que están activados de forma predeterminada.

Estos te permiten controlar la cámara de tu personaje moviendo la consola. En la práctica, está destinado a ofrecer una forma más precisa de atacar a los enemigos, aunque es demasiado errático para lograr tal hazaña de forma regular. Aunque pueda tener su gracia, es muy posible que después de algunas rondas prefiráis prescindir de este, ya que no es ideal para un panorama competitivo de ritmo rápido.

Conclusión

Al igual que muchos de los ports que han llegado a Nintendo Switch, Overwatch no es la forma ideal de disfrutar del magnífico hero shooter de Blizzard. Es una experiencia simplemente pasable gracias a imágenes francamente mediocres y un nivel de rendimiento que no refleja los rápidos reflejos necesarios para brillar en su campo de batalla competitivo.

Es divertido en el modo portátil y una novedad innegable para jugar un título de disparos tan fantástico en la cama, pero todavía se siente perjudicado en comparación con otras plataformas.

 

Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.