Fecha de Lanzamiento
21/09/2023
Distribuidora
Deep Silver
Plataformas
PlayStation 5, Xbox Series y PC
Versión Analizada
Steam
Las redes sociales han cambiado el mundo para siempre, y la industria del videojuego es un claro reflejo de esto. La posibilidad de grabar nuestras propias partidas y subirlas a internet o de emitirlas en directo ha llevado a que se forje una nueva forma de comprender el videojuego, relacionada inevitablemente con otros modelos de audiovisual desarrollados con anterioridad. El público del siglo XXI ha comenzado a disfrutar de las sesiones de juego de otras personas como si se trataran de un programa de televisión o de una serie, lo que incluso ha derivado en la creación de «series de creadores de contenido», productos que surgen sobre la marcha y que se apoyan en la interacción entre distintos ídolos de masa y en la espontaneidad. Figuras como El Rubius, Ibai Llanos o TheGrefg han crecido en base a juegos que invitaban a ser vistos, títulos centrados en la competición o en la colaboración entre distintos jugadores. Al final, todo está relacionado: el boom de las redes sociales llevó a que surgieran streamers dedicados a compartir sus partidas, y la llegada de estos streamers ha llevado a que las empresas acojan nuevos formatos a la hora de diseñar sus juegos: juegos como servicio, títulos competitivos con funciones exclusivamente online… Cada día surgen ideas nuevas, pero es triste ver como pocas son las que consiguen calar en el público y aguantar el paso del tiempo.

En el nacimiento de esta era post-internet surgieron títulos que se mantuvieron vigentes durante años y que, a día de hoy, son vistos con un enorme respeto y cariño. Se me vienen a la cabeza, por ejemplo, Call of Duty: Black Ops II o Battlefield III, títulos que tuvieron un fuerte impacto y que vieron nacer a verdaderos fenómenos de la industria. Con la llegada de vídeos colaborativos se potenció otro juego considerado como «legendario», en tanto ha que ha sido jugado y disfrutado (ya sea a través de videos o de directos) por un número inabarcable de jugadores, y este no es otro más que Payday 2. El juego de atracos de Starbreeze suponía una mejora sustancial de lo presentado en la primera entrega, ofreciendo un conjunto de mapas cuidados que tenían como principal objetivo el entretener a sus jugadores mientras se hacían de oro robando y asesinando a quienes se impusieran en su camino. Esta original experiencia multijugador caló hondo entre el público, y fue expandida de forma constante a través de nuevos mapas, DLCs y demás actualizaciones. Sin embargo, ningún juego puede vivir para siempre a base de contenido extra de pago, y es por eso que los jugadores pedían algo distinto. Una tercera entrega parecía inevitable, pero Starbreeze se hizo de rogar; no ha sido hasta ahora, en pleno 2023, que por fin sale a la venta Payday 3, y hoy vengo a contaros qué tal está el juego y si merece o no la pena. Por tanto, sin más dilación… ¡Dentro análisis!

 

Un último atraco, por los viejos tiempos

Por lo general, suelo comenzar mis análisis hablando de la trama de cada título, analizando tanto sus giros como sus personajes y debatiendo si funciona tal y como debería. Sin embargo, hoy no voy a hacer esto debido a que… Bueno, a que no existe una historia como tal. Lo que Payday 3 cuenta es extremadamente simple, centrándose en la reunión del clásico grupo de atracadores con el objetivo de volver a realizar diversos crímenes para así ganar enormes cantidades de dinero. ¿Cuáles son las motivaciones de nuestros personajes para arriesgarse la vida de esa manera? ¿Quiénes están detrás de los lugares que robamos? ¿Hay alguien en la policía centrado en ir detrás nuestra? Poca es la información que se nos ofrece, demostrando la pobreza del worldbuilding que ofrece esta entrega. Vale, lo entiendo, lo último que buscan los jugadores habituales de esta saga es una historia profunda, pero siento que se podía haber hecho algo más: profundizar en las motivaciones, crear un universo interesante en el que encontrar un buen por qué a nuestras acciones. Hay vídeos que explican algunas cosas, y antes de cada nivel se ofrece una pequeña descripción, sí… Pero no se cuenta nada interesante, solo se aporta algo de contexto para contentar al público. Y esto incide en otro de los principales problemas del juego: su carencia de modos de juego y, en general, de contenido.

La reciente tendencia de lanzar juegos al mercado con una cantidad de contenido ínfima bajo la excusa de ir sacando nuevo material mediante actualizaciones me resulta agotadora, pues los jugadores que encaran el lanzamiento del título se acaban dando de bruces con una experiencia corta que no ofrece ningún tipo de incentivo. Payday 3 se lanza al mercado con dos modos de juego y con la inexplicable necesidad de tener que estar conectados a internet para poder echar partidas, ya sea con otros jugadores o con los propios bots. Entiendo que no haya un modo Historia… ¿Pero de verdad no han tenido tiempo para pensar en algo nuevo? Algún modo contrarreloj, desafíos… No sé, algo distinto que no se haya visto en la serie hasta el momento. Frente a esta falta de novedades encontramos 8 mapas distintos en los que poder cometer robos, una cifra algo pequeña que se ve solventada por la calidad de cada localización. Pero ya os hablaré de eso en el siguiente apartado. Cabe destacar que el juego sí que llega subtitulado al español, ofreciendo un trabajo de localización al castellano más que decente. Se agradece el esfuerzo a pesar de que la cantidad de diálogos y descripciones presentes es mínima.

 

Dejando a un lado el sigilo para apostar por la acción más desenfrenada

Payday 3 supone una evolución natural de la fórmula clásica de la franquicia que tiende cada vez más a la acción más desenfrenada. Así, se ha mejorado de forma significativa el gunplay al presentar un mejor sistema de apuntado y una mayor variedad en el control de las armas, algo que se agradece debido a la enorme profundidad que aporta. Quiero decir, en cierto modo su falta de modos de juego se ve solventada por la posibilidad de afrontar cada nivel con distintas armas, además de poder obtener el botín a través de distintas rutas: cada mapa ofrece un popurrí de caminos para alcanzar un mismo final encomiable, haciendo que sea sorprendentemente divertido probar junto a un grupo de amigos distintos caminos. ¿Os gusta más el sigilo? Pues podéis convertiros en los mejores ladrones de guante blanco al afrontar cada mapa sin que os detecten. ¿Preferís la acción y los tiroteos? Poneros la máscara desde el primer minuto y tomad rehenes mientras os enfrentáis a las oleadas de policías, si bien este camino puede ser el más repetitivo debido a que las oleadas son predecibles y a que la IA es, cuanto menos, defectuosa. Así, los enemigos responderán de forma desigual, ya que hay ocasiones en las que nos verán a través de las paredes mientras que, en otros casos, no nos verán aún teniéndonos delante. Algo similar ocurre con nuestros compañeros de IA, que no harán nada de nada (más allá de liarse a tiros y curarnos cuando sea pertinente) y nos molestarán más que los enemigos. Si podéis evitar jugar con la CPU hacedlo, pues es un juego que se disfruta muchísimo con amigos.

¿Cuál es el problema? Pues que a día de hoy el juego no funciona como debería, teniendo una cantidad de problemas de conexión lamentable. Los servidores van mal, tarda mucho en cargar una mísera partida y ya ni hablemos de encontrar jugadores. Es más, desde el día de lanzamiento pocos son los ratos que se puede jugar debido a la caída de los servidores, y como no hay modos offline… Pues más que un juego, tenemos un bonito conjunto de menús que sirven de poco. Por lo menos no se presenta mucho lag, y las partidas se manejan con una fluidez más que decente. En lo gráfico el juego no decepciona, si bien está muy por debajo de las principales propuestas triple A que se lanzan día a día: sus texturas son decentes a pesar de su bajo nivel de detalle, las animaciones no terminan de ser todo lo naturales que deberían y la iluminación es irregular. Aun con todo el juego supone un mejoría con respecto a la entrega anterior, y su rendimiento general en PC es decente. En cuanto al sonido, los efectos de disparo y la música utilizada funcionan a las mil maravillas, y algo similar ocurre con sus actuaciones de voz.

 

Conclusión: Se cree el ladrón que son todos de su condición

Payday 3 es un juego que funciona si jugamos con amigos, pero que no se esfuerza en lo absoluto para ocultar sus múltiples carencias. El estado del juego a día de hoy es incompleto, pues se echan en falta muchos modos de juego, mapas o incluso funciones básicas. Todo da como resultado un juego extremadamente simple, lo que es una pena puesto que el núcleo es increíblemente divertido: jugar con amigos es un deleite, y su buen diseño de niveles hace que podamos rejugar cada misión una y otra vez sin cansarnos. El juego no debería haberse lanzado así, y un pequeño retraso para añadir más contenido no le habría venido nada mal. Un buen título empañado por malas decisiones empresariales.

Sinopsis
La infame banda Payday, temida tanto por la ley como por los bajos fondos, ha regresado. Una nueva amenaza, nacida del caos que dejó a su paso, la ha arrancado de su pacífico retiro y ahora debe reincorporarse al mundo criminal. Para identificar y aplastar esta nueva amenaza, la banda deja atrás sus raíces en Washington DC y se traslada a Nueva York. El nuevo escenario traerá consigo nuevos retos, pero también nuevas oportunidades para cualquier atracador con un plan.
Pros
Gran diseño de niveles
Buen gunplay y genial variedad de rutas para afrontar cada mapa
Diseño sonoro de calidad
Contras
Se echan en falta un sinfín de modos de juego, mecánicas o novedades
Graves problemas de conexión y de servidores
El tratamiento gráfico es irregular, y el desarrollo narrativo es inexistente
6.5
Aceptable

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.