Fecha de Lanzamiento
15/11/2022
Distribuidora
Microsoft
Plataformas
Xbox Series, Xbox One y PC
Versión Analizada
Windows
Obsidian es uno de esos estudios camaleónicos que, hagan lo que hagan, siempre convencen tanto a la crítica como al público, dando lugar a grandes juegos que avanzan un poco más el ámbito de la narrativa dentro de la industria. Hablamos, además, de uno de los estudios occidentales más respetados y codiciados del medio, cuyo origen data de 2003 cuando varios miembros de Black Isle Studios (conocidos por su labor en los primeros Fallout y en Icewind Dale) decidieron comenzar una nueva carrera en solitario. La independencia tiene puntos a favor y en contra: de primeras contaban con una gran libertad a la hora de afrontar nuevos proyectos, pero con el paso del tiempo las necesidades económicas dieron paso al desarrollo de juegos basados en otras licencias, algo que a ojos de los jugadores más críticos podría verse como un movimiento desesperado y poco creativo. Sin embargo, el estudio pronto demostró que este prejuicio era erróneo, pues marca que tocaba Obsidian, marca que recibía sus mejores juegos jamás realizados. A los hechos me remito: su primer título, Star Wars Knights of the Old Republic II – Sith Lords se alzó como un título realmente sobrecogedor que mejoraba las mecánicas algo toscas del primer juego, mientras que Fallout New Vegas, su juego basado en una licencia externa más recordado y querido, elevó a niveles insospechados la calidad narrativa de la franquicia, algo que ni siquiera la propia Bethesda ha podido igual. ¡Si hasta su juego basado en South Park fue un éxito enorme, creando un RPG por turnos profundo basado en la franquicia más irreverente de la historia de la televisión! La labor de Obsidian a lo largo de los años ha sido, simplemente, encomiable.

Y todo esto es solo si hablamos de sus juegos basados en licencias, pero… ¿Qué pasa con sus juegos originales? Por suerte, Obsidian ha podido crear varias licencias que, en mayor o menor medida, han triunfado entre el público. Sin embargo, algunas de estas han dependido de la comparación con otras franquicias para poder llamar la atención del público. Este fue el caso de su último gran juego, The Outer Worlds, un enorme RPG de acción ambientado en el espacio que tomaba las mejores ideas de Fallout para presentarlas en un título distinto y muy adictivo. Si el título funcionó no fue solo por su genial dirección y por su ambientación, si no porque venía a cubrir la necesidad de los jugadores por ver un nuevo juego al estilo de New Vegas. Algo parecido ocurre con su saga original más popular, Pillars of Eternity, que venía a cubrir la necesidad de los jugadores por disfrutar de un RPG de corte clásico al más puro estilo D&D. Sin duda, Obsidian ha sido inteligente a la hora tanto de crear juegos espectaculares basados en franquicias ya existentes como de crear nuevas licencias que suplan las necesidades del público. Pero, ahora que cuentan con el paraguas económico de Microsoft, el estudio ha comenzado a experimentar creando títulos mucho más distintos y alejados de las bases del estudio. Esto es lo que ocurrió con Grounded y con el título que hoy tengo el placer de analizar, Pentiment, una obra única que nos trasladará a la Europa Medieval con un objetivo simple pero interesante: resolver una serie de asesinatos que están causando el terror en Kiersau. Y todo ello, bajo un estilo artístico que simula el arte de las obras medievales. ¿Se puede pedir más? Veamos qué tal está este título en el análisis completo, que podéis leer a continuación.

 

La vida en tiempos oscuros

La historia de Pentiment nos traslada a la lejana época medieval, y más concretamente a Kiersau, un pequeño poblado localizado en Baviera durante los últimos compases de la Edad Media. Nos pondremos en la piel de Andreas Maler, un joven artista que trabaja día a día en la Iglesia de Kiersau con el fin de completar su “obra maestra”, lo que le pone en la privilegiada posición de conocer bien tanto a la gente del pueblo como a los miembros del convento. A pesar de que el día a día parece transcurrir con tranquilidad, todo cambiará con la llegada de un Barón que, por motivos de mecenazgo, pasa unos días en la aldea esperando a que su obra sea finalizada. Andreas conoce al susodicho y desarrolla una cierta amistad, pero esto es solo porque el Barón está interesado en su carácter intelectual; el resto de los habitantes del pueblo y del convento no parecen estar tan contentos por su llegada, y las historias de malos tratos y abusos se cuentan por montones. Por ello, solo Andreas queda profundamente sorprendido cuando, un día cualquiera, el Barón es asesinado en el convento. Y, por desgracia, es su viejo y afable mentor, Piero, el señalado como principal sospechoso al ser quien encontró el cuerpo. Con el objetivo de descubrir la verdad sobre el asesinato y así liberar a su viejo amigo, Andreas deberá adentrarse en los secretos más oscuros de este aparentemente pacífico lugar. Como podéis observar, nos encontramos ante una historia realmente profunda que ahonda en un sinfín de tramas y temas que nos permiten una doble lectura, basada tanto en la revisión de la vida en la época medieval como en la metáfora de los problemas de la vida moderna. El pueblo de Kiersau se alza como un tríptico que refleja a la perfección los problemas y circunstancias de una población anclada en unos valores atrasados, promovidos por una obsesión enfermiza por la religión y en el que la ciencia no es más que un mito que poco tiene que hacer frente a los valores divinos. La recreación de la vida medieval es exhaustiva e impresionante, demostrando un nivel de compromiso enorme a la hora de mostrar elementos tan banales como el día a día de las monjas en un convento, los trabajos que realizaban los campesinos en la época o los intereses tanto de la clase trabajadora como de los más grandes nobles. Es, posiblemente, una de las representaciones más completas y realistas jamás realizadas de la época medieval en un videojuego, y es una gozada adentrarse en el pequeño universo que presenta. 

La historia avanza de manera algo lenta, pero esto es aprovechado para poder desarrollar de forma eficaz a su enorme elenco de personajes. Cada uno de los habitantes de la zona tienen intereses concretos y objetivos por los que luchar, y no hay ni un solo personaje que no consiga generar interés. El trabajo realizado en este aspecto me remite a obras como Twin Peaks, donde se realiza un estudio intensivo de la mayoría de habitantes de un pueblo. Hay cientos de tramas presentes en el título, tantas que el juego nos invita a volver a jugarlo para poder conocerlas todas a fondo. Y, siendo tan buenas, es innegable que uno se queda con ganas de volver a conocerlas. La historia, en general, funciona a las mil maravilla, pues más allá de su lento ritmo nos encontraremos con una historia que, a lo largo de sus más de 10 horas, nos atrapará con sus personajes y sus tramas y nos dejará estupefactos ante sus impresionantes giros de guion. Es, y no tengo miedo a afirmarlo, uno de los guiones más completos y pulidos de toda la obra de Obsidian. Por otro lado, el título nos llega completamente traducido al español, y dejad que os diga que es de los trabajos de traducción más completos y redondos jamás realizados. Desde los nombres propios hasta los títulos y los términos concretos de la época, todo está localizado a la perfección al español.

 

Misterios sin resolver en tierra santa

A nivel jugable nos encontramos ante una aventura gráfica centrada más en la elección de diálogos que en la resolución de puzles. Por lo general, nuestro protagonista tendrá libertad absoluta para desplazarse a lo largo y ancho de Kiersau y sus alrededores, pudiendo así interactuar con cualquier habitante de este enigmático lugar. El desplazamientos se realiza constantemente de forma lateral, pues uno de los elementos clave del título es su clara bidimensionalidad, algo que se vincula a su atrapante estilo artístico. Sea como sea, el juego presenta un sistema de elecciones increíblemente profundo, que no teme en sumergirse en toda clase de ramificaciones. Según nuestras elecciones podremos escoger un pasado concreto, unas motivaciones claras, y podremos forjar determinados tipos de relaciones con otros personajes, que serán clave para el devenir de la historia. Los puntos a los que la historia puede derivar son increíbles, y demuestran una maestría absoluta por parte del estudio para plantear un juego centrado en la narrativa. Los diálogos son exquisitos, y siempre nos encontraremos con ganas de conocer más y más acerca de los habitantes y de los hechos ocurridos alrededor de estos. Imaginad un juego con la profundidad narrativa de obras como El Nombre de la Rosa al que se le añade un sistema de decisiones y ramificaciones tan profundo (y incluso más) como el de Fallout: New Vegas. Es muy divertido interactuar con todos los personajes y construir la personalidad de nuestro protagonista, un Andreas Maller que, al igual que sus propias obras, se plantea como un interesante lienzo en blanco.

Eso sí, no se trata de un juego ideal para todo el mundo, y su público es más bien reducido. Es un juego algo lento, que requiere del tiempo del jugador para ganarse un hueco en su corazón. En un título de tales características hay poco espacio para la experimentación jugable, y más allá de un par de minijuegos (que tampoco es que estén muy inspirados) la mayor parte del tiempo la pasaremos eligiendo diálogos y explorando el paisaje medieval. Y aunque en otros juegos esto podría ser algo tedioso, aquí el juego consigue enganchar casi desde el primer momento, ofreciéndose como una de las aventuras gráficas más originales e inspiradas de los últimos años. No es un juego para todos los públicos, pero aquellos que disfrutan de esta clase de juegos quedarán encandilados.

 

Un viaje por la historia del arte medieval

Es, a nivel gráfico y artístico, donde el juego ha llamado más la atención. Y no es para menos, pues nos encontramos ante un título con un estilo artístico innovador que busca recrear el arte vigente en las obras literarias de la época medieval. Esto se refleja en los diseños de los personajes, de los escenarios y hasta en los movimientos, algo toscos y cuadriculados. Todo está puesto por un propósito, y la recreación de ciertos libros y obras de la época es, sencillamente, espectacular. El uso de color es brillante y muy ameno, lo que permite que nos sumerjamos en obras realmente cautivadoras. Es un juego muy especial a nivel artístico, pero que consigue funcionar a las mil maravillas al crear un entorno vivo y único jamás visto hasta el momento en la industria. Y sí, hay otros juegos que han intentado crear aventuras gráficas con el arte medieval como motor, pero mientras que estas buscaban calcar obras aquí se ha optado por recrear estilos. Esta, visto lo visto, ha sido la decisión más acertada.

Por otro lado, a nivel técnico el juego se mueve sin problema alguno. En PC, la resolución está bien tratada, y no he encontrado problema alguno tanto de bugs como de rendimiento. Tampoco es que el juego sea especialmente exigente, pero es agradable ver el lanzamiento de juegos tan pulidos. Por último, es a nivel sonoro donde tengo sentimientos encontrados, pues aunque me ha llegado a cansar escuchar constantemente los mismos efectos de sonido en bucle… Es cuando surge la banda sonora cuando se crea la magia. Esta no está presente en todo momento, pero cuando se hace presente esta eleva la calidad del juego a niveles insospechados. Una gran banda sonora, que se conjuga con un irregular diseño de sonido.

 

Conclusión: Una obra de arte

Pentiment es una obra totalmente distinta a cualquier otro juego visto en la industria, un milagro jugable que no dejará indiferente a nadie. No es un título apto para todo el público, por supuesto, pero aquellos capaces de disfrutar de un título radicalmente narrativo quedarán absortos ante la historia, las posibilidades que esta plantea y la recreación magistral de la época medieval. Por lo general, diría que lo recomiendo a cualquier amante de las aventuras gráficas y de la historia. Sin embargo, en esta ocasión solo puedo decir que, si os gustan los buenos videojuegos, le deis una oportunidad. Os aseguro que Pentiment os atrapará, pues cuenta con la magia de Obsidian. ¡Larga vida a Obsidian!

 

Sinopsis
El arte imita a la muerte. Adéntrate en un palpitante mundo ilustrado inspirado en los manuscritos iluminados y las xilografías de una época en la que Europa se encontraba en una encrucijada de grandes cambios políticos y religiosos. Te pondrás en la piel de Andreas Maler, un maestro artista que se ve envuelto en una serie de asesinatos, escándalos e intrigas en los Alpes bávaros.
Pros
Historia impactante, plagada de grandes diálogos e interesantes ramificaciones
La recreación de la época medieval es explosiva, como nunca se ha visto
Es muy inmersivo, y parte de esto se debe a su estilo artístico
La banda sonora es increíble
Contras
No es un juego apto para todos los públicos
Es algo lento, y muy limitado en lo jugable
9
Imprescindible
Antonio Gallardo

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.