[Análisis] QE

[Análisis] QE

TIEMPO DE JUEGO
30 minutos
EDAD
8+
EDITORIAL
SD Games
LANZAMIENTO
Mayo de 2023
NÚMERO DE JUGADORES
3-5
DISEÑADOR
Gavin Birnbaum
GÉNERO
Subastas
Reconozco sin tapujos que la economía no es mi fuerte, es una ciencia social que jamás ha sido capaz de atraerme, muy al contrario que otras materias como la filosofía o la biología. Nunca me gustó estudiarla cuando, por designios del plan de estudios de turno, se tornaba en una obligación. Sí, soy consciente de su importancia capital y utilidad general en este despiadado sistema capitalista en el que el dinero, llámese al igual que en las religiones de diferente forma según lugar; Euro, Dólar o Yuan, es el Dios que, a nivel de juez y verdugo, reparte justicias e injusticias a partes iguales bajo la premisa del “tanto tengo, tanto valgo”. Quizás, he sido estúpido pues, pese a saber de su importancia, no deseo formarme en ello. No creo en el “SUEÑO AMERICANO” (así, con mayúsculas) ni comulgo con esa definición de “felicidad” que suelen vender los yanquis y que va inequívocamente ligada al desarrollo económico personal, esa felicidad que parece que nunca llegará para aquellos que no son lo suficientemente entregados como para pasar más tiempo en la oficina que en su casa, que trabajan a destaje pensando que, si el día de mañana algo falla, será una pieza indispensable y por tanto, imprescindible.

Dicho esto y sin ánimo de redirigir este artículo hacia otros derroteros, con ánimos únicamente de encauzarlo hacia su sentido original, la realidad es que pese a que algo pueda darte pereza y causarte desinterés total, esto no tiene porque ir ligado directamente a que, si se retrata en otro tipo de plataformas, pueda llegar a resultar interesante. En este aspecto, siempre me viene a la memoria el magnífico Great Western Trail, un juego que, si por temática hubiese sido (máxime viendo la horrible portada de la primera edición), seguramente jamás habría llegado a jugar, ya que los western me parecen uno de los géneros más aburridos que existen en la dupla televisión-cine. De hecho, asocio este género a los domingos por la tarde cuando era pequeño, a esas películas de sobremesa en blanco y negro que mi abuelo veía después de comer hasta caer rendido en los brazos de Morfeo. Pero oye, ¿quién iba a decirme a mi que un juego sobre vaqueros que se dedica a la compra-venta de ganado iba a convertirse en mi juego de mesa favorito? Pues así fue. Con los juegos con fuertes componentes económicos, me pasa algo similar, pues raro es el título de Martin Wallace que consiga aburrirme, siendo uno de los autores con más presencia en mi ludoteca, y es bien conocida su fama por la inclusión de mecánicas económicas.

En el ámbito económico de los juegos de mesa, las mecánicas de subastas son muy populares y comunes. En ocasiones, estas subastas existen como una parte más, unas mecánica que va complementando a otras tantas que componen la experiencia del juego, mientras que en ocasiones, la mecánica de subasta es la única y principal, la protagonista sobre la que pivota la experiencia per se. QE (así llamado por las siglas Quantitative Easing, “Expansión Cuantitativa”), juego diseñado por Gavin Birnbaum y lanzado oficialmente en España por SD Games hace unos pocos días, es de estos últimos, de los que hacen de la subasta su baluarte principal. ¿La diferencia con otro tipos de juegos similares? Bueno, este es un juego de subastas en el que tu instrumento de oferta es, básicamente, un cheque en blanco. Puedes ofertar lo que quieras, pero ojo, si eres el que más dinero ha gastado al finalizar la partida, perderás automáticamente. Interesante, ¿verdad? Vamos a profundizar en ello.

 

Componentes

Los componentes de QE son un poco peculiares para estar ante un juego de subastas, no obstante y antes de entrar en esto, quiero hacer mención especial a la portada de la caja que, mediante una máquina que imprime dinero sin ton ni son, capta maravillosamente el sentido de lo que será la experiencia per se. Volviendo a los componentes, si bien uno esperaría encontrar un puñado de billetes de diferentes valores al más puro estilo Monopoly, pues es el componente habitual en cualquier juego de subastas o con dichas mecánicas que se precie (cuando no son monedas, o ambos), amén de ser los protagonistas de la imagen principal, nada más lejos de la realidad, no hay un solo billete o moneda en esta caja. En QE, todo se resuelve con unos cartones de diferente forma y tamaño con un bonito efecto brillo, y claro está, unos rotuladores de alcohol con su correspondiente borrador en la punta.

Así pues, QE se compone en gran medida de un puñado de tokens redondos de gran tamaño, entre los que se comprenden los de empresa (el grueso principal) y los de sector, algo más pequeños que los anteriores. La parte trasera de las losetas de empresa disponen de un hueco en blanco para apuntar las cifras que se pagan por ellas durante la partida, mientras que en la parte delantera se acompañan de un dibujo orientativo relacionado con el sector en cuestión, con una clara iconografía en la que aparece el icono de cada sector asociado a su correspondiente color, el país al que pertenece tanto con letras como con su bandera, y por último, los puntos de victoria. Por otro lado, están las losetas rectangulares de oferta pertenecientes a cada país, alargados y similares en tamaño a un cheque. De nuevo, la magnífica iconografía ayuda mucho, haciendo visible la porción de terreno del propio país, el símbolo de su moneda nacional, su bandera y un monumento reconocible del mismo (en el caso de la Unión Europea al ser un conjunto se ha utilizado el Parlamento)

A modo de colofón, están los tableros de puntuación, igualmente muy visuales y con todo muy claro, que servirán para ir llevando las cuentas de los puntos en caso de pujas por valor 0, o las compras de empresas, por ejemplo, haciendo así mucho más fácil y ágil el cálculo de la puntuación al final de la partida. De igual forma que en las losetas de oferta, cada una pertenece a un país y aparecen sus colores y sus siglas. Ya finalizando, queda la ficha de jugador inicial o primer subastador con el símbolo de QE, y el conjunto de cinco rotuladores de alcohol con sus borradores. Como podréis ver, todos los componentes de cartón tienen un bonito acabado brillo muy atractivo que le dan un toque muy atractivo y personal, aunque esté principalmente pensado para borrar mejor al finalizar cada partida. En este tipo de casos, siempre surge la pregunta de cuánto aguantarán los componentes hasta deteriorarse al escribir en ellos, por eso mismo el manual indica que hay que limpiar bien las losetas y tableros al terminar las partidas.

En cualquier caso y como siempre, os dejo una lista completa a modo de referencia para que sepáis qué vais a encontrar en el juego:

  • 21 losetas de empresa
  • 5 losetas de sector
  • 5 losetas de oferta
  • 5 tableros de puntuación
  • 5 rotuladores
  • 1 ficha de primer subastador
  • 1 libro de reglas

 

Sinopsis

Es 2008 y la economía se está derrumbando. Tendrás que encarnar a una de las naciones más grandes del mundo e intentar salvar su economía imprimiendo dinero para rescatar las empresas. Habrá subastas para distintos tipos de empresas. Cada una tendrá un valor en puntos de victoria al final de la partida. Como banco central, puedes imprimir dinero para hacer la oferta que quieras. Tendrás, literalmente, un cheque en blanco en el que podrás escribir tu oferta. ¿99? Perfecto.¿99 mil millones? No hay problema. Consigue empresas para sumar puntos, pero ten cuidado: si eres el país que más ha gastado durante la partida, serás eliminado. ¡Asegúrate de controlar la evolución de la inflación!

 

Los peligros de pujar con un cheque en blanco

El modo de juego es simple. En QE los jugadores asumen el papel de países, además, hay diferentes empresas que se subastarán a lo largo de la partida (variando el número según la cantidad de jugadores). Cada empresa es parte de uno de los cinco grandes sectores/industrias y su base está ubicada en uno de los cinco posibles países. Al comienzo de la partida, a cada jugador se le asigna un país y un sector (este último boca abajo para que solamente pueda verlo el interesado). En cada ronda del juego, el jugador activo, que toma el rol de “subastador”, voltea la primera ficha de compañía del montón y realiza una oferta de apertura por ella. A continuación, todos los demás jugadores hacen una oferta, que le pasaran en secreto al subastador. Quien haga la oferta más alta gana la empresa y el subastador le da la ficha de la empresa con la cantidad de dinero que había ofertado por esta escribiéndolo en el reverso, pero al igual que en la puja, dicha cifra se mantiene en secreto y por ende, no se le revela a nadie. Huelga decir que, la única excepción estaría en el caso de que la oferta del subastador sea la más alta, ya que esta sí será conocida por el resto, pues son las desventajas de ser el que se encarga de inaugurar la puja.

La gracia de todo esto es que, a diferencia de otros juegos de pujas o con dicho sistema, no juegas en base al dinero que tengas encima pues, temáticamente hablando, somos países que han determinado que a pesar de la recesión mundial, estas empresas son demasiado grandes como para dejarlas caer, por lo que deben ser salvadas a toda costa (de este experiencia andamos bien sobrados por España con el tema del rescate bancario). No necesitas tener dinero a mano, siempre puedes imprimir más, por eso mismo realizas la oferta escribiéndola sobre un “cheque en blanco”. ¿Quieres comprar una empresa a toda costa y estás dispuesto a dejarte varios millones? Adelante, no hay límites, cada uno puede ofertar lo que quiera. Quizás no tengas interés en una empresa concreta pero desees evitar que otra persona obtenga ese token, si así fuese, puedes ofertar una cantidad increíblemente alta para asegurarte de ganar la puja. ¿El problema que esto conlleva? Bueno, que al final del juego, la persona que haya ofertado más en total queda eliminado de forma directa. Por lo tanto, debes intentar realizar un seguimiento de lo que todos han ofertado hasta ahora para decidir qué tan alto puedes llegar sin ponerte al límite.

Este proceso continúa hasta que se han subastado todas las empresas, lo cual iniciará el final de partida, iniciando así el conteo de puntos. Los jugadores restantes puntuarán los puntos de victorias de las propias empresas que hayan adquirido (vienen en el propio disco/token), sumarán los puntos obtenidos por pujas por valor 0 que hayan hecho en las distintas rondas (2 PV cada una), las losetas de empresas que coincidan con su nación (Nacionalización), los diferentes sectores dependiendo de las empresas que tengas en cada sector (Monopolización), por cada columna de empresas de sectores diferentes (Diversificación); y por último, se pasa a sumar las cantidad que hayamos pagado por cada empresa (que debe estar escrito detrás de la misma) y el que más dinero haya gastado es eliminado inmediatamente, mientras que el más austero se llevará unos puntos extra por su buena gestión económica. Una vez calculado todo esto (está magníficamente explicado en el manual), ganará el jugador que más puntos haya conseguido (sin contar, obviamente, al eliminado)

 

Escalabilidad

Si bien QE está recomendado como experiencia para ser jugada de tres a cinco jugadores, después de varias experiencias con diferentes números de jugadores tengo claro que, como mejor brilla este juego, es con cuatro e incluso cinco, siendo más complicado de recomendar si tu plan es jugarlo generalmente a tres. Pese a que el manual añade algunas reglas especiales para partidas de tres y cinco jugadores con intención de hacer que la experiencia sea lo más justa posible, la forma de jugar y el propio fluir de información no funciona igual con tres personas en mesa que con cinco, por ejemplo. A tres, la competencia es mucho menos feroz y es más accesible llevar una suerte de contabilidad mental que te permita controlar un poco más a los rivales. Es por esa razón que funciona mejor cuantos más jugadores haya en mesa, pues hay una rivalidad mayor y todo se vuelve más caótico e impredecible. En el caso de las partidas a cinco, ya que habrá menos oportunidades de ser subastador, se permite a cada jugador ver la oferta ganadora una vez por partida, lo cual ofrece una jugosa información que puede resultar vital.

 

Conclusión

QE es un impresionante juego de subastas con un concepto increíblemente único, un rara avis que bajo la premisa de no limitar al jugador en lo monetario, crea un arma de doble filo que genera desconfianza y tensión durante cada una de las partidas. Cada partida es realmente emocionante, con un pequeño elemento de deducción social, ya que estás intentando calcular constantemente cuánto han ofertado otros para ganar la loseta de empresa de turno. Al contrario que en otros juegos de pujas, aquí no se trata tanto de ser inteligente y gastar tu dinero en el momento adecuado en las cosas correctas, pues nunca sabrás si mientras tu estás ofertando unos cientos de euros/dólares, otros están escribiendo siete u ocho cifras en su loseta de ofertas. Una cosa es clara, generalmente las pujas son más modestas al principio y, conforme cada jugador va desarrollando su propio juego y va necesitando empresas concretas, las ofertas acostumbran a ir subiendo exponencialmente durante el transcurso de la partida.

Por todo lo expuesto en el análisis le otorgamos a QE un Meeple Zafiro/Meeple Mago:

(Si queréis conocer nuestra forma de valorar juegos de mesa, os dejamos aquí un enlace a nuestra política de reviews para comprender nuestro sencillo sistema de meeples)

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Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.