[Análisis] Republic of Pirates

[Análisis] Republic of Pirates

Fecha de Lanzamiento
19/06/2024
Distribuidora
PQube
Plataformas
PC
Versión analizada
Steam
Todos tenemos esas cosas que, sin ser algo que realmente disfrutemos, terminamos haciendo de una manera u otra por voluntad propia (y no, no hablo de jugar a League of Legends, ese tema es bastante más complejo), me refiero más bien a, por ejemplo, cuando te haces un buen plato de lentejas en verano: lo piensas y sabes que es mala idea, lo comentas con alguien y te confirman que es mala idea, empiezas a hacerla y te arrepientes… pero qué buenas están las lentejas, aunque sean en agosto.

Pues yo, pasando al entorno de los videojuegos, tengo esa manía con los juegos de gestión y creación de civilizaciones, no me gustan ni me han gustado nunca, pero por alguna razón acabo cada fin de semana jugando a Civilization VI Anno 1800 con mis colegas hasta las tantas de la noche, con partidas tremendamente largas precedidas por un “juego media hora solo para estar con vosotros”. Con esto, vengo hoy a hablaros de Republic of Pirates, el juego de Crazy Goat Games distribuido por PQube.

 

¡Ah del barco!

No sé vosotros, pero yo soy de la generación que ha crecido viendo las películas de Piratas del Caribe y One Piece entre otras muchas historias en las que se romantiza a los bucaneros, en consecuencia siempre he tenido ese sueño lejano de ser pirata, un pirata bueno, pero un pirata al fin y al cabo. Es por eso que con la posibilidad de encarnar a una tripulación, adoré Sea of Thieves (una vez terminaron de pulirlo); ahora, con la propuesta de Republic of Pirates, no viviremos la vida pirata que todos deseamos, pero sí nos pondremos en la piel de unos marineros que, tras un cúmulo de desafortunados sucesos, terminan con la ruptura de una alianza pirata y la derogación de su líder. Hoy, nosotros, poniéndonos en la piel de su hijo, haremos todo lo posible por vengar su legado y formar, como podamos, una nueva alianza en nuestro nuevo asentamiento pirata. Con esto, se nos presenta una narrativa bastante sencilla pero funcional, cumple con solvencia los mínimos que te requiere este género con tal de tener una justificación para los distintos avances que van sucediendo.

Ahora bien, ¿qué nos ofrece este juego? Principalmente, como ya he mencionado, nos encontramos frente a una propuesta de gestión de recursos y construcción de comunidad; este género tiene un público muy concreto, por lo que me avanzo: si de por sí no eres afín, muy difícilmente disfrutarás de Republic of Piratespues no ofrecen nada diferencial como para considerarlo un híbrido que compense la parte esencial. Por otro lado, eso sí, los que disfrutáis de la construcción y confección de ciudades os adentraréis en un título que aporta frescura, sin demasiada innovación, pero con una ejecución correcta y de progresión relativamente rápida.

 

Cañones, bares y burdeles

Construiremos nuestra república a partir de nuestro barco, que será el “edificio cero” al que deberemos centrar nuestros recursos iniciales preparando un astillero para poder repararlo y mejorarlo constantemente. Estas mejoras dependerán, en parte, de contar con mano de obra y de distintos negocios que nos ofrezcan lo necesario, pues el pueblo ayuda al Rey y el Rey ayuda al pueblo, y es que deberemos defender nuestra isla en batallas navales a tiempo real, estas serán contra otros clanes piratas del resto del archipiélago mientras lo exploramos y tratamos de plantar nuestra bandera en el resto de sus islas.

Estas batallas son quizás el punto más potente del juego para aquellos que no son demasiado adeptos al género, pues son lo suficientemente dinámicos como para mantenernos entretenidos y con ganas de navegar al principio, pero la falta de complejidad tanto en controles como en dinámicas termina haciendo de las batallas algo tedioso y repetitivo, pues la única diferencia mecánica real que encontraremos según vayamos avanzando es el número de barcos que conformen nuestra flota. Eso, por desgracia, hace que allí donde se pretendía innovar termine necesitando un botón de “Omitir” o simplemente evitaremos navegar cuando no sea necesario.

Sin embargo, el navegar por el archipiélago será un factor importante en nuestra partida, pues allí podemos llevar a cabo labores diplomáticas con otros asentamientos, ya sea para ampliar el alcance de nuestra sociedad y tratar de dar forma de nuevo a la gran alianza que creó nuestro padre o, por contra, convertirnos en los chicos malos de los mares y enemistarnos con el resto de islas, forzando esto también que aumente el número de ocasiones en las que nos enfrentaremos en batallas navales; pero vaya, como al final lo que más tiempo nos ocupará será la gestión de nuestra isla, trataremos de hacer que todos nuestros habitantes estén contentos y vivan bien, siempre ajustándonos a la tradición pirata… por lo que no podrán faltar bares y burdeles.

Estos procesos se ven bastante acelerados al inicio, a diferencia de otros muchos juegos del género gracias a un buen trato de las cadenas de producción y comercio, permitiendo que no perdamos demasiado tiempo obteniendo recursos por nuestra cuenta (que, ojo, eso no quita que los tengamos que buscar y gestionar nosotros, simplemente será menos laborioso), y aunque esto considero que es un puntazo a favor, especialmente para los no asiduos, sí es cierto que hace que se vuelva repetitivo antes de tiempo por lo que probablemente tengamos más partidas comenzadas que terminadas.

 

Apartado audiovisual

Al ser un juego que pretende ser realista en cuanto a su contenido, el aspecto gráfico debe reflejar lo mismo, y así lo pretende (siempre dentro de sus límites y teniendo en cuenta la libertad creativa con la que cuenta el jugador), pues nos ofrece modelados de edificios bastante fieles a cómo podríamos encontrarlos en la vida real. Por contra, es cierto que sacrifican las texturas de tierra, agua, rocas y árboles, aunque esto se entiende teniendo en cuenta que estos espacios, a excepción del mar, van a ser modificados construyendo encima, haciendo y deshaciendo, por lo que es una buena decisión en dedicar el tiempo al modelado de estructuras y la confección de cinemáticas.

La banda sonora cuenta especialmente con buenos efectos sonoros y una decente ambientación bucanera, pero que no cuenta con piezas que puedan convertirse en “himnos pirata”, y parecerá una chorrada pero no existe tripulación pirata que no cuente con canciones para bailar y beber cuando el mar está en calma o se ha derrotado al navío enemigo; por lo que, aunque el trabajo es bueno y se nota la dedicación, echo en falta el tener alguna canción que tararear involuntariamente.

 

Conclusión

En conclusión, Republic of Pirates es un juego dedicado al género, no pretende hibridarse y atraer a un nuevo público y gracias a eso es que puede funcionar bien, pues se dedican a hacer bien lo que saben que funciona y los jugadores te van a exigir, por lo que si eres afín a construir ciudades y gestionarlas, es muy probable que esta propuesta te haga pasar más de un buen rato y no te arrepientas de dedicarle tu tiempo.

No obstante, mi definición no sería “obligatorio” sino más bien “apuesta segura”: considero que si buscas algo del estilo hay otros varios juegos mejores y con mayor relación calidad/precio, pero si crees que ya has explotado tanto como te es posible los juegos que ya tienes y te apetece lanzarte a una nueva aventura, este barco está más que listo para que te subas a él, cojas el timón y surques el archipiélago en pos de formar tu leyenda pirata.

Sinopsis
Establece y desarrolla una utopía pirata en la edad de oro de la piratería. Crea una economía basada en recursos, participa en batallas navales a tiempo real y surca la diplomacia con poderosos rivales. Explora todos los rincones del Caribe en busca de gloria y fortuna…
Pros
Sabe jugar sus cartas y ofrecer un avance rápido
Ofrecen una narrativa simple pero funcional
Introducen batallas navales a tiempo real...
Contras
...que terminan volviéndose repetitivas y algo pesadas
El mismo avance rápido hace que las partidas se corten antes de tiempo
6.8
Aceptable