[Análisis] Resident Evil 2 Remake

[Análisis] Resident Evil 2 Remake

Si existe una franquicia en la que todos pensamos al hablar del género survival horror, esa es Resident Evil. La legendaria IP de Capcom, llevaba unos años en los que, después de sus tres primeras entregas, había perdido un poco el foco sobre lo que en su día la hizo grande; dando un giro radical hacia la acción.

Después de una séptima entrega que llevó a la franquicia a mirar otra vez a sus orígenes, Capcom ha vuelto con un remake de una de sus entregas más queridas por los aficionados de la saga de zombis, Resident Evil 2.

Anunciado hace ya años con un simple pantallazo, un llamativo oscurantismo envolvió esta entrega durante años, concretamente, hasta este pasado E3 2018, donde se presentó por sorpresa en la conferencia de PlayStation.

Vuelta a Racoon City

Resident Evil 2 veía la luz en 1998 para PlayStation. Después de una primera entrega que podríamos calificar como revolucionaria, llegó esta segunda parte con unas bases similares a su predecesor, y que a lo largo de los años, se erigió como una de las entregas a las que más cariño le tienen los aficionados de la mítica saga.

La trama nos lleva a Racoon City de la mano de Claire Redfield y Leon S. Kennedy. La primera se dirige a la ciudad en busca de Chris, su hermano, y uno de los protagonistas de la primera entrega, mientras que Leon, es un policía novato que va camino de la ciudad para investigar lo que allí ocurre.

Tras una cinemática de introducción, pronto nos encontramos perdidos en una gasolinera aparentemente desierta a las afueras de la ciudad. Allí, en esa solitaria área de servicio, es donde tiene lugar el primer encuentro entre nuestros protagonistas y los infectados.

Huyendo de forma precipitada en un coche, ambos protagonistas acaban separados tras un accidente, y planean volver a encontrarse en la comisaría de Racoon City.

En dicho edificio da comienzo la aventura, que puede jugarse tanto desde la perspectiva de Leon o de Claire; a elección del jugador, y que nos depara dos caminos distintos para la misma historia donde abundará la sangre, sudor e incluso alguna lágrima para aquellos jugadores menos duchos con el mando en las manos.

Cada disparo cuenta

Si hablamos de Resident Evil, todos pensamos en zombis, criaturas grotescas, escasez de recursos, gestión de inventario, puzles y, sobretodo tensión.

Esto es lo que nos espera en Resident Evil 2 Remake. Un videojuego donde cada rincón del escenario puede resultar hostil. Donde en cada esquina, o detrás de una puerta puede haber un infectado esperando que nos descuidemos para lanzarse sobre nosotros. Donde el utilizar los recursos sabiamente puede suponer la diferencia entre avanzar o perecer, y con ello perder nuestros progresos recientes.

Porque es un juego que no tiene piedad. Que no duda en someter al jugador a una jugabilidad donde impera la exploración y la resolución de puzles, los cuales no suponen en su mayoría un reto demasiado acusado, pero que si requieren cierta atención por parte del jugador.

A los puzles propios de la historia principal hay que sumarle otros, que van desde encontrar una tarjeta para conseguir una nueva arma, a abrir una caja fuerte que guarda para nosotros un objeto de mejora de la misma; todos ellos bastante sencillos si nos paramos a explorar lo suficiente.

Las armas varían dependiendo de con quien afrontemos la aventura. Tanto Leon como Claire gozan de unos cuantos “juguetitos” con los que hacer frente a las distintas criaturas, y sobretodo a los jefes finales, que son de largo los enemigos más complicados que nos podemos encontrar.

Huelga decir que esto no significa que haya que subestimar los enfrentamientos con los infectados, pues en cualquiera de las tres dificultades pueden suponer un problema serio si no controlamos bien la munición y, por que no decirlo, el escenario. Conocer cada pasillo puede ser vital.

Vuelven a repetir grandes conocidos de la serie como son los lickers, unas criaturas que son letales y cuya principal debilidad es su incapacidad a la hora de ver, lo que implica que el sigilo sea importante para enfrentarlos, pero no solo por estas criaturas. Hay más, pero os dejaremos que lo descubráis por vosotros mismos.

 

Un clásico a la altura del 2019

En cuanto al apartado técnico del videojuego pocos peros se le podrían poner. Lejos quedan las cámaras fijas o los escenarios prerenderizados, ahora estamos ante un videojuego que ofrece una cámara tras el hombro al más puro estilo Resident Evil 4, y que se ha rehecho de forma completa con el nuevo motor RE Engine, que fue utilizado para Resident Evil 7 y el resultado es abrumador.

Los pasillos de la comisaría, además de los otros escenarios, ofrecen una cantidad de detalles sublime. Las sombras, los reflejos del agua, el diseño de los personajes… Todo en Resident Evil 2 Remake luce de maravilla, y por poner un pero, diría que la variedad en el diseño de enemigos podría ser un poco más amplia, ya que encontrarse al mismo zombi en escenarios diferentes te quita un poco de situación, pero por lo demás, perfecto.

Mención especial para el realismo a la hora de plasmar las heridas en los infectados, ya que veremos como nuestras balas les van provocando daños dependiendo de donde hayamos efectuado el disparo, pudiendo hasta arrancar la pierna o el brazo de ese zombi que nos está acosando.

De buenas a primeras puede resultar un poco gratuito, pero el ver como los disparos efectuados provocan daños visuales en las criaturas es muy de agradecer. La sangre y el gore están muy presente en la obra, y esto, en la época en la que vivimos donde la censura es algo cada vez más presente, siempre es algo de agradecer que haya videojuegos que no tengan miedo a mostrase tal y como fueron concebidos.

En cuanto al apartado sonoro no hay tan buenas noticias ya que el título no ofrece la banda sonora original, la cual si está disponible a modo de DLC desde el mismo día del lanzamiento. Esto resulta un poco incomprensible, pero es lo que hay.

Las voces se encuentran en perfecto castellano al igual que los textos que están completamente traducidos como era de esperar.

En cuanto a rendimiento en consola, PS4 Pro y Xbox One X ofrecen una resolución de 2880×1620 y un framerate estable a 60FPS. En cambio, en las versiones antiguas de las consolas se tienen que conformar con 1080p y un framerate que está por encima de 30fps pero que no llega nunca a 60fps como en sus hermanas mayores.

Conclusión

Para las desarrolladoras siempre es complicado volver a traer a la vida un videojuego antiguo en forma de remake o remastered. Siempre va a existir quien se oponga a que uno de sus videojuegos favoritos reciba mejoras o cambios notables en cualquiera de sus apartados, al igual que habrá quien los acepte y disfrute otra vez de un videojuego mítico, pero actualizado al 2019.

Resident Evil 2 Remake puede ser muchas cosas, pero nunca me atrevería a calificarlo como un sacacuartos o un refrito. Los cambios en la columna vertebral del videojuego son tan evidentes, como la maestría, sensibilidad y respeto que desde Capcom han querido demostrar con este remake.

El videojuego es una vuelta a los origenes, actualizando mecánicas, pero conservando sus encantos intactos tal y como se pudo disfrutar en 1998. Un remake con todas las de la ley que nos vuelve a llevar a Racoon City. Un remake que nos hace soñar con que la saga Resident Evil está más viva que nunca.