Otro de los elementos que ayudaron a Resident Evil 7: Biohazard en su camino por generar terror en los jugadores, fue su propio protagonista, Ethan Winters, un donnadie, un señor de 30 y pico años que, lejos del protagonista habitual ya curtido por formar parte de la élite S.T.A.R.S. como Chris Redfield o Jill Valentine, era un pobre diablo, un ingeniero de sistemas que iba a buscar a su mujer a donde Cristo perdió la sandalia. Curiosamente, y aunque no hubiese nadie especial en Ethan Winters, volvió para protagonizar Resident Evil 8: Village. Ahora, después de todo lo vivido en la aldea con Madre Miranda y la Megamiceta como núcleos principales de todo este tinglado, Rosemary Winter, hija pequeña de Ethan y Mia, toma el testigo de su padre en Shadows of Rose, un DLC para Resident Evil Village, que además se incluye en la recién lanzada edición Gold (junto al modo mercenarios y el modo tercera persona). ¿Será capaz la muchacha de deshacerse de sus poderes y aspirar así a ser una chica normal? Esta es la premisa de Resident Evil Village: Shadows of Rose.
Buceando entre los distorsionados recuerdos de la Megamiceta
Después de los eventos de Resident Evil Village, ahora estamos en la piel de la hija de Ethan y Mia, Rose, que lejos de ser el bebé que era en aquel entonces, es ahora toda una adolescente. La joven, que al igual que su padre tiene poderes especiales, quiere deshacerse de estos para poder llevar una vida normal, es decir, su motivación para explorarse a sí misma es básicamente intentar “encajar”; por lo que termina viajando a la conciencia de la Megamiceta, lugar en el que, supuestamente, existe un misterioso cristal capaz de cumplir con su deseo. Así pues, Rose termina en un misterioso lugar donde los recuerdos se retuercen y distorsionan de forma macabra. Ella está de vuelta en el pueblo donde todo comenzó, concretamente, en el castillo de Lady Dimitrescu.
Lugares familiares y a la vez desconocidos
Dentro del juego, usarás los poderes de Rose para abrir nuevos caminos a través de los entornos y congelar momentáneamente a los enemigos, entre otras cosas. Lamentablemente, la mayor parte de la expansión solo utiliza una pequeña parte de sus poderes, lo que hace que Shadows of Rose sea agridulce. Al final de esta corta campaña, es posible visualizar todo el potencial de las habilidades de Rose, y es realmente una experiencia divertida y épica utilizar estas nuevas mecánicas. Además de estas nuevas mecánicas, puedes esperar la experiencia típica de Resident Evil de resolver acertijos, encontrar objetos que desbloquean otros elementos y obtener acceso a nuevas áreas, que son todos los elementos que se sabe que utiliza la serie. Además, el armamento es muy escaso esta vez, ya que el enfoque de Shadows of Rose es su narrativa y no necesariamente su combate. Si bien a priori jugabilidad se siente muy familiar, esta expansión definitivamente brinda una experiencia que los aficionados de la franquicia encontrarán familiar, pero agrega lo suficiente para que sea nueva y refrescante.
Shadows of Rose divide su acción en dos grandes áreas que reclamarán nuestra atención hasta llegar a la parte final en la que se desarrollarán los últimos compases de este contenido. El primero, el reconocible Castillo Dimitrescu, algo más tétrico que de costumbre y con un Duque enmascarado (nuestro mercader de confianza en Village) al cargo de todo esto, con la triste ausencia de Alcina y sus hijas. Esta es la parte más survival, en la que un nuevo tipo de enemigo capaz de absorber la cara de Rose, deambula por los pasillos. Disparar, hacer un uso inteligente de la escasa munición y nuestros poderes, así como huir si fuese preciso, son las bazas de esta primera parte. La segunda gran zona está inspirada en la Casa Beneviento (primando la parte horror del género) dejando a Rose desarmada deambulando por la oscuridad mientras busca avanzar resolviendo rompecabezas y escondiéndose o vigilando bien sus espaldas en una especie de juego del escondite contra muñecas de madera, que hace un buen uso de la oscuridad y la iluminación para dar feedback al jugador constantemente.
Completar Shadows of Rose puede tomar alrededor de unas tres horas, y si bien su historia puede convencer o no a cada uno, una cosa queda clara, el final ata los cabos sueltos y proporciona una agradable sensación a modo de conclusión. Una vez que completas la expansión, tampoco hay una razón para volver a rejugarla, debido a la notable ausencia de coleccionables.
Conclusión
Resident Evil Village: Shadows of Rose es un DLC breve pero muy disfrutable, que gracias a su planteamiento consigue ofrecer lo mejor del survival y lo mejor del horror. No hay mucho más que pueda añadir, quizás, si tuviese que buscar algún matiz negativo, mencionaría que los rompecabezas eran demasiado fáciles y la pelea final podría haberse planteado mejor. En cualquier caso, por lo demás, una experiencia recomendable para cualquier fan.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.