[Análisis] Samurai Maiden

[Análisis] Samurai Maiden

Fecha de Lanzamiento
08/12/2022
DISTRIBUIDORA
D3PUBLISHER
PLATAFORMAS
PlayStation 5, PlayStation 4, Nintendo Switch y PC
VERSIÓN ANALIZADA
PlayStation 5
Hace tan solo unos días salió a la venta Samurai Maiden, un videojuego desarrollado por SHADE Inc. y publicado por D3PUBLISHER, una propuesta de ninjas con un claro componente yuri que a muchos recordará irremediablemente a la obra de Kenichiro Takaki en Marvelous, concretamente, en la subsidiaria Honey∞Parade Games, encargada de dar vida a la franquicia Senran Kagura, unos hack and slash que se diferenciaban del resto por su nutrido elenco de chicas ninjas y, claro está, el fanservice, tampoco vamos a andarnos con remilgos en algo tan evidente como esto. Por otro lado, y siguiendo con la inspiración, Samurai Maiden también parece heredar en cierto modo el sistema Drive de Valkyrie Drive, aunque de forma diferente. Pero ojo, tampoco hay que quitar su parte de mérito a SHADE Inc., la desarrolladora del juego, que además ha trabajado en Bullet Girls Phantasia, Kandagawa Jet Girls (última obra en la que Kenichiro Takaki trabajó dentro de Marvelous antes de unirse a Cygames) o Gun Gun Pixies, títulos con un claro componente fanservice.

Es importante remarcar que Kenichiro Takaki, ya en 2018, afirmaba que el fanservice se encontraba en una situación precaria, en gran medida, por esos mecanismos de censura internos que Sony había comenzado a poner en marcha varios meses antes, entre otras cosas, posiblemente ligado a ese abandono progresivo del público japonés en busca de apelar a un público mayormente occidental, cambiando su sede principal a California. Con el tiempo, esto se reforzaría con otros detalles como el cambio de botones X y O que siempre habían funcionado al contrario en Japón, o mucho más claro, el cierre de Japan Studio. Sí, Sony llevaba tiempo dándole la espalda al que fue su público principal durante muchos años. Y ahora, la pregunta obligatoria: ¿Puede tener éxito un videojuego con un reclamo claramente erótico-festivo yuri de corte japonés en esta época que vivimos? Si ya afirmaba que, Senran Kagura sin el fanservice pasaba a ser un hack and slash mediocre, en el caso de Samurai Maiden es igual o incluso todavía algo más sangrante. ¿Queréis saber más al respecto? Pues os cuenta en las siguientes líneas.

 

Una historia cliché de cualquier isekai

La historia en este tipo de juegos rara vez destaca, y en este caso, no iba a ser menos. De hecho, estamos ante la típica premisa de isekai que tanto y tanto se usa, sí, esa que ya tiene a todo el mundo cansado. En Samurai Maiden encarnas a Tsumugi, una joven estudiante de nuestros días que, sin comerlo ni beberlo, es transportada al Honnō-ji durante el período Sengoku, concretamente, el fatídico día del Incidente de Honnō-ji, cuya historia, si estáis un pelín puestos en la historia de Japón, ya conoceréis de sobra. Akechi Mitsuhide traiciona a Oda Nobunaga, al que por entonces era el soberano de Japón, o al menos, de todos aquellos territorios que el primer padre fundador de Japón había conseguido diezmar y anexarse. El templo es incendiado por Mitsuhide y sus hombres, y Nobunaga se ve acorralado y decide cometer sepukku. Esa es la historia oficial, aquí Tsumugi y Nobunaga coinciden, y pronto se les unen las tres compañeras ninjas de la protagonista, Iyo, Hagane y Komimi.

Nuestra sorprendida muchacha pronto descubre, gracias a la información que le proporcionan, que el rey demonio ha vuelto al mundo (sí, habéis leído bien) y ella, en su papel de sacerdotisa, juega un rol fundamental para que esto no escale demasiado. Nobunaga, por su parte, sale en la búsqueda de Mitsuhide, argumentando que él es el único que puede estar detrás de todo esto, ya que sin la ayuda de ese demonio, no sería capaz de vencerle. Por otro lado, las cuatro jóvenes hacen un viaje al inframundo para intentar solucionar todo este embrollo… ¿Cómo os habéis quedado? Una propuesta muy original, ¿verdad? Se juntan Oda Nobunaga, la figura histórica más importante y representada de ese período, y el clásico argumento isekai de teletransportar a alguien a otro tiempo pasado para pararle los pies al rey demonio.

 

Un sistema de combate muy justito

Jugablemente, la propuesta no es mucho mejor, ya que es excesivamente similar a Senran Kagura, pero más descafeinado. Aunque haya cuatro personajes, únicamente puedes manejar a Tsumugi, que se dedicará a utilizar su espada (una katana que puede sustituirse más adelante) haciendo uso de dos botones, cuadrado y triángulo en el caso de PlayStation. Inicialmente, la combinación de esos ataques es muy escasa, aunque es posible ampliarla con el tiempo, pudiendo así encadenar más veces el triángulo, mezclarlo de diferentes formas con el cuadrado, realizar algún ataque durante el salto, reponerse antes al ser golpeados, etc. Además de asestar golpes con su arma, la protagonista es capaz de esquivar y defender, poquita cosa más, la verdad…

En cuanto a las compañeras… ¿Qué decir de ellas? Te acompañan presencialmente y pueden realizar un ataque especial mediante el uso de una barra que se carga al combatir, pero ya está, no hay mucho más. Iyo es algo más útil que el resto, porque aparte de realizar su habilidad especial, es capaz de colocar bombas, minas y jarrones curativos. El problema, que además es gordo, es que la IA aliada es un elemento meramente decorativo programado únicamente para lanzar el ataque de rigor cuando lo activas y nada más. Cuando peleas, simplemente se mueven y reciben, pero nunca son capaces de golpear, eso sí, morir no van a morirse, son sacos de boxeo sin salud, por lo que no hay nada que temer. Es absurdo ver a Iyo colocar una bomba y que le explote literalmente en la cara porque es incapaz de moverse después de colocarla, igual que es aberrante ver a cualquiera de ellas moviéndose a tu lado sin mover un dedo a la hora de pelear. No es que la IA aliada esté mal implementada, es que solo se activa para lo que le pides, el resto simplemente es pasear a tu lado.

Conforme avancemos en nuestro periplo de descenso al infierno, ganaremos amistad con nuestros «compañeras de armas» (por llamarlas de alguna forma, porque empuñar un arma poquito…), lo cual permitirá llevar a cabo una serie de eventos desde el menú principal para que las muchachas charlen entre sí y profundicen en su relación, adquiriendo así algunas combinaciones de botones más para los ataques. De vez en cuando, se presentarán misiones secundarias ligadas a los personajes, importantes, pues mejorar la relación permitirá el uso de la técnica Devoted Heart, algo similar al Drive de Valkyrie Drive, aunque en este caso ninguna joven se transforma en arma, sino que tras una escena cariñosa de corte yuri, el arma de Tsumugi se imbuye temporalmente con el elemento de uno de las chicas que van con ella (Iyo = fuego, Hagane = electricidad, y Komimi = hielo).

En relación al planteamiento de niveles, el juego se divide en fases que son básicamente ir del punto A al punto B, mientras que por el camino vas realizando algún que otro salto entre plataformas y las típicas peleas de rigor. Pese a que hay varios niveles de dificultad por nivel, la primera vez que visitas uno solamente te dejan escoger el normal, que es el más asequible. Los enemigos son generalmente esqueletos con un único y triste movimiento de levantar y bajar la espada, que vienen en grandes grupos, acompañados de un enemigo de mayor tamaño, que puede ser un esqueleto, un ogro o algún otro ser del averno que dispone de un par de ataques o tres, fácilmente aprendibles. No hay mucha ciencia ni desafío en esto, a excepción de en los combates contra jefes, que con cada golpe te hacen un destrozo en la barra de salud, lo cual te obliga a jugar de forma un poco más pausada e inteligente, sin lanzarte a lo loco, aunque no tanto por la dificultad, sino por el daño.

No hay mucho lugar a la exploración en Samurai Maiden, pues las fases son muy lineales, pero de vez en cuando es posible toparse con algún cofre con coleccionables en forma de arte y bocetos del juego. Asimismo, hay que cosechar unas bolas moradas que sueltan los enemigos y que hacen las veces de «moneda» del juego, pese a que únicamente sirven para mejorar el arma y las habilidades de las compañeras, amén de comprar algún que otro traje opcional.

 

El diseño de personajes, su único reclamo de interés

No hay mucho que uno pueda destacar positivamente del título de SHADE Inc. y publicado por D3PUBLISHER, pero si tuviese que arriesgarme con algo, diría que el diseño de personajes, que corre a cargo de Miwano Rag (conocido por su trabajo en Kamisama no Hanayome ni Narimashita) es su principal fuerte. Tsumugi, Iyo, Hagane y Komimi, incluso los jefes finales de turno, que también son chicas, están muy bien trabajadas, en detrimento de los escenarios y enemigos, reciclados y repetitivos. Hablando de los personajes, otro guiño a Senran Kagura está en el hecho de que, tras encadenar suficiente daño, las vestimentas de la protagonista se rasgarán, aunque no os preocupéis, no vais a ver demasiado, es un fanservice muy light si se compara con otras obras de SHADE Inc. como Bullet Girls Phantasia en PlayStation Vita.

Sobre la banda sonora, lo esperable, una mezcla de sonidos más tradicionales con notas más rítmicas y actuales, consiguiendo así una mezcla interesante. La actuación de voz, al menos en japonés, es buena, aunque rara vez no lo es en un juego japonés, ya que allí suelen tomarse esto mucho más en serio. Si bien la seiyu de Tsugumi, Yuki Yomichi, es algo menos conocida; la de Iyo es Miku Ito (Miku en Go-Tōbun no Hanayome y Kokkoro en Princess Connect! Re:Dive), mientras que la de Hagane es Sumire Uesaka (Nagatoro en Ijiranaide, Nagatoro-san y Sanae Dekomori en Chūnibyō Demo Koi ga Shitai!). ¡Y ojo cuidado! Que la voz de Oda Nobunaga es Takaya Kuroda, un hombre al que idolatro por ser la voz de Kiryu en la saga Yakuza.

 

Conclusión

Samurai Maiden es una mezcla entre Senran Kagura y Valkyrie Drive mucho más descafeinada que, tristemente, no destaca en nada que no sea el diseño de sus personajes. Su sistema de combate es muy básico, aunque se vaya expandiendo un poco con el tiempo, a lo cual, no ayuda mucho los combates contra unos enemigos que no hacen demasiado y unas IA aliadas que, directamente, no hacen, a menos que seas tú el que las invite a utilizar su habilidad. A la larga, vas a pasar más tiempo leyendo que combatiendo, y los combates son muy asequibles, excepto los que tienen lugar contra los jefes, que únicamente suben la dificultad por el hecho de que, con tres golpes en vez de con quince, tu personaje va a caer derrotado. Es decir, una dificultad artificial que, si bien aporta algo más de vidilla y estrategia, no deja de ser eso mismo.

La historia es un cliché andante, un argumento de isekai de lo más clásico. ¿Qué le queda entonces al juego? No mucho, la verdad. El problema, es seguir creando juegos que no destacan en nada y que buscan al jugador, principalmente, por el componente fanservice. Esto, hace diez años e incluso menos podía funcionar, pero en el presente, con el cambio de mentalidad, la censura impuesta por ciertas compañías en juegos japoneses (no tanto así en otros desarrollados en Occidente) y un movimiento mucho más puritano en este aspecto, ya no sirve para que alguien pueda disfrutar de tu obra. Sí, hay físicas de pechos, algo de ropa interior y momentos yuri, pero incluso para los que son capaces de ver en eso un reclamo, posiblemente no queden del todo satisfechos.

Sinopsis
¡Una joven del siglo XXI con grandes habilidades en el manejo de la espada se encuentra en Honnō-ji durante el período Sengoku! Junto con un trío de amigas ninja recién descubiertas, ella desciende a través del inframundo ¡enfrentándose a cadáveres enfurecidos a cada paso!
Pros
Después de mucho tiempo y desbloqueo de acciones, el combate llega a ser decente
El diseño de personajes y la actuación de voz
Contras
Una historia excesivamente cliché
Escenas con una gran cantidad de diálogos que llegan a cansar
La IA aliada no combate, únicamente realiza las acciones especiales
Batallas contra enemigos fáciles y dificultad artificial en los jefes
5
ACEPTABLE

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.