Recuerdo que, durante los últimos años de vida de Wii, PS3 y Xbox 360, y los primeros años de Wii U, la escena indie en estas consolas comenzaba a crecer poco a poco, con títulos que cada vez iban haciéndose más y más populares en el sector a pesar de no contar con el apoyo de las grandes compañías. Super Meat Boy, Cave Story, World of Goo… Todos estos eran títulos que a día de hoy se han ganado un nombre y una reputación, y que contaron con un caso similar al ocurrido con Retro City Rampage, aquel título indie que viera la luz en 2012 y que se trataba de una especie de homenaje a la cultura popular y a los primeros juegos de mundo abierto con vista cenital.
Gracias a lo original de su propuesta, sumado a su gran sentido del humor y la divertida historia que contaba, Retro City Rampage se convirtió en un título de culto, y como tal, no es de extrañar que Brian Provinciano, el creador de esta locura jugable y ahora asentado en el estudio VBlank, decidiera realizar una especie de secuela/spin-off que no vería la luz hasta más de 6 años después del lanzamiento de su predecesor, titulada Shakedown Hawaii. Y tras tan larga espera, ¿habrá merecido la pena, o el título no cumple con las expectativas? Vayamos paso por paso y veamos que tal está.
La trama del título sigue la historia de tres protagonistas: este empieza con el CEO de una empresa caído en desgracia que, viendo como su empresa está a punto de entrar en bancarrota, buscará reflotarla a toda costa, haciendo todo lo que esté en su mano, sea legal o no. Poco después nos pondremos a controlar a su hijo, un punk adicto a los videojuegos y dependiente del dinero familiar que se unirá a una banda callejera, y a un narcotraficante que colaborará para reflotar la empresa antes mencionada. Todas estas tramas se irán entremezclando en todo momento, y como podéis comprobar, estas no brillan exactamente por su originalidad, aunque esto no es problema, ya que su genial humor y originalidad permiten que la trama en ningún momento acabe cayendo en los clichés del género.
Sin embargo, la trama no está todo lo bien desarrollada que debería, pues a pesar de que la historia que cuenta el título nunca llega a decaer, el modo tan monótono en el que se cuenta sí que puede provocar que acabe aburriendo bastante rápido, y es que el título se basa en la sucesión constante de pequeñas misiones con un esquema similar: uno de los protagonistas habla con x persona, esta le manda o aconseja ir a un sitio o hacer algo en concreto, y el jugador realiza esa acción. Aunque es verdad que las limitaciones del juego impiden alterar de gran manera el modo en el que se narran los acontecimientos del título, esto no es excusa para no añadir ciertas variaciones narrativas.
En cuanto a los personajes, estos no terminan de sobresalir más allá del protagonista principal. No me malentendáis, la mayoría de los personajes cumplen con su razón de ser dentro del título, pero no terminan de destacar o de sobresalir por encima del resto, lo que, comparado con el título anterior, demuestra que los personajes necesitaban de una mejor escritura y desarrollo. Pero si los personajes no terminan de destacar, esto se contrarresta con su increíble ambientación, ya que el título rezuma un aire a años 80s que desde GTA: Vice City no había podido ver en ningún otro título. Desde el diseño de las tiendas hasta las animaciones de los personajes, todo está realizado de una manera sublime para evocar ese tono retro que tan bien le sienta.
Pasando a la jugabilidad, al igual que su antecesor el título se juega por completo en vista cenital, similar a los primeros GTA, pero esta vez con un buen diseño de niveles. Así, podemos controlar a nuestro personaje tanto a pie como en un vehículo, y en ambos los controles responden a la perfección y no he notado ningún tipo de error. Sí que es verdad que se podría haber pulido un poco más el apuntado, pero esto es más una queja personal que un error destacable dentro del título. Existe una buena variedad de armas y de vehículos, lo que hace que en ningún momento el moverse a través de su reducido mundo abierto se vuelva monótono o repetitivo.
En cuanto a las misiones, a pesar de que encontramos un buen número de estas y no se tarda nada en pasar a la acción, la variedad no termina de ser todo lo grande que debería. No es que llegue a aburrir muy pronto, pero esa falta de una mayor diversidad de propuestas jugables podría haberse evitado. El punto fuerte del título es el modo arcade, en el que simplemente debemos conseguir el mayor número de puntos realizando una buena cantidad de misiones. Es un modo divertido, desenfadado y con el que es muy fácil acabar con el estrés, siendo casi más entretenido que el modo historia. Además, contamos con un modo libre en el que, como os podéis imaginar, podemos movernos libremente por todo el mapa del juego, para causar toda la destrucción y caos que podamos a nuestro alrededor, y que también llega a resultar bastante entretenido y satisfactorio.
Por último, cabe destacar el factor de gestión y creación de un imperio económico con el que cuenta el título, y es que al ser la principal motivación del protagonista es lógico que se incluyan estas opciones. Así, tendremos que conseguir hacernos con el control de ciertos locales, ya sea mediante la compra o la extorsión, para que vayamos recibiendo más y más ingresos. Conforme avanza el título se podrán desbloquear nuevas “habilidades” o nuevos métodos de gestión y explotación de estos negocios, con los que conseguir más ingresos. Se trata de un modo original e interesante, que consigue aportar un toque de originalidad y frescura al título que le sienta de lujo.
El apartado gráfico es uno de los puntos fuertes del título, apostando un por un pixel-art maravilloso en 16 bits que realmente le sienta de lujo. Todo está cuidado al detalle, desde las animaciones, interiores de los edificios o paisajes hasta detalles minúsculos como el efecto de las balas o el movimiento de ciertos elementos del escenario. Realmente da gusto jugar un juego con un apartado gráfico tan cuidado y detallista, al cual no se le pueden poner pega alguna más allá de que las escenas en las que se muestra a los personajes no son tan “bonitas” como el resto del título, pero esto es un detalle sin mucha importancia.
El diseño de los personajes es… pasable. No es ni muy destacable ni muy olvidable, se podría haber mejorado algo más pero cumple con su objetivo: mostrar personajes decadentes en un mundo aún más decadente, tratándose de una crítica social bastante clara. En cuanto al diseño de su mundo, este destaca por lo que antes mencioné: su ambientación. Es increíble lo que el equipo de VBlank consigue transmitir con tan pocos recursos, y consigue elevar la categoría del juego, que sin esta acabaría siendo un juego bastante más olvidable.
Para finalizar, el apartado musical del título es ciertamente interesante. Compuesto por una serie de melodías claramente inspiradas en los ritmos de los 80s, estas consiguen aportar aún más a ese sentimiento retro del título, y de gran manera, pues sus melodías son pegadizas y rítmicas, además de que nunca consiguen llegar a aburrir. En cuanto a los efectos sonoros, poco hay que comentar: cumplen con su cometido y no llegan a desentonar en ningún momento.
Conclusión
Shakedown: Hawaii se trata de un interesante indie que saciará el apetito de todos los fans de los sandbox en general y, especialmente, de todos los fans de los primeros títulos de la saga GTA. Con una premisa algo cliché y desenfadada, la historia aporta una interesante crítica a la sociedad moderna al mismo tiempo que lo combina con una sucesión constante de gags cómicos, bromas y parodias de otros títulos y demás elementos de la cultura popular, aunque el número de estas es inferior con respecto al título anterior del estudio, Retro City Rampage.
Su variedad de modos consigue que el título no caiga en la monotonía, a pesar de que el modo historia puede llegar a resultar algo pesado. Cabe destacar que el título no se encuentra aún traducido al español, y el lenguaje que usa no es que sea muy fácil de entender, por lo que recomiendo que si tenéis un nivel bajo de inglés esperéis a que salga la traducción oficial. Por lo demás, nos encontramos ante un título divertido que no temo en recomendar a todos aquellos que queráis reventar coches, árboles o vallas a base de escopetazos (que seguro que no sois pocos).
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.