En plena vorágine de “pelotazos” triple A mostrados en la Gamescom de este año, evento que nos está emocionando ante un final de año y comienzo de 2019 de lo más prometedor, no podemos dar de lado una de las mejores suertes que han tenido los jugadores en los últimos tiempos, los indies, juegos que, sin contar con presupuestos millonarios ni con grandes editoras y productoras tras ellos, son capaces de traer propuestas frescas y divertidas en multitud de ocasiones. Y este TETRA’s Escape que hoy os presentamos de la mano de Ratalaika Games, distribuidor patrio de juegos de bajo presupuesto, es, por fortuna, uno de esos casos, y en él encontraremos una idea sencilla pero inteligente que nos hará estrujarnos los sesos para resolver los puzles basados en cubos y cuadrículas que nos plantearán los 64 diferentes niveles que recorreremos con nuestros amigos geométricos.
Puzles al cubo
El desarrollador independiente ABX Games, con la colaboración en el apartado artístico de Djingarey, nos presenta un desafío en el que tendremos que ayudar a que regresen a casa, tras ser absorbidos por un agujero arco iris, a los TETRA, seres de colores con forma de cubo.
Una vez entramos en materia, descubrimos que, repartidos por las 64 fases (divididas en 8 mundos) que contiene el juego, se encuentran los TETRA “secuestrados” por este fenómeno, así como pequeñas proyecciones de ese gran agujero devorador de estos coloridos seres, que nos permitirán devolverlos a su hábitat natural.
Nuestra misión será hacer llegar a uno de los cubos que encontraremos por los niveles a estos portales multicolor empleando, para ello, nuestro ingenio y la capacidad de los geométricos protagonistas en transformarse para ayudar a otros a progresar hacia la meta y, además, hacerlo con mucho tino, ya que el verdadero desafío será que nuestros TETRA recojan los tesoros que también se encuentran en cada uno de los niveles, en forma de estrellas y trofeos.
Este “modo rescate” será el modo principal y único del juego, pero cuenta con los suficientes desafíos como para tenernos enganchados durante varias horas, retos que irán aumentando en dificultad, de manera progresiva y bien resuelta, según los vayamos superando y vayamos avanzando por el mapa.
No apto para cabezas con forma de TETRA
Desde luego, TETRA’s Escape no es un juego para todos los públicos, ya que, aunque sea muy recomendable para activar nuestra materia gris, no todos los jugadores gustan de emplear su tiempo de ocio en tener que afrontar una aventura pausada y sesuda cuando se ponen a los mandos, pero si a veces te apetece tomarte una pausa entre disparos y heroicidades, el juego te enganchará.
Su apartado jugable está tratado con mucho mimo, donde la base, inspirada en juegos como Lemmings o Exit, tiene una curva de aprendizaje muy bien establecida y se explica a las mil maravillas en los pequeños tutoriales que aparecerán al principio de los niveles cada vez que se introduce una nueva mecánica, y en este juego, creedme si os digo que interiorizar estos tutoriales será fundamental si queremos dominarlo y completarlo al 100%.
Como decíamos anteriormente, nuestro objetivo consistirá en devolver a los TETRA a su hogar y, para ello, emplearemos la capacidad de algunos de ellos en desplegarse en piezas de Tetris (Tetrominó) para crear caminos hacia la meta. El número y forma de transformaciones de las que dispone cada cubo se nos indica en la parte inferior de la pantalla cuando tenemos el control de cada uno de ellos, control que se intercambia con los botones superiores del mando (en el caso de Playstation 4, versión que hemos analizado). Existen TETRA de varios colores que nos permitirán distinguirlos cuanto más juguemos, asociando su color a las transformaciones de las que dispone, aunque éstas en ocasiones varíen. Dichas transformaciones, además, no serán estáticas, sino que podremos hacerlas girar sobre un eje que también se nos indica en el esquema de formas de la parte inferior, así como invertirlas horizontalmente sobre ese eje.
Además de estos cubos de colores, también están los cubos negro y blanco. El primero de ellos no puede transformarse pero puede saltar, mientras que el segundo ya no sólo no podrá cambiar de forma, sino que únicamente podrá caminar en línea recta, sin saltar, lo que en niveles avanzados es un verdadero incordio, lo que a la vez hace mucho más satisfactorio nuestro éxito.
El diseño de los niveles también hace que el juego gane muchos enteros, al encontrarnos con una brillante forma de hacernos estrujar el cerebro para resolverlos y seguir avanzando. En ellos, existirán límites físicos como muros por los que no se podrá avanzar, elementos que crean obstáculos o un límite de altura marcado con la última posición de la cuadrícula (trazando una línea imaginaria sobre la última posición vertical que puede adquirir un cubo). En los niveles avanzados se nos presentarán modificadores a estos elementos para desarrollar puzles más complejos, como “ascensores gravitacionales” que cambian el plano de desplazamiento de los TETRA, lava que los inutiliza, hielo que los hace recorrer una zona determinada sin poder frenar… Las combinaciones que surgen son elevadas, llegando a ser realmente complicado conseguir la máxima puntuación de cada una de las pantallas al combinarse las posibilidades.
Para terminar con este apartado, que a efectos prácticos es la verdadera razón para adquirir el título por el grado de satisfacción que transmite y por el cariño con el que se ha llevado a cabo, destacar que en ocasiones el portal que hace las veces de meta nos obligará a que el TETRA que pase tenga un color determinado, complicando aún más las cosas.
Exigente en lo jugable, sencillo a la vista
Si bien es obvio que el apartado visual no es lo que más pesa a la hora de evaluar un juego de estas características y que incluso a veces menos, es más, TETRA’s Escape, pese a mostrar una paleta de colores alegre y un diseño efectivo, ganaría mucho si se hubiera dedicado un poco más al concepto artístico, con unos fondos más llamativos o con más colores en la mencionada paleta, o, incluso, dándole más vida a los cubos, que son graciosetes, sí, pero acaban resultando sosos, de la misma manera que los escenarios. Tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza, el juego rinde bien en todos los dispositivos debido a esto, y lo pasaremos tan bien abriéndonos camino que tampoco nos importarán en demasía unos polígonos de más o unos fondos de más calidad.
Dato importante es este hecho, el que en todos los dispositivos funcione correctamente, dado que por su propia naturaleza recomendamos jugarlo en un dispositivo portátil. Con esto no queremos decir que no sea disfrutable en una consola de sobremesa, pero otros juegos como Echochrome o el mencionado anteriormente Exit, personalmente, me han resultado más atractivos en las partidas cortas que permiten, por su departamentalización en niveles.
También hay que dejar claro que por su aspecto puede parecer infantil y sencillo, lo que también ayuda a que entre por los ojos y lo convierta en una gran opción para jugar con “peques” y/o en familia, donde uno se ponga a los mandos de los cubos mientras se resuelven los rompecabezas entre todos.
Música para mantener la concentración
La banda sonora que nos acompaña por todo nuestro geométrico viaje reproduce en bucle pausadas y alegres melodías que nos ayudan a concentrarnos, no se hacen cansinas y cumplen su cometido de forma bastante correcta. Los efectos sonoros también son simples pero aportan la información auditiva que deben, sin grandes alardes. Resulta especialmente gracioso el efecto de sonido cuando completamos un nivel (¿recordáis la calavera “Cumpleaños Grunt” de la franquicia Halo?).
Conclusión
Su desenfadado aspecto puede hacer creer que se trata de un título accesible pero nada más lejos, ya que sus puzles nos harán pensar mucho y repetir niveles hasta dar con la clave para rescatar a los TETRA. Nos proporcionará entre 4 y 6 horas de diversión y concentración, en función de lo bien que se nos den este tipo de títulos.
Presenta desafíos que van creciendo a medida que avanzamos por los niveles, tratados con mucho gusto, tanto en el diseño de los retos como en la manera de tratar al jugador para facilitarle las pautas para su resolución, con una curva de dificultad ajustada. La libertad para obtener varias soluciones y su precio, de lo más atractivo (cuesta únicamente 5 euros), son sus bazas para terminar de conquistarnos.
Si te gustan los juegos de puzles o quieres respirar, alejarte en determinados momentos de los juegos habituales y hacer trabajar al “coco”, no te defraudará.
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