[Análisis] Under the Waves

Por lo general, los niveles acuáticos suelen ser la oveja negra de la industria del videojuego, presentándose como secuencias y segmentos jugables en los que el sistema de control se altera para adaptarse a las necesidades de movimiento bajo el agua. Esto era algo que, durante el auge de los videojuegos en 3D, no se manejó con especial tacto, haciendo que muchos de los juegos que presentaban niveles acuáticos se vieran manchados por controles toscos y niveles laberínticos en los que era difícil saber bien qué hacer. Un ejemplo claro de esto lo encontramos en The Legend of Zelda: Ocarina of Time a través del Templo del Agua, donde las botas de hierro solo hacían la movilidad más insufrible de lo que ya era. Muchos juegos intentaron mejorar esta base, pero no sería hasta varias generaciones después que comenzarían a lanzarse juegos con un buen tratamiento de los niveles acuáticos. El que más me impactó fue, sin lugar a dudas, Bioshock, aunque hago algo de trampa mencionándolo: a diferencia de lo citado anteriormente, este juego no adaptaba su movilidad a un entorno submarino sin gravedad, puesto que nos desplazábamos en todo momento a través de una ciudad que estaba aislada del fondo marino. Pero que esto sea así no quita el hecho de que el juego de 2K marcó un precedente en la forma en la que el videojuego entiende el agua y el océano, presentándolo como un lugar oscuro y frío donde el ser humano pierde por completo su poder.

Desde entonces, muchos han sido los juegos que han presentado el océano como un personaje más, normalmente usándolo como un lugar repleto de misterios en el que nuestro solitario protagonista puede encontrarse a sí mismo. Este es el caso de, por ejemplo, la serie Subnáutica, en donde exploramos los lugares más recónditos de los océanos, o Abzu, que propone un viaje mucho más intimista y colorido. También es lo que ocurre con el juego del que hoy vengo a hablaros, que no es otro más que Under the Waves, la nueva aventura de Paralell Studios (equipo francés conocido por White Night y Eqqo) distribuida por la legendaria Quantic Dream (impulsores de los “juegos narrativos cinematográficos” gracias a títulos de la talla de Heavy Rain o Beyond: Two Souls). Es curioso ver a Quantic Dream en el papel de distribuidora, si bien esto supone toda una declaración de intenciones con respecto a lo que podemos encontrar en el juego: introspección, una narrativa muy vinculada al ámbito cinematográfico, especial énfasis en los diálogos… Pero, ¿Estará el título a la altura de las expectativas? ¡Veámoslo en el análisis completo, que podéis leer a continuación!

 

Bajo el mar…

En Under the Waves nos pondremos en la piel de Stan, un buzo contratado por una empresa pionera en la exploración submarina, UniTrench, para conocer más a fondo acerca del Mar del Norte. Lo que comienza como una aventura de descubrimiento de la naturaleza y la biología marina pronto deriva en un viaje de corte personal e íntimo en el que nuestro protagonista se enfrentará a sus propios demonios. Así, mientras realiza su trabajo a través de diversas actividades, Stan tendrá que hacer frente al aislamiento y a la soledad, estando únicamente acompañado del que podría ser su mayor enemigo: su mente. Uno de los aspectos más llamativos del títulos es su ambientación, y no solo me refiero al hecho de que todo transcurre bajo el agua: la historia se desarrolla en una versión alternativa y retro-futurista de la década de 1970, haciendo que todo tenga un aspecto creativo y algo decadente que entronca a la perfección con algunas películas de ciencia ficción de esa misma época (a la cabeza se me viene, por ejemplo, Alien, de Ridley Scott). A su genial ambientación se une una historia introspectiva y sólida, que engancha por su temática y sorprende por su tratamiento de personajes. Evidentemente Stan es el absoluto protagonista del juego, y todos los conflictos giran en torno a él y su pasado, pero es interesante ver cómo el juego maneja sus relaciones con otros personajes y su situación de soledad. Resulta así una experiencia refrescante que se aleja de los arquetipos de historias en la industria para ofrecer una trama centrada en la pérdida y en cómo salir adelante, todo ello sin dejar de lado temas ecológicos y medioambientales.

Su más que interesante historia viene acompañada de una traducción al castellano decente, que no presenta errores de localización ni frases sin traducir. Así, da gusto ver que se haya puesto empeño en hacer que la barrera del idioma no suponga ningún problema para los jugadores de habla hispana. Por otro lado, el sonido es uno de los puntos más cuidados y destacables del título, tanto por su doblaje en inglés (las interpretaciones están cuidadas, permitiendo incluso resaltar el dolor del protagonista y su evolución a lo largo del juego) como por su dirección de sonido, que consigue representar de forma acertada los sonidos lejanos y misteriosos del fondo marino. Su banda sonora musical también resulta un acierto, pues si bien su presencia es bastante reducida, cuando esta aparece en escena consigue mejorar la carga dramática del juego y potenciar algunos de los momentos más impactantes.

 

La vida acuática con Stan

Under the Waves se presenta en sociedad como un título de exploración submarina en tercera persona, ofreciendo al jugador una libertad considerable para visitar cualquier rincón de sus amplios escenarios tanto a nado como a bordo de un submarino. Las diferencias a la hora de desplazarse de ambas maneras es evidente, pero lo sorprendente es que la manera de desplazarnos en los dos casos es igual de cómoda. Así, la movilidad es un aspecto realmente positivo y cuidado del título de Paralell Studios, invitando al jugador a perderse entre los hermosos paisajes marinos que presenta. El problema está en su estructura y en su diseño de misiones: a lo largo del juego tendremos que ir completando diversos encargos día a día, lo que al poco tiempo puede llegar a agotar debido a que no se termina de presentar nada sorprendente que altere ese repetitivo ciclo, y las misiones varían poquísimo en cuanto a objetivos y desarrollo se refiere. Es decir, que durante las 6 horas que dura el juego estaremos repitiendo constantemente la misma estructura sin ningún tipo de novedad o interés más allá de avanzar en su historia. Teniendo en cuenta lo interesante que resulta su premisa y la de posibilidades que ofrece el mundo submarino, creo que se le podría pedir mucho más al juego en cuanto a variedad de misiones y estructura jugable se refiere. Donde sí acierta más es en la variedad de objetos coleccionables y desbloqueables, lo que de nuevo incita a explorar el escenario mientras el jugador descubre por su cuenta ciertos misterios.

Cabe destacar que no nos encontramos ante un juego de supervivencia, si no más bien ante una aventura mucho más relajada y centrada en la fascinación por la exploración del entorno. Si por algo esta destaca es, principalmente, por la maravillosa dirección de arte de la que hace gala el juego: sus enormes escenarios brillan con fuerza gracias a la mezcla de colores fríos y a la presencia de animales marinos recreados de una forma acertada. El uso de la iluminación está realmente cuidado y resulta fundamental dentro del título, puesto que sin la luz nos será imposible avanzar. Las animaciones del protagonista están muy bien tratadas, demostrando que el trabajo gráfico del título ha sido extenso y detallado. En cuanto al apartado técnico, lo cierto es que sí que he encontrado varios errores notables, como es el caso de problemas de popping o marcadores que no terminan de aparecer en pantalla, cosa que debería arreglarse con un futuro parche.

 

Conclusión: Explorando, que es gerundio

Under the Waves es una experiencia personal atípica que destaca especialmente por su dirección artística y por su historia, si bien deja mucho que desear en cuanto al tratamiento jugable y la estructura de sus misiones. Cuando mejor funciona el título es cuando toca explorar libremente, descubriendo los secretos que se esconden entre las rocas y las cavernas marinas, pero cuando hay que seguir las misiones principales el título se siente poco inspirado. Aún así, considero que el título es bastante divertido y, sin duda, merece la pena darle una oportunidad.