La marca Devolver es fácil de describir, lo que no la hace menos atractiva: cada vez que la compañía anuncia una de sus pintorescas presentaciones, los jugadores esperamos con ansia ver con qué nos sorprenden. Fue en una de estas presentaciones en donde descubrí el juego del que hoy vengo a hablaros, que no es otro más que Wizard With A Gun. Desarrollado por el estudio estadounidense Galvanic Games, se trata de… Bueno… Es difícil de explicar a qué género se adhiere exactamente, pero lo que está claro es que nos encontramos ante un ambicioso título con un fuerte componente multijugador que tiene como uno de sus objetivos que las armas y la magia pueden combinar mejor de lo que ninguno podríamos pensar. ¿Estará el título a la altura de los grandes proyectos de Devolver? Veámoslo en el análisis completo que, como viene siendo habitual, podéis leer a continuación.
Jugando con fuego, alquimia mediante
La historia de Wizard With A Gun nos traslada a un exótico mundo repleto de magia que poco a poco está siendo consumido por el caos, una fuerza primigenia cuyo principal propósito es la destrucción. Los únicos capaces de frenar el avance de esta fuerza son los Gunmancer, un grupo de usuarios mágicos dotados con la capacidad de utilizar objetos y armas imbuidas de magia. Es decir, a diferencia de otros magos que utilizan varitas y bastones para luchar, los de este universo se arman con AK-47, Uzi y escopetas. Vaya, que no se andan con chiquitas; si hay que acabar con el caos, se tiene que hacer bien. Sea como sea, nosotros nos pondremos en la piel de un Gunmancer cuyo aspecto podremos customizar a nuestro gusto y que tendrá la misión de reparar una misteriosa máquina capaz de retroceder en el tiempo el mundo. Es decir, para eliminar el caos la clave está en regresar en el tiempo hasta el momento en el que todo estaba en orden. Parece sencillo, ¿No? Pues claro que no, ya que nuestro personaje tendrá que sobrevivir en toda clase de entornos hostiles mientras obtiene recursos y se enfrenta a toda clase de criaturas mágicas salidas del mismísimo infierno. Si en algo flaquea especialmente Wizard With A Gun es en su historia, puesto que más allá de su excepcional premisa no ofrece ningún tipo de complejidad. Sinceramente, esperaba encontrar algo más de misterio, de chicha… Y lo único que encontré fue una trama completamente diluida y genérica en la que las ideas más interesantes quedan relegadas a páginas de diarios y códices.
En este sentido, Wizard With A Gun recompensa bastante a todos aquellos jugadores que se toman su tiempo a la hora de conocer más a fondo el mundo del juego, todo gracias a las interminables páginas de información que iremos obteniendo a partir de determinados objetos y personajes. Sé que esta comparación está especialmente trillada, pero me resulta imposible no mencionar la narrativa de Dark Souls como lo más parecido a lo que podemos encontrar en este juego… Manteniendo las distancias, por supuesto. Y es que mientras From Software utiliza todos los elementos en su mano para construir un universo vivo y repleto de detalles, Galvanic peca al construir un universo que, sí, tiene muchas ideas interesantes, pero no llevan a nada. En definitiva, la narrativa del juego es bastante pobre, y creo que se podría haber trabajado mucho más. Siendo algo más positivo, se agradece bastante que llegue a nuestro territorio traducido al español, ya que contamos con mucha descripción que leer y que nos ayuda a entender tanto los requisitos para obtener determinados objetos como para conocer más a fondo el mundo del juego. Así, la barrera del idioma no debería suponer problema alguno para ningún jugador, teniendo además en cuenta que el trabajo de localización realizado es sorprendentemente sólido.
Volviendo atrás en el tiempo para salvar el presente
En cuanto a la jugabilidad de Wizard With A Gun, el nuevo título de Galvanic Games sorprende al proponer un sistema de juego alternativo y bastante alejado de lo visto tanto en el catálogo de Devolver como en la industria a nivel general. Y no, esta propuesta no destaca tanto por ser revolucionario si no por mezclar ideas reconocibles de forma creativa, pudiendo definir al juego como una especie de juego roguelike de supervivencia. Así, nuestra Torre será una suerte de base de operaciones en la que podremos derruir escombros para obtener materiales con los que construir nuevas edificaciones y objetos que nos servirán a la hora de obtener más poder. Tampoco se puede obviar el hecho de que contamos con una buena cantidad de elementos de personalización, lo que permite juguetear con diversos diseños para construir nuestra fortaleza mágica de ensueño. Aunque en general la idea detrás de esta base suena muy bien, encontramos un primer gran problema: no es nada fácil localizar los objetivos y moverse por este entorno, siendo algo confuso conocer para qué sirve cada objeto o qué función tiene dentro de la trama, lo que hará que nos sintamos algo perdidos dentro de nuestra supuesta zona segura. Por supuesto, la mayor parte del juego no la pasaremos aquí, si no explorando los distintos entornos alejados en el tiempo en donde tendremos que conseguir materiales, derrotar enemigos y cumplir objetivos antes de que se acabe un determinado contador que indica la llegada del Caos. La exploración es llamativa, recordando tanto por la perspectiva de la cámara como por el movimiento a Don’t Starve, si bien el título de Galvanic Games peca de ser algo más lento y tosco: el control del personaje resulta demasiado obtuso y puede llegar a confundir por el manejo del apuntado, lo que complica bastante los enfrentamientos en los primeros compases del título. Su sistema de disparo también deja mucho que desear, siendo tanto limitado como poco adictivo. La variedad de objetivos y elementos de crafteo sí que resulta más llamativa, destacando así más como un juego de supervivencia que como un roguelike.
La dirección artística de Wizard With A Gun brilla con fuerza, presentado un apartado visual que remite al ámbito de la animación independiente de forma similar a como ya lo han hecho antes otros juegos de la compañía, siendo el caso más memorable el de Cult of the Lamb. Aquí destaca, además, un uso de los colores cálidos y de las sombras para remarcar el tono del título, además de por la variedad en los diseños de los enemigos, ofreciendo un vistazo detallado al mágico mundo del juego. Pocos problemas he encontrado en el apartado gráfico del título, más allá de algo relacionado con lo que os contaba anteriormente: es difícil encontrar ciertos objetos en el escenario, pues o no están bien señalados o no resaltan de forma adecuada en comparación con el resto de elementos presentes en pantalla. En lo técnico el juego cumple con creces, presentando una versión de PS5 que se mantiene estable tanto en solitario como en multijugador y que no presenta bugs o glitches destacables. En cuanto al tratamiento sonoro no hay mucho que destacar, siendo uno de los apartados que más frío me ha dejado, tanto por su banda sonora musical como por su dirección de sonido.
Conclusión: Quien mucho abarca, poco aprieta
Wizard With A Gun es un juego que prometía mucho y que ha acabado por sucumbir ante su ambición. Galvanic Games ha querido añadir un poco de todo en su nuevo título, y la mezcla puede sentirse algo compleja para cualquier jugador. Sus mecánicas pueden abrumar, y su historia no termina de cuajar en ningún momento. Aunque su componente de supervivencia y personalización funcionan bien, son sus mecánicas de roguelike y RPG las que adolecen en todo momento, pecando de una tosquedad y una simpleza que no están a la altura de otros títulos similares. En lo referente al apartado visual sí que encontramos un trabajo bastante más memorable, y lo mismo ocurre con el apartado técnico. Simplemente creo que el juego podría haber sido mejor con una dirección más clara.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.