Teniendo en cuenta el éxito que supuso YS VIII: Lacrimosa of Dana, considerado por muchos como la entrega más destacable de la franquicia (algo que, viniendo de una tan longeva, es mucho decir), era cuestión de tiempo que la buena gente de Nihon Falcom realizara un nuevo título aprovechando todas las novedades implementadas durante la entrega antes mencionada, ya que esta trajo consigo una serie de cambios vitales para el desarrollo de YS. Y tras más de cuatro largos años de desarrollo, por fin ha llegado a las tiendas (aunque con una tirada muy limitada en nuestro país) la nueva entrega de las aventuras de Adol Christin, el legendario aventurero y explorador cuyo interés por explorar el mundo le llevará a visitar la extraña ciudad de Balduq. Al tratarse de uno de los videojuegos más esperados del año y, posiblemente, el ARPG más deseado que saldrá a la venta en 2021, hay varias dudas que pueden asaltaros a la hora de plantear su compra. ¿Es un título hecho solo para fans, o cualquiera puede jugarlo independientemente de su conocimiento por la saga? ¿Mejora mucho con respecto a YS VIII, o se trata de una entrega más continuista? ¿Qué tal está a nivel narrativo? ¿Y la música, sigue siendo tan espectacular como siempre? Aunque a esto último ya os puedo ir respondiendo (ya que la música de esta obra es gloriosa), el resto de preguntas obtendrán respuesta en el análisis que podéis leer a continuación. ¡Coged vuestras armas y herramientas, que nos vamos de aventuras junto a Adol y Dogi!
La gran evasión
Comencemos hablando de la narrativa del título, ya que es uno de los apartados más interesantes y atractivos del mismo. Situado cronológicamente como el último juego de la saga (hasta el momento) y tras los acontecimientos de YS VII, la historia gira en torno a Adol Christin y sus aventuras y desventuras dentro de la extraña y variopinta ciudad de Balduq, una población conocida especialmente por ser el lugar en el que se localiza una enorme prisión donde capturan y encierran a Adol, siendo este el punto de partida de la historia. Si bien consigue escapar en un primer momento, su encuentro con la misteriosa Aprilis le hará formar parte del enigmático grupo criminal conocido como Monstrum, pasando a ser conocido como Crimson King. ¿Por qué ha sido encerrado Adol? ¿Qué secretos esconde la gente al mando de la cárcel de Balduq? ¿Y cuál es el verdadero objetivo de Aprilis? Evidentemente no responderé a estas preguntas ya que no quiero spoilear a nadie, pero ya os adelanto que todas estas preguntas obtienen su respuesta en el juego y de una forma muy satisfactoria. Y es que, la historia del juego es muy interesante y en ningún momento se cae, mantiene siempre el interés del jugador y no presenta agujeros de guion destacables o errores de este estilo. Es una trama muy buena, muy original si la comparamos con el resto de la franquicia, y que además puede ser disfrutada por cualquier jugador independientemente de su conocimiento sobre YS, pues más allá de ciertas referencias, guiños y menciones, la trama no presenta nada que requiera haber jugado a otros juegos para entenderlo.
El cast de personajes es bastante amplio y está muy bien llevado, la gran mayoría de personajes secundarios no solo cuentan con historias interesantes, sino que además, cuentan con una muy interesante evolución. Cada uno de los personajes principales dispone de capítulos enteros centrados en ellos que nos permiten conocer más acerca de su vida, historia y motivaciones, algo que me ha parecido excelente porque, además de avanzar la trama de una forma natural, ha permitido conectar mejor con los personajes que nos acompañan. Quizá lo único negativo de esto se refleje en el ritmo, ya que al tener una estructura tan cerrada en algunos momentos todo se puede sentir algo repetitivo. Sin embargo, la duración del título (puede durar perfectamente unas 20 horas) me ha parecido muy acertada, ya que no es muy corto ni muy largo y por ende, hace que el juego no termine sintiéndose muy pesado.
Monstrums… La hora se acerca
A nivel jugable el título es muy conservador, manteniendo la mayoría de las mecánicas que destacaron en Lacrimosa of Dana pero aderezándolas para que se sientan más fieles al espíritu y estilo de esta nueva entrega. Esto no es necesariamente negativo, ya que si algo funciona no hay que cambiarlo, pero creo que no habría venido mal un mayor número de novedades. Para aquellos ajenos a YS, nos encontramos ante un Action RPG frenético y muy divertido, donde deberemos completar mazmorras laberínticas haciendo gala de nuestras armas y, en esta ocasión, habilidades especiales otorgadas por los Monstrum que iremos desbloqueando conforme cada uno de estos personajes se vaya uniendo a nuestras filas. Podemos dividir el juego en dos fases: exploración y batalla. Exploración es, básicamente, la posibilidad de moverse libremente por la ciudad y sus distintos distritos, haciendo uso de las antes citadas habilidades. La obtención de estas vuelve esta fase muchísimo más divertida, ya que nos permite realizar acciones como correr por las paredes, planear o colarse por sitios por los que antes no podríamos, y el conseguir desbloqueables y secretos se vuelve más ameno y entretenido que nunca. Por otro lado, las fases de batalla las encontramos cuando accedemos al Grimwald Nox, una especie de mundo íntimamente relacionado con la trama del juego donde deberemos acabar con los enemigos conocidos como Lemures, y a las mazmorras, y en estas podremos atacar haciendo gala de todas las habilidades de batalla de los Monstrum. Lo genial del juego es que no hay ninguna fase que se sienta fuera de lugar, todo está muy bien realizado y se siente muy divertido. El sistema de combate es muy sencillo, casi cercano a un sistema machaca-botones, pero tiene una cierta capa de profundidad que lo hace ideal para todo tipo de jugadores. Un sistema que me ha gustado especialmente es el de alternar entre los personajes activos a la hora de luchar (ya que podemos tener 3 personajes que luchen y otros 3 que se mantengan en la reserva) ya que cada tipo de enemigos es débil ante uno de los Monstrum, por lo que encontrar las debilidades de cada enemigo es vital para derrotarlos rápido.
Es interesante observar el diseño de niveles en relación a las mazmorras, ya que está muy conseguido y se siente como conforme avanzamos en el juego este se va desarrollando, permitiendo aprovechar a la perfección los nuevos poderes y habilidades que vamos consiguiendo. Y es que este sistema incita al jugador a seguir con el título, haciendo que lo que en otros juegos sería mucho más evidente (su ritmo repetitivo) aquí quede relegado a un segundo plano debido a que sus mecánicas incitan a jugar y avanzar. Sus menús y mecánicas más RPG (como el tema del equipo, objetos y demás) son algo sencillas, y la enorme cantidad de tutoriales (que al principio pueden ser algo abrumadores) hacen que ningún jugador pueda perderse en el juego. De hecho, es un título bastante accesible, ya no solo por su enorme cantidad de modos de dificultad, sino en opciones tales como superar una mazmorra si te has quedado atascado o reducir el nivel de los enemigos en las fases del Grimwald Nox que resulten más duras. No es un juego difícil (a no ser que juegues en las dificultades más altas, por supuesto), y en dificultad normal creo que presenta un desafío más que correcto y digno.
En cuanto a las misiones, podemos destacar la existencia de tres categorías de estas. Encontramos así las misiones principales, aquellas marcadas con un icono rojo que son cruciales para el desarrollo de la trama. Estas suelen estar vinculadas al desarrollo de la trama de un personaje principal, a las fases de infiltración en la cárcel y a las mazmorras principales de cada capítulo. También tenemos las misiones secundarias, marcadas con un icono verde y que, a pesar de su nombre y de su impacto menor en la trama, algunas son fundamentales para avanzar en la trama, ya sea para poder obtener nuevos contactos y figuras que nos ayuden en nuestro periplo o para rellenar el medidor que activará el Grimwald Nox. Y hablando de esto, se trata del tercer tipo de misión que encontramos en el juego, algo que no es nuevo en la saga porque ya lo habíamos visto en YS VIII pero que aquí regresa con una mayor importancia, pues deberemos completar estas fases al más puro estilo “Tower-Defense” para poder desbloquear el acceso a nuevos sectores de la ciudad. Lo divertido del sistema de combate hace que estas misiones, que son algo repetitivas, se disfruten mucho. Para concluir y pasar al siguiente apartado, encontramos una jugabilidad sencilla y muy entretenida, que a pesar del ritmo repetitivo del juego hace que en ningún momento podamos cansarnos o dejar el juego aparcado.
Música rockera en prisión
A nivel técnico y visual es donde el título más destaca de forma negativa, y es algo a lo que la buena gente de Nihon Falcom, por desgracia, ya nos tienen acostumbrados. A ver, el juego no se ve mal en sí, los modelos de los personajes y los enemigos se ven bastante bien y están bien desarrollados, por ejemplo, pero el título está a nivel gráfico bastante atrás del resto de producciones triple A de la industria. Hay texturas bastante pobres, cierto popping, tiempos de carga bastante largos en ciertas ocasiones y lo que es peor (y más se nota a la hora de jugar), caídas absurdas de sus FPS. Cuando la acción se desarrolla en entornos cerrados el juego va excelente y muy fluido, con 60 FPS que se notan para bien, pero es salir al mundo abierto y… al juego le cuesta mucho, bajando a 30 y con caídas constantes y notables. No hay duda de que el título se podría haber pulido mucho más, porque si nos centramos en sus diseños y en su estética es un juego muy agradable y llamativo, tomando una nueva dirección dentro de la franquicia que lo hace destacar y le sienta realmente bien. En general el apartado gráfico, a pesar de que cumple, necesita mucho más pulido, y un cambio de motor de cara a una próxima entrega no le vendría mal a la franquicia.
Si su apartado gráfico destaca de forma más negativa que positiva, encontramos el caso contrario en cuanto al apartado sonoro. No es solo que el doblaje en inglés tiene un muy buen nivel de calidad, con algunos actores y actrices de voz que hacen un papel excelente, si no que además su banda sonora es de las mejores que he escuchado en un JRPG. Todas sus melodías, hasta las que se repiten más, tienen una calidad increíble, se amoldan a la perfección a las secuencias y secciones en las que suenan y en ningún momento cansa el oírlas. La música hace el explorar las mazmorras y enfrentarse a los enemigos muchísimo más interesante, y solo por esta ya merece la pena probar el título. Si os gustan las melodías rockeras, os encantará.
Conclusiones: La leyenda de Adol Christin, más única que nunca
YS IX: Monstrum Nox se trata de una obra que cumple con todas las expectativas que los fans y los no tan fans, ofreciendo una propuesta jugable que es divertida hasta decir basta y que viene acompañada por una historia interesante y única y por una banda sonora impresionante. Su cast de personajes es genial y tienen un buen desarrollo, y su duración me ha parecido muy adecuada. No todo es perfecto, por supuesto, ya que el ritmo y la estructura del juego son algo repetitivas, a nivel técnico deja mucho que desear, y además el juego no ha sido traducido al español, lo que podría echar atrás a algún jugador. Aún así, con todo esto en cuenta, nos encontramos con un gran ARPG y con una de las mejores entregas de la saga, que mantiene el nivel visto en la entrega anterior, lo que ya de por sí es todo un logro.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.