[Artículo] Harry Potter: ilusionismo de lo que podría ser un triunfo mágico

[Artículo] Harry Potter: ilusionismo de lo que podría ser un triunfo mágico

En según qué sitios ya caen los primeros copos. Hay quien se recoge en su sillón, observando bajo la manta cómo el exterior se pinta de un blanco que se ha hecho de rogar este año. Otros, quizá recibimos lluvia y frío por el momento. La época navideña se acerca y otro año más nos demuestra que nunca será tan especial como lo podría ser en Hogwarts, charlando frente a la chimenea con nuestros compañeros de la Casa, atiborrándonos bajo las luces del Gran Comedor o dejándonos la garganta por nuestros jugadores de Quidditch favoritos en las gradas.

2021 podría ser distinto. La mítica saga del popular mago recibirá un último título de nueva generación. Hogwarts Legacy supone un rayito de esperanza para Harry Potter en los videojuegos, aun sin que él esté presente. Warner Bros. Games y Avalanche tienen la oportunidad de hacer algo grande, una obra a la altura de lo que los fans llevan años demandando. Aunque, ya puestos a divagar… ¿Qué demandan los fans exactamente?

 

Un pasado mágico y oscuro

Han pasado casi 20 años desde que las cartas se envalentonaron a entrar en aquella residencia de muggles; o de que Hagrid atravesara la puerta de aquella cabaña, dispuesto a lo que fuese para reclutar al joven mago. 2001 fue el comienzo de la magia y los videojuegos recibieron parte de los encantamientos.

Harry Potter y la piedra filosofal llegaba a los ordenadores y PlayStations de la época, dejándose ver levemente también en alguna Game Boy. La historia de la primera filmografía de la saga podía encararse por primera vez en el mundillo y, aun con las limitaciones técnicas de esos tiempos, el resultado fue realmente positivo.

No era una experiencia cinematográfica ni pretendía serlo, pero desprendía el mismo encanto, la misma magia. Los pasillos del colegio de hechicería albergaban secretos aquí y allá, escondiendo cromos, grageas de todos los colores y sabores o ranas de chocolate que ilusionaban a los jugadores más mozos y alegraban la exploración de los más veteranos.

Un plataformeo básico, pero divertido, algún que otro puzle apetecible, bestias mágicas con las que practicar nuestros flipendo, un manejo de escoba sencillo y adictivo y una banda sonora indiscutiblemente fantástica, se unían en consonancia para perfilar aquella primera toma de contacto a los mandos de la varita. No era perfecto, pero tenía personalidad; supo hacer sus deberes con soltura.

Todavía mejor parada acabó su segunda entrega. La cámara secreta perfeccionaba a su predecesor en todos los apartados y demostraba el camino a seguir de cara a los próximos filmes. Pero entonces llegó la tercera parte, y si bien introducía ideas muy interesantes (escenarios mucho más abiertos), parecía olvidar lo que hizo grandes a sus antepasados.

Lo que vino después es, posiblemente, producto de una serie de decisiones mal tomadas. El rumbo iba cuesta abajo. Una entrega tras otra, ofrecían experiencias olvidables que poco o nada aportaban a la industria. Se convirtieron en proyectos de recaudación que acompañaban a las películas; meras excusas para poder rascar más allá de la gran pantalla. Desastres jugables que convirtieron el mundo mágico en el Call of Duty de la magia o en lo que fuese aquel experimento con Kinect en Xbox 360.

 

Construyendo la varita perfecta

Si hay algo que llamaba la atención de la tienda de varitas de Ollivander, eran sus suculentas estanterías de varios metros de altura, ocupadas hasta el más mínimo rincón por varitas  para toda clase de clientes. Diría que es la metáfora perfecta de lo que significa ese universo: un lore impresionante, vasto, con muchísimas posibilidades y que ha sabido atrapar a una ingente cantidad de seguidores.

Pero, ¿cómo condensar todo lo que atesora en un mismo videojuego? ¿Cómo construiríamos la varita perfecta? En ese sentido, podríamos recopilar una serie de elementos que encajarían a la perfección con el mundo mágico, y que juntos y bien llevados, podrían ofrecer lo más cercano a la experiencia definitiva de Harry Potter.

  • Exploración: el elemento identificativo de la tercera entrega  (y el título de Kinect) ya jugaba con lo que supondría un mundo abierto en Hogwarts. Poder explorar todos los rincones del Colegio, descubriendo sus secretos a nuestro antojo, paseándonos por esos pasillos o visitando sus alrededores, supondría un plato demasiado suculento como para no terminárselo. Apostando más por la densidad de lo que ofrece que por el tamaño de sus mapeados, podría dar de sí una verdadera joya en ambientación.

 

  • Libertad: no hay un mago igual a otro en Hogwarts. Es inevitable, y el Sombrero Seleccionador lo sabe. Tener la capacidad de elegir nuestro camino a seguir es fundamental para construir nuestro propio futuro: ¿dedicarse principalmente al Quidditch para llegar a la Copa del Mundo?, ¿o quizá mejor saltarse alguna clase de pociones para practicar tu defensa contra las artes oscuras? O, quién sabe, ¿por qué no tener la posibilidad de elegir otros colegios más allá de Hogwarts?

 

  • Recreación de las películas: la saga de Harry, su historia en sí, presentó multitud de personajes que ahora son queridos por miles y miles de fans alrededor de todo el mundo. Hay quienes soñarían por poder presenciar las historias de estos protagonistas (e incluso secundarios). ¿Qué tal vivir el punto de vista de Tom Riddle? ¿O Beatrix? O, bueno, para los más atrevidos… ¿Dolores Umbridge?

 

  • ¿Online? No nos engañemos, hay muchas probabilidades de que pudiese salir mal, pero, de tener éxito, un MMO ambientado en el universo mágico es un proyecto que podría rivalizar de tú a tú con la misma idea pero en el mundo Pokemon. La llegada del multijugador masivo a Hogwarts y otros colegios abriría la puerta a tantas opciones que abruma solo con pararse a pensar en ello.

 

  • Battle Royale: innecesario. Por favor, esto no hace falta.

Hogwarts Legacy

La premisa de Hogwarts Legacy parece alejarse de las películas y beber únicamente de su universo. Situado a finales del siglo XIX, atestiguan que, de alguna manera, el jugador podrá escribir su propia historia y acabar dando forma al futuro del mundo mágico (¿toma de decisiones?).

Habilidades, clases de magia, manejo de la escoba, doma de animales fantásticos… La nueva obra parece recoger por aquí y por allá todas esas características que tanto gustan. En el tráiler dan a entender que también visitaremos lugares más allá del famoso castillo, que el protagonista poseerá un extraño poder, capaz de domar las magias antiguas, y que será la clave para desentrañar un secreto del pasado muy peligroso.

Sabiendo todo esto, estamos ante una experiencia RPG de un jugador que dará bastante libertad de elección y de acción, en la que primará la exploración y donde se nos contará una historia desconocida hasta ahora dentro del universo mágico. Es, ante todo, un proyecto ilusionante que despierta la chispa mágica de todos los que llevamos años esperando una nueva entrega al nivel de los mejores magos. Un videojuego que parece querer aproximarse a esa perfección que tanto ansiamos y por el que no dudaremos a la hora de gritar… ¡Accio!