![[Artículo] Regreso al futuro: ‘Cyberpunk 2077’, dos años después [Artículo] Regreso al futuro: ‘Cyberpunk 2077’, dos años después](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2022/09/Cyberpunk-2077-pt2.jpg)
2 años dan para mucho, y si no me creéis, solo hace falta echar una mirada hacia atrás. ¿Qué estabais haciendo vosotros hace 2 años? En mi caso, vivía un poco aislado a causa de la pandemia, intentando sacar una carrera y no morir en el intento. Para ello me ayudaban muchos de los títulos de los que os he hablado en otros artículos, pues al igual que a miles de jugadores me permitían huir hacia otros mundos en los que nada importaba y me ponía en el papel del héroe. La idealización y la necesidad de huir hacia otros mundos son algunos de los conceptos que hacen irresistibles a los videojuegos, y no hubo compañía que mejor aprovechara esto que CD Projekt Red. Precisamente mi yo hace dos años no dejaba de pensar en esta compañía y en el juego que estaban a punto de lanzar: Cyberpunk 2077. Este era el gran proyecto de la industria, el juego que llegaría para dar una nueva lección sobre cómo crear títulos de rol tomando conceptos directamente de la fuente original, el rol de mesa y tablero, en donde podríamos ser los dueños de nuestra propia historia tomando decisiones únicas y adaptando la forma de afrontar cada situación al estilo y arquetipo de nuestro personaje. Todo sonaba muy ambicioso, pero… ¿Cómo íbamos a dudar de CD Projekt Red, quienes nos habían entregado el maravilloso The Witcher 3? A fin de cuentas, este juego se lanzó sin problema alguno. ¿Verdad?
El problema del hype es, precisamente, que nos impide ver la cruda realidad. Las compañías tienen que vender y, con tal de lograr las cifras deseadas por los accionistas, dirán lo que los jugadores quieren oír… Aunque esto no coincida con lo que se presenta en el producto final. Ya ocurrió con The Witcher 3, en cuyo lanzamiento original se presentaron un gran número de bugs que fueron arreglándose con varios parches y en el que no se presentaban algunas de las ideas que se habían planteado. Por ejemplo, estaba en boca de todos la idea de que el título de Geralt de Rivia iba a ser la gran revolución de los juegos de mundo abierto, cuando la verdad es que su enorme mapeado, aunque impresionante, estaba algo vacío. La revolución llegó tres años después con Breath of the Wild, que demostró que un juego podía dar de qué hablar sin la necesidad de hacer promesas vacías, y no con The Witcher. Y al menos este último juego acabó siendo un auténtico éxito por merito propio, pues su poca profundidad en el mundo abierto se veía solventada con un más que adictivo sistema de combate y progresión y con la presencia de una de las narrativas más complejas e interesantes jamás vistas hasta el momento, un acercamiento directo y muy detallado al universo de las novelas de Andrzej Sapkowski. Los errores técnicos y las promesas incumplidas eran menores, al igual que el respeto internacional que se le tenía al estudio: en ese momento, CD Projekt Red era un estudio con potencial que había realizado un RPG decente, The Witcher, y otro mucho más interesante, The Witcher 2. No parecía estar a la altura de los grandes estudios triple A, y no se le exigía lo que a estos. Pero claro, una vez lanzado The Witcher 3 la cosa cambió, y a Cyberpunk se le exigía todo lo posible y más… Y el estudio polaco, más que acallar las exigencias, echó leña al fuego con promesas vacías. La máquina del hype hizo de las suyas, y Cyberpunk se convirtió, sin que fuéramos capaces de verlo, en una bomba de relojería que estalló el 10 de diciembre de 2020.
Tras mi análisis inicial, en el que critiqué duramente el lamentable estado en el que se había lanzado el título (especialmente en consolas de antigua generación) me sentí profundamente decepcionado, evitando durante un buen tiempo cualquier producto relacionado con la marca. Dejé el juego anclado en la estantería, y ni se me pasó por la cabeza volver a jugarlo. Y esto, viéndolo en perspectiva, era una verdadera pena, pues el mundo creado por Mike Pondsmith es realmente rico y detallado, gozando de un nivel de profundidad digno de estudio que lo alzan al olimpo de las distopías futuristas, y CD Projekt había realizado un trabajo de escritura y creación de mundo a la altura. Pero los problemas técnicos pesaban más que los logros narrativos, y tanto un servidor como la mayoría de jugadores pensamos igual. La marca Cyberpunk podría haber quedado relegada al ostracismo, pero en un interesante giro de los acontecimientos, CD Projekt decidió no abandonar el proyecto, trabajando día a día para arreglar los problemas y ofrecer a los jugadores algo que mereciera la pena jugar. Aunque llegara algo tarde, era algo necesario para recuperar la fe de los jugadores y demostrar que esto había sido un error más relacionado con la ambición que con las capacidades del estudio. Aunque muchas promesas no se llegaran a cumplir, al menos quedaría un título jugable, pero… ¿Querrían los jugadores volver? Pues sí, y gracias a un proyecto que también parecía condenado al olvido: la serie de animación producida por Netflix.
Conocida como Cyberpunk Edgerunners, la serie nos presenta a un nuevo grupo de personajes que se mueven por los rascacielos de Night City al ritmo de algunas de las canciones más pegadizas de todo el juego, permitiendo a un nuevo público aventurarse en el universo de V y compañía. La enorme calidad de la serie, debida en parte a la presencia del estudio Trigger, ha logrado que muchas personas se enamoren de Night City y, a raíz de ello, se aventuren a probar el juego. Juego que, curiosamente, ha estado rebajado durante varios días tras el estreno de la serie. Podríamos afirmar que nos encontramos ante una de las campañas de marketing tardías más interesantes de la industria, consiguiendo vender un título que se podría considerar como maldito a los mismos jugadores que lo repudiaron en su momento. A los números me remito: tras el estreno de la serie se registraron más de un millón de jugadores disfrutando del título simultáneamente, un logro solo visto durante su lanzamiento. Como durante estos dos últimos años el estudio se había dedicado a reparar el título, la gran mayoría de jugadores han quedado encandilados ante este, disfrutando de su historia y de su universo. En resumidas cuentas, Cyberpunk 2077 ha logrado lo imposible, coronarse como un éxito a pesar de haber sido considerado uno de los mayores fracasos de la industria.
Y yo me pregunto… ¿Realmente el juego ha conseguido la redención, o simplemente nos encontramos ante jugadores tan emocionados por la calidad de la serie que no consiguen ver los problemas del juego? Bueno, la respuesta es algo más complicada que un escueto si o no. Tras ver la serie durante estos últimos días decidí volver a instalar el juego, esta vez en mi nueva PlayStation 5. Y la verdad es que la experiencia no ha podido ser más distinta: los bugs se han eliminado por completo, pues aunque hay pequeños glitches (como personajes atravesando algunos objetos), esto no es algo que no se vea en otras superproducciones, y se puede llegar a perdonar debido a que su ratio de aparición es mucho menor que hace dos años. El título se mueve de una forma bastante fluida, y los tiempos de carga son muy escuetos, algo que difiere (para bien) de la versión de PS4 que jugué en su momento. La verdad es que el juego me ha transmitido unas sensaciones muy distintas, y hasta en lo gráfico ha mejorado mucho. Es muy bonito de ver, y hay un nivel de detalle en los escenarios (especialmente en los sitios cerrados) que es realmente difícil de lograr. Vaya, que los problemas más básicos del juego parecen haber sido solucionados.
Incluso algunos algo más ocultos han encontrado una solución satisfactoria. Por ejemplo, los modelos de los niños que podemos encontrar andando por la ciudad ahora por fin parecen niños de verdad, y no versiones reducidas de los modelos de los adultos que tan cutre se veía en el juego original, y se ha añadido la posibilidad de modificar libremente el aspecto del personaje en todo momento. Todo ayuda a poder sumergirse mejor en Night City, y en las cientos de historias, tanto principales como secundarias, que podemos encontrar, lo que hace del juego una experiencia mucho más profunda e interesante. Ya os digo, lo que más me gustó del título en su momento fue el potencial presente en su narrativa, y el poder disfrutarla ahora sin tener problemas graves de rendimiento hace que, solo por esto, se vuelva un título muy recomendable. Obviando el resto de apartados, ya os adelanto que su narrativa merece mucho la pena, realizando una construcción detallada de un futuro distópico que nos hará plantearnos cuestiones existencialistas sobre el ser humano desde un primer momento. Su plantel de personajes es rico y variado, gozando de personajes icónicos y de otros más anecdóticos pero igualmente interesantes. De nuevo, esto ya estaba desde el minuto uno, pero era imposible de disfrutar. Ahora, por fin, se puede.
Y lo cierto es que la versión de PlayStation 5 me ha sorprendido mucho más de lo que esperaba, principalmente gracias a su tratamiento del sonido (incidiendo mucho en la inmersión) y al uso del mando DualSense, pues tiene uno de los usos de los gatillos más espectaculares y trabajados que jamás he visto en un título de la consola. Pero el juego no ha eliminado mágicamente todos sus errores, por supuesto, y aún se mantienen problemas que son cuestionables y siguen haciéndonos pensar en cómo fueron capaces de presentar el juego en el estado en el que estaba. La presencia de la policía sigue siendo ilógica, careciendo el título de un sistema de persecución y apostando por la aparición espontánea de estos. Además, los componentes de rol que se prometieron siguen sin hacer acto de presencia, y dudo que lo hagan debido a que no forman parte del ADN del juego. El título está planteado como un juego de acción y, si se disfruta como tal, es un juego de acción muy competente y divertido. La variedad de opciones a la hora de plantear los combates es algo limitada, pero da pie a situaciones muy divertidas y resultonas. Simplemente se echa en falta esa profundidad de opciones y esa ramificación de decisiones de la que tanto se había hablado en un inicio.
Dos años después de su lanzamiento, nos encontramos ante un título que está triunfando por una campaña de marketing tardío digna de estudio, en la que CD Projekt Red ha aprovechado el estreno de una serie repleta de calidad para volver a poner en boca de todos su juego, uno que, tras múltiples parches, sí que merece la pena jugar. Y el trabajo en el juego no acaba aquí, pues no solo seguirán con las actualizaciones si no que también planean lanzar una enorme expansión, Phantom Liberty, que continúe las aventuras de V y Johnny Silverhand. El futuro de la serie es prometedor, y es el momento ideal para sumergirse en los callejones y rascacielos de Night City, una ciudad que, al igual que el juego, fue construida a base de mentiras y falsas promesas.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.
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