[Análisis] Donkey Kong Country: Tropical Freeze

Nintendo sigue adelante con su política de reciclar los títulos de la malograda Wii U y adaptarlos a Switch, en este caso hablamos de un videojuego que, claramente ensombrecido por las bajas ventas de la consola, sale con la intención de reivindicar su posición como uno de los mejores plataformas de los últimos años; por supuesto, hablamos de Donkey Kong Country: Tropical Freeze, que sale en la híbrida de La Gran N sin casi novedades que justifiquen este relanzamiento pero con sus virtudes intactas.

Historia

El videojuego parte de un argumento muy simple, sin mucha chicha más que de servir de linea argumental con la que justificar el viaje del Sr. Kong y amigos. Todo empieza en la isla de Kong, nuestro protagonista, Donkey Kong, se dispone a soplar las velas de su tarta de cumpleaños cuando un viento gélido atraviesa la ventana y apaga la llama. Al salir a ver que sucede, la familia Kong ve llegar a un grupo de vikingos antropomórficos en un barco; cuando de repente, el líder de los enemigos vikingos desprende un fuerte viento helado que congela la isla y arrastra a la familia a otro islote lejano de los seis que incluirá nuestro viaje.

Jugabilidad

Estamos ante un videojuego de plataformas en dos dimensiones que, lejos de querer ser comercial y adaptarse a quien quiera jugarlo, propone un reto para los jugadores más habilidosos, con unos escenarios muy variados y que continuamente están añadiendo mecánicas que hacen que la experiencia se sienta variada en todo momento.

Al final de cada isla tendrá lugar una batalla con un jefe final, cada uno de ellos perfectamente diferenciado con mecánicas propias y que pueden desesperar en ciertos momentos, pero que con la insistencia terminas por subyugar.

Pasaremos por escenarios selváticos, continentes helados, e incluso una suerte de central eléctrica, además de un lugar que simula a la sabana africana pero repleta de tornados, e incluso entornos acuáticos en los que tendremos que ir buceando, eso si, con cuidado, que el oxígeno de nuestro protagonista es limitado.

Cada uno de los escenarios contiene diferentes objetos coleccionables, ya sean las letras que forman el nombre “Kong”, o unas piezas de puzzle que, como siempre en las plataformas de Nintendo, es la parte del videojuego donde radica la verdadera dificultad y supone el principal aliciente para la rejugabilidad.

Uno de los pocos añadidos que incluye este título es la posibilidad de jugar con Funky Kong, un personaje con apariencia de surfero que sirve a su vez de modo fácil, ya que dispone de cinco corazones de vida; a diferencia de los dos que tiene DK, además de añadir el doble salto, la posibilidad de planear con la tabla de surf a la hora de caer tras un salto, además de rodar de forma indefinida o incluso inmunidad si tenemos la mala suerte de caer en un terreno con pinchos.

Un diferencia notable a la hora de compararlo con la experiencia original, pero necesaria para la gente que no tiene tanta paciencia o lleva mal la frustración; puesto que es un videojuego desesperante en ciertas fases y que no pone las cosas fáciles al jugador.

Gráficos y sonido

Gráficamente estamos ante un videojuego soberbio, desde el diseño de los personajes; tanto amigos como enemigos, la belleza de los escenarios, la personalidad de los jefes finales… Todo luce a un nivel notable, con una mención especial para la fluidez del videojuego en todo momento, que tanto en modo portátil como en la televisión fluye a 60fps, aunque en la pantalla de la Switch corre a 648p de resolución a diferencia de los 1080p que ostenta en el televisor y los 720p a los que se movía en Wii U.

En ambos modos es perfectamente jugable y atractivo, pero quizás, la propia incómodidad de los joy-con en videojuegos tan exigentes es la traba principal a la hora de jugarlo en modo pórtatil; no obstante, aún con todo eso es tremendamente disfrutable también de esa forma.

En cuanto al apartado sonoro, decir que luce también a un gran nivel, justo tal y como se espera de un título de Nintendo, con algunos temas que sin duda se nos quedarán en la memoria y que sirven de acompañante perfecto al desarrollo de la acción.

Conclusión

Finalmente, Nintendo vuelve a traer a la actualidad un videojuego de la ya caduca Wii U, uno que hasta este momento servía a modo de ejemplo de como el fracaso de la consola arrastró hacia el olvido, con un relanzamiento bastante discutido por salir a precio completo y sin novedades de peso que lo justifiquen, sirve de redención para todos aquellos que por diferentes motivos nos perdimos en su día y nos quedamos sin jugar, al que para muchos es: uno de los mejores plataformas de la historia.