Componentes
Si hay algo que sobresale con creces en MOB: La Gran Manzana, es su fantástica relación calidad/precio si uno tiene en cuenta sus componentes, que están cuidados al detalle desde antes de abrir siquiera la caja. Alguno puede pensar que exagero, pero desde que tocas la caja y la miras de cerca, compruebas ese tacto tipo lino que acompaña al acabado de la misma, ese tan habitual de las cartas de juegos de mesa que buscan ofrecer un mínimo de calidad. Por otro lado, tanto el título del juego como el icono de TGG Games, así como otros detalles como el número de jugadores, la duración y la edad, entre otros, están acompañados de un hermoso acabado con tonos dorados que brillan y potencian el arte de la caja, que opta por un azul que cubre la gran parte de esta. Son pequeñas cositas que hacen que uno vea esto como un producto premium, algo a lo que se han dedicado recursos que, generalmente, suelen verse más bien poco. Y ojo, esto es solo el principio, una declaración de intenciones de lo que hay en el interior.
En cuanto a los tableros, se mantiene esa buena costumbre de utilizar el dorado para resaltar y adornar en los mismos, concretamente, dos pequeños tableros, uno desplegable para las zonas en las que buscar la mayoría e intentar hacerse con los cargamentos, y el otro, especial para las acciones y la influencia en el fiscal del distrito. Por otro lado, hay un puñado de meeples de matón divididos en dos colores, así como en pequeños y grandes, los primeros, representados con un único matón, mientras que los otros, forman un conjunto de tres matones en la misma ficha, amén de ser más grandes. Siguiendo con los meeples, se añade también uno de fiscal, muy reconocible gracias al bigote y las gafas. Asimismo, hay un par de dados, uno blanco y otro negro.
Por otro lado, están las cajas de contrabando que, curiosamente y pese a simular ser cajas de madera, están hechas en plástico. Sea como fuere, el elemento que más me ha gustado han sido las fichas de póker de los infiltrados, que son básicamente las que se utilizan para colocarse boca abajo en las distintas localizaciones contando así con unos matones extra. Lo curioso de todo esto, es que pese a ser fichas de pokér, están hechas en madera, cuando normalmente se suele optar por el plástico o la cerámica, si se quiere un acabado más premium. Ojo, no quiere decir que me moleste que estén hechas en madera, ni mucho menos, es algo original, pero… ¿no habría sido mejor dejar el plástico para las fichas y la madera para las cajas de contrabando? No hablo de preferencias, hablo de concordancia. En cualquier caso, repito que los componentes y materiales son realmente buenos, obviando completamente troqueles y cartoncitos baratos que, en esta ocasión dejan paso a la madera y el plástico.
Como siempre, os dejo la lista completa de componentes a continuación:
- 1 Tablero de localizaciones
- 1 Tablero de acciones y fiscal del distrito
- 50 Meeples pequeños de matón
- 12 Meeples grandes de matones
- 30 Cajas de contrabando
- 12 Fichas de infiltrado
- 1 Meeple de fiscal del distrito
- 2 Dados (negro y blanco)
Sinopsis
Dos familias del crimen se disputan el territorio para extorsionar a los negocios locales y controlar el negocio de trastienda de las bebidas alcohólicas. Cada familia lucha de forma sucia, haciendo todo lo posible para hacerse con las cajas de contrabando, incluso si eso significa enviar a los rivales “a dormir con los peces”.
Tú eres el Capo de una de estas familias. Dirige a tus hombres para ganar el control de Nueva York recogiendo cajas, eliminando rivales, descubriendo topos, y denunciando a la fiscalía a tu oponente.
Vive lo suficiente para ser el rey del alcohol o muere en el intento
Ambientada durante la época de la Ley Seca, MOB: La Gran Manzana es un juego de colocación de trabajadores en el que dos familias criminales rivales compiten por el control del mercado ilegal de alcohol, representado por cajas de contrabando que aparecen en varios lugares de la ciudad de Nueva York. El juego utiliza un par de dados especializados, uno blanco y otro negro, cuyos valores establecidos están entre el uno y el tres. Del mismo modo, hay seis ubicaciones en el juego que cuentan con un dado blanco o negro que muestra uno, dos o tres puntos. Los jugadores se turnan para lanzar estos dados. Luego seleccionan una de las dos ubicaciones asociadas con su tirada y colocan una cantidad de fichas de secuaz igual al número que se muestra en el otro dado en un automóvil que se dirige a esa ubicación. Asimismo, también es posible enviar a algunos de los secuaces a un tablero de acciones que permite manipular el juego de varias maneras, por ejemplo, moviendo cajas de un lugar a otro desplegando un infiltrado.
Es importante recalcar que, la opción de subir matones a los coches para enviarlos a los distintas localizaciones, es algo completamente opcional, ya que puede interesarnos o no dependiendo de la cantidad de matones que haya en el lugar. Si dispones de cinco matones y una ficha de Infiltrado en una localización, igual prefieres centrar tus matones sobrantes en otras localizaciones con presencia enemiga para disputarle la hegemonía del territorio, evitando así colocar matones en coches, pues hay que tener en cuenta que la reserva de matones son limitados. Una colocación inteligente de los matones en coches para, posteriormente desplegarlos en las diferentes localizaciones, es imprescindible para alzarse con la victoria, siempre teniendo presente que no es posible subir a más de tres matones a la vez en un mismo coche y que, priorizar las localizaciones con más suministros es importante, a menos que mediante el tablero de acciones vayamos recolocándolos en nuestras zonas de mayor influencia, que es otra buena idea.
Pasando ahora al tablero de acciones, el segundo paso del juego, comentar que al contrario que la anterior, esta sí es una acción obligatoria siempre y cuando tengas matones libres, claro está. En cada espacio vacío puedes colocar un número determinado de matones entre uno y tres, indicado en los propios huecos del tablero, para realizar diversas acciones principales y secundarias, como pueden ser cambiar de coche, conducir el coche hacia la localización, o mover cajas entre distintos lugares. Además de la acción primaria, según el número de matones colocados se nos dará una secundaria, que van desde añadir una caja a una localización, hasta descubrir un infiltrado rival, disparar o azuzarle el Fiscal de Distrito a nuestro rival. Es de capital relevancia diversificar bien los matones en esta tablero, ya que acciones como las de conducir a un lugar, pueden evitar una posible acción de disparo por parte del rival que liquide a nuestros matones antes de entrar a la localización, amén de servir de apoyo en la zona si toca intercambiar balas con matones rivales al terminar la ronda. Por otro lado, descubrir al infiltrado rival es de enorme importancia, ya que nos permitirá saber de primera mano cuál es su número de matones revelando el lado oculto de la ficha, lo cual supone una ventaja táctica. Igualmente, mover a nuestros infiltrados de zona o influir en el Fiscal del Distrito, son también fantásticas opciones, ya que esta última otorga una serie de beneficios al final de cada ronda, siempre y cuando la ficha vaya hacia el rival y no hacia nosotros.
Al final de cada una de las tres rondas del juego, se realizan una serie de pasos que comienzan con la bajada del coche de nuestros matones en sus respectivas localizaciones, y después, toca resolver la acciones del Fiscal del Distrito. A continuación, hay un tiroteo en cada lugar donde ambos jugadores tienen al menos un matón. Los secuaces se disparan entre sí fuera del tablero, de modo que el jugador con más matones se queda con la diferencia para pasar a la siguiente ronda. La clave para hacerse con la victoria en estos tiroteos está en las fichas de Infiltrado, seis fichas estilo póker para cada jugador, que se asignan al comienzo del juego a cada una de las seis ubicaciones. Cada una esconde un número en la parte inferior, que representa uno o más secuaces secretos que se revelarán al final del juego y ayudarán a los esfuerzos del jugador en su ubicación, a menos que estén expuestos por la actividad del oponente en el tablero de acción, en cuyo caso, son reemplazados por un número apropiado de secuaces conocidos que luego se involucrarán en futuros tiroteos.
Después del tiroteo final de la tercera ronda, toca pasar a determinar la puntuación. Cada jugador debe revelar sus fichas de infiltrado para sumarlas así al número de matones que tiene presentes en cada localización, determinando así quién tiene una mayor presencia en cada una de las zonas, siendo ese el que pasa a llevarse el conjunto de cajas de contrabando de cada localización. En caso de empate, nadie recibe el botín. En caso de empatar, ganará aquel jugador que tenga una menor presión por parte del fiscal del distrito, es decir, el que tenga la ficha de fiscal más alejada de su zona del tablero de acciones.
Conclusión
MOB: La Gran Manzana es un juego bastante simple en cuenta a reglas y mecánicas, que va ganando cierta profundidad estratégica conforme más partidas le dedicas, pero en resumidas cuentas, es un juego correcto sin más pretensiones que esas. Lo que realmente brilla aquí son los componentes, ya que la calidad/precio en relación al contenido es muy destacable, y es que, es algo que puedes intuir desde el principio en base al cuidado puesto en la propia caja, con el uso de dorados para resaltar las letras y detalles de interés. Mención especial a las fichas de póker de madera, aunque como ya comentaba, todo está muy bien producido.
(Si queréis conocer nuestra forma de valorar juegos de mesa, os dejamos aquí un enlace a nuestra política de reviews para comprender nuestro sencillo sistema de meeples)
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.