Monster Boy y el Reino Maldito es el esperado sucesor espiritual de la serie Wonder Boy que se lanzó en Sega Master System y Mega Drive a finales de los 80 y principios de los 90. El último juego nuevo de la serie fue Monster World IV el 1 de abril de 1994 y solo se lanzó en Japón. Así que a pesar de que Wonder Boy: The Dragon’s Trap, una nueva versión del original que se lanzó en todas las consolas de la generación actual en 2017, son muchos los fans que han estado deseando una nueva entrega, y ahora esa espera finalmente ha llegado a su fin. Este juego lleva cinco años en preparación, pero ¿valió la pena esperar a Monster Boy y el Reino Maldito, o se apoya demasiado en la nostalgia?
Historia
La historia de Monster Boy está lejos de ser nominada para recibir un premio por su guion, ya que es realmente simple: tu tío se ha vuelto loco y ha robado una varita mágica que convierte a todos en monstruos (esto nos incluye a nosotros). Así que, naturalmente, depende de ti detenerlo. Tu tarea es recolectar los cinco orbes y restaurarlos para llevar la paz a la Villa de Lupia y las áreas vecinas.
Una vez que se han establecido las bases de la trama, no volveréis a escuchar nada más al respecto. Una vez que recolectas un orbe y regresas a la aldea, Miaufisto te indicará la dirección del siguiente. La trama puede parecer bastante sencillita para los jugadores amantes de una buena historia, sin embargo, rápidamente gana más impulso en la última parte del juego, con algunos giros sorprendentes (y no tan sorprendentes). Durante las secciones donde la trama da un paso atrás, la historia se cuenta a sí misma de manera orgánica a través de extravagantes personajes que hablan de sus propios problemas (problemas que, además, suelen coincidir convenientemente con nuestros propios objetivos).
Jugabilidad
Nuestro protagonista es capaz de convertirse en diversos monstruos con sus propias habilidades únicas que habrá que mezclar constantemente para avanzar. Por ejemplo, cuando juegas como el cerdo, el sentido del olfato se agudiza, permitiendo descubrir puertas secretas y áreas ocultas, mientras que la serpiente, puede meterse en espacios reducidos y escalar paredes cubiertas de musgo. Las secciones que aúnan plataformas y rompecabezas pueden ser realmente desafiantes, lo que puede llevarnos a detenernos en más de una ocasión para replantearnos nuestro próximo movimiento.
El intercambio entre monstruos y hechizos es muy intuitivo. El menú te permite elegir qué monstruo y hechizo te gustaría usar al tener tus opciones dispuestas en forma de rueda giratoria, lo que te permite seleccionar instantáneamente uno con el joystick analógico izquierdo. Esta opción de diseño de interfaz de usuario es perfecta para transformarnos entre los diferentes monstruos con el fin de resolver puzles. Conforme más vayamos avanzando en nuestro periplo, más nos veremos obligados a cambiar constantemente entre monstruos. Esto podría haber sido una verdadera molestia (y, potencialmente, un factor decisivo), pero Game Atelier ha implementado este sistema perfectamente. Es aquí donde realmente brilla Monster Boy, ya que los rompecabezas del juego son muy imaginativos, y lo que pudo haber sido un proceso engorroso se hizo sin problemas.
Los rompecabezas pueden ser muy desafiantes, pero nunca hasta el punto de ser injustos. Es posible que en ocasiones te encuentres vagando por un área preguntándote dónde podría estar la respuesta, pero el ritmo y la progresión natural del juego te ayudan a saber siempre si estás en el camino correcto.
Más o menos cuando llegamos a la mitad de la aventura, se acusa un mayor pico de dificultad. Probablemente os sorprenda al igual que a mí, especialmente si sois jugadores nuevos y más inexpertos, y puede que tengáis la tentativa de dejarlo (pero desde aquí os quiero animar a no hacerlo). Alrededor de este punto, Monster Boy también tiende a orientarse en gran medida en el aspecto de rompecabezas del juego, con muchos momentos en los que dan ganas de darse de cabezazos contra la pared. Sin embargo, no os desesperéis, puesto que como ya mencioné un poco más arriba, estos rompecabezas no son imposibles de solventar. Todo tiene sentido si realmente te detienes a pensar o revisas minuciosamente tu entorno.
Centrándonos un poco en la exploración, el mapa es más grande de lo que esperaba y está diseñado de una manera que es fácil de entender para que pueda ser usado rápidamente. También hay una leyenda que te permite ver la cantidad de objetos coleccionables que has encontrado, lo que hace que el 100% del juego sea un objetivo mucho más alcanzable. Hay muchos secretos por descubrir, pero el juego rara vez te lleva lejos de la búsqueda principal durante demasiado tiempo. Estos secretos suelen estar inteligentemente posicionados y Monster Boy sabrá recompensarte por tus esfuerzos si decides desviarte del camino marcado.
Asimismo, el juego hace uso de diversos puntos de control que están espaciados para que la muerte no se convierta en algo tremendamente frustrante, no obstante, esto no equivalen a sencillez, ya que Monster Boy sabe mantener un nivel adecuado de dificultad. Esto hace que el juego sea más accesible, pudiendo así ampliar su público.
Gráficos y sonido
El apartado artístico es uno de sus puntos fuertes, y es que, Monster Boy hace gala de colores vibrantes y un adorable estilo de dibujos animados, todo ello combinado a la perfección. Los diseños de los personajes son increíblemente detallados. Esto se puede extrapolar a todo, desde los diferentes monstruos hasta los NPC, enemigos normales y jefes. Cada diseño es muy imaginativo y no se aleja demasiado de lo que vieron los fans del título original en su día.
El título cuenta con un hermoso opening fantásticamente animado que no os recomendaría saltaros por nada del mundo, independientemente de vuestras ganas por ir directamente a la acción. Igualmente, hay una escena después de derrotar al jefe final que es magnífica. Viendo este tipo de escenas tan pulidas, lo único que puede dolernos es el hecho de no poder disfrutar de una mayor cantidad de ellas.
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Por su parte, la banda sonora de Monster Boy es alegre y animada la mayor parte del tiempo, lo que se suma a la ya de por si alegre estética que tiene el título.
En cuanto a su desempeño, Monster Boy funciona suave como la seda, recordando mucho a los clásicos de Sega Master System. El juego se ejecuta en unos rocosos 60fps, por lo que podéis estar seguros de que no notaréis caídas de frames. Game Atelier ha logrado mantener el combate de la vieja escuela mientras implementaba algunos ajustes modernos, manteniéndolo cómodo para el jugador de hoy.
Conclusión
Monster Boy y el Reino Maldito es un título sobresaliente que ofrece una experiencia maravillosa con muchas decisiones de diseño inteligentes y una estética increíble. Aunque su dificultad se mantiene en una zona media del espectro, probablemente invite más al deleite de los veteranos y pueda servir para echar atrás a otros más inexpertos. Por último, si os interesa el título, os invito a leer nuestra review de Wonder Boy: The Dragon’s Trap.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.