[Análisis] 11-11: Memories Retold

[Análisis] 11-11: Memories Retold

11-11: Memories Retold nos pone en la piel de dos soldados de frentes, idiomas y culturas opuestas durante el desarrollo de la infame Primera Guerra Mundial. Valiéndose de un apartado artístico singular a la vez que hermoso, el juego nos llevará a conocer el lado más humano y descorazonador de un conflicto que se llevó las esperanzas y sueños de toda una generación.

Caballeros de brillante armadura

Si indagamos un poco sobre la Primera Guerra Mundial, una de las primeras cosas que descubriremos es el falso concepto que se tenía sobre la guerra. Muchos jóvenes aún tenían en su memoria las historias familiares sobre regimientos ordenados cargando con lanzas y vistiendo brillantes armaduras. Ejércitos que luchaban con honor y majestuosidad, una guerra cargada de gloria y héroes. Desafortunadamente, nada les prepararía para lo que les estaba esperando. Pero pese a esto, nuestra historia no comienza con los primeros días de guerra, no. Nuestra historia da inicio en los últimos meses de la guerra con dos historias. La primera, llena de sueños de heroísmo y amor, y la segunda llena de esperanza y desesperación.

 

Héroe

En nuestra primera historia conoceremos a Harry, un joven amante de la fotografía que decide unirse al conflicto como fotógrafo de guerra para impresionar a la hija de su jefe y mejor amiga. Harry no conoce nada sobre los horrores de la guerra y ha vivido el conflicto desde un punto de vista ignorante. Creyendo en la magia de la propaganda y la belleza de las fotografías pensadas en reclutar a jóvenes.

El viaje de Harry inicia como la búsqueda de algo de gloria por amor.

 

Más temprano que tarde Harry comprenderá lo dura que es la guerra y como es que esta va acabando con los sueños y esperanzas de sus compañeros de batalla.

 

Padre

Nuestra segunda historia será la de Kurt, un hombre de la clase trabajadora alemana que se gana la vida construyendo zepelines que contribuyen al esfuerzo de guerra alemán. En un día de lo más común se entera de que la unidad de su hijo ha caído en batalla y que la gran mayoría de integrantes ha perdido la vida. Consternado y sintiéndose atado de manos, Kurt decide cometer una auténtica locura. Se une a las filas del ejército alemán con la esperanza de descubrir el destino de su hijo. Pronto se dará cuenta de que esa decisión fue una auténtica locura, pero su amor de padre, la esperanza de que su hijo siga vivo y la desesperación de saber que quizá sea un cadáver más entre tantos le impulsarán a seguir adelante.

Dos frentes, múltiples historias

Al inicio de cada arco (dentro de su respectivo capítulo), 11-11: Memories Retold nos propondrá escoger entre vivir la historia desde el punto de vista de Harry o desde el punto de vista de Kurt. Además de esto, en algunas ocasiones también se incluirán mecánicas colaborativas y podremos pasar de uno a otro de manera automática. Pero no contentos con ello, el juego también nos permitirá jugar como una gata y una paloma. Siendo nuestra felina compañera a quien más veces controlemos y una opción que puede utilizarse junto a la humana.

 

Sea cual sea nuestra elección, en ocasiones el juego nos trasladará de forma automática de Kurt a Harry y viceversa, todo en favor de la narrativa. Estos cambios están bien ejecutados y aunque algo extraños en un principio, no molestan.

Si tenemos en cuenta estos cambios, nos daremos cuenta de su importancia respecto a aprovechar las características de cada uno de los personajes. Por un lado tenemos a Harry, quien es capaz de hacer fotografías en favor del esfuerzo bélico inglés. El juego no nos lo dice claramente, pero podemos inferir que las fotos de Harry son responsables de animar la propaganda de guerra y por ende llevar a más jóvenes a la guerra. Harry también puede tomar fotografías de todo lo que realmente sucede y sobre algunos soldados que de otro modo jamás serán recordados.

 

Las habilidades de Kurt por su parte se centran en la reparación de equipo y escuchas. Las cuales usaremos para ayudar a nuestro bando y en algunas ocasiones a nosotros mismos. Kurt no puede fotografiar a nadie, pero su interacción con otros soldados alemanes dejará una huella importante en él y nos dará mucha información. Dicha información será fundamental al escribir cartas a nuestra mujer e hija en casa. Teniendo así la posibilidad de mentirle para darle esperanza, ser sinceros con ella o sencillamente mostrar un pesimismo increíble.

 

Respecto a la gata y la paloma. La primera puede utilizar su ternura como distracción para ayudar a Kurt o como medio de exploración para conocer qué es lo que nos espera. La segunda puede ser utilizada para ganarnos la simpatía de nuestros compañeros y como medio para ver un poco de belleza en mitad de tantos caos. Ambos personajes están representan la inocencia dentro de la crueldad de la guerra.

Una obra de arte

Así es como podemos definir el apartado visual y sonoro en este juego. Creado a modo de cuadro, sus gráficos quizá resulten un poco extraños e incluso sean subestimados. Pero lo cierto es que no podría haber una elección más acertada. Al jugar podemos sentirnos dentro de un cuadro, un cuadro que busca plasmar muchas cosas y contarnos la verdad sobre tantas otras. Gracias a esto se consigue que el juego deje huella sin sacrificar su rendimiento o la experiencia del jugador.

 

En cuanto al sonido, este está tan bien detallado que muchas veces resulta aterrador y descorazonador. Las balas, los gritos e incluso la música heroica en mitad de una cruenta batalla logran el efecto deseado. Fuera de las batallas, cada vez que vayamos por las trincheras y hablemos con nuestros camaradas, sabremos que están sufriendo o que están cansados de vivir gracias a su buen uso. La música en las trincheras llega a ser realmente tétrica y puede encogernos el corazón con facilidad.

 

Conclusión

Habiéndose cumplido 100 años desde el final de la Primera Guerra mundial, 11-11: Memories Retold nos demuestra que aún se pueden seguir contando historias humanas sobre dicho conflicto. Muchos nombres fueron olvidados en aquellas trincheras llenas de barro y sangre, cuerpos que jamás fueron recogidos o identificados, y toda una generación perdida es homenajeada en este juego.

Su perspectiva en dos bandos nos quita la idea de “héroes y villanos” y nos permite conocer a gente. Gente atrapada en mitad de un conflicto que cuando inició, todos creían que duraría un par de meses. Hay muchos juegos notables sobre la Primera Guerra Mundial, Verdún y Valiant Hearts son un buen ejemplo de ello, pero 11-11: Memories Retold tiene algo especial. Algo que sin desmerecer a tantos buenos juegos lo convierte en una experiencia única a la vez que desgarradora y memorable.

 

11-11: Memories Retold ya se encuentra disponible en Xbox One, PlayStation 4 y PC. Esperamos que el equipo de desarrollo sea capaz de superar los problemas técnicos y llevar este título a Nintendo Switch.