[Análisis] Amnesia: Rebirth

[Análisis] Amnesia: Rebirth

Fecha de Lanzamiento
20/10/2020
Distribuidora
Frictional Games
Plataformas
PlayStation 4 y PC
Versión Analizada
Steam
Frictional Games se ha convertido con el paso de los años en un referente de un grandísimo calado dentro del género del terror en los videojuegos, y es que, la empresa con sede en Helsingborg liderada por Thomas Grip y Jens Nilsson, es la responsable de dar vida nada más y nada menos a Penumbra, Amnesia o Soma. Hoy, quisiera hablaros de la última obra de la compañía, Amnesia: Rebirth, que al igual que Layers of Fears de Bloober Team o Outlast en el caso de Red Barrels, apuesta, como siempre ha hecho la franquicia desde sus comienzos, por un terror del que uno no puede defenderse, es algo que puedes ver, puede atacarte y, en último instancia, matarte, pero tú como jugador, solamente puedes correr y esconderte, no hay posibilidad de contraataque. Por supuesto, Amnesia también es sinónimo de jugar con la mente del jugador, dando especial importancia al miedo asociado a la oscuridad que hace perder a uno la cordura y ser más propenso a ver entidades paranormales, muy al estilo de Howard Phillips Lovecraft y Edgar Allan Poe. Así pues, si estáis dispuestos a adentraros en las entrañas de la Tierra bajo la constante presión de poner en juego vuestra frágil salud mental, estáis más que invitados a leer esta review.

 

De las catatumbas del castillo a las ruinas desérticas

Tasi Trianon, la protagonista de esta desventura, se enrola junto a su marido Salim para volar hasta África para llevar a cabo una expedición arqueológica junto al resto de tripulantes del avión Cassandra. Para sorpresa de nadie, la nave sufre un extraño accidente y termina estrellándose en un desierto al sur de Argelia (esto recordará a muchos a la propuesta de Outlast 2, en la que Blake Langermann buscaba a su esposa Lynn tras un accidente de helicóptero). Finalmente, Tasi despierta completamente amnésica y se encuentra sola en un aeroplano que ha quedado hecho añicos, por lo que toma la decisión de avanzar bajo el sol abrasador para dar con el paradero de su marido y el resto de los compañeros de viaje hasta toparse con una cueva, en la que comenzará a recopilar algunos datos sobre lo que ha ocurrido y cuál ha sido la suerte de algunos de los tripulantes. Mientras camina por la oscura y rocosa caverna, irá recuperando sus recuerdos, pero claro está, Tasi no es el único ser presente en estos parajes…

La narrativa se extrae de los lugares que visitamos, del material que hay, de los textos, de una simple hoguera y unos bártulos o, de forma mucho más gráfica, con una estatua a una deidad de un extraño culto o un cadáver medio descompuesto, por ejemplo. Además, todo esto se complementa con unos dibujos a carboncillo hermosamente elaborados que aparecen junto a algunos comentarios durante las pantallas de carga, que permiten comprender mejor la vida de la protagonista, su marido y su hija, sumando algo más de profundidad a todo aquellos que vamos desvelando con el paso de los minutos y las horas.

 

“No se permita sentir ira, no se permita tener miedo”

Amnesia: Rebirth es, igual que sus antecesores, una obra que pone mucho empeño en instigar una sensación de miedo psicológico al jugador, haciendo uso en gran medida de la oscuridad y el efecto que la exposición prolongada a esta puede ocasionar en nuestras mentes. Por supuesto, eso no quiere decir que no existan terrores reales, enemigos que si tienen la oportunidad, acabarán contigo; no obstante, muchos de tus miedos tomarán la forma de sombras inofensivas, sonidos extraños y algún que otro jump scare, por lo que si quieres evitarlos en la medida de lo posible, sobre todo esos últimos, es de vital importancia permanecer en zonas iluminadas.

El nivel de miedo de Tasi aumenta gradualmente en la oscuridad y, tal y como el propio juego nos indica, la muchacha no debería sentir ira ni miedo, puesto que tiene una “enfermedad”. Por tanto, una vez más, nuestros mejores aliados vuelven a ser las cerillas y el aceite de candil, utilizado de forma inteligente, puesto que aunque en alguno ocasión podáis disponer de un envidiable alijo, es cuestión de tiempo que terminéis rezando por un par de cerillas extra mientras agotáis vuestra última lata de aceite de candil. Iluminar siempre que sea posible mediante velas o antorchas y, si el camino es demasiado largo y oscuro, valorar retirarse a una zona mejor iluminada e intentarlo nuevamente tras un breve descanso que ayude a mejorar la estresada mente de Tasi, puesto que el temor hará que todo se vuelva más complicado.

Durante nuestro periplo, además de jugarnos un posible infarto, habrá que ayudar a Tasi a resolver diferentes acertijos, desde algunos más clásicos como obtener algunos objetos o formar distintos puzles entre giros, bajadas y subidas; hasta otros que hacen uso de las físicas y que, generalmente, uno pensaría que pese a ser soluciones más o menos lógicas difícilmente podrían llevarse a cabo. Por ejemplo, utilizar un ascensor todo para subir colocando un par de tablas de las habitaciones colindantes para que Tasi pueda montarse y llegar a la palanca al mismo tiempo. Otro, implica desbloquear una puerta atascada con una madera arrojando violentamente una piedra cercana a través de un hueco para partir la madera.

Además de la oscuridad, hay otros enemigos más tangibles y reales, monstruosidades grotescas que acechan en las profundidades, que se presentarán ante nosotros cuando menos lo esperemos para hacernos buscar apresuradamente un escondite tras un mueble o unas piedras, mientras caminamos agachados lentamente o directamente nos tumbamos en el suelo para ser menos visibles para, en última instancia, si somos descubiertos, huir como alma que lleva el diablo sin mirar atrás. Si somos desgarrados violentamente hasta la muerte, el juego, en un intento por mostrar benevolencia con el jugador, no cargará la partida en el punto de guardo anterior a nuestra muerte, sino que nos avanzará ligeramente, pudiendo así evitar otro encontronazo con el monstruo de turno. Esto, claro está, tendrá defensores y detractores, pues supone dar una facilidad que puede ahorrarte volver a pasar por un mal trago.

Hay un par de mecánicas más, que además, contribuyen en buena medida a que se le vean pronto los dientes al lobo de la narrativa. Me explico. Uno no tarda mucho tiempo en saber que Tasi está embarazada, de hecho, tocar la barriga ayuda a disminuir el miedo al escuchar los latidos del neonato. El caso, es que según salimos de determinadas zonas y avanzamos, la barriga parece agrandarse de forma antinatural, por lo que es fácil, sin entrar en spoilers de ningún tipo, pensar que algo no va del todo bien. A esto, hay que sumarle el encuentro con una especie de deidad en forma de ídolos de la fertilidad, y la utilización de una especie de brújula/amuleto con el que Tasi puede alternar entre las dimensiones, pasando a una zona repleta de tecnología avanzada extraterrestre, glifos, tablillas metálicas con textos, y otra serie de artilugios. Sin necesidad de ser excesivamente avispado, que un servidor no se lo considera, se pueden extraer conclusiones consistentes en las primeras horas de juego.

Si bien no puedo negar que prefiera los muros avejentados de un castillo de corte medieval al desierto argelino, es innegable que las ruinas y las dunas, así como otros lugares más terroríficos, están bien representados en su conjunto, siempre y cuando no te acerques en demasía a mirar las texturas en detalle. En cualquier caso, los túneles, tumbas y laberintos varios, consiguen crear una sensación asfixiante y claustrofóbica, sobre todo cuando se acompañan de un monstruo que vigila la zona. En cuanto a rendimiento, al menos en su versión de PC, no ha habido problemas de ralentizaciones, ni mucho menos glitchs o bugs, como si pasaba tristemente con Remothered Broken Porcelain.

Amnesia: Rebirth sobresale en el apartado sonoro, concretamente, en el grueso de efectos sonoros que participan activamente en la creación de una experiencia terrorífica para el jugador. Desde la respiración forzosa de Tasi al correr o los latidos de su neonato, a cualquier aullido, sonido de algo que se cae, y, obviamente, composiciones musicales que auguran que algo que preferiríamos no ver, se acerca hacia nosotros.

 

Conclusión

La terrorífica franquicia de Frictional Games está de vuelta para volver a enfrentarnos a la oscuridad y los monstruos, en un intento por conservar la cordura y la vida en una atmósfera espeluznante y opresiva, brindando al jugador una experiencia muy familiar. Ciertamente, es menos aterrador que sus antecesores y sus mecánicas ya se han vuelto conocidas, por lo que no hay demasiadas sorpresas. En cualquier caso, si has disfrutado con Amnesia: The Dark Descent y Amnesia: A Machine for Pigs, te hará pasar un buen rato (si puede llamársele así al tiempo que uno dedica a una obra de esta índole)

[Análisis] Amnesia: Rebirth
Sinopsis
En Amnesia: Rebirth, eres Tasi Trianon y te despiertas en pleno desierto en Argelia. Han pasado días. ¿Dónde has estado? ¿Qué has hecho? ¿Dónde están los demás? Sigue las huellas del viaje, reúne los fragmentos de tu pasado hecho añicos; es tu única oportunidad de sobrevivir al despiadado horror que amenaza con devorarte. El tiempo va en tu contra. Asume el papel de Tasi y guíala por el terror y el dolor. Mientras luchas por abrirte paso por un paisaje desolado, también tendrás que luchar contra tus propias esperanzas, miedos y amargos remordimientos. Aun así deberás continuar, paso a paso, sabiendo que si fracasas lo perderás todo.
Pros
Una interesante mezcla de terror psicológico generado al propio jugador y de terror real mediante monstruos
Su opresiva y terrorífica atmósfera, en la que cobra gran importancia los efectos sonoros
Contras
Se apoya excesivamente en la lectura de textos y flashbacks para contar su historia
8.5
Recomendado
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Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.