Fecha de Lanzamiento
06/09/2023
Distribuidora
Larian Studios
Plataformas
PlayStation 5, Xbox Series y PC
Versión Analizada
Xbox Series
Vale, sí, sé lo que tienes que estar pensando: “¿Cómo pueden estar sacando el análisis de un juego lanzado hace más de medio año?”. Sé que no es nuestra forma de trabajo habitual, y la respuesta corta es que, bueno, las cosas de palacio van despacio, pero creo que la respuesta larga te dejará algo más satisfecho. Si no hemos hecho hasta el momento un análisis de Baldur’s Gate 3 es porque el nuevo juego de Larian Studios es tan denso, complejo y revolucionario que he necesitado de más tiempo del habitual para ordenar mis pensamientos y poder así escribir un texto que haga justicia a tan magna obra. Quizá si hubiera escrito este texto hace medio año no habría podido abordarlo con perspectiva, centrándome única y exclusivamente en sus puntos positivos y negativos, pero ahora es imposible no hablar del juego sin mencionar un conjunto de logros que lo elevan a la categoría de leyenda. Y es que a pesar de llevar muy poco tiempo en el mercado, Baldur’s Gate 3 no solo ha logrado alzarse como uno de los videojuegos independientes más exitosos de la historia, si no que también se ha alzado con el galardón de Juego del Año en una infinidad de galas de premios y, lo más importante, ha conseguido revitalizar un género tan importante como lo es el CRPG de fantasía clásica.

 

Una breve historia de los juegos de rol

El CRPG (o Computer Role Playing Game) es un género que lleva presente en la industria desde sus inicios y que permitía a los jugadores sumergirse en la piel de toda clase de grandes héroes en juegos principalmente centrados en la historia, a diferencia de la tendencia arcade que predominaba en la época. Los primeros grandes nombres que surgieron vinculados a este género fueron Ultima y Wizardry, dos series que partían de la misma base: presentar mundos azotados por el mal y en el que, magia y espadas mediante, los jugadores controlaban a un grupo desigual de guerreros, cada uno de estos vinculados a una clase y raza determinada. Si esto os suena de algo es porque ambos proyectos nacieron a raíz de la inspiración del legendario juego de mesa Dungeons & Dragons, y curiosamente fueron los juegos oficiales vinculados a esta marca los que marcaron su propio rumbo creando un subgénero propio. En el año 1998 se lanzó al mercado Baldur’s Gate, un enorme y ambicioso CRPG desarrollado por Bioware y realizado con el Infinity Engine que adaptaba de forma fiel el universo de Faerûn, hogar ficticio de la mayoría de campañas de D&D que se expandió de sobremanera a través de una infinidad de novelas. Si hasta ese momento los juegos de rol se veían profundamente limitados por la tecnología y la linealidad de sus argumentos, Baldur’s Gate rompía por completo las expectativas de los jugadores al exponer una historia densa protagonizada por personajes memorables que podía disfrutarse desde diversas perspectivas, alterando por completo el desarrollo de la aventura en relación a las habilidades y decisiones tomadas por nuestros personajes. Su sistema de combate también suponía una verdadera revolución, permitiendo controlar a toda una party tanto en tiempo real (realizando ataques automáticos) como haciendo pausas tácticas para seleccionar de forma precisa las habilidades y los objetivos a las que se les realiza.

Como os comentaba antes, todos estos elementos crearon auténtica escuela: tras Baldur’s Gate, Bioware lanzó al mercado la expansión Tales of the Sword Coast mientras se ponía a la venta Planescape: Torment, otro título de la serie ambientado en los Reinos Olvidados que exploraba el lado más cósmico y alternativo de la franquicia. Su apuesta por la historia y las decisiones se vio alterada por un mayor enfoque en el combate en el siguiente juego de la serie, Icewind Dale. Desarrollado en esta ocasión por Black Isle Studios (conocidos por estar detrás de los primeros Fallout), el juego trasladaba a los jugadores a las regiones más inhóspitas del norte de Faerûn, la colonia de Diez Ciudades y las montañas del Valle del Viento Helado. Su carácter más cercano al “dungeon crawler” se continuó en dos expansiones y una posterior secuela, pero entre tanto Bioware pudo lanzar al mercado Baldur’s Gate 2: Shadows of Amn, que era todo lo que debería ser una secuela: más y mejor. Sin embargo, para este entonces el motor Infinity Engine ya había quedado algo obsoleto; los RPGs en 3D estaban a la orden del día, y la franquicia tenía que dar el paso. Por este motivo Bioware lanzó al mercado en 2002 Neverwinter Nights, que junto con su secuela supondrían las últimas grandes entregas de rol clásico ambientadas en D&D.

¿A qué se debió esto? Se podría decir que a una mezcla de motivos: sobresaturación del mercado, desaparición de equipos de desarrollo e interés de estos por probar suerte con sus propias franquicias (como hizo Bioware con Dragon Age)… Por desgracia, la serie de juegos que dio forma a todo un género quedaba condenada al ostracismo, y con ella el género caería poco a poco en un declive considerable. Algunos nuevos estudios, como Obsidian, intentarían con el tiempo traer de regreso esta clase de juegos con propuestas de la talla de Pillars of Eternity, pero la mayoría de estos casos se quedaron en “café para los más cafeteros”. Solo hubo un estudio que logró romper el molde y dar forma a títulos que eran, al mismo tiempo, clásicos y adecuados para la nueva generación de jugadores: Larian Studios, equipo belga de pequeño tamaño que sorprendió al mundo con la serie Divinity, y más concretamente con los spin-off Original Sin. Estos juegos eran CRPG de los de toda la vida con el aliciente del combate por turnos, destacando principalmente por su variedad de situaciones, su sorprendente pulido y su gran historia. Divinity: Original Sin trajo esperanza a un género caído, y esto llamó la atención de la buena gente de Wizards of the Coast. Tras varios acuerdos de los que no os hablaré (pues el texto se haría demasiado largo), Larian se hizo con los derechos para realizar Baldur’s Gate 3, y con esto llegamos al día de hoy. Larian se ha ganado un respetado hueco en la industria y Baldur’s Gate 3 se ha convertido rápidamente en uno de los juegos más vendidos del año. Pero… ¿Es realmente tan bueno como dicen? Ya os adelanto que sí.

 

Evitando los tentáculos, a ser posible

¿Conoces la literatura de H. P. Lovecraft? Incluso si no has leído ninguna de sus obras, seguro que te suena su estética y su universo. La idea de presentar seres tentaculares vinculados al control mental y la manipulación nació de la retorcida mente del escritor de Providence, y su influencia es notable en un sinfín de obras ajenas a la literatura y al terror. De hecho, en el universo de Dungeons & Dragons existe una raza que parece extraída de obras tales como La Llamada de Cthulhu o En las Montañas de la Locura: los azotamentes, una suerte de humanoides repletos de tentáculos y muy experimentados en el control mental que se dedican a secuestrar habitantes de Faerûn para convertirlos en miembros de su raza a través de la introducción de un parásito a través de la cabeza. Suena grotesco, ¿Verdad? Pues bien, los acontecimientos de Baldur’s Gate 3 comienzan tras un ataque de azotamentes a Puerta de Baldur en el que secuestran a un buen número de habitantes. Sin embargo, el secuestro no dura mucho: pese a intentar saltar a otros planos, los azotamentes son atacados y derribados, cayendo en un valle lejos de Puerta de Baldur. Afligidos por la incubación y temerosos por su posible transformación, los supervivientes tendrán que unir fuerzas y poner a un lado sus diferencias con el objetivo de encontrar una cura. Por supuesto, el camino hasta esta cura no será tranquilo: conflictos territoriales, criaturas salvajes y demás enfrentamientos esperan a los supervivientes en un terreno oscuro y repleto de misterios. Lo que comienza como una historia de supervivencia va derivando en una hechizante trama que pondrá en juego incluso el devenir de Puerta de Baldur y los demás territorios de la Costa de la Espada. Si no has jugado a las entregas anteriores, no te preocupes: aunque haya un 3 en el título, Baldur’s Gate 3 está cronológicamente tan alejado de sus predecesores que no hay apenas conexiones, más allá de la presencia de determinados personajes y escenarios. Esto hace que cualquier jugador pueda utilizar este juego como una puerta de entrada tanto a Baldur’s Gate como al lore de Dungeons & Dragons, si bien los jugadores veteranos tendrán una experiencia más gratificante al comprender ciertos guiños y secretos. En mi caso, me sorprendí gratamente al ver que se mencionaba en ciertos documentos a Drizzt, el protagonista de algunas de las mejores novelas de la franquicia.

Me gustaría poder decirte en pocas palabras lo bien que está la trama del juego, pero esa es una tarea imposible. La historia principal es tan extensa y cuenta con tantas ramificaciones que, posiblemente, la experiencia que tú tengas al jugarlo sea completamente distinta a la experiencia que he tenido yo. La magia de Larian, vista especialmente en Divinity: Original Sin 2, está más presente que nunca en este juego al permitir resolver cualquier decisión de múltiples formas. Os pondré un ejemplo del inicio del juego, para evitar así spoilers: en mi travesía por las llanuras encontré un grupo de druidas desesperados por la desaparición de su líder, quién había sido visto por última vez luchando contra unos goblin cerca de su campamento. Ya desde este momento, el juego propone varias alternativas, pudiendo ir a salvarle o, por qué no, masacrar a todos los druidas. Sin embargo, yo decidí otra cosa: incité a una revolución a la druida que estaba en ese momento de líder temporal para ganarme su confianza y así ayudar a los tieflings (una especie de seres con aspecto de demonio) que estaban “resguardados” (por no decir aprisionados) de los goblins junto a ellos. Tras esto, decidí ir a salvar al líder (no sin antes utilizar mi carisma para conseguir una suculenta recompensa) y, en el campamento de los goblins… Bueno, espera, que pasaron varias cosas de por medio: encontré un grupo de pirados que me siguieron como a su líder para matar a una enorme criatura, ayudé a una bruja, conseguí explorar unas ruinas en las que obtuve un poderoso hechizo… Y, tras esto, llegué al campamento, donde se abrían otra vez mis posibilidades: podía luchar, camelarlos y convencerlos de que era uno de ellos, hacerme invisible y colarme, hablar con los animales e incitarles a una revolución, etc. Decidí hacerme pasar por su aliado, y… Para conocer el resto, tendrás que jugarlo y disfrutarlo. Creo que la magia de Baldur’s Gate 3 no reside en que las múltiples tramas e historias que presenta son realmente interesantes y divertidas, si no que ofrece un sinfín de ramificaciones y cada una de estas está tan pulida como la que podría parecer la “ruta canónica”. Es, posiblemente, la experiencia de rol para un jugador con más opciones y variantes que se ha hecho jamás en la industria, algo que seguirá sorprendiendo pasen los años que pasen. Las historias secundarias son brillantes, planteando una suerte de aventuras reducidas que recompensan siempre al jugador, y las tramas principales no solo hacen un excepcional uso del lore de la franquicia, si no que ponen en pantalla a un catálogo de personajes inmejorables cuya historia se va desvelando poco a poco y de forma realmente satisfactoria. Pocas veces he encontrado un reparto de personajes tan interesante e icónico en un RPG occidental, gozando además de una serie de relaciones y conexiones brillantes que mantienen la tensión y el conflicto presente de forma constante en pantalla. Cabe destacar, además, que el juego permite tener como “personaje principal” tanto a uno de los protagonistas ya existentes como a un personaje 100 % personalizable, la que es en mi opinión la mejor opción. A fin de cuentas, eligiendo a tu propio personaje puedes rolear de una forma más auténtica.

 

Te toca tirar 1d20, aventurero

Si has participado en alguna partida de D&D seguramente sepas jugar a Baldur’s Gate 3, puesto que el título de Larian recrea de una forma excepcional las reglas de la 5º edición del juego de mesa. Esto no solo se refleja en una genial implementación de las estadísticas de los personajes, las habilidades disponibles, la combinación de clases o las diferentes armas al alcance del jugador, si no también en ideas tan geniales como tener que hacer uso de los dados para poder realizar cualquier acción. Si los primeros juegos de Bioware se acercaban bastante al concepto original de D&D, este título lo lleva mucho más allá, siendo posiblemente el juego que mejor consigue recrear la esencia de la fuente original. Aún con esto, es importante señalar que Baldur’s Gate 3 es tan heredero de las primeras entregas de la serie como de los juegos anteriores de Larian, pudiendo llegar a ser considerado incluso como la sucesora espiritual de Divinity: Original Sin 2. ¿A qué se debe esto? Pues a que el nuevo título de Larian usa el mismo esqueleto que sus dos juegos anteriores, repitiendo y perfeccionando tanto su sistema de diálogos como su sistema de combate. Abandonando el tan querido como polémico sistema de combate automático de sus predecesores, Baldur’s Gate 3 abraza un acertadísimo y completo sistema de combate por turnos en el que podremos mover a nuestros personajes a través de amplios escenarios en el que todo cuenta. ¿Quieres atacar a un enemigo que se encuentra a mucha altura? Pues dispararle con flechas, lanzarle hechizos de fuego, teletransportarte, invocar a un aliado junto a él, convencerlo de que se suicide… Y el escenario también influye. ¿Un enemigo muy poderoso está junto a un lago de magma? Pues si tienes suficiente constitución puedes evitar el combate simplemente empujándolo al magma. ¿Un grupo de goblins están moviéndose en un espacio mojado por aceite? Lánzales algo de fuego y verás que risa. Además, la enorme variedad de clases y razas (ya que estas afectan a determinadas habilidades) hacen que no haya dos grupos de héroes iguales, siendo cada protagonista un arquetipo único dotado de ataques espectaculares y habilidades pensadas para toda clase de jugadores. Si bien en su día el sistema de combate de Divinity: Original Sin 2 me acabó quemando un poco (pues su curva de dificultad no estaba del todo equilibrada), el de Baldur’s Gate 3 me ha mantenido enganchado de principio a fin. No es solo que tenga una enormísima variedad, si no que su dificultad está tan bien llevada que nunca he llegado a sentir que se me esté presentando un desafío que, con maña, destreza e inteligencia, no se pueda superar. A esto hay que sumarle su excepcional diseño de niveles, presentando en cada acto una gran variedad de amplios escenarios que brillan con especial fuerza en cuanto a secretos y misterios se refiere. Pocas veces he podido disfrutar de un mundo abierto tan rico, variado y denso, así como de un conjunto de mazmorras y templos tan variados y repletos de puzles que siempre cuentan con recompensas a la altura de sus desafíos. Sinceramente, es un deleite recorrer la Costa de la Espada mientras se desentrañan sus múltiples misterios. Se nota que cada paso, por muy loco que sea, está pensado con antelación, y realmente no hay nada al azar.

¿Tienes amigos que se han hecho con el juego? Pues estás de enhorabuena, porque la herencia de D&D no solo está presente en la historia o en la jugabilidad, si no también en su componente social. Como ya ocurría con Divinity: Original Sin 2, todo el juego puede ser disfrutado de inicio a fin junto a otros amigos, presentando así una aventura aún más personalizable de lo que cabría esperar. La conexión es realmente buena, y el sistema no ofrece problema alguno en PC o en consolas. Hablando de consolas… Mucho se ha comentado acerca de la adaptación del juego a PS5 y Xbox Series X/S. Sinceramente, yo era de los escépticos puesto que me costaba imaginar un juego del estilo en consolas (y eso que, en el pasado, me encargué de analizar la versión de PS4 de Pillars of Eternity), pero Larian ha conseguido demostrarme que incluso un CRPG de corte clásico puede ser adaptado a la perfección a un control con mando. El título es realmente intuitivo, ofreciendo un manejo en los menús y en la selección de habilidades tan sencillo como eficaz. El control de los personajes, aunque algo tosco, resulta satisfactorio y nada ajeno a otros RPGs lanzados exclusivamente en consolas. Quizá puede ser algo engorroso moverse por el inventario, pero no es nada a lo que uno no se acabe acostumbrando tras un par de horas de juego. Si no tienes un PC capaz de correr el juego, no te preocupes; la versión de consolas de Baldur’s Gate 3 no solo está a la altura de la de PC, si no que se plantea como una opción tan buena y recomendable como esta.

 

Visitando la Costa de la Espada

Es sorprendente cómo el posicionamiento de la cámara puede cambiar por completo la forma en la que se entiende un videojuego. Por ejemplo, no es lo mismo jugar a un juego con perspectiva cenital que a un juego con una cámara en 3ª persona, independientemente de que compartan más o menos mecánicas. Aún así, hay juegos que han intentado conciliar distintas perspectivas sin alterar su esencia, siendo el caso que más rápido se me viene a la cabeza el de Fallout. Sin embargo, lo de Fallout queda completamente en un segundo plano cuando vemos la facilidad con la que se puede modificar la perspectiva en Baldur’s Gate 3, pasando desde una visión aérea similar a la de los juegos clásicos a una en tercera persona y con cámara a la espalda en segundos. Esto es posible gracias al excepcional pulido del título y al genial trabajo visual y técnico realizado por los empleados de Larian, capaces de dar forma a un mundo variado y amplio que sorprende y atrapa visualmente. Los fondos están realmente bien cuidados, destacando tanto por la gran cantidad de elementos en pantalla como por la nula presencia de caídas de frames. Los modelos de personajes no solo están bien definidos, si no que cuentan con un genial trabajo de animación y de expresiones faciales. Los efectos de los hechizos, ataques y demás elementos de combate sorprenden y representan a la perfección la potencia de cada acción. Todo está muy cuidado, y lo único que podríamos decir que se resiente levemente es, quizá, la excesiva presencia de tiempos de carga y la longevidad de muchos de estos.

Tampoco se puede obviar que, en el caso de PS5, he encontrado algún que otro bug (principalmente vinculado con la cámara en zonas cerradas y durante los combates) que me han sacado levemente del juego. Mientras que la versión de PC está realmente pulida en cuanto a errores se refiere, la versión de consolas aún necesita algún que otro retoque. De todas formas, esto no es nada que arruine la experiencia o que evidencie que el juego está roto, pues esto no es así. Hablando del apartado sonoro, Baldur’s Gate 3 engancha con sus maravillosos temas musicales, que utilizan un catálogo de leitmotivs memorables y que encajan a las mil maravillas con la ambientación fantástica de la franquicia. Su doblaje es excepcional, pues cada voz se amolda a la perfección a sus respectivos personajes y la actuación es, sencillamente, formidable.

 

Conclusión: Una obra maestra capaz de resucitar todo un género

Si has llegado hasta aquí, querido lector, no necesitarás que te diga que Baldur’s Gate 3 es una obra maestra, pues ha quedado más que claro a lo largo del texto. Larian Studios ha conseguido dar con la tecla combinando todo lo que funcionaba en las anteriores entregas de la serie y en sus propios juegos. El resultado es un RPG profundo, completo, denso y muy divertido que engancha como pocos, siendo además una experiencia tan personalizable y ramificada que resulta lo más cercana posible a una campaña de D&D. Te guste o no el género, y te guste o no la fantasía, no puedes perderte Baldur’s Gate 3.

Sinopsis
Reúne a tu grupo y regresa a los Reinos Olvidados en una historia de compañerismo, traición, sacrificio, supervivencia y la atracción de un poder absoluto. Unas misteriosas aptitudes empiezan a surgir en tu interior por obra de un parásito de los azotamentes que te han implantado en el cerebro. Resístete y vuelve a la oscuridad contra sí misma o abraza la corrupción y conviértete en el mal supremo.
Pros
Historia inolvidable, repleta de grandes aventuras y personajes memorables
Gran sistema de combate y excelente diseño de niveles
Su apartado gráfico es sorprendente y cautivador
Maravillosa banda sonora y genial doblaje
Contras
La versión de PS5 necesita retoques en cuanto a bugs y tiempos de carga se refiere
9.8
Imprescindible
Antonio Gallardo

Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.