[Análisis] Call of Duty: Modern Warfare II

A pesar de que en los últimos años ha perdido fuelle, no hay duda alguna de que Call of Duty siempre ha sido uno de los máximos exponentes del género FPS. Independientemente de su calidad, los títulos de la saga han cosechado un éxito de ventas enorme desde su primera entrega, aumentando aún más con el lanzamiento de World at War. A pesar de que la saga parecía anclada en un primer momento al ámbito de la Segunda Guerra Mundial, pronto se alejaría de esta ambientación para centrarse en guerras algo más modernas. Inspirada por la Guerra del Golfo, la saga no temería en abordar conflictos recientes e, incluso, posibles conflictos futuros. El tema de la guerra moderna no era uno especialmente común en la industria del videojuego, y Call of Duty lo puso de moda a través de la serie Modern Warfare. Desarrollada por Infinity Ward, esta no solo supondría un enorme avance a nivel temático, si no también a nivel jugable. Nos encontrábamos ante juegos muy completos con un enfoque competitivo absoluto. De hecho, se podría decir que junto a Counter Strike este fue el pistoletazo de salida de las primeras competiciones de eSports, y también dieron paso a los primeros grandes creadores de contenido de videojuegos en plataformas de la talla de YouTube. Quizá muchos no se acuerdan ya, pero grandes influencers de la talla de Willyrex o TheGrefg comenzaron sus andanzas realizando videos de Call of Duty. Más que un juego, tanto la franquicia como la serie Modern Warfare se habían convertido en todo un fenómeno de masas. Pero como todo lo que sube, al final la saga acabó decayendo.

No es ningún secreto que Call of Duty no tiene la popularidad que tenía hace unos cuantos años. La época de Black Ops II y Modern Warfare III ha pasado a mejor vida, y aunque seguimos recibiendo juegos de la serie, a nivel general la popularidad de la franquicia no parece igualar a la de otros juegos del calibre de Fortnite o de GTA. Esto se debe en parte a los bandazos que ha ido dando la serie; juegos como Infinite Warfare o el reciente Vanguard no demostraron estar a la altura de la serie, y el sistema de progresión vigente en algunas de estas entregas han manchado el nombre de la franquicia. Esta necesitaba una verdadera renovación, algo que se sintiera fiel a los grandes juegos de la serie al mismo tiempo que la hacía avanzar en la dirección adecuada. Y, ante la sorpresa de muchos, la franquicia recibió el juego que verdaderamente necesitaba: el reboot del clásico Modern Warfare. Lanzado en 2019, este consiguió devolver la esperanza a los jugadores, y aunque las dos siguientes entregas no estaban del todo a la altura, todos se preparaban para el regreso triunfal, una vez más, de Infinity Ward. Así, llega por fin la ansiada secuela del aclamado spin-off, que busca dar una nueva identidad a la franquicia al mismo tiempo que ofrece la experiencia Call of Duty definitiva. Por supuesto, las comparaciones son odiosas, pero… ¿Podrá Modern Warfare II estar a la altura del original? ¿Y se mantiene como una buena experiencia FPS? Veamos las respuestas a estas preguntas en el análisis completo, que podéis leer a continuación.

 

Regresando a la guerra moderna

Como ya viene siendo costumbre en la franquicia, Call of Duty: Modern Warfare II se divide en varias experiencias jugables. Así, encontramos un Modo Campaña, una gran variedad de modos Multijugador, y un curioso modo Operaciones Especiales disponible tanto en solitario como en cooperativo, además de la posibilidad de disfrutar de Warzone 2 que llegará algo más adelante. Pero comencemos por lo principal: su Modo Campaña. Tras los acontecimientos del primer Modern Warfare, volvemos a ponernos a los mandos de la Task Force 141 en una misión completamente nueva, pues ya se cerraron todos los cabos abiertos de la historia anterior. Esto permite que se presenten nuevos personajes, destacando así a Alejandro Vargas, coronel mexicano que se une a los emblemáticos Price, Ghost y Soap. Así, este legendario equipo tendrá que hacer frente a ciertas amenazas de talla mundial, como Al-Qatala o al cártel Las Almas, lo que les llevará a realizar misiones a lo largo y ancho del mapa. Lo cierto es que esto permite que nos encontremos misiones realmente variadas, y a diferencia de los juegos anteriores aquí sí que se da pie a la experimentación jugable, algo que se agradece mucho. Una cosa que me carcomía era que, en la mayoría de CoD, la campaña se sentía como algo secundario que solamente aprovechaba los elementos presentes en el modo multijugador.

Sin embargo, esto ha cambiado de forma radical. Nos encontramos una campaña muy madura e interesante, cargada de momentos distintivos que, aunque no alcanzan el nivel de impacto de algunas de las misiones del juego original (¿Recordáis “Nada de Ruso”?) sí que mantienen un nivel muy elevado. Es, posiblemente, una de las campañas más trabajadas y decentes que ha presentado la franquicia en los últimos 10 años, una que os atrapará a lo largo de sus 17 misiones. La posibilidad de poder realizar cualquier misión de nuevo me parece todo un acierto, pues más de uno querrá regresar a ciertas misiones gracias a su experimentación. Quizá la historia podría haberse trabajado algo más, pues no deja de ser una historia convencional de acción más centrada en la espectacularidad que en la reflexión, pero… ¿No es eso lo que busca la franquicia? A parte de esto, destacar que nos encontramos ante un juego traducido por completo al español y con un trabajo de localización muy bien realizado. No he notado problemas de traducción, y ninguna frase me ha llegado a chirriar.

 

Conflictos internacionales desde la comodidad de nuestro sofá

Siguiendo con el modo multijugador del título, nos encontramos ante una variedad más que decente de modos de juego. Entre estos encontramos a los clásicos Duelo por Equipo, Demolición, Baja Confirmada… Y algún que otro modo nuevo, como el modo Noqueo. Estos modos se dividen entre batallas a corta escala y batallas a gran escala, un tipo de partida añadido hace relativamente poco en la franquicia y que recuerda inevitablemente a la serie Battlefield. Eso sí, quitando las comparaciones lo cierto es que es un modo que funciona realmente bien, permitiéndonos disfrutar de verdaderas batallas campales en las que podremos hacer de todo: conducir vehículos, realizar asaltos junto a otros jugadores… La dificultad es elevada, pues habrá que estar atentos de muchas cosas, pero este es posiblemente el tipo de partida que más he disfrutado. Las partidas más convencionales, de equipos pequeños o de un número de jugadores mucho más limitados, siguen presentes y son tan divertidos como siempre. Los mapas incluidos en este juego no están nada mal, aunque sí que es cierto que algunos podrían estar algo mejor. No diría que son los mejores mapas multijugador de toda la serie, pero al menos se presentan como mapas divertidos que pueden dar mucho juego. Eso sí, seguimos teniendo el mismo problema de siempre: al tener mapas tan pequeños, las reapariciones se vuelven horrendas, y no serán pocas las veces que nos veremos acribillados nada más volver a la partida.

El funcionamiento del modo online es sublime, y hasta aquellos con una conexión floja podrán disfrutar en condiciones de toda la acción que presenta cada partida. Además, hay una variedad tan amplia de contenido que permite que cada jugador pueda disfrutar de los mapas y los modos que más le gusten: en la variedad está el éxito, y Modern Warfare II aprovecha esta idea de muy buena manera. Eso sí, hay dos cosas que no me han gustado nada. Por un lado está el modo en 3ª persona, que no solo no termina de funcionar bien si no que se desmarca mucho de lo que es Call of Duty. Su implementación es pobre, y peor aún es su justificación. El esfuerzo puesto en este modo de juego se podría haber puesto en, por ejemplo, mejorar su progresión. Y ahí entra mi segunda queja: el sistema de progreso no termina de encajarme, y tiene aspectos que no deberían aceptarse en un juego de precio completo. Al ver su tienda y sus cosméticos, siento que más que ver un juego disponible por más de 60 € estoy ante un free-to-play o ante un juego de móvil. Y sé que este es un problema que ya venía arrastrando la saga, lo que me hace preguntar… ¿Es que no se aprende? Al final, en lo jugable Modern Warfare II es un juego tremendamente continuista que, a pesar de todo, funciona como nunca. Es un juego que sabe ofrecer lo que piden los fans, pero sin arreglar los problema que empañan a la franquicia. En cierto sentido, se podría decir que estamos ante un ejemplo claro de fanservice, pero en una saga que necesitaba tan desesperadamente traer de vuelta a su público… ¿No es esto lo ideal?

 

Guerra hiperrealista

Pero sigamos hablando del juego, porque ahora viene lo realmente interesante: a nivel gráfico y técnico, Call of Duty: Modern Warfare II es un portento que se mantiene sólido en la mayor parte de sus modos de juego. Y quizá no alcanza la excelencia técnica precisamente porque no hay una consistencia gráfica clara, pues según el modo o incluso el mapa el juego se ve algo mejor o algo peor: las misiones del modo campaña se ven increíbles, mientras que algunos mapas multijugador no alcanzan ese nivel ni de lejos. Sea como sea, lo que en general nos encontramos es un título que destaca por presentar un apartado gráfico soberbio, que aprovecha bien las cualidades de la nueva generación al presentar un apartado de iluminación y color apabullantes. Hay misiones en la campaña que rozan el hiperrealismo, y si no me creéis, tan solo buscad imágenes sobre la recreación de Ámsterdam que realiza el juego. Sus modelos de personaje están realmente bien logrados, y se ha dado una mejora clara en las animaciones. Quizá a nivel de bugs el juego se podría haber depurado algo más, pues me he encontrado algún que otro error molesto mientras disfrutaba del título. Pero al césar lo que es del césar: a pesar de su carácter intergeneracional, este juego me ha demostrado que la nueva generación de consolas tiene un potencial enorme. Y no estamos preparados para lo que se nos viene encima.

Por último, a nivel sonoro encontramos otro trabajo impecable. La dirección de sonido nos permite disfrutar de unos efectos impecables, que simulan a la perfección el sonido de las armas, granadas y demás elementos presentes en el campo de batalla. La inmersión es clave, y consigue destacar gracias a su sonido. El doblaje también funciona realmente bien, presentando un trabajo sólido en el que ninguna actuación destaca para mal. 

 

Conclusión: Un título continuista pero sólido, que mira de tu a tu a la entrega original

Call of Duty: Modern Warfare II se alza como un genial título de acción tanto en su vertiente individual como en su modo multijugador. El juego es, en esencia, todo lo que la franquicia necesitaba: una vuelta a los “orígenes” que apuesta por una campaña intensa con tintes de película bélica a lo Bigelow y por una serie de modos multijugador sólidos que reúnen lo mejor no solo de CoD, si no de todos los juegos multijugador de la época dorada del género. Sin embargo, esto no hace que el juego esté exento de problemas, y la mayoría de estos vienen de las entregas anteriores, como su sistema de progresión. Su modo en 3ª persona decepciona, y se presenta como una inclusión completamente innecesaria. Sin embargo, el juego se acaba alzando como una propuesta más que recomendable, que tiene lo necesario para poder reanimar a la franquicia. Un título completo, divertido y sin mayores pretensiones que devolver a los fans lo que llevaban tanto tiempo pidiendo.

https://www.youtube.com/watch?v=VWqqQUhzSDg