Catán es, a día de hoy, uno de los juegos de mesa más clásicos y emblemáticos dentro de la industria, sirviendo además como el pilar sobre el que se han construido un sinfín de obras posteriores. No hay duda de que cualquier amante de los juegos de mesa conoce a la perfección sus mecánicas, pero… ¿Qué hay de aquellos que no disfrutan de este tipo de juegos? No cabe duda de que los juegos de mesa están, a nivel de ventas, por debajo de otros formatos de entretenimiento: siempre será más económico ir al cine, visitar un museo o disfrutar de un buen videojuego que comprar un solo juego de mesa, guste más o menos. Para que muchos jugadores no se pierdan la maravillosa experiencia que presentan ciertos juegos de mesa, diversos estudios han trabajado a lo largo de los últimos años en adaptaciones a videojuego de los títulos más populares, sirviendo como una alternativa sorprendentemente divertida y bastante económica a las propuestas originales. Hoy vengo a hablaros de una de estas adaptaciones, CATAN – Console Edition, que ya se encuentra disponible en consolas y PC. Además, es importante señalar que nuestros amigos de Meridiem Games han lanzado al mercado la “Super Deluxe Edition” que incluye el DLC Los ayudantes, mapas del Campeonato y carátulas de dados y marcos hexagonales. Nunca ha habido un mejor momento para disfrutar de Catán en consolas, pero… ¿Está esta versión a la altura del proyecto original? ¡Veámoslo!
La aventura está a una casilla de distancia
Ya os lo comentaba en la introducción, pero nunca viene mal recordarlo: Catán gira en torno a la lucha entre diversas potencias en desarrollo por hacerse con el control del territorio a través de la obtención de recursos naturales. A diferencia de la vida real, los clanes no compiten mediante la batalla, si no que el conflicto armado queda reducido a la rapidez y la estrategia con la que se consiguen los determinados territorios. Dada su naturaleza de juego de mesa el título opta por no presentar una historia al uso, siendo parte de la experiencia de los jugadores el construir una narrativa en base a sus jugadas y sus interacciones. ¿Cómo se adapta esto al videojuego? Bueno, pues hay que decir que en el caso del multijugador funciona bastante bien; el cambiar el tablero a la consola no supone un salto excesivamente brusco, y aunque pueda resultar un tanto menos inmersivo, no falta nada de la versión original. Donde sí que se nota que el juego flojea levemente es en sus partidas individuales. Mientras que en el original siempre hemos necesitado la presencia de varios jugadores para poder realizar una partida por motivos obvios, aquí podemos tirar de la IA para enfrentarnos a varios rivales y mejorar nuestras estrategias.
Aunque la base jugable es la misma en este modo, se echa mucho en falta. Gran parte de la gracia de Catán, al igual que de cualquier juego de mesa, consiste en la interacción con otros jugadores y en las pequeñas historias que se van forjando, así como en las estrategias que nacen única y exclusivamente de la picaresca y de observar a los rivales. Con la IA no se da esto, si no que se experimentan partidas mucho más frías en las que… Bueno, la gracia solo reside en conseguir la victoria y punto. Creo que los juegos de mesa enganchan porque en estos se siente mejor que en cualquier otro medio la cercanía con el resto de jugadores, y al aplicar un modo contra la IA lo único que se consigue es demostrar, en cierto modo, la frialdad de estos jugadores artificiales en comparación con los jugadores humanos. Vaya, que se agradece la inclusión de partidas individuales a pesar de que estas son las menos interesantes y pintorescas.
Ni un territorio sin conquistar
El problema de la IA no solo reside en su falta de carácter humano, si no también en que su nivel de dificultad está muy mal configurado. Así, no solo encontraremos un conjunto de rivales irregulares que actúan sin ningún tipo de estrategia real, si no que pueden pasar de parecer principiantes a realizar jugadas digna de los más experimentados, todo ello en una misma partida. Más allá de la IA, el resto de aspectos que el título presenta como únicos de la versión de consolas sí que resultan mucho más interesantes y memorables. Por ejemplo, hay un enorme componente de personalización que nos ofrece alterar el aspecto de nuestro perfil o el escenario, todo ello sin perder el reconocible estilo artístico del clásico juego. La personalización no solo afecta a nivel visual, si no también a nivel mecánico, pudiendo configurar antes de cada partida las condiciones de victoria y otras tantas reglas vinculadas al funcionamiento del juego. También se incorpora un detallado tutorial que cumple con su función a las mil maravillas, ofreciendo a los nuevos jugadores todo lo necesario para volverse unos expertos en la materia. En este sentido, parece claro que Catan: Console Edition resulta una experiencia digna al clásico de tablero que no elimina ninguna mecánica clave y que intenta hacer uso de las ventajas que ofrecen las videoconsolas. Sin embargo… ¿Qué hay del apartado sonoro?
Bueno, aquí sí que tengo que decir que he quedado muy, muy frío. La variedad de temas que se presentan en el juego es increíblemente limitada, contando con un puñado de melodías que se repiten hasta la saciedad y que no están nada bien compuestas. Vaya, que al poco de comenzar a jugar tendréis que quitar el sonido al juego únicamente por lo tediosa que acaba haciéndose su banda sonora. Tampoco ayuda el hecho de que sus efectos de sonido sean tan repetitivos, haciendo que el tratamiento sonoro del título sea muy mejorable. Para terminar el análisis en una nota algo más positiva, cabe destacar que el rendimiento del juego resulta sorprendentemente satisfactorio, presentando en Switch una muy notable estabilidad tanto en el modo sobremesa como en el modo portátil.
Conclusión: Una adaptación que funciona bien como alternativa económica
Catan: Console Edition no llega al mercado con el objetivo de sustituir al icónico juego de mesa, si no que se presenta en sociedad como una muy buena y económica alternativa que ofrece modos de juego tanto en solitario como multijugador. Eso sí, no se trata de la adaptación perfecta y resulta evidente que hay un enorme margen de mejora, lo que se puede observar en su banda sonora o en su IA.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.