[Análisis] Catherine: Full Body

[Análisis] Catherine: Full Body

La mayoría de las personas que leáis esto lo negaréis, sobretodo si lo leéis junto a vuestra pareja, pero ¿quién no ha tenido dudas acerca de su relación alguna vez? ¿quién, al atravesar una mala racha con su pareja, no ha sentido alguna vez una ligera tentación (a la que os habréis, o no, resistido)? El jugar a dos bandas es terriblemente complicado, si ya le cuesta al Barça o al Atlético de Madrid, que son profesionales del fútbol, ¿cómo nos iba a resultar fácil a nosotros, amateurs del amor?

Pues en un dilema semejante se encuentra el protagonista del juego a analizar hoy, Vincent Brooks, quien vuelve a presentarse ante nosotros siete años después, tras el estreno inicial de Catherine en Europa el 10 de febrero de 2012, llega Catherine: Full Body, la nueva y mejorada versión del juego original que no solo nos traerá una mejora en los apartados técnicos, sino que además añadirá un nuevo componente al cacao mental de Vincent: Rin.

 

Catherine: Full Body ha llegado a PlayStation 4 este 3 de septiembre y ha sido desarrollado de nuevo por Atlus, estudio más que conocido al ser el encargado de sagas tan importantes y reconocidas como la saga Persona Megami Tensei.

El amor nunca había sido tan complicado para él; tras llevar cinco años con su pareja, Katherine, esta le comenta a Vincent la idea del matrimonio, y a pesar de que cualquiera ni se lo pensaría dos veces, nos topamos con un personaje con una enorme cantidad de inseguridades y con poca madurez que le termina creando dudas acerca de todo lo relacionado con Katherine, y es esto lo que da inicio a la trama.

Volviendo a casa preocupado por el tema después de estar en el Stray Sheep (bar que frecuenta Vincent) comentándoselo a sus amigos de confianza, de repente una figura se topa en su camino y chocan, acabando con la cabeza de Vincent bajo esta. Al parecer, esta persona estaba siendo perseguida, pero no recuerda nada ya que tiene amnesia, por lo que la única información real que tenemos acerca de ella es su nombre: Rin. Nuestro protagonista se ofrece a ayudarla y acaba facilitándole un domicilio al lado del suyo y con la ayuda de Erica (camarera del Stray Sheep) logran que empiece a trabajar ahí.

Y es ahí también donde, un día en el que Vincent no está con sus amigos, una mujer llamada Catherine aparece de repente y se sienta con él, dándole una larga y tendida conversación que, tras tragos y tragos… termina con Vincent despertando al día siguiente desnudo, en su cama, con ella, y no creo que fuera porque tenían calor. Él no recuerda nada de lo sucedido anoche dado su nivel de embriaguez, pero ella se encargará de recordárselo, logrando así que Vincent se sienta culpable, aunque… tampoco es capaz de decirle a Catherine que él ya tiene pareja.

 

Con esto da inicio un juego a tres bandas por parte de Vincent: con su pareja inicial, Katherine; con la chica que se ha acostado, Catherine; y con quien se topó en un callejón, Rin. Siendo honestos, pese a que creo que la manera de decidir la ruta por la que ir está bien llevada y difiere de buena manera del formato típico de «dating simulator» (sé que no es esto realmente, pero me vengo a referir al hecho de tener que decantarse por una chica u otra), he echado en falta que en alguna ocasión se nos permitan tomar decisiones que afecten directamente a la historia, más que nada porque, al menos a mí, me gusta tener que comerme la cabeza en momentos cruciales en los que una decisión puede arreglarlo todo o terminar de destrozarlo, y creedme que en Catherine: Full Body tendremos más de una situación idónea para el caso.

Pero, ¿es el lío amoroso de Vincent el principal atractivo del juego?

Bueno, ni sí ni no. Podría decir que es lo que más me ha gustado de este sin duda, pero su jugabilidad es tremendamente entretenida también. Contamos con el juego diurno y nocturno, donde durante el día (más bien, cuando está despierto) estaremos en el Stray Sheep con nuestros amigos y ahí podremos hacer gran cantidad de acciones: conversar con ellos, mirar el móvil con los distintos mensajes que tengamos, beber sin parar aumentando nuestro nivel de cogorza (que afectará al juego después), cambiar la música del bar en la gramola, hablar con el resto de personas que hay en el bar, ir al baño e incluso tendremos una máquina recreativa a la que podremos jugar.

Ah, antes de que se me olvide, gracias a Catherine: Full Body podréis informaros bastante acerca del mundo del alcohol, ya que nos darán bastantes datos curiosos e información acerca de esto cuando estemos bebiendo en el bar.

 

Aunque lo he pasado así muy por encima, todo esto tiene mayor importancia de lo que parece. Por ejemplo, el hecho de poder usar el móvil hará que tengamos que decidir entre responder o no según qué llamadas o incluso responder a los mensajes que nos envíen, y para esto se nos irán sugiriendo frases para decidir entre ellas y conformar nuestro mensaje de respuesta, que también afectará a la ruta por la que nos decantaremos. Ah, y no solo recibiremos mensajes normales, también recibiremos fotos que… deberemos ir al baño para verlas. Hablo en serio, debéis ir al baño para verlas.

 

Además de ver varias secuencias, no podremos hacer nada más durante el periodo diurno, por lo que pasemos al verdadero apartado jugable principal de Catherine: Full Body, que es cuando dormimos, porque llegan las pesadillas. En estas, Vincent se topará con enormes muros a escalar, pero estos deberán escalarse rompiéndonos la cabeza, pues los puzzles planteados son complicados a más no poder, sobretodo si en vez del modo clásico elegís el modo remezcla (yo personalmente lo recomiendo si queréis una mayor dificultad), dado que no todos los bloques serán iguales sino que nos toparemos con grupos de bloques que tienen que ir necesariamente en pack, lo que puede convertir una escalera normal en una pérdida de tiempo que nos haga volver atrás y replantearnos la manera en la que vamos a escalar antes de que se caigan todos los bloques que tenemos debajo.

 

A decir verdad, tras completar el primer puzzle pensé: «me esperaba mucho más, menuda decepción», pero una vez logré salir vivo de la segunda noche, me volví adicto a escalar muros y me pasé los niveles de las dos primeras noches en varias dificultades y en ambos modos, normal y remezcla (esto está disponible a través del móvil una vez se completa la noche). No os voy a engañar, una vez te lo pasas una vez, el resto no son demasiado complicadas y menos haciéndolos justo después, pero termina siendo mucho más entretenido de lo que parece gracias al simple hecho de que tú mismo te prohíbes hacer X movimientos para no repetir, o te añades tus propias restricciones como si de un Nuzlocke de Folagor se tratase.

Y bueno, al final de cada fase nocturna tendremos un stage final en el que «pelearemos» con un jefe. El jefe será uno de los miedos de Vincent en ese mismo momento, ya sea su novia al poder enterarse de la infidelidad, o… bueno, descubridlos vosotros mismos. La gracia de las fases finales es que los jefes tendrán distintas habilidades que nos complicarán la subida, por ejemplo pueden lanzar balas, convertir un grupo de bloques en bloques inmóviles… y varias otras cosas, que sumadas a las ya dificultades propias como los bloques de hielo, con púas o agujeros negros, harán de nuestra subida una aventura desafiante.

 

Eso sí, tendremos la ayuda de diversos objetos que nos permitirán, por ejemplo, subir dos bloques de golpe, y también de la opción «deshacer», que será nuestra mayor aliada, no solo mientras estemos jugando en el momento y queramos echar atrás un bloque que no podamos físicamente, sino que cuando muramos deberemos tener un deshacer en la recámara como mínimo para volver desde ese último punto, si estamos a cero… a volver desde el principio, o al menos desde el último punto de control. Por suerte, aunque empezaremos con únicamente tres «deshacer», podremos aumentar la cantidad almacenable por nivel consiguiendo almohadas.

Al superar cada fase, excepto la final, entraremos en una especie de lobby donde nos encontraremos a otras personas que están sufriendo lo mismo que nosotros, aunque las veremos en forma de carnero, y en frente una especie de confesionario en el que deberemos entrar y responder una pregunta con dos respuestas posibles, la decisión que tomemos hará que tiremos hacia una ruta o hacia otra, aunque no diré porqué concretamente ya que es algo que a mí me gustó descubrir al final del juego y entender por qué no funcionaba como yo pensaba, y espero que os pase lo mismo.

 

Como podéis deducir, esta es una aventura de introspección, de cómo afectan los miedos, las inseguridades y el guardar secretos que pueden cambiarlo todo, hasta el hecho de escalar muros no es más que una simbolización del superar las dificultades y dejar atrás todo aquello que te preocupa para ser más decidido y feliz. La trama de Catherine: Full Body trata el tema amoroso más allá de lo que se muestra en el juego, puesto que si sabemos leer entre líneas podremos entender que es también una historia contada a todos, sobre cómo funciona el amor y qué es lo importante en este. Obviamente siempre bajo el punto de vista del creador, claro, pero me parece algo muy acertado y, como mínimo, que merece la pena prestarle atención.

Y bueno, una vez comentado ya todo lo referente al juego como tal, pasemos a su apartado técnico, que no es menos importante.

En cuanto a lo gráfico, basándome únicamente en imágenes vistas de la versión original ya que no la jugué, la remasterización es escasa pero se nota ya que han desaparecido por completo los dientes de sierra. Poco más puede destacarse, la alta definición se ve lastrada mínimamente por el hecho de que el juego corra a 30 fps, restándole fluidez y desaprovechando los recursos que se tienen. Quitando eso, y hablando del diseño tanto de personajes como de niveles, debo decir que hay una calidad bastante alta y se nota el esfuerzo empleado haciendo que todo tenga su propia carisma y no nos quedé en ningún momento la sensación de «bueno, esto no está mal». ¡Ah! Y las escenas animadas, una genialidad, sobretodo en lo que son las expresiones faciales, que a pesar de no estar mal hechas en las imágenes de juego, las escenas animadas las llevan a otro nivel.

 

Por parte del apartado sonoro, cabe destacar que todo el juego está doblado al inglés (y el texto traducido a un perfecto castellano), con actuaciones de voz bastante buenas que nos ayudarán a sentir más la expresividad de los personajes. Además, la banda sonora cuenta tanto con piezas originales como con algunas traídas o mejoradas desde la versión original del juego, y en la gramola podremos disfrutar de piezas de otras franquicias de Atlus, como los Persona Dancing Megami Tensei.

Conclusión

Catherine: Full Body es un juego que todo el mundo debería jugar. Nos ofrece una experiencia de entre 10 y 16 horas según lo rápidos que seáis y lo que os entretengáis entre unas cosas y otras, pero que en todo momento será más que disfrutable. Además, una vez terminemos el juego (están disponibles desde el principio, pero jugad primero la historia) podremos disfrutar de distintos desafíos con Babel, Colosseum o Arena Online, que nos permitirán enfrentarnos a otros jugadores online, o incluso en modo cooperativo con amigos. La experiencia jugable es un gozo, por lo que, si te interesa hacerte con un juego que te vaya a presentar puzzles desafiantes y te vaya a mantener enganchado a su trama, esta es, sin duda, una maravillosa opción. No pierdas la oportunidad de hacerte con uno de los mejores juegos de rompecabezas de la década.