![[Análisis] Chained Echoes [Análisis] Chained Echoes](https://gaminguardian.com/wp-content/uploads/2022/12/chained-echoes.png)

A los hechos me remito: ¿Quién no ha jugado y flipado con títulos de la talla de Chrono Trigger o Final Fantasy VI? ¿Y quién no ha oído hablar de Dragon Quest V o Suikoden? A pesar de contar con elementos en común, cada uno de estos títulos innovaba a su manera: historias cada vez más épicas y sorprendentes, personajes más profundos y tridimensionales, mecánicas más originales y con un mayor potencial, un plantel de personajes mucho más amplio… La enorme cantidad de títulos presentes en el mercado suscitó la aparición de una fiera competencia, y esto hizo que se apostara por innovar más y más. Con el paso del tiempo este afán por superar los límites se fue perdiendo, y el RPG dejó de tener el foco principal en la industria… Aunque, por suerte, parece que este género está volviendo a posicionarse como uno de los pilares de la industria gracias al lanzamiento de nuevas obras maestras que no ocultan su interés por recuperar ideas y mecánicas clásicas. Sin embargo, ninguno ha conseguido trasladar de forma perfecta la esencia de las grandes obras de la época antes citada, y este parece ser el objetivo del juego del que hoy os vengo a hablar: Chained Echoes. Desarrollado durante siete años por una sola persona, el carismático Matthias Linda, este nuevo título de rol por turnos en 2D promete traer de regreso todo lo que hizo grandes a franquicias de la talla de Final Fantasy, y a juegos del calibre de Xenogears. ¿Lo conseguirá? Veamos qué tal en el análisis completo, que podéis leer a continuación.
Una reunión algo inusual
La historia de Chained Echoes nos traslada al continente de Valandis, una guerra que, a pesar de su aparente paz, se encuentra inevitablemente al borde de un terrible conflicto. Dividida en tres grandes reinos, la aparición de un supuesto atentado genera el caos y la incertidumbre. Por obra del destino, varias personas de interés originarias de distintos puntos del continente deberán unir fuerzas con el fin de evitar… Ciertas cosas que, para evitaros posibles spoilers, no os contaremos. Nos encontramos ante un plantel de personajes extenso, que consta de más de 10 personajes jugables entre los que destacan Ser Victor (el escritor más aclamado de todo el continente), Sienna (la Súcubo Roja, conocida por su maestría en el arte del robo y el engaño), Kylian (un mercenario veterano) y Glenn (un joven guerrero experto en el manejo de los mechas). Y sí, habéis leído bien: mechas. A pesar de su aparente ambientación medieval, Chained Echoes rompe el molde al presentar un mundo de fantasía con tintes de revolución industrial donde las espadas y las máquinas de vapor conviven en armonía. La idea es realmente buena, y se plasma en un mundo absolutamente vivo y creativo donde cada ciudad y objeto brillan con luz propia. Valandis consigue destacar al mantener la esencia de los mundos de los RPGs clásicos, pero sin sentirse como una copia de algunos de estos. De hecho, aunque en ciertos aspectos pueda asemejarse al mundo de Final Fantasy VI o de Xenogears, lo cierto es que estas similitudes son tan numerosas como sus diferencias.
Los personajes cuentan con un desarrollo más que sorprendente, alejándose en muchos sentidos del molde para presentar tramas algo más profundas e interesantes de lo que cabría esperar en un juego de esta índole. Además, resulta interesante la forma en la que el título consigue presentarnos a cada uno de estos: como si se tratara de cintas como Magnolia o Pulp Fiction, vamos jugando con diversos personajes, cada uno de estos involucrados en sus propias tramas hasta que estos se unen. Los saltos nos permiten dibujar una cronología que, aunque se plantea como algo compleja en un principio, acaba conformándose de forma clara tras unas cuantas horas de juego. La historia cuentan con un ritmo más que decente, y mantiene el interés de forma satisfactoria a lo largo de sus poco más de 20 horas de juego. Eso sí, hay que tener en cuenta algo importante: el título no nos ha llegado traducido al español. Y esto, tristemente, puede suponer un problema serio para más de un jugador, ya que nos encontramos ante un título muy centrado en sus diálogos. Si no estáis acostumbrados a leer en inglés, quizá tengáis problemas para seguir la trama del juego.
¡Luchad con todas vuestras fuerzas!
A nivel jugable nos encontramos ante un RPG de corte clásico, con un desarrollo lineal y con un combate por turnos en el que tendremos que elegir, uno a uno, las acciones de cada personaje. Lo que más sorprende de este sistema de combate es que, si bien no inventa la rueda, consigue triunfar gracias a su rápido ritmo. Los combates se resuelven en cuestión de segundos, lo que agiliza mucho el tener que subir de nivel y permite que uno se enganche rápidamente al título. La progresión es realmente intuitiva, y aunque no consigue innovar en ningún aspecto, tampoco es que fracase en nada. Es un sistema de combate bien planteado y estable, que entretiene mucho y en el que brillan especialmente conceptos interesantes como el poder cambiar entre un personaje principal y secundario o el poder utilizar habilidades únicas que se recargan con el paso de los turnos, además del sistema Overdrive, que condicionará en ciertos puntos nuestras acciones a costa de obtener una mejora en nuestras estadísticas. El juego no es especialmente difícil, pero tampoco se establece como un paseo por el campo: habrá que conocer a fondo las mecánicas de combate y progresión para poder triunfar, pero el título es tan accesible y divertido que esto no se hace nada problemático. Sorprende mucho que un RPG tan anclado en los grandes éxitos del pasado consiga ofrecer un sistema de combate que se siente, al mismo tiempo, ágil y clásico.
Lo que quizá no me ha convencido tanto es el diseño de niveles. No es que esté mal planteado, pues ciertas zonas me han dejado con un buen sabor de boca, pero sí que es cierto que a veces puede resultar poco intuitivo el camino a seguir. Tampoco ayuda que, durante la mayor parte del juego, este es excesivamente lineal, y no podremos hacer mucho más allá de leer diálogos y avanzar por donde el juego nos señala. Por suerte todo resulta extremadamente ágil, lo que incide en que no se resienta el ritmo. Más allá de esto, destaca la enorme cantidad de personajes que encontramos. Cada uno de estos busca representar un arquetipo clásico (o no tan clásico) del género, aunque a la hora de luchar estos no cuentan con tantas diferencias como deberían. En definitiva, nos encontramos ante un juego ágil y frenético que goza de un gran sistema de combate pero que peca de tener un diseño de niveles poco intuitivo y con una linealidad algo mal llevada.
Regreso a Valandis
A nivel gráfico nos encontramos con un título marcado por su estilo pixel-art, que más que recrear el de los grandes clásicos del pasado busca homenajearlos. A fin de cuentas, el apartado gráfico de este juego cuenta con un nivel de detalle superior al de muchos juegos de los 90s. Si bien este nos permite contemplar paisajes muy detallados y vistosos, lo cierto es que a la hora de presentar a los personajes este me echa un poco para atrás. Quizá es porque están excesivamente alargados, pero quizá mejoraría ese aspecto. Más allá de esto, considero que a nivel gráfico el juego consigue funcionar realmente bien, especialmente en el tratamiento del color y en el uso de ciertos efectos. Los diseños de los personajes son realmente buenos, y a nivel artístico el juego rezuma una enorme calidad.
Por otro lado, a nivel técnico el juego funciona a las mil maravillas, evitando cualquier clase de error o bug que pudiera empañar la experiencia de juego. Eso sí, quizá en la versión de Switch los tiempos de carga son excesivamente largos, por lo que no estaría mal haber arreglado eso. Más allá de esto, destacar que la banda sonora musical es realmente buena, estando a la altura de otros grandes juegos del género.
Conclusión: Un gran juego que va más allá del simple homenaje
Chained Echoes es una grata sorpresa, consiguiendo dar lo mejor de todo un género sin tener que estar atado por completo a una franquicia de renombre. El título presenta una historia interesante, plagada de personajes complejos y de tramas sorprendentes, con un sistema de combate redondo y un apartado artístico absorbente que se ve perfeccionado por su banda sonora. Por supuesto, el juego no puede evitar presentar errores, pero estos no empañan lo que, a todas luces, es un gran juego. Ningún fan del género RPG debería perdérselo.

Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.