[Análisis] Cuphead: The Delicious Last Course

En más de un análisis os he hablado de la escena indie, y de como algunos de estos títulos, desarrollados por estudios pequeños y con una financiación mucho más limitada que la de los grandes estudios internacionales, han conseguido moldear el devenir de toda la industria. Ha habido títulos con un impacto enorme a nivel general, pero solo unos pocos han conseguido impactarme a nivel personal. Si os soy completamente sincero, solo ha habido tres títulos independientes que, a mi parecer, hayan conseguido ascender al podio como clásicos modernos: Minecraft, que es posiblemente el único que ha conseguido ascender de título indie a superproducción gracias a su simple pero eficaz premisa; Shovel Knight, la perfección del carácter retro adaptado a los tiempos modernos; Y Cuphead, un maravilloso cuento para todos los públicos que bajo su fachada de oda a la animación clásica se alza como un título de acción único y espectacular. Vale, sé que hay un par de títulos que me dejo en el tintero y que también deberían considerarse clásicos modernos, como Undertale, The Binding of Isaac o Hollow Knight, pero si menciono los tres primeros títulos es porque estos calaron en mí como pocos lo hicieron. Y el caso de Cuphead fue muy, pero que muy especial. Como amante del cine y de todo lo que rodea a su historia, el poder observar un título con un nivel de cariño por la animación y por las grandes producciones de sus primeros años me pareció absorbente, y todo estaba realizado con un nivel de detalle que era imposible no quedarse embobado con el nivel de detalle de sus fondos o de sus animaciones. Encima, el diseño de niveles no dejaba de estar a la altura: cada nivel, ya fuera de desplazamiento o de batalla contra un jefe estaba perfectamente diseñado y equilibrado. A pesar de su aparente enorme dificultad, todo acababa desvelándose como un desafío justo. Bueno, todo todo no, pues es recordar el enfrentamiento contra el Rey Dados y se me ponen los pelos de punta…

Debido al enorme éxito del título, que permitió que los hermanos Moldenhauer no tuvieran que perder sus casas (pues es bien conocido que tuvieron grandes problemas de financiación), era cuestión de tiempo que se realizara una continuación, ya fuera en forma de secuela o de expansión. Sin embargo, el desarrollo de Cuphead había sido extenso y complejo, debido a que cada animación y cada fondo estaban hechos a mano. ¿Cómo iban a desarrollar esa ansiada continuación? Pues con mucha paciencia, por supuesta. Hace ya varios años anunciaron el desarrollo de The Delicious Last Course, una expansión del título que aportaba nuevos niveles y personajes, y no ha sido hasta este año que no hemos tenido nuevas noticias del mismo. Cinco años después del lanzamiento original nos encontramos, al fin, con el esperado DLC de Cuphead, pero… ¿Está a la altura del primer título? ¿O se siente un paso atrás con respecto a la fórmula original? Podéis comprobar esto en el análisis completo, que podéis leer a continuación.

 

¡Una nueva parada en una Isla Tintero inédita!

La historia de Cuphead: The Delicious Last Course continúa una de las tramas secundarias más misteriosas del título original. Y es que en este, Cuphead y Mugman ayudaban al espíritu de Miss Chalice en un mausoleo, ahuyentando a los fantasmas a base de parrys, y ahora la chica fantasma ha regresado para pedir ayuda al par de tazas humanoides favoritas de todo el mundo. ¿Y a qué se debe esto? Pues porque ha descubierto que las galletas del famoso Chef Saleroso son capaces de devolverle la forma física durante unos instantes, y con la ayuda de ambos hermanos podrá conseguir los ingredientes que el Chef busca para devolverle el cuerpo de forma permanente. Por supuesto, no todo es tan sencillo como parece, pues cada uno de estos ingredientes está en posesión de otros poderosos habitantes de la isla, por lo que el trío de tazas deberán derrotarlos para poder realizar la receta junto al Chef. Como podéis observar, nos encontramos con una historia original que enlaza de forma directa con el título original y que permite proponer una aventura muy similar a la vivida anteriormente. Su estructura es básica y no tiene una profundidad remarcable, pero si por algo destaca es por la maravillosa personalidad que emanan cada uno de sus personajes: desde los protagonistas hasta los antagonistas, pasando por los interesantes secundarios que vamos encontrando a lo largo y ancho de la isla, todos son muy divertidos de ver y tienen personalidades muy remarcadas. Personalidades, por supuesto, que responden a los tropos de la animación clásica, pero esto no quita que el trabajo realizado no sea excelente. Cada uno de estos personajes representan a ciertos cortometrajes clásicos, y las referencias son enormes: desde Walt Disney (gran homenaje a su Silly Simphony La polilla y la llama o a Camping Out) hasta Tom y Jerry, pasando incluso por Street Fighter o Darkstalkers.

Si tuviera que definir de alguna forma la trama de esta expansión, podría decir que nos encontramos ante un cortometraje jugable, contando así una historia sencillita pero muy divertida en la que destacan especialmente el carisma de sus personajes y la personalidad a nivel general del título. Eso sí, cabe destacar que para acceder al contenido que incluye esta expansión será necesario, al menos, haber llegado al mausoleo que se encuentra en la primera isla del título. Es decir, si no hemos derrotado a los primeros jefes del juego no podremos acceder a estos nuevos niveles, aunque a nivel personal recomendaría avanzar algo más en el título, para así tener mejores armas y unos mejores reflejos. ¿Por qué? Bueno, lo veremos en la siguiente sección, pero ya os adelanto que no nos encontramos precisamente ante un contenido sencillo de completar. Por último, antes de pasar a hablar de los aspectos jugables, cabe destacar que al igual que el título base, este DLC se encuentra traducido al español de una forma excelente. El trabajo es fenomenal, y ayuda a que cualquiera pueda entrar al título.

 

Cuphead, Mugman, os presento a Miss Chalice

Pasando, ya sí, a hablar del apartado jugable del título, lo primero que hay que destacar es que nos encontramos ante una nueva isla repleta de niveles y de secretos. Y si bien es cierto que la expansión peca de tener un contenido bastante reducido y limitado, lo cierto es que esto no afecta en que el nivel de calidad sea enorme. Tras hablar con el chef y completar un tutorial en el que conoceremos los nuevos movimientos de Chalice, podremos acceder a los primeros niveles en los que nos enfrentaremos a enemigos temibles, como un gigante que vive en lo alto de una montaña nevada junto a unos enanos o un grupo de insectos mafiosos que viven en un club nocturno. Cada uno de estos enfrentamientos es exigente y mantiene un nivel de dificultad que se podría asociar con el de los niveles de la tercera Isla Tintero, haciendo que tengamos que estar atentos a mil movimientos distintos mientras atacamos. Encontramos batallas tanto a pie como en nave, ofreciendo una variedad muy interesante. Pero lo que más influye en la variedad es, sin duda, los enfrentamientos contra las tropas en Enroque del Rey, una fortaleza aérea en la que podremos enfrentarnos, uno a uno, a las diversas fichas del ajedrez. Estos combates tienen un pero muy interesante, y es que no se nos permitirá atacar. Es decir, tendremos que derrotarlos realizando parrys, dándole una vuelta de tuerca genial a los combates del título. Si los derrotamos podremos conseguir monedas con las que podremos comprar las nuevas habilidades y ataques que trae consigo la expansión.

Aquí entra uno de los puntos más curiosos del juego: estos nuevos ataques y habilidades hacen que, en cierto sentido, el juego sea algo más sencillo. Por poner un ejemplo, uno de estos ataques nuevos permite que, disparemos donde disparemos, el ataque siempre vaya dirigido hacia el rival, lo que permite que nos centremos única y exclusivamente en esquivar ataques. La inclusión de Miss Chalice también facilita un poco las cosas, ya que con este personaje se puede realizar tanto un doble salto como una esquiva con parry, haciendo mucho más sencillo el poder esquivar proyectiles y reflejar ataques. ¿Y por qué me parece esto curioso? Porque siento que algunas de estas cosas se han incluido para hacer de Cuphead un título algo más accesible. Son muchos los jugadores que han tenido problemas con la dificultad tan elevada del título, y con estos añadidos pueden conseguir completar el juego. El único problema que veo con todo esto es la duración del contenido: en tan solo dos horas se puede llegar a completar, lo que podría decepcionar a más de uno. Sin embargo, es preferible la calidad a la cantidad, y más en un caso como este: cada nivel cuenta con un diseño muy bien pensado y adictivo, que no nos permitirá despegar las manos del mando ni por un instante. Es divertido como pocos juegos, su nivel de calidad es muy difícil de alcanzar.

 

Un viaje a través de la historia de la animación

Como ya nos tienen acostumbrados la buena gente de Studio MDHR, el nuevo DLC de Cuphead presenta uno de los estilos artísticos y gráficos más pulidos, preciosos y absorbentes de toda la industria del videojuego. Encontramos un nivel de detalle enfermizo en cada animación, escenario y ataque que demuestran el enorme trabajo que hay detrás del título. No solo mantiene el nivel del juego original, si no que lo eleva al presentar ciertos escenarios y ciertos conceptos experimentales que funcionan realmente bien. El diseño de cada uno de los villanos es enormemente creativo y detallado, digno de los mejores estudios de animación. A nivel de rendimiento también funciona de forma maravillosa, y no hay caídas de frames o bugs reseñables. Todo un prodigio, sin duda alguna.

Y si pensabais que lo mejor de la expansión era su apartado visual os equivocáis, ya que ese puesto se lo queda el apartado sonoro del título, un verdadero prodigio que, como ya ocurría en el título original, experimenta en cada nivel con ciertos estilos musicales para adecuarse a cada temática.

 

Conclusión: El DLC más delicioso del momento

The Delicious Last Course es como un buen plato de restaurante: está realizado con un cariño enorme y con una calidad exquisita, pero te deja con ganas de más. Se trata, a nivel personal, de lo mejor que he podido jugar este año, gracias a sus maravillosos y creativos niveles, su excelente nivel artístico y sonoro, y al carisma que desprende en sí todo. Sin embargo, es cierto que, después de 5 años de espera, uno se queda con ganas de jugar más. Sea como sea, la calidad siempre debe primar frente a la calidad, y aquí encontramos uno de los mejores DLCs que se han visto en mucho tiempo. Tanto si os gustó el original como si no, dadle una oportunidad.