[Análisis] Dark Souls: Remastered

[Análisis] Dark Souls: Remastered

Este es uno de esos análisis especiales, ya que la franquicia Dark Souls representa mucho para mi, y la versión original de este fue el título con el cual me inicie en ella. Soy una persona a la que si el dinero y el tiempo se lo permiten, le gusta ampliar su catálogo y probar nuevos juegos, ya que a excepción de un par de géneros que son incompatibles con mis gustos personales, soy bastante abierto a la hora de ahondar en estos; no obstante, reconozco que tengo mis géneros predilectos, que irían en el siguiente orden: RPG, aventura y acción… ¿y sabéis qué? Dark Souls me ofrece todo eso en un mismo producto.

Mi historia con la franquicia comienza un caluroso día de verano, en el cual aprovechando que tenía algunos ahorros decidí recabar información sobre diversos juegos que tenía por el radar, pero que por X o Y razón no había adquirido todavía. Dark Souls era uno de esos nombres que veía de pasada por algunas webs y foros, y aunque según podía ver en YouTube, el título parecía a priori frustante hasta el punto de ser hasta injusto, hubo algo que me llevó a decidirme por su compra. No sabría deciros que fue, había algo, un impulso, quizás fuese ese aura oscura y desafiante, que me resultaba seductora y a la par, llenaba mi mente de dudas. Por supuesto, en aquella época ya era prácticamente imposible encontrar una copia física del juego para PS3, por lo que tuve que recurrir a las típicas webs de compraventa de segunda mano, aunque recuerdo que el título estaba fantásticamente cuidado, algo que siempre es de agradecer al comprar un producto que sabes que ha pasado por otras manos.

Una vez que inserté el CD, la magia empezó. Me cree un personaje, uno de clase Caballero, ya que era mi primera toma de contacto con este mundo inmisericorde y un personaje con armadura y vitalidad altas, es bien sabido que viene genial para los principiantes de cualquier juego de rol. El juego apuntaba maneras desde los primeros cinco minutos, y es que cuando tras una breve historia y un tutorial vía mensajes, lo primero que lees al salir es “¡Escapa!” y te cae justo al lado un demonio gigante con una maza, sabes que este no es el típico juego Action-RPG. Aunque muchas veces terminaba mordiendo el polvo una y otra vez, había algo que siempre me hacía querer volver a intentarlo de nuevo, puede que fuese simple masoquismo o algo más, pero creedme, muchos juegos que establecen sus cimientos sobre una base similar (ya se habla en muchos sitios de “Souls” como un género) como excusa para acercar su juego a este tipo de experiencia, no han conseguido que mi experiencia sea tan disfrutable como con esta venerable franquicia. De todas formas, no quisiera seguir divagando durante mucho más tiempo, ¿os parece que comencemos a hablar de lo que interesa?

La historia del No Muerto elegido

En una cinemática inicial se desarrolla brevemente la historia mediante la voz de una narradora. Se nos habla de la Edad Antigua y se presentan dos planos diferentes, el primero, en la parte más terrenal, un lugar gris y frío dominado por dragones inmortales; por el otro lado, un lugar oscuro ubicado en el subsuelo en el que habitan otros seres. En un momento dado, aparece la Primera Llama en este segundo plano, iluminando ese tétrico lugar y despertando la curiosidad de cuatro de los moradores de ese lugar, que vieron en esta el poder de los dioses: Nito, la bruja de Izalith, Gwyn, y el Furtivo Pigmeo (sin duda alguna, el más enigmático de este cuarteto). Con este nuevo poder, Gwyn convenció a sus compañeros para subir a la superficie y hacer frente a los dragones, que fueron aniquilados en parte, gracias a la traición de Seath el Descamado.

Esto da inicio a la Edad del Fuego, en la cual Gwyn y sus compañeros se asientan en su nueva tierra. Pero pronto se nos cuenta que ya no hay sol, solamente oscuridad, las llamas van dejando paso a las cenizas. Nosotros, encarnamos a un No Muerto maldito, que posee la Marca Oscura y espera en una celda pacientemente su final. Óscar de Astora aparece en escena, lanzándonos un cadáver con la llave de la celda para que podamos escapar de la prisión. En ese momento, comienzan nuestras desventuras por el mundo de Dark Souls.

El juego no nos cuenta una historia de la forma tradicional, no vamos a escuchar a alguien narrando los acontecimientos, ni tampoco vamos a encontrarnos con cuadernos o notas diseminadas por las diferentes zonas que visitemos, que arrojen algo de luz. Esto, no quiere decir que el título no tenga un lore per se, por supuesto que lo tiene, pero únicamente podremos saber más sobre los diferentes sucesos acontecidos en el mundo de Lordran gracias a detalles. Es decir, leyendo descripciones de objetos, fijándonos en los diferentes lugares por los que pasemos, hablando puntualmente con algún NPC, etc. Esto es lo que, al menos desde mi perspectiva, mucho más atractivo el título, el hecho, de que el lore se insinúa, no se nos da una historia, tenemos que descubrirla por nosotros mismos, lo que ha servido para crear muchos debates en las redes donde muchos fans de Dark Souls, consiguen unir diversos puntos para ir dando forma a todo. De hecho, si queréis profundizar en su interesantísimo lore, seguramente echéis bastantes horas leyendo foros, artículos o viendo vídeos por YouTube.

La misma jugabilidad adictiva de siempre

Lo primero que debemos hacer es crear un personaje, eligiendo una de las diferentes clases que se nos ofrecen para ello. Esto va según los gustos de cada uno, ya que mientras unos son expertos en magia pero gozan de escasa resistencia, otros ganan en vitalidad y poder ofensivo cuerpo a cuerpo. Si es vuestra primera partida, no os recomendaría decantaros por un Mago o un Clérigo, ya que ofrece muchas más garantías de éxito un Guerrero o Caballero siendo novatos, aún así, reitero que esto es meramente una cuestión de cada uno y con que crea que se va a manejar con más comodidad. Además de esto, podemos hacer algunos cambios menores como el sexo, nombre o color y tipo de pelo. Finalmente, se nos cede un regalo a elegir de una lista, donde probablemente lo más aconsejable sea la Llave Maestra.

A la hora de combatir, disponemos de un ataque normal y otro fuerte, independientemente de que llevemos un bastón o un hacha. Igualmente, nuestras defensas pasan por parar golpes con escudos, hacer parry, rodar o correr (aunque eso último pocas veces garantiza nuestra supervivencia). Tened en cuenta que al personaje hay que asignarle unas armas y un equipamiento, que irán en consonancia con la clase que hayamos elegido y las estadísticas. Las opciones pasan desde equipar un hacha en una mano y un escudo en la otra, a ponernos un espadón de una mano, o un hacha y una mano de piromántico, entre otras tantas. Por supuesto, a la hora de vestir al No Muerto hay que ser consecuente, ya que no tiene sentido que equipemos a un mago (generalmente escasos de aguante) una armadura tremendamente pesada como la de Havel, que a cambio de otorgarle resistencia, le restringa el movimiento hasta límites irrisorios. Si queremos un personaje centrado en la magia, habrá que hacerse con ropas ligeras y que ayuden a mejorar el daño mágico y permitan esquivar con rapidez; por otro lado, si queremos un monstruo con la fuerza y el aguante al máximo, nos compensará buscar una armadura pesada y un arma que haga un daño bestial a costa de tener un peso importante.

Las estadísticas las subimos nosotros al subir de nivel, algo que únicamente se puede hacer si tenemos almas suficientes para ello. Las almas son la moneda básica de Lordran, y sirven para comprar, subir de nivel, expiar pecados… básicamente para todo. Las cosecharemos de forma normal derrotando enemigos por el camino, y como muchos supondréis, los jefes son la mayor fuente de almas. Otra forma de aumentar nuestras provisiones, es obtenerlas mediante objetos que suelen tener el nombre de “alma de…”. A esto, hay que sumarle que varios boss además de dar almas por matarlos, nos ceden un ítem con su alma, que al utilizarla sumará una importante cantidad a nuestro contador, no obstante, no es recomendable hacer esto, ya que las almas de estos poderosos seres, pueden servir para obtener almas gracias a la inestimable colaboración de nuestro herrero de confianza, Andre de Astora.

Si tenéis en vuestro poder una buena cantidad de almas y no queréis perderlas, os aconsejaría buscar una hoguera lo antes posible. Las hogueras, además de hacer de punto de guardado, recuperan nuestra salud y maná, aunque no todo iba a ser bueno, ya que descansar en ellas hace que los enemigos vuelvan a aparecer. En ellas se puede subir de nivel, subiendo un stat por nivel (fuerza, aguante, vitalidad, etc.). Asimismo, se puede anular nuestro estado de hueco en caso de serlo (pasamos a ser un hueco en el momento en que morimos) a cambio de una humanidad, pasando a ganar en muchos sentidos, como por ejemplo; más resistencia a maldición o incremento en la probabilidad de drops de enemigos. Igualmente, la humanidad es necesaria para explotar el modo online, tanto si deseamos invocar a jugadores que nos ayuden, como si deseamos ser invadidos (esto en la práctica no tiene que ser bueno ni deseable para muchos, pero es lo que hay). Si queremos ayudar nosotros a otros jugadores, podemos hacerlo aún estando en estado de hueco. Por último, podemos “Avivar” la hoguera, consiguiendo así que al descansar en esto nos llevemos con nosotros 10 Frascos de Estus en lugar de 5. A partir de cierto momento del juego, las hogueras sirven como zonas de teletransporte para viajar entre unas y otras.

Los Frascos de Estus y las humanidades son nuestros principales recursos para recuperar salud en caso de no disponer de una hoguera. Los Frascos de Estus pueden proporcionar más vida si los mejoramos con las Alma Guardiana De Fuego que hay por diferentes lugares del juego. Hay una gran variedad de objetos, desde los ofensivos, como bombas o resinas; a otros como las titanitas que sirven para mejorar nuestro equipo, o los que tienen que ver con la jugabilidad en línea. En cuanto a la magia, hay tres categorías: Hechizos, Piromancias y Milagros. Se pueden aprender desde una hoguera, pero para ello debemos hacernos con ellas antes y una buena parte de las tres, las debemos comprar a NPCs que ayudaremos durante nuestro periplo.

Enlazando con el párrafo anterior, debéis ser cautelosos a la hora de enfrentar a determinados enemigos y jefes, ya que además del posible daño físico o mágico que os puedan infligir, hay unos “estados alterados” que pueden ponernos en una situación tremendamente comprometida. El veneno (omnipresente en la Ciudad Infestada) es uno de los más comunes, aunque el sangrado también es bastante molesto, pero sin duda alguna, la palma se la lleva la maldición, que compromete gravemente nuestra barra de salud, impidiendo que vuelva a sus niveles normales aún después de muertos, a menos que hagamos uso de una Piedra purgadora.

Por cierto, aprovecho la mención a las magias para hablar de los Pactos. Los Pactos, son unas facciones a las que podemos unirnos haciendo un juramente con determinados NPCs. Cada pacto ofrece diferentes ventajas y recompensas, y a la hora de jugar en línea según el Pacto al que estemos afiliados, las interacciones entre nosotros y otros jugadores serán de una forma u otra. Muchos de estos Pactos están enfocados al PvP en línea y son sumamente interesantes. El tirar por uno o por otro, dependerá de nuestros intereses. Os ejemplifico de la siguiente forma: imaginad que nuestro personaje es Clérigo, por lo que nos interesa adquirir y aprender todos los milagros posibles. El Pacto de Guerrero de la Luz Solar de Solaire de Astora, nos ofrece algunos milagros ofensivos bastante necesarios como Lanza Relampago o Gran Lanza Relampago.

Aunque cada combate es un mundo, las que tienen lugar contra grandes jefes son siempre las más desafiantes y divertidas de todas. Generalmente, hay que estudiar bien sus movimientos, ya que si nos tiramos contra ellos a lo loco, probablemente nos hagan un precioso destrozo en la barra de salud y terminemos viendo en pantalla la mítica frase “Has muerto”, y no es plato de buen gusto perder las almas y volver a la última hoguera de turno. Si nos atascamos con algunos jefes en concreto, podemos contar con la inestimable ayuda de algún NPC que nos eche una mano mediante invocación (normalmente nuestro heroico Solaire de Astora, aunque solamente en algunos casos).

¿Aliado o enemigo? El juego en línea

¿Alguna vez habéis estado tranquilamente jugando y os habéis acojonado al ver lo que parecía una silueta de otro jugador? Tranquilos, esto es parte de la experiencia en línea, y lo que nos indica es que hay otro jugador por esa misma zona. Igualmente, os encontraréis con charcos de sangre, que si pulsamos sobre ellas, nos permiten ver los últimos momentos de vida del jugador que lo dejó al caer (os recomiendo encarecidamente desconfiar si veis una concentración importante de ellos en una misma zona). ¿Habéis visto mensajes por el suelo con avisos y votaciones? Estos los ponen los propios jugadores, con afán de ayudar (o trollear).

En cuanto a la interacción directa entre jugadores, hay dos tipos formas diferentes: cooperativo y jugador contra jugador. En el primer caso, siempre que no seamos huecos, podemos invocar mediante mensajes blancos en el suelo a otros jugadores, para que nos ayuden a avanzar o afrontar peleas contra enemigos que se nos atraviesan, algo que siempre es tremendamente útil. Por supuesto, nosotros podemos ofrecer nuestra ayuda dejando una marca mediante la Saponita blanca en el suelo, para que otro jugador nos invoque en su mundo y poder así ayudarle (esto se puede hacer aún siendo hueco).

En la vertiente JcJ/PvP, podemos invadir o ser invadidos. Si nos invaden nos llegará un mensaje y probablemente, más tarde que pronto nos topemos con un fantasma de color rojo, que representa al otro jugador. No hace falta que os diga que viniendo a invadir nuestro mundo, sus intenciones probablemente no sean meramente amistosas. Hay gente que te saluda y busca una lucha honorable, mientras que otros son capaces de correr y evitar de la forma más rastrera posible que acabes con ellos, por ejemplo, huyendo y escudándose detrás de enemigos que te atacarán al acercarte (los enemigos de tu mundo, no atacan al invasor, únicamente a ti). Si derrotáis al invasor, volverá a su mundo y ganaréis algunas almas. Si perdéis, volveréis a la última hoguera que pisasteis (lo cual puede ser más o menos jodido, dependiendo de si habéis avanzado más o menos)

Un par de pinceladas a la obra original

En cuanto al apartado gráfico, no hay gran cosa que comentar. El juego es el mismo en cuanto a mantener su identidad artísticas se refiere, pero con alguna mejora en los efectos de iluminación, texturas y algunos efectos, ofreciendo una renovación en este sentido. Aún así, el verdadero cambio viene en la resolución (1080p de los 720p originales) y sobre todo, en la fluidez que otorgan esos 60fps, que hacen que comparativamente con el original, se note esa mayor facilidad de movimiento desde el minuto 1. Los decorados, jefes y enemigos, todo sigue prácticamente igual que lo que vimos hace ya varios años, y cuando digo todo, es todo, lo que incluye entre otras cosas algunos glitchs como ver desaparecer el cadáver del enemigo al traspasar el suelo y caer al vacío, u observar detenidamente como un cadáver de un enemigo que ha quedado en la pared se marca un baile la mar de gracioso.

En cuanto al apartado sonoro, se mantiene la maravillosa banda sonora original sin cambios. Dark Souls: Remastered trae consigo la expansión Artorias of the Abyss, otorgándonos la experiencia completa del primer Dark Souls, y dejándonos más horas de juego y algunas de las batallas contra jefes más épicas de toda la franquicia.

Conclusión

No me queda mucho por añadir llegados a este punto. Dark Souls es a mi juicio, una de las franquicias más disfrutables dentro de la industria. Con Dark Souls: Remastered, todos aquellos que no tuvieron la opción de poder introducirse en los inicios de la saga, podrán hacerlo con una edición gráficamente superior y más fluida; por otro lado, es también la excusa perfecta para que todos aquellos que tuvimos que abandonar Lordran en su día, regresemos a esa casa que tanto hemos añorado y revivir así algo que para muchos, ha supuesto un antes y un después, un punto de inflexión en esto de los videojuegos.

Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.