[Análisis] de Blob

[Análisis] de Blob

de Blob llegó por primera vez para llenar nuestras pantallas de color en Wii, más concretamente, en septiembre del año 2008 y, a lo largo del tiempo, el juego ha sido porteado a otras tantas plataformas. Se que muchos no son fans de la infinita cantidad de ports que están recibiendo las consolas de esta generación, y especialmente, la híbrida de Nintendo, yo por mi parte, creo que siempre que sean títulos con un nivel mínimo de calidad a la hora de llevarlos a la plataforma, es una fantástica noticia. A fin de cuentas, esto siempre ofrece a los jugadores una nueva oportunidad para descubrir juegos que probablemente se hayan perdido o que simplemente nunca hayan tenido la oportunidad de probar. Este bien podría ser mi caso con de Blob, un juego de plataformas extremadamente colorido con un estilo propio del que había escuchado cosas positivas, pero que nunca había tenido tiempo de ver.

Historia

de Blob comienza mostrándote un mundo en peligro después de que la malvada Corporación INKT haya acabado con el color de la ciudad y sus ciudadanos, diversión y libertad para jugar. Nosotros manejaremos a un blob que es capaz de tomar pintura de color, y nuestra tarea será tremendamente sencilla, devolver ese brillante derroche de color a la apagada ciudad.

La historia del juego se desarrolla a través de escenas y mediante misiones de diálogo que nos darán nuestros compañeros. El juego derrocha humor en algunos de estos momentos, por lo que, aunque no vayamos a encontrarnos con una historia profunda, al menos nos echaremos unas risas mientras vemos lo que sucede en pantalla.

Jugabilidad

El juego de plataformas rodantes se desarrolla siguiendo una estructura de misiones bastante simple que puedes activar yendo a puntos de control bien marcados. La mayoría de estas tareas implican colorear áreas específicas, para obtener suficientes puntos de color para desbloquear la siguiente puerta o sección de una parte de la ciudad para avanzar. A lo largo de los niveles, encontrarás inkbots rellenos de pintura que te permitirán obtener varios colores para pintar carteles publicitarios, apartamentos, y otras tantas cosas. Lo bueno de las mecánicas de pintura de de Blob, es que puedes ver dónde debes ir de forma rápida y sencilla debido a la falta de color en todo lo que aún tienes que tocar. Tendrás que tener cuidado de estar al acecho de charcos de tinta o de los pocos tipos de enemigos que están presentes por la zona pero, en general, mientras permanezcas cerca de una fuente de agua, podrás recuperarte cuando te encuentres en un apuro.

A medida que avanzas y llegas a ciudades posteriores, el nivel de desafío avanzará lentamente, pero en general el juego es amigable y extremadamente indulgente, con un énfasis mucho más centrado en la diversión y la creatividad que la presión y el tiempo. Conforme completes cada desafío o colores bloques de edificios alegrando así a los habitantes, obtendrás una generosa cantidad de tiempo adicional con la que seguir llenando toda la ciudad de color para desbloquear los puntos de control bloqueados que impiden tu progreso. Si bien hay algunas variaciones en los modos, incluidos los que puedes desbloquear para el modo multijugador, en realidad es el modo historia el que se destaca como algo valioso, el resto son complementos, que difícilmente conseguirán hacer que queramos invertir nuestro tiempo en ellos.

Mis únicas objeciones con el juego, por ponerle alguna pega, que ojo, no son graves pero si creo que es menester que las comente. La primera es que el control se siente bastante bien la mayor parte del tiempo, pero la mecánica de saltar alto, lanzándose hacia la pared y los diferentes edificios a veces puede obstruir las cosas. Esto puede terminar desembocando en un impedimento a la hora de realizar un movimiento para elevarse, y en otros casos, terminaremos volando más de lo que esperábamos aterrizando lejos de un edificio cuando no era nuestra intención. Es posible que este problema no hubiese sido tan frecuente si no hubiera sido por la cámara y sus problemas periódicos al mantener la acción de manera apropiada, incluso cuando intentas mantenerla en su lugar de forma manual. Otra de mis preocupaciones es que los niveles pueden ser enormes, algunos pueden llevarnos alrededor de una hora dependiendo de cómo los juegues. Ojo, esto no tiene porque ser algo malo, pero si que quería comentarlo, ya que en el resto de situaciones se defiende bastante bien.

Gráficos y sonido

Una de las partes más llamativas del juego, es sin lugar a duda su mecánica basada en colorear, Chroma es básicamente un lienzo en blanco en el que debemos dedicarnos a dar vida (o más bien devolverla) mediante el color. Al pintar edificios, las pistas de música comienzan a superponerse mientras traes vida a este apagado mundo. A medida que coloreas el mundo a tu alrededor, varios instrumentos acompañan a cada color y salpican una variedad de pintura en una determinada parte de la ciudad o en un bloques de esta, que comenzarán a superponer múltiples instrumentos entre sí. Esta sinfonía de sonidos en base a nuestras acciones hace que jugar de Blob siempre suene diferente según los colores que usa el jugador y hacia los que gravita.

Al salpicar pintura en los edificios, comienzas a escuchar los gritos de gratitud de los ciudadanos, cuando por fin consigues liberarlos de esa prisión llena de grises. El aplauso y la admiración de las diminutas personas te mantienen pintando los deprimente paisajes borrosos de tinta y vistas aburridas durante unas cuantas fases. A la hora de combatir y sumergirse en tinta, es decir, las efectos de sonido per se, están bien implementados.

Conclusión

En general, de Blob me sorprendió muy gratamente gracias a su estilo ligero y su juego creativo. Aunque no consideraría que ofrece un gran un reto para la mayoría de jugadores, algo que lo hace ideal para los niños, ya que todo se siente muy fresco y divertido. No hay nada nuevo en este port, al menos que yo haya podido ver, pero la campaña centrada en un solo jugador se merece al menos una oportunidad. Los problemas de control y movimiento de la cámara pueden impedir que algunas personas se aventuren en cada rincón del diseño del nivel de juegos, lo que es una pena. Aunque espero que la secuela, que sospecho que llegará también a Switch, sea capaz de abordar algunas de mis preocupaciones relativamente menores, todavía lo consideraría un título de plataformas que vale la pena probar para jugadores de todas las edades y niveles de habilidad.

Kalas

Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.