De la Tierra a la Luna
G.I. JOE: WRATH OF COBRA se sirve de un nuevo plan de conquista mundial del Comando Cobra, banda terrorista archienemiga de nuestros héroes G.I. JOE, para hacernos recorrer sus 12 “pantallas” bajo una estructura bastante clásica, colocando secciones que tendremos que, a golpes, limpiar de enemigos normales, mid-bosses (mayoritariamente en forma de vehículos tripulados) y jefazos de final de nivel. Esto, que hemos visto llevado con bastante acierto en juegos del mismo corte y de reciente aparición como TNMT: Shredder’s Revenge, puede parecer una cuestión baladí en este tipo de juegos donde lo que se busca es disfrutar repartiendo estopa con nuestros personajes favoritos, sin embargo, en este caso es una de las muchas cosas que ensombrecen la presentación general del G.I. JOE: WRATH OF COBRA que nos ocupa. Si en la aventura de las buenas de las Tortugas Ninja teníamos secuencias introductorias y sabíamos en todo momento por qué íbamos de un sitio a otro, aquí encontramos una sucesión de escenarios conectados entre sí por “maravillosos” (ejem) fundidos a negro, sin ningún tipo de nexo más allá de unos fríos textos que no dicen mucho más que “a los soldados ahora les toca ir allí, por que sí, por que es su trabajo”. Vamos, que solo faltan Homer y Skinner mirándose y asintiendo tras cada nivel.
Este modo Historia puede complementarse con Modo Arcade, Boss Rush y algún otro añadido extra, en una oferta de modalidades que no destaca en exceso y que no anima, al menos jugando en solitario (podremos jugar con hasta 3 amigos más en local), a pasar demasiadas horas eliminando soldados enemigos. Otros de esos elementos desbloqueables serán Gung-Ho y Ripcord, dos personajes seleccionables más, que pueden sumarse a los cuatro protagonistas principales: Ojos de Serpiente, Duke, Scarlett y Roadblock. Para acceder a estos contenidos tendremos que hacer acopio de unos disquetes (¿?) que recogeremos tras derrotar a los enemigos.
Dar cera, pulirla otro día
Si desde la presentación de los modos de juego ya dejábamos ver la falta de cariño en general que se ha puesto en la propuesta, el aspecto jugable no le va a la zaga. En G.I. JOE: WRATH OF COBRA encontramos un sistema de control sencillo, formado por golpes fuerte y flojo, salto, cobertura y ataque especial. Combinándolos, haremos frente a las oleadas de enemigos para ir avanzando, siempre que superemos el absoluto tedio de tener a nuestra disposición 3 combos a lo sumo (para nosotros realmente son 2); de verdad, pasarse cualquier juego haciendo exactamente lo mismo pantalla tras pantalla a estas alturas de la película apetece bastante poco. Algo que sí aporta un poco de variedad serán las armas que podremos encontrar en los escenarios, pero que no abundarán ni en variedad ni en cantidad. Para ponerlo en perspectiva, juegos como Cadillacs & Dinosaurs, con casi 30 años a sus espaldas, son más profundos jugablemente, algo que por muy indie que pueda llegar a ser la propuesta, se antoja difícil de comprender. Si encima, las pocas opciones a los mandos están mal implementadas, apaga y vámonos.
Scarlett es literalmente injugable, las hit-boxes que determinan las colisiones están mal diseñadas (el mayor dolor del juego es enfrentarse a una especie de Jeep Cobra que ríete tú de las mecánicas absurdas del jefe final de Shadow of The Erdtree), los niveles de dificultad se basan en que cada golpe enemigo quite más vida y que nuestros golpes sean cosquillas, la IA a veces responde y otras se queda congelada… un despropósito, de verdad. Ni siquiera los combates contra los jefes de nivel mejoran la sensación de que podrías estar empleando el tiempo en jugar a algo más divertido. Es un trabajo demasiado por pulir, sacado con muchísima prisa, en el que esperamos que se trabaje mediante actualizaciones que lo mejoren de alguna forma.
Personalidad justa
En un primer momento, es indudable que G.I. JOE: WRATH OF COBRA entra por los ojos, principalmente por la elección de una paleta de colores que suele sentarle bien a este género. El problema es que la estética en general dista mucho de casar con universo en el que se basa, encontrando que a nivel artístico el título podría haberse llamado como lo hace o Joe, Joel y Jelly vs. Cobra y nadie podría llevarse las manos a la cabeza. Huelga decir que los enemigos (ciertamente variados a tenor del resto de elementos) y los protagonistas tienen diseños bastante mejores que el resto de cosas que vemos, pero es que esos escenarios, la ambientación… hay algo que no deja de decirle al jugador que esto es un ejercicio sacacuartos nostálgico.
En cuanto al sonido, alguna melodía puede escaparse de la quema (curiosamente las que parecen más inspiradas en TNMT: Shredder’s Revenge), pero la realidad es que en su gran mayoría nos han dado dolor de cabeza. Si además de esto, y por cerrar, tenemos en cuenta los errores en lo técnico que ya subrayábamos antes, con transiciones nefastas entre secciones de los mismos niveles incluso, textos que se pierden o que no encajan con la caja donde deberían hacerlo, valga la redundancia, hit-boxes mal diseñadas y una IA muy de andar por casa, podemos decir abiertamente que, en ninguno de los apartados más relevantes que hemos recorrido, el juego cumple unos mínimos exigibles de calidad.
Conclusiones finales sobre G.I. JOE: WRATH OF COBRA
G.I. JOE: WRATH OF COBRA es un ejercicio más de tratar de aprovechar el tirón de la nostalgia de tiempos mejores al que le faltan muchísimas cosas por pulir para ser recomendado. Sus principales problemas radican en una jugabilidad aburrida y que no funciona como debería, su escasa personalidad y la falta de una oferta de modos que alargaran la propuesta más allá de compartir con amigos un rato no demasiado largo. Si te gustan mucho los G.I. JOE y otras franquicias bajo la licencia de Hasbro, consideramos que hay propuestas más honestas con el usuario y, sobre todo, más divertidas. Aquí solo encontrarás un héroe americano en horas bajas.