[Análisis] Dungeons of Hinterberg

La naturaleza es maravillosa, y creo que aún a día de hoy no somos conscientes de los entornos tan fascinantes que podemos encontrar alrededor del mundo. Incluso junto a nuestros hogares es fácil descubrir zonas únicas, de esas que, con la publicidad adecuada, serían un sencillo reclamo para toda clase de turistas. Sin embargo, existen lugares cuya fama es bien merecida, presentándose como lugares hermosos que sí o sí uno debe visitar. Como amante de la geografía y de los viajes, en mi lista de zonas a recorrer siempre se han encontrado los Alpes austriacos, montañas de enorme belleza cuya importancia ha sido tan amplia que han definido el estilo de vida y la cultura de varias civilizaciones. Por ejemplo, es por los Alpes por lo que Austria siempre ha gozado de un gran nivel en los deportes de invierno, y el motivo por el que las historias de alpinismo y superación han gozado de tanta fama. Imaginad el vivir junto a un conjunto de montañas tan amplio y fascinante, en donde las verdes llanuras recorren sin fin siendo únicamente limitadas por la línea del horizonte. O, al menos, imaginad poder visitar tal entorno y poder disfrutar durante unos días de la estancia en una cabaña mientras ves el atardecer entre laderas y montañas… Tiene que ser una experiencia fascinante. 

Y digo tiene porque, aunque me encantan los viajes, lo cierto es que la economía no me permite disfrutar tanto de este hobby como me gustaría. Seamos claros, quien viaja es porque tiene dinero para permitírselo, y la mayoría de nosotros bastante tenemos con llegar a fin de mes. Ante esta situación podemos encontrar una solución que, sin ser un reemplazo perfecto, sí que sirve para despejar nuestra mente y evadirnos hacia nuevos entornos: los videojuegos. Gracias a este medio he podido recorrer las carreteras de México con mi coche y he visitado en avión las islas del pacífico, así como he podido recorrer los fascinantes planetas de una galaxia ficticia. Los videojuegos sirven como una suerte de sistema de viaje de la mente, y quizá esto era lo que más me llamaba la atención del juego del que hoy vengo a hablaros. Desarrollado por el jovencísimo estudio austriaco Microbird Games y distribuido por Curve Games (uno de los equipos más punteros en cuanto a promoción de juegos indie se refiere), Dungeons of Hinterberg acaparó los focos de propios y extraños con una fascinante premisa a medio camino entre la fantasía y la etnografía, permitiéndonos recorrer la ficticia ciudad de Hinterberg mientras completamos toda clase de mazmorras infestadas de enemigos. ¿Queréis ver qué tal ha salido esta curiosa propuesta, y si merece o no la pena? ¡Pues dentro análisis!

 

Unas merecidas vacaciones

Abrumada por el trabajo de oficina y asqueada por su día a día, la joven Luisa decide que ha llegado el momento de tomarse un buen descanso viajando a algún lugar lejos de la ciudad. Y qué mejor sitio para despejar la mente que Hinterberg, una pequeña localidad situada entre los Alpes austríacos que no solo destaca por sus paisajes y su excelente gastronomía, si no también por ser el único sitio del mundo en el que existe la magia. Efectivamente, en este lugar se han descubierto unos misteriosos portales que permiten entrar en mazmorras, lo que ha hecho que los pueblerinos aprovechen la ocasión para capitalizar. Como si de un Disneyland Isekai se tratase, nuestra joven abogada en prácticas decide que derrotar bichos a base de espadazos y habilidades es la mejor manera de desestresarse y… ¿Quién podría decirle que no? Así, la historia de Dungeons of Hinterberg nos sumerge en una historia de autodescubrimiento con tintes de fantasía, alternando en todo momento el desarrollo de Luisa y su relación con los habitantes y los aventureros con los misterios vinculados a la aparición de las mazmorras y de la magia. Para poder combinarlo todo bien, el juego presenta una estructura similar a la vista en títulos como Persona, dividiendo cada día en plazos que podremos aprovechar para asistir a eventos, socializar o lanzarnos a la aventura atravesando portales.

Si os soy completamente sincero, siento que lo que es la trama principal no está todo lo bien aprovechada que debería, ofreciendo una aventura algo cliché que no sorprende y que, en sus últimos compases, puede llegar a sentirse tan predecible como agotadora. Sin embargo, ante estos problemas el juego presenta una excelente variedad de situaciones y diálogos, siendo quizá uno de los puntos más fuertes del juego sus interacciones con los habitantes y los aventureros. La forma en la que juega constantemente con la crítica social (hay una constante sátira relacionada con el capitalismo y la aglomeración de turistas) y cómo nos hace partícipes de esa experiencia relajante y vacacional hacen de esta una propuesta muy fresca y original dentro de la industria. Quizá no encontréis una historia rompedora, de esa que os deja dándole vueltas a la cabeza durante días, pero sí que consigue ofrecer un viaje inmersivo y original dentro de una región que, para la mayoría, nos resulta desconocida. Por supuesto, el juego llega a nuestro territorio haciendo gala de una excelente traducción al español, motivo por el que no se puede decir que la barrera del idioma puede suponer un problema para nadie.

 

Aprendiendo magia a la antigua usanza

Como os comentaba anteriormente, podemos dividir la jugabilidad de Dungeons of Hinterberg en dos apartados bien diferenciados: su aspecto social, y su aspecto fantástico. En el primero podremos realizar actividades de diversa índole que, en base a nuestras estadísticas sociales, nos permitirán desbloquear ciertos extras o forjar determinados lazos con personajes secundarios. El recorrer Hinterberg mientras mejoramos nuestra amistad con la gente puede resultar una experiencia curiosa, pues si bien nos permite seleccionar la actividad que queramos con total libertad, hay tanto por hacer que puede llegar a abrumar. Además, habrá que elegir con sumo cuidado qué es lo que vamos a hacer debido a que, si cumplimos ciertas misiones y actividades secundarias, podremos conseguir eventos nuevos y conseguiremos forjar los lazos más complejos. La variedad de situaciones disponibles es mucho más amplia de lo que cabría esperar, si bien la mayoría recurren a mecánicas similares y a la mera observación. La gracia está en las mazmorras del juego, un amplio catálogo de niveles repletos de puzles y combates que presentan un excelente diseño de niveles, aprovechando a la perfección todas las habilidades y mecánicas que Luisa va obteniendo a lo largo de la aventura. No solo podremos realizar combos y ataques especiales con nuestra espada, si no también desbloquear habilidades mágicas realmente originales que aportan una excelente profundidad al juego. He disfrutado de lo lindo explorando unas mazmorras que reúnen lo mejor de juegos como The Legend of Zelda, y me ha sorprendido gratamente que, teniendo en cuenta el hecho de que hay 25 mazmorras, en ningún momento se me haya hecho pesado o repetitivo el tener que explorarlas gracias a lo mucho que varían e innovan entre sí. Eso sí, el sistema de combate puede llegar a sentirse algo limitado y tosco, especialmente en lo referente a los ataques y las esquivas.

En cuanto al tratamiento visual, Dungeons of Hinterberg destaca por su acercamiento al cel shading que simula el estilo de los cómics francobelgas. Este puede resultar algo extraño de primeras, y no se puede decir que no esté exento de problemas (véase popping o el desajuste de ciertas texturas), pero es innegable de que nos encontramos ante un juego dotado de una enorme personalidad visual. Su uso del color es vibrante y llamativo, representando la hermosa localidad de Hinterberg como un lugar realmente mágico, y su iluminación mantiene un buen nivel. Su dirección artística es sólida, y aunque la parte fantástica no es especialmente creativa, su recreación del entorno rural austríaco es maravillosa. A nivel técnico el juego no presenta problemas de rendimiento, permitiéndonos disfrutar de una experiencia fluida y relajada. Por último, su banda sonora musical es consistente tanto con los momentos de relax como en los momentos de acción, destacando de forma positiva.

 

Conclusión: Descubriendo la magia de los Alpes

Dungeons of Hinterberg es un título de acción más que memorable con un fuerte componente social, que permite descansar y disfrutar de una visión mágica y fantástica de la zona rural de Austria. A pesar de tener una historia algo cliché y de contar con un sistema de combate tosco, el conjunto merece completamente la pena gracias a su maravilloso diseño de niveles y a su variedad de situaciones.