[Análisis] Freedom Wars Remastered

Monster Hunter lleva años y años conquistando el mercado japonés de los videojuegos, y es que, antes de hacerse siquiera medianamente conocido entre el público occidental, esta franquicia era un auténtico fenómeno de masas en el país del sol naciente. No era de extrañar que años atrás, en plena cresta de la ola, fuesen varias las compañías que intentar lanzarse a replicar el éxito de Capcom con el género de caza de monstruos, con Bandai Namco con la serie God Eater, y Koei Tecmo con Toukiden, cada una de las cuales ofrecía su versión única del adictivo ciclo de juego de Monster Hunter, con distintos grados de éxito.

Entre estos títulos se encontraba una joya escondida en la PlayStation Vita llamada Freedom Wars, un juego de rol y acción desarrollado por Dimps y publicado por Sony Computer Entertainment. Tristemente, el juego original lanzado en 2014, tuvo dificultades para ganar popularidad en parte debido a las bajas ventas de la PS Vita, a pesar de que muchos terminaría convirtiéndose en una obra de culto. Ahora, Bandai Namco ha decidido darle una segunda oportunidad con Freedom Wars Remastered.

 

Culpable por el mero hecho de existir

La historia de Freedom Wars Remastered está ambientada en un futuro distópico donde la humanidad vive en gigantescas ciudades-estado subterráneas llamadas Panopticons. ¿A qué se debe esta suerte de encierro autoimpuesto? Bueno, la superficie, antaño habitable, ha sufrido los estragos de a devastación. La sociedad, como no podía ser de otra forma, se ha adaptado a las nuevas necesidades (siempre para mal, como ya es costumbre), por lo que está profundamente controlada y se rige por un sistema de opresión llevado al extremo.

En este mundo, todos los ciudadanos son considerados culpables desde su nacimiento y se les asigna una condena de un millón de años de prisión, que solo pueden reducir realizando trabajos forzados y cumpliendo misiones específicas. Estas tareas suelen involucrar el rescate de civiles y la lucha contra enormes criaturas conocidas como Abductors, que también combaten por hacerse con los pocos recursos humanos valiosos.

Nuestro protagonista, conocido simplemente como un “Prisionero”, comienza el juego con amnesia, lo que lo coloca en una situación aún más complicada dentro de la sociedad de su Panopticon (por supuesto, este pecado sumará unos cuantos años a su condena). A medida que progresamos rebajando años de condena a base de cumplir tareas, se revela que hay una resistencia latente dentro del sistema, formada por aquellos que buscan derribar este régimen tiránico. El juego explora temas como la lucha por la libertad, el sacrificio personal y las complejidades éticas de un sistema diseñado para garantizar la supervivencia a costa de la individualidad.

Llama la atención que, hasta acciones cotidianas como dar unos pocos pasos en nuestra celda, hablar con alguien o incluso mostrar desinterés por determinados temas, añaden años de condena, dando así una idea de lo estrictas que son las reglas de este absurdo sistema, reflejando la constante y asfixiante vigilancia del Panopticon. En esencia, la obra plantea preguntas sobre la libertad, la justicia y el precio de la supervivencia, ofreciendo una historia profunda y emocionante en un mundo lleno de opresión, sí, pero también esperanza.

 

Cazando monstruos para reducir la condena

¿Habéis jugado a Monster Hunter? Entonces, la propuesta jugable de Freedom Wars Remastered os resultará muy familiar. A grandes rasgos, emprendes misiones, como si aceptaras misiones para cazar monstruos. Al completarlas, tu sentencia se reduce, lo que te acerca a la libertad. También recibes puntos de derecho, que son la moneda que necesitas para comprar equipo, objetos y privilegios que te otorgan un poco más de libertad tanto dentro como fuera del campo de batalla. Por otro lado, si pierdes tiempo en prisión, tu sentencia se extiende. Fallar en una misión también extiende tu condena, lo que te da un incentivo para completar más misiones y no ser perezoso. Es un concepto divertido que funciona en teoría y hace que el juego se destaque entre sus pares.

El combate se desarrolla en arenas tridimensionales donde los jugadores tienen acceso a un variado arsenal de armas cuerpo a cuerpo y de largo alcance, desde espadas y lanzas hasta rifles y lanzacohetes. Además, la Espina, un dispositivo similar a un látigo integrado en el equipo del protagonista, es una herramienta versátil que se utiliza tanto para el combate como para la movilidad (la función que realiza el cordóptero en Monster Hunter Rise, básicamente). Con la Espina, es posible ganar verticalidad a la hora de moverse, por ejemplo, escalando estructuras, pero evidentemente, también tienen aplicaciones de propósito estratégico a la hora de combatir. Los jugadores pueden usarlas para mantener la distancia con los enemigos o fijarlos en una posición, creando oportunidades para ataques coordinados. El sistema permite un movimiento dinámico en los campos de batalla, similar al equipo omnidireccional de Attack on Titan, pero con mayor flexibilidad y variedad de usos. Engancharse a los monstruos permitiendo desmantelar sistemáticamente las defensas y armas enemigas al apuntar a partes específicas del cuerpo, siempre es algo de agradecer.

En cualquier caso, y como suele ser habitual en este género, el principal atractivo de Freedom Wars reside en su modo multijugador, en el que puedes formar equipo con otros jugadores para completar misiones. En Freedom Wars Remastered, las funciones multijugador se han ampliado significativamente. La incorporación de un modo casual proporciona un punto de entrada más accesible para los nuevos jugadores, mientras que las reglas de partida personalizables permiten a los veteranos crear experiencias más desafiantes y variadas. El nuevo nivel de dificultad “Deadly Sinner” no es solo un simple ajuste numérico, puesto que cambia fundamentalmente la estructura de riesgo-recompensa del juego al implementar penalizaciones de sentencias más severas junto con mayores desafíos de combate. Asimismo, la idea de que tu sentencia de prisión se puntúe en las tablas de clasificación es genial, y será interesante ver cómo lo manejan otros jugadores en las tablas de clasificación globales.

 

Remasterizando, que es gerundio

Freedom Wars Remastered incluye actualizaciones sustanciales que mejoran tanto la mecánica de juego como la presentación visual. En cuanto a la jugabilidad, el movimiento de los personajes se ha mejorado significativamente con tiempos de respuesta más rápidos y animaciones más fluidas. El sistema de combate se ha refinado con la incorporación de la cancelación de comandos basada en la Espina, lo que permite estrategias de combate más complejas y transiciones de acción más suaves. Los jugadores ahora tienen acceso a una personalización flexible de los controles a través de opciones integrales de asignación de botones, lo que les permite adaptar el esquema de control a sus preferencias.

Asimismo, los sistemas de creación y mejora de armas han sido completamente rediseñados, solucionando uno de los principales problemas del original. Los jugadores ahora pueden quitar módulos de las armas libremente, lo que permite realizar builds más experimentales sin consecuencias permanentes. El nuevo sistema de síntesis de módulos agrega profundidad a las rutas de mejora, lo que les da a los jugadores más control sobre el desarrollo de sus armas.

Por último, y pese a ser evidente, Freedom Wars Remastered ha sido mejorado a nivel visual con texturas de alta resolución y compatibilidad con resolución 4K. Si bien hasta la versión de PlayStation 4 es capaz de llegar a los 60 FPS,  la versión de Nintendo Switch se queda en los 30 FPS, algo que, si bien es una pena, tampoco es un dolor de cabeza, ya que, por su naturaleza portátil, sigue siendo mucho más disfrutable en pantalla pequeña (evidentemente si tienes una Steam, Rog Ally o similar, el desempeño será mejor que en la híbrida de Nintendo). El caso es que hablamos de un título con casi diez años a su espalda, y aunque las mejoras gráficas están ahí, se han conservado los modelos de los personajes y los entornos, por lo que el resultado final puede seguir sintiéndose algo anticuado.

 

Conclusión

Freedom Wars fue uno de los títulos más destacados del catálogo de exclusivos de PlayStation Vita por diversas razones, y esta remasterización contribuirá a que, todos aquellos interesados que no pudieron jugarlo en su momento, puedan hacerlo ahora con novedades y mejoras en otras plataformas. Si bien esta propuesta de caza de monstruos no llega al nivel de excelencia de Monster Hunter (igual que tampoco lo hace God Eater, también de Bandai Namco), su cautivadora historia y ambientación, sumado al frenetismo de su acción, junto a las mejoras gráficas y algunas novedades, hacen que, si te gusta el género, merezca la pena darle una oportunidad. ¡Nos vemos en el modo multijugador!