Knight vs Giant: The Broken Excalibur es el nuevo videojuego de Gambir Studios, un equipo afincado en Indonesia que es principalmente conocido por el desarrollo de pequeños videojuegos lanzados en dispositivos móviles, un historial que… Bueno, no es que sea el mejor posible, pero peores cosas hemos encontrado, ¿No? Gambir ha destacado realizando sencillos títulos dirigidos únicamente al público indonesio, y tras varios años de trabajo por fin van a probar suerte con un título de talla internacional realizado única y exclusivamente para consolas y PC. Como buen roguelike, Knight vs Giant busca convencer al personal ofreciendo un buen loop jugable, un sistema de combate intuitivo y adictivo y un humor entretenido y memorable. Sin embargo, no hay duda de que el estudio busca sumergirse en un género repleto de grandes juegos, teniendo que hacer frente a una muy dura competencia. Por estos motivos, solo nos queda preguntarnos: ¿Estará el título a la altura de sus competidores? ¿Merece la pena como juego de acción? ¡Veámoslo en el análisis completo, que podéis leer a continuación!
Los caballeros de la mesa redonda han caído en combate
Como su nombre bien indica, Knight vs Giant: The Broken Excalibur nos traslada al universo del Rey Arturo, en donde el mítico personaje mantiene su puesto como monarca en compañía de su inestimable Merlín y sus caballeros de la mesa redonda. Sin embargo, todo cambia un día con la llegada de unos misteriosos gigantes, quienes destruyen la armonía del reino y acaban con sus principales defensores. La magia de Merlín consigue proteger al Rey Arturo, quien vuelve de regreso de la muerte solo para descubrir su triste derrota y la destrucción de la legendaria espada Excalibur. Aunque todo parece perdido, el legendario rey deberá alzarse junto al poder de sus aliados caídos (quienes podrán asistirle a través de estatuas) para derrotar a los gigantes y hacer frente al misterioso Gigante del Vacío, quien parece estar detrás de la destrucción del reino y la creación de un misterioso nuevo entorno. Así, la historia busca hacer uso de los personajes y elementos de los mitos artúricos para construir una nueva trama en la que no faltan los misterios y el humor. Sin embargo, de lo primero tenemos muy poco y de lo segundo… Bueno, hay algo más pero tampoco es que sea especialmente memorable. No os engañaré: al ver la premisa del juego esperaba algo más de su historia, especialmente en lo referente al tratamiento de sus personajes. Más allá de Arturo y Merlín, el resto de personajes del juego se sienten increíblemente planos y no aportan nada a la trama más que ofrecer su ayuda al protagonista.
Al contar con semejante influencia, creo que se podría haber trabajado mucho en las relaciones entre los personajes, en su universo y en las criaturas que lo pueblan. Imaginad, por ejemplo, que en los últimos God of War hubieran optado por hacer una representación escasa y superficial de la mitología nórdica, basada más en la visión mitológica de Marvel que en las eddas nórdicas. Aquí ocurre algo parecido, pues todo el potencial queda arruinado por un tratamiento simplista que está fuertemente influenciado por las obras posteriores basadas en esas mismas historias. Además, su argumento es increíblemente sencillo, y os sorprenderá saber que conseguí descubrir sus principales secretos con tan solo mis dos primeras partidas. Al menos el juego llega a nuestro idioma traducido al español… Más o menos, ya que por algún motivo los objetivos a cumplir durante las partidas me aparecen en francés, algo que me resulta incomprensible. Por otro lado, su banda sonora me ha resultado agradable, amoldándose bien a los niveles y a la ambientación a pesar de que no resulta para nada memorable. Cumple con su propósito y ya, lo que me deja algo frío. Sus efectos sonoros sí que consiguen funcionar mejor, manteniendo un muy alto nivel.
Para más inri, Excalibur ha sido destruida
Como buen roguelike, nuestro objetivo será recorrer toda clase de parajes y escenarios mientras derrotamos enemigos y conseguimos mejorar nuestras habilidades y nuestras estadísticas, lo que nos permitirá estar a la altura de los terribles gigantes que actúan como jefes finales. El recorrido será siempre el mismo, si bien el diseño de los niveles a los que nos enfrentamos se realiza de forma procedural, permitiendo así que dos partidas no sean iguales. La variedad de los enemigos que vamos encontrando es más que decente, ofreciendo así un desafío gradual que, aunque puede resultar algo más sencillo que el de la mayoría de juegos del género, sigue resultando bastante divertido. Para poder hacer frente a esta galería de enemigos, nuestro héroe podrá hacer uso de las armas espirituales de sus aliados, cada una de estas dotada de distintas estadísticas y poderes, y de sus habilidades especiales. Lo interesante es que no tendremos que elegir el arma y la habilidad de un mismo aliado, si no que podremos escoger el arma de uno y la habilidad de otro, haciendo así que las posibilidades a la hora de construir nuestra build en cada partida sean enormes. La variedad de armas es más que decente, y las habilidades son muy distintas entre sí, lo que unido a su sencillo y preciso sistema de control hace de la jugabilidad algo bastante fácil de entender y muy divertido. Sin duda, se trata del apartado más sólido del juego, pues los enfrentamientos resultan muy frenéticos y los combates contra los jefes son sorprendentemente épicos. Eso sí, se echa en falta una mayor variedad de situaciones, pues lo único que haremos será enfrentarnos a los enemigos sin más.
El contenido del juego está muy limitado, y esto se nota especialmente en su tratamiento gráfico. No es solo que la cantidad de biomas que recorremos sea increíblemente escasa, si no que los elementos de los escenarios se repiten constantemente sin ningún tipo de reparo. Las imágenes que se presentan a modo de acompañamiento visual y de tutorial pecan de tener una resolución muy pobre, y muchas de las texturas del juego sufren del mismo problema. Las animaciones sí que están algo mejor, y los diseños tanto de los personajes principales como de los enemigos son más que convincentes. Así, no hay duda de que Knight vs Giant es un juego muy limitado a nivel gráfico, siendo este el punto en el que más se nota su ajustado presupuesto. En el ámbito técnico hay un mejor trabajo, pues no he encontrados bugs notables y el rendimiento del juego consigue mantenerse estable incluso en los enfrentamientos con sus gigantescos jefazos.
Conclusión: Un roguelike sencillito que no hace justicia a la leyenda del Rey Arturo
Knight vs Giant: The Broken Excalibur es un juego con potencial que se ve tristemente lastrado por la falta de experiencia del estudio. Así, nos encontramos ante un roguelike sencillo con un buen sistema de combate y una serie de enfrentamientos contra jefes finales realmente buenos y que por momentos rozan el bullet hell, que sin embargo peca de tener un tratamiento visual pobre y una narrativa poco inspirada. No está a la altura de los grandes nombres del género y podría haber hecho un mejor uso de los mitos artúricos, pero tampoco es un juego desechable; quizá se valore mejor como una experiencia apta para los novatos del género.
Antonio Gallardo
Normalmente escribiría algo profundo que contara más sobre mi... ¿Pero de verdad alguien lee esto? Bueno, en ese caso... Me gustan los videojuegos y el cine. A veces unos más que otros, ya sabéis como funciona. Si queréis saber más, solo tenéis que leer lo que escribo.