A pesar de que a día de hoy toda la serie principal es disfrutable en territorio occidental, esto no se aplica de igual forma a los spin-off de la franquicia. Yakuza: Dead Souls, el juego de disparos en un Kamurocho asolado por los zombis, por ejemplo, sí salió en Occidente, pese a que actualmente no haya una opción real de hacerse con una copia PAL España sin pasar por las manos de un especulador de Wallapop. Otros, como Kurohyō: Ryu ga Gotoku Shinsho o Kurohyō 2: Ryu ga Gotoku Ashura-hen, ambos de PSP, nunca llegaron a abandonar las islas de Japón. El más reciente, Yakuza Online, protagonizado por Ichiban Kasuga y disponible en móviles y PC, tampoco verá la luz por estos lares. Al menos, Ryū ga Gotoku Ishin!, lanzado originalmente en PlayStation 4 varios años atrás en exclusiva para el público japonés, llega ahora bajo el nombre Like a Dragon: Ishin!, abandonando así la habitual denominación de la serie “Yakuza” en detrimento del “Like a Dragon” del séptimo título de la serie principal, que parece va a ser el estándar a partir de ahora. Una decisión extraña, quizás, por la cantidad de videojuegos lanzados bajo ese sello en Occidente, aunque con cierto sentido buscando estandarizar con una serie que en Japón siempre se ha vendido como “Ryu Ga Gotoku” y no como “Yakuza”.
Volviendo a nuestro protagonista de este texto, Like a Dragon: Ishin!, es ciertamente incomprensible que SEGA no haya apostado en primer lugar por remasterizar Ryū ga Gotoku Kenzan!, el primero de estos spin-offs de samuráis en el mundo Yakuza, que si bien no están interconectados entre sí, sucede unos doscientos años que Ishin y se centra en la figura de Miyamoto Musashi (interpretada por nuestro habitual Kiryu). En principio y, según una entrevista realizada por duniaku a Masayoshi Yokoyama de RGG Studio, esta decisión tiene que ver con la mayor popularidad del título, amén de que remasterizar el juego exclusivo de PlayStation 3 (Kenzan!) conllevaría un mayor trabajo a la hora de actualizarlo a los estándares actuales. Sea como fuere, que esto no sirva de distracción, que Like a Dragon: Ishin! esté en nuestras manos es una magnífica noticia por la que, como fan acérrimo de la serie, doy gracias. En cualquier caso, confío en un futuro Like a Dragon: Kenzan!.
Una historia de venganza en un Japón convulso
Like a Dragon: Ishin! tiene lugar durante el Período Bakumatsu, que comprende los últimos años del Período Edo, justo antes de que tuviese lugar la Gran Restauración Meiji, una transformación acelerada y convulsa propiciada por la cada vez mayor presencia de las potencias occidentales, especial mención al Comodoro Matthew Perry y sus famosa flota de “barcos negros” (kurofune). En estos años de enfrentamientos y desconcierto general que servirían para poner fin al longevo shogunato Tokugawa en pos de la restauración del poder de la nación en la figura del Emperador, encarnamos a Sakamoto Ryoma, un rōnin de Tosa que, tras vivir en primera persona junto a su hermano Takechi Hanpeita el asesinato de Yoshida Tōyō, la figura paterna de ambos, es injustamente acusado por el asesinato del magistrado. Así pues, obligándose a sí mismo en un intento por limpiar su nombre y obtener venganza por lo sucedido con su padre, se exilia de su tierra natal y viaja a Edo, la capital imperial, en busca del misterioso asesino con una única pista en mente, su peculiar estilo de combate, el Tennen Rishin.
Una vez allí, Sakamoto Ryoma bajo el falso nombre de Saito Hajime, se verá en la necesidad de infiltrarse en el Shinsengumi, la infame fuerza de policía especial bajo el mandato del Bakufu, en su búsqueda para dar con el misterioso practicante del Tennen Rishin, aglutinando el Shinsengumi a un selecto grupo de capitanes que practican este arte marcial. Por supuesto, nuestra protagonista no tardará en verse envuelto en una espiral de violencia gratuita, intrigas políticas y constantes conspiraciones en pos de cambiar apresuradamente el panorama de un país que, viéndose como una gran potencia mundial, se da de bruces rápidamente con la realidad al ver el despliegue de poder de las potencias extranjeras que, en estos momentos, ven con temor la cada vez más clara posibilidad de ser asediados por los extranjeros, en vista de su superioridad al imponerse a sus vecinos históricos, el Imperio Qing, que había sido derrotado por los ingleses con mucha solvencia durante las Guerras del Opio.
Este videojuego está ambientado en una de las épocas más interesantes de la historia de Japón, pues se enmarca en un panorama de agitación y cambio. Por un lado, la propia guerra interna en Japón entre los seguidores del Bakufu y los imperialistas, a favor de unificar el poder de Japón en la figura del Emperador, el famoso “Sonno Joui”, la filosofía de lealtad al Emperador y rechazo de los extranjeros que buscaba derrotar al shogunato. A esto, se le sumaba el descontento de diversos señores feudales (daimyō) con la actual situación y el shogunato, y claro está, la traumática presencia de Perry y su flota, que buscaban abrir Japón al comercio a la fuerza. Por otro lado, en costas cercanas, otras potencias como Gran Bretaña, demostraban que con su poderío bélico, podían imponerse rápidamente a los poderes asiáticos. Si al igual que un servidor, habéis estudiado historia de Japón, o simplemente os puede la curiosidad en este tema, Like a Dragon: Ishin! es un buen agitador en este sentido, pues los nombres de personajes (basados en sus contrapartes reales), organizaciones como el propio Shinsengumi o el Mimawarigumi, incidentes como el de Ikedaya, los barcos negros y su enorme impacto, la cuestión racial y partidaria, e incluso el movimiento “Ee ja nai ka”, contribuirán a que ese interés por buscar información aumente en vosotros. Por si fuese poco, se añade un glosario opcional en el juego a modo de complemento para dar contexto sobre personas, lugares o sucesos.
Katanas, pistolas y rock and roll
A nivel jugable, este spin-off se asienta sobre las bases clásicas de la saga, esas que estuvieron presentes en entre Yakuza 0 y Yakuza 6 cuyo testigo ha tomado el bueno de Yagami en Judgment. Por tanto, si bien no todo son puñetazos y patadas, Sakamoto Ryoma dispone de cuatro estilos de combate diferentes: espadachín, tirador, bailarín salvaje y luchador. Por supuesto y por la naturaleza del título, el estilo espadachín, haciendo gala de una katana, es quizás el más llamativo. Especialmente recomendable para combates contra jefes o enemigos individuales. Por otro lado, el tirador, permite disparar nuestra arma de fuego desde la distancia e infligir diferentes estados a los rivales con balas especiales. El siguiente, el estilo bailarín salvaje, es una mezcla de los dos estilos ya vistos, una forma de combatir grácil que, infligiendo menos daño que la de espadachín y tirador, se centra más en esquivar e intentar controlar multitudes con disparos por aquí y por allí, a la vez que giras esquivando y combinas esto con tajos de la katana. Como colofón, está el estilo luchador es el más clásico de todos, el combate cuerpo a cuerpo a puñetazos y patadas de toda la vida, además de permitir la siempre confiable habilidad de apropiarse del mobiliario urbano para curtirle el lomo a los que vienen buscándonos gresca.
Huelga decir que, como es habitual, hay una suerte de árbol de habilidades para cada uno de estos estilos, lo que permitirá que, utilización de los mismos mediante, vayamos potenciándolos y añadiendo nuevas habilidades, ataques de furor, daño ligado a ese estilo, o incluso un aumento en la barra de salud. Al combatir, se ganan esferas que permiten desbloquear más y más dentro de dichos árboles, siempre que hagamos uso de cada uno de esos estilos. Independientemente, hay habilidades que solamente se desbloquearán mediante un entrenamiento particular en dojos con los maestros adecuados de cada estilo. Asimismo, hay unas esferas que hacen las veces de comodín y pueden ser usadas en cualquier estilo. Lo recomendable, por hacerlo dinámico e interesante, es ir cambiando durante el combate entre uno y otro estilo según la necesidad del momento, aunque es muy plausible que llegado un punto, dependas más de un estilo que otro por diversas razones, tenerlo más entrenado, o quizás disponer de un arma mejor, bien sea una katana o pistola, lo cual también puede afectar al uso del resto de estilos. Experimenta e intenta llevarlos todos a la par, eso es lo recomendable.
Siguiendo con el combate, puesto que su uso a eso está destinado, Like a Dragon: Ishin! tiene un sistema de cartas de soldado que actúan como apoyo durante el combate, asistiendo así a Sakamoto Ryoma, aunque también pueden ser utilizadas por algunos enemigos a modo de ataque especial. Desde habilidades destructivas como lanzar un rayo capaz de herir a varios enemigos a la vez si están cerca los unos de los otros, a potenciar los ataques con katana o pistola, sin olvidarse de las curaciones de salud. Pese a que inicialmente se nos provee con algunas cartas al unirnos al Shinsengumi, es posible conseguir más mediante un minijuego y comprándolas con Ryo (la moneda de la época) desde el barracón, en forma de sobres al más puro estilo gasha. La utilidad de este sistema de apoyo es innegable, pero el formato gasha y los beneficios que otorgan, pueden no gustar a todo el mundo. El hecho de lanzar un rayo por la mano o invocar unas katanas rojas espectrales al más puro estilo Gilgamesh en Fate, puede sacarte bastante de la inmersión, además de facilitarte los combates. Ojo, no es obligatorio utilizarlas, puedes simplemente desequipar estas cartas y dejar esta mecánica de lado, pero algunos jefes sí harán uso de la misma.
Dejando de lado los enfrentamientos, este spin-off va cargado de ese contenido que los fans tanto adoramos. Desde un amplio abanico de misiones secundarias de todo tipo, que van desde ayudar a un claro imitador de Perry, hasta echar una mano a una viejecita con la compra o asistir a un profesor con los misterios de un globo terráqueo. Como siempre, hay buen humor, sentido del deber y dramatismo, todo ello entremezclado entre la historia y el propio contenido secundario. Asimismo, es posible ayudar a personas y animales, ganando así confianza con ellos. Por supuesto, no falta el minijuego de karaoke (sí, está el magnífico Bakamitai, convirtiéndose así en un tema canon con más de cien años de antigüedad), al que se suma uno de baile tradicional. Ver a la contraparte samurai de Kiryu Kazuma meneando los abanicos con elegancia al ritmo de la música tradicional, siempre es motivo de alegría, pero deleitarse con su voz (la de Takaya Kuroda) en el karaoke junto a grandes amigos como Soji Okita (Goro Majima) y Shinpachi Nagakura (Taiga Saejima), es tiempo bien invertido.
Igualmente, mientras cumplimos pedidos secundarios y ayudamos a gente que esté en problemas, ganaremos puntos de Virtud, que pueden canjearse por mejoras diversas de todo tipo, por ejemplo, más resistencia al correr o más espacios en el inventario, mejoras para tu segunda residencia, etc. Asimismo, en relación con un segundo hogar que hace las veces de lugar de descanso y entretenimiento (además de ser la casa de la pequeña Haruka), es posible cultivar verduras, preparar diversos platos de comida casera, sacarse unos ahorrillos mandando a Haruka a hacer de Deliveroo vendiendo alimentos y, lo más importante, dar cobijo a perros y gatos callejeros que vayamos ayudando durante nuestras desventuras, siempre y cuando hayamos cultivado la confianza suficiente con estos. ¡No te olvides de acariciarlos, alimentarlos y jugar con ellos! Son muy agradecidos y es posible que premien esa confianza.
¿El Dragon deja paso a Unreal?
Sobre el desarrollo gráfico de Like a Dragon: Ishin! destaca el hecho de Ryu Ga Gotoku haya optado por utilizar Unreal Engine 4 en vez de el Dragon Engine que tan magníficos resultados ha demostrado desde Yakuza 6: Song of Life. Posiblemente, esta decisión obedezca más al hecho de estar ante un remaster, buscando utilizar un motor gráfico actual más conocido en pos de agilizar el desarrollo del juego, algo que posiblemente habría llevado más tiempo a la hora de rehacer el sistema de combate con el Dragon Engine. La pregunta es, ¿utilizarán este motor en Like a Dragon 8 y Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name? ¿Volverán al Unreal Engine 4? ¿O quizás apuesten por mantener el Dragon Engine? ¿Darán el salto a Unreal Engine 5 o crearán otro motor propio? El pasado año, desde Ryu Ga Gotoku, ya confirmaban que el Dragon Engine se estaba quedando “un poco viejo”. ¿Qué camino seguirá la serie en este aspecto? Bueno, solamente queda esperar.
Aclarado esto, Like a Dragon: Ishin! presenta mejoras visuales evidentes si se compara con su versión original. La más evidente, es la iluminación, y en ese aspecto, el trabajo con Unreal Engine ha sido muy bueno, la luz tenue de las antorchas que iluminan los locales, los farolillos, todo se ve más natural y, a su vez, esto afecta a la hora de presentar un mejor sombreado. En cuanto a los personajes, especialmente en la cara, las facciones son más naturales y están mejor marcadas, igual que en el detallismo de la ropa. Este spin-off remasterizado no es como los de The Yakuza Remastered Collection, con un trabajo más justo visualmente (aunque obviamente mejor que sus originales), pero tampoco diría que llega al enfermizo nivel de detallismo al que nos tiene mal acostumbrados el poderoso Dragon Engine, que literalmente te permite vislumbrar cada poro de la cara de los personajes, al igual que cada mínima costura en una camisa o una americana.
Siguiendo con los cambios en relación con el juego original, se han sustituido varios personajes. ¿A qué se debe esta decisión? Bueno, sin estar completamente seguro, diría que obedece principalmente a una decisión comercial. Gran parte del casting sustituido eran personajes pertenecientes a Yakuza 5, con alguna excepción, y los que han pasado a sustituirles pertenecen en gran medida a Yakuza 7: Like a Dragon, o han aparecido en este (Joon-gi Han). Así pues, probablemente SEGA busque caras más reconocibles para los jugadores, ya que la historia de Ichiban está mucho más fresca en general en la mente de los jugadores y, en este punto, es muy plausible pensar que a estas alturas habrá más gente que haya disfrutado de ese juego que del cinco. Poco importa el motivo, mi único interés en esto es señalar un cambio importante de plantilla. ¿Lo mejor de todo? Daisaku Kuze interpreta el papel del consejo Ito Kashitaro. ¿Hay ganas de volver darle una paliza al viejo o no?
Por otro lado, no tengo mucho que añadir sobre las voces en japonés de Like a Dragon: Ishin!, puesto que mantiene a los actores de voz originales de cada uno de los personajes, y ya es vox populi que toda esta buena gente hace un trabajo soberbio en este sentido, prestando su voz a unas actuaciones exageradas propias de la serie. Por otro lado, la traducción es una delicia, especialmente en la interpretación de las canciones del Karaoke, una vez más, un gran trabajo de Ramón Méndez y su equipo. Se agradece también que se hayan respetado los distintos términos en japonés y no hayan buscado algún tipo de reinterpretación a la española, pues siendo como lo es un juego de corte histórico, es doblemente importante mantenerse lo más puro posible a toda esta terminología. ¿Y qué decir de la banda sonora? Grandes temas y algunas de las mejores canciones interpretadas nunca en el minijuego del karaoke, como Samurai Ondo o Terco Sakura. Además, si bien la selección musical se mantiene, hay una sorpresa para los fans de Yakuza 0 que vibrará en el capítulo final en el oído de muchos, vinculada a Ito Kashitaro.
Conclusión – Nunca es tarde si la dicha es buena
Like a Dragon: Ishin! es un spin-off con toda la esencia y a la vez, una celebración de la serie de Ryu Ga Gotoku. El jugador habitual se sentirá como en casa en esta reinvención de Yakuza en el mundo de los samuráis, con una reunión de elenco de personajes de mucho nivel que hace de este viaje por uno de los periodos más interesantes de Japón, uno obligatorio. Sería un error considerar esta una entrega menor por el hecho de no formar parte de la vertiente principal de la franquicia, pues es una experiencia divertida, con una historia interesante con sus momentos cliché, cargado, eso sí, de gran epicidad y dramatismo, sin olvidarse de los momentos divertidos, claro está. Una jugabilidad clásica en Yakuza, pero que ofrece más libertad al no basar todo su combate en los puños y las patadas. Un montón de secundarias y unos cuantos minijuegos. Y por último, algo que para muchos supondrá un valor seguro, la posibilidad de aprender más sobre la historia de Japón, algo que, generalmente y por la naturaleza del juego (samuráis), suele ir implícito en el ADN del target de este tipo de juegos.
Kalas
Veterano en esto de escribir sobre videojuegos, pero un día me cansé y decidí fundar mi propia web. No soy amante de las marcas, sino de los buenos juegos, aunque Nintendo ha estado muy presente en mi infancia. Sobrevivo en mi lucha por convertirme en un especialista en Asia Oriental.