[Análisis] Mahoutsukai no Yome

[Análisis] Mahoutsukai no Yome

Lo primero que debo hacer es advertiros de que el siguiente análisis contará con spoilers de la serie Mahoutsukai no Yome, siendo este un esbozo de las ideas y sensaciones que me han rondado por la cabeza durante el transcurso de esta maravillosa y mágica obra. Si buscas razones que te ayuden a decidirte sobre si ver o no este anime este no es el lugar, pero si mi humilde opinión sirve de algo, hazlo, no te arrepentirás.

El lado oscuro de la fantasía

El mundo de Mahoutsukai no Yome es simplemente fascinante, con mil y una referencias al folclore británico que se transforma en un abrir y cerrar de ojos en un soplo de aire fresco dentro de los entornos repetitivos que vemos en el anime a diario.

Esto se debe principalmente al gran trabajo artístico que hay detrás, especialmente por parte de Wit Studio (Koi wa Ameagari no You ni, Shingeki no Kyojin), que está en su mejor momento tras el éxito alcanzado con Shingeki no Kyojin, y que, aún pecando de falta de cuidado en los detalles de algunos capítulos, (El OVA precuela Mahoutsukai no Yome: Hoshi Matsu Hito goza de un acabado mucho mejor) representa con gran belleza las tierras británicas y las dota de magia.

Desconozco el alcance del manga original, por lo que al solo poder basarme en el anime debo reconocer que me quedé un poco frío y frustrado con el ”lo que podría ser y no es” de este anime en lo referente a su mundo. Sin duda es muy llamativo, pero quizás demasiado, ya que continuamente nos presenta situaciones de cuento de hadas que al final solo sirven como mero contexto para el desarrollo de los personajes, pero sin llegar a profundizar en ellas, dejándonos con la miel en la boca.

Es evidente que para desarrollar todo de forma óptima harían falta bastante más de 24 capítulos, además de que el anime no pierde nunca de vista su objetivo y mensaje, que es la evolución de Chise, pero siempre me quedaré con la duda de hasta donde podría haber llegado, al menos hasta que lea el manga.

Su principal virtud y que comparte con uno de mis animes favoritos (Mushishi), es lo bien que acompaña a su mundo con una fantástica animación y música que consigan una inmersión total. Conjunto que podemos apreciar, sin ir más lejos, en la escena en la que Lindel canta bajo la luz de las estrellas en el valle de dragones mientras las hadas invitan a bailar a Chise con ellas (escena mitológica clásica); y todo mientras suena una melodía donde no tardamos en distinguir otro elemento muy común en el folclore del Reino Unido, la flauta.

[wonderplugin_gridgallery id=861]

 

En resumen es una asociación casi perfecta de todos los elementos audiovisuales que componen el anime y que consiguen su objetivo, meterte en la historia. Pero no todos los cuentos de hadas se relatan de la misma manera…existe La Cenicienta de Walt Disney y existe La Cenicienta de los hermanos Grimm, dos caras de la misma moneda y un ejemplo muy claro de que puedes contar la misma historia con enfoques muy diferentes.

Lo cierto es que muchas de las leyendas, fábulas y cuentos que nosotros recordamos nos han llegado con filtro, principalmente porque las escuchamos siendo niños, pero la mayoría suelen tener un trasfondo mucho más sórdido del que conocemos y que nos harían tragar saliva si conociésemos las diferencias; y Mahoutsukai no Yome es uno de esos casos.

El suicidio de la madre de Chise, lidiar a diario con espíritus malignos, los experimentos de Cartaphilus, las maldiciones de agonía eterna etc… el anime no tiene reparo en mostrarnos a través de Chise lo siniestro y realmente terroríficos que pueden llegar a ser los cuentos de hadas.

El secreto del formato episódico

Cuando eliges darle un carácter autoconclusivo a los episodios de una obra ganas la libertad para enfocar de manera diferente cada uno de ellos, tratando nuevos temas y despreocupándote de la cohesión. Pero cuando escoges este formato y pretendes ser algo más que un conjunto de gags, historietas etc… con una moraleja, no debes olvidar cual es la trama principal.

Unir ambos conceptos es complicado y es un error muy común en animes y series, pero cuando hablamos de Mahoutsukai no Yome, hablamos de un BUEN anime episódico.

Cada capítulo o grupo de capítulos pone a Chise en une nueva situación, presentándonos un nuevo personaje y girando en torno a una idea que a modo de moraleja va afectando a su desarrollo y evolución como personaje, pero en que se diferencia con otros animes que sigan este formato? Pues en que mantiene su cohesión.

A pesar de contarnos pequeñas historias autoconclusivas, todos los acontecimientos marcan un antes y un después en el anime: Nevin, el dragón milenario que parecía ser solo el primer paso de Chise en el mundo de la magia, acaba siendo su guía espiritual; de la misma forma que Stella, cuyo papel era el de aparecer durante un capítulo para dar un mensaje sobre la importancia de la familia, acaba siendo buena amiga de Chise y factor totalmente clave en los últimos capítulos.

De esta forma, Mahoutsukai no Yome da una importante lección de como llevar a cabo un formato episódico sin olvidarse nunca de la trama principal ni de la relación de los personajes con su mundo, una vez más, lastrado por sus 24 capítulos, ya que lamentablemente daría para mucho más, como me habría gustado conocer mejor a Simon, Angelica o Silky.

La verdadera familia

El recuerdo que Chise crea sobre su madre junto a los espíritus que la acosan por su condición de Sleigh Beggy, son sus principales tormentos durante casi todo el transcurso del anime y las razones que le hacen ser un papel en blanco, una niña aterrada que reprime sus emociones y que a pesar de no confiar en nadie es altamente dependiente. Pero para cambiar esta situación cuenta con su nueva familia, no de sangre, con roles más bien poco definidos y muy pintoresca, pero que le proporcionan un hogar al fin y al cabo, algo que Chise no ha tenido durante la mayor parte de su vida.

 

Este tema se explora durante casi todo el anime, ¿a que podemos llamar ”familia” y cual es su naturaleza? en lo referente a este tema el anime rompe una lanza a favor de las relaciones no sanguíneas, ya que al final, Chise es incapaz de perdonar a su madre incluso después de haberse deshecho de su fantasma, sin olvidarnos de su padre, que las abandona a ambas a su suerte.

Curiosamente el lazo más fuerte lo forja con un hada desamparada con la que llega a compartir hasta su propia vida, y con un mago oscuro y una banshee (espíritu irlandés) que no habla, los que le proporcionan un hogar y la cuidan prácticamente sin esperar nada a cambio, ¿como no considerarlos a ellos su auténtica familia?

La esposa del mago

¿Cual es la relación exacta que hay entre Chise y Elias? a pesar del título del anime (The Ancient Magus‘ Bride) y la forzada ”boda” del último capítulo para que se cierre el círculo, lo cierto es que no queda claro, y este es uno de sus mayores atractivos. Es innegable que a grandes rasgos los sentimientos de Chise por Elias son románticos, ¿pero hay atracción física por ejemplo? durante el año que ambos pasan viviendo bajo el mismo techo vemos como su relación pasa por varias fases; pasando por la hija adoptiva que trata de no hacer nada que decepcione su nuevo tutor, hasta una posición en la que Chise se convierte en una especie de figura materna para Elias.

 

Ambos, ya sea por el misterioso origen medio hada medio humano de Elias, o por la difícil infancia de Chise, son inexpertos en el campo de los sentimientos, algo que hace complicado ponerles una etiqueta ya que ni ellos mismos son capaces de entenderse. Es fácil ver la confusión en la que están sumergidos cuando por ejemplo, vemos las rabietas infantiles de Elias ante la amistad de Chise y Stella, celándose y llegando a hacer auténticas barbaridades.

Pero esta imprecisión es parte de la magia, ya que como dice el propio Nevin en el anime, ”Las palabras maduran con la edad, pero también pierden su color”. A Chise y Elias les cuesta comunicarse, son (a pesar de la edad de Elias), simples niños cuyas palabras solo reflejan confusión a la hora de buscar el entendimiento mutuo, pero también muestran sinceridad y cariño, las etiquetas no son necesarias. Sin embargo, el anime peca de esto mismo en su final tratando de meter con calzador una boda improvisada que derrocha fanservice por todos sus costados.

La importancia del mundo interior

Si hay algo que odio y es una lacra constante en el anime es la sobreexplicación, esa necesidad enfermiza de detallar y justificar los actos de cada personaje, tratando al espectador como alguien que necesita un guía que le permita entender el porqué de cada escena, y no, por desgracia Mahoutsukai no Yome no es una excepción.

¿Por que entonces se me hace más soportable los continuos monólogos internos de Chise que nos escupen a la cara su evolución como personaje? Muy sencillo, porque al menos en este caso, la excusa es buena.

La pequeña aprendiz de maga está constantemente bajo presión y enfrentándose a situaciones y rituales que le permiten ponerse en contacto con su mundo interior y con el de otros personajes, llegando al punto de verse obligada a enfrentarse a sus propios recuerdos y traumas solo para deshacerse de una maldición, algo que en otro caso se habría resuelto con un flashback y alguna frase de autoayuda.

De esta forma puede llegar a entenderse el constante monologo interior y la necesidad de entender a los seres que la rodean, viendo en primera persona como Chise desarrolla su empatía y deja atrás su egoísmo, sobretodo en los capítulos finales tras su encontronazo con Cartaphilus, villano principal del anime basado en la leyenda del judío errante (otra muestra más del detalle con el que se extraen ideas de la mitología occidental) y catalizador del cambio de actitud de Chise, en quien se ve reflejada.

 

Hechizo inacabado

He disfrutado mucho con este anime, sobretodo por su facilidad para sumergirme en su mundo y por lo refrescante que resulta su argumento y sus ideas, además del espectacular trabajo artístico que hay detrás, tanto de animación por parte de Wit Studio como en todo lo referente a su música y ambientación. Pero no puedo dejar de verlo como un poderoso hechizo inacabado.

Su mundo y sus personajes piden a gritos una mayor profundidad, me quedaré con las ganas de saber más sobre el aprendizaje de Chise como maga, de su relación con Ruth, del origen de Elias etc…

Puede que 24 capítulos se queden cortos o que a la idea principal del anime se le quede grande un mundo tan mágico y vasto, pero una cosa es segura, esa será la espinilla que se me quede clavada y que impide que Mahoutsukai no Yome sea una experiencia perfecta.

 

PeterPKO

Hater de profesión, adicto al anime y estudiante de ciencias en mi tiempo libre. La PC Máster Race es mi religión

One thought on “[Análisis] Mahoutsukai no Yome

Comments are closed.