Quizá sea por eso que lo anhelamos tanto, y quizá por eso el mítico Joaquín Sabina dijo aquello de “porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren”; porque no hay vida sin muerte ni vida sin amor, y todos queremos vivir un amor hasta que la muerte nos separe.
Y en la búsqueda del amor pueden pasar mil y una cosas, y se puede dar de mil y una maneras, una de ellas que es cada vez más popular en nuestro día a día es el uso de plataformas y aplicaciones dedicadas a ayudarte a conocer gente con interés tanto romántico como puramente sexual. No seré yo el que os haga promoción de ellas, pero solo hay que entrar en la App Store, mirar las aplicaciones más descargadas de la semana, y 3 de las 5 que aparecen son de estas que mencionamos, por lo que sería absurdo dudar de que la gente, como poco, confía en su funcionamiento.
Y por cosas como esta es que hay que aprovechar el boom de las aplicaciones de citas y los videojuegos a día de hoy son completamente accesibles… para llevar a cabo juegos como Matchmaker Agency, la propuesta de Niji Games y MelonCat.
Tu propia agencia de citas
En Matchmaker Agency, para sorpresa de nadie, deberemos montar nuestra propia agencia de citas. Lo que se presenta “interesante”, o así tratan de plantearlo, es que la heredamos catorce años y once meses después del fallecimiento de nuestro abuelo, su antiguo dueño. Este tenía un contrato que prohibía venderla a otra persona en quince años, por lo que a tan solo un mes de que el agente inmobiliario pudiera hacerse de oro, haremos que sus ojos dejen de tener el símbolo del dólar grabado en ellos.
Pero no todo lo que hemos heredado es malo; aquí nos acompañará Charles, un gato negro que habla y que actuará tanto como guía como consejero en nuestra nueva aventura empresarial a bordo de nuestra propia agencia de citas. Él nos ayudará y nos dará distintas facilidades según vayamos avanzando para que nuestro progreso sea lento, pero seguro, no sobrecargándonos de información ni posibilidades para que cuando el juego comience a aborrecernos, decidamos probar la nueva mecánica a ver cómo funciona, gestionando así bien su ritmo.
Lo que no gestionan tan bien es su historia, no por la velocidad a la que avanza ni nada parecido, sino porque es completamente insignificante. Hacen un amago de presentarnos una historia de superación desde un protagonista “bueno para nada” que se convence a sí mismo de poder reavivar el negocio de su abuelo, pero vaya, ellos mismos son conscientes de que eso no va a ninguna parte y enseguida se desinfla convirtiendo la narrativa en un mero bypass para ir justificando las nuevas mecánicas. Al final, pasas más tiempo dando a skip que leyendo aquello que tienen que decirnos.
Dos clientes con un mismo destino
En nuestra misión recibiremos distintos clientes en los cuales se tiene en cuenta su orientación sexual, según si son heterosexuales, homosexuales o bisexuales, y esto será tan determinante como prohibitivo a la hora de buscarle acompañante en su cita; siendo esto bastante obvio, pues no vas a decirle a un cliente “bueno, prueba a ver si cambias de opinión”, por lo que pasaremos a mirar qué busca en una persona, además de qué le gusta y qué es lo que odia.
No obstante, no siempre tendremos toda esta información, por lo que tocará entrevistarles al más puro estilo visual novel donde las preguntas que hagamos serán determinantes a la hora de lograr obtener toda la información que necesitamos de él o ella; en caso de no llevar a cabo una buena entrevista, nos quedaremos con varios interrogantes aún sin desvelar provocando que a la hora de emparejarlo con alguien nos arriesguemos parcialmente a que precisamente aquello en lo que un cliente destaca, sea algo que el otro odia.
Además, a la hora de conseguir clientes podremos usar varios métodos, desde publicitarnos repartiendo folletos hasta presentarnos en un plató televisivo a hacer promoción. Lo importante es poder pagarlo y, sobre todo, hacernos cargo de los clientes que realmente podemos abarcar, pues si aceptamos más clientes de los que vamos a emparejar nos estaremos autoboicoteando, ya que se irán descontentos de la agencia y eso empeorará nuestra reputación.
Sin embargo, cabe decir que esto tiene relativamente poca importancia, pues siempre y cuando no coincida que la personalidad de uno tiene lo que odia el otro, es indiferente si tienen lo que buscan o no, pues todo dependerá del desarrollo de la cita. Porque sí, seremos los “invitados” especiales de la cita, pero, para empezar: deberemos decidir dónde llevar a nuestros clientes, ya sea al cine, a la biblioteca, a un restaurante lujoso, a la playa, al gimnasio… cada lugar contará con un público determinado, por ejemplo, aquellos que sean atléticos pueden ir a hacer deporte juntos, mientras que los que son más tímidos y tranquilos pueden ir a la biblioteca.
Eligiendo bien el lugar ya tendremos puntos ganados de cara a conseguir que la relación avance, además de poder ofrecer un objeto clave para la cita, pero ahora viene lo más importante: nuestras decisiones durante la cita. Estas se mostrarán en una suerte de QTE donde se nos presentan entre 3 y 5 opciones en las que deberemos determinar cómo debe actuar uno de los presentes respecto a alguna acción, desde “compartir postre” hasta “ignorar el comentario respecto a tu parecido con su ex”, porque si algo nos ofrece Matchmaker Agency es una amplia cantidad de eventos posibles en los que debemos responder adecuadamente.
No obstante, esto no está del todo bien gestionado, pues muchas de las situaciones se repiten de forma demasiado recurrente quizás por miedo a proponer situaciones sin sentido respecto a la cita, y esto no sería necesariamente malo si tuvieran en cuenta las distintas personalidades que se encuentran en la cita, de manera que la respuesta dependiese de si alguien es más irascible, más irónico, más tímido… pero, desgraciadamente, la respuesta correcta no cambia en ningún caso.
Aun así, este formato es entretenido y cuando te enfrentas por primera vez a una situación concreta, son bastantes las veces que de verdad te planteas qué decir, pues, como asumo es lógico, no todo es o bueno o malo, también hay respuestas neutras, y estas ayudan al realismo de la decisión, pero al mismo tiempo crean una mínima frustración al pensar que esa iba a ser la opción que te haría ganar puntos. A nivel jugable el juego no tiene más misterio, desde luego, pero lo que ofrece es funcional y en gran parte original, cogiendo el formato de las visual novel y transportándolo a un videojuego en el que tratas de ser Cupido.
Sin caras feas
Puede parecer una chorrada, pero veo ilógico la no presencia de personas feas o fuera de los cánones de belleza, como creáis más correcto llamarlo, pero lo importante es que todas las personas que acuden a nuestra agencia son, como mínimo, atractivas. Y eso está completamente fuera de nuestra realidad, pues en una sociedad tan diversa como la nuestra, y siendo que el juego trata de promover el amor “a ciegas”, ya que nosotros los emparejamos y no se ven hasta la cita, echo en falta tanto como mensaje de amor propio como factor de realidad el hecho de encontrarnos con personas sin atractivo.
Aun así, dejando eso de lado, es cierto que los diseños están logrados dentro de su sencillez, los únicos que destacan son aquellos que por una razón u otra forman parte de la historia, mientras que el resto se defienden perfectamente al ser lo suficientemente diferentes unos de otros, eso a su vez ayuda a que nosotros, tan superficiales como se puede ser, tengamos en cuenta el factor “estos dos me pegan juntos”.
Por otro lado, el apartado gráfico es de lo más sencillo, sin demasiadas complicaciones, ofreciéndonos escenarios simples donde se desarrollarán las citas y poco más. Así funciona también el apartado sonoro, que pasa completamente desapercibido más allá del típico “tiritiri” de cuando habla un personaje y no se tiene doblaje, por todo lo demás podríamos perfectamente mutear el juego y no echaríamos en falta en ningún momento lo que estábamos escuchando. De todas formas, siendo un juego de bastante bajo presupuesto y con la propuesta que ofrece, considero adecuado el sacrificar por completo la banda sonora en pro de dedicar todos los recursos al resto de apartados importantes del juego.
Conclusión
Debo admitir que a medida que redactaba el análisis me he dado cuenta de que el juego no es tan malo como me lo parecía al comenzar a escribir, pero con ello no quiero decir que sea un gran juego; sin ir más lejos, lo categorizaría como un juego free-to-play perfecto para jugar en clase, o me encantaría decir eso si fuese gratis, pero el precio de 19,50 € me parece muchísimo más ambicioso de lo que el propio juego amaga ser.
Por lo tanto, se me hace imposible recomendarlo al precio que tiene, aunque marca un primer paso para la compañía en el que, si logra obtener más recursos para desarrollar esta premisa, nos ofrecerá un juego que estoy completamente seguro de que sí valdría pagar lo que piden. Hasta entonces, no os animaré a haceros con Matchmaker Agency, pero sí animaré a Niji Games y MelonCat a creer en ellos mismos y llevar a cabo el juego que creo que querían hacer y que confío en que merecerá volver a dedicarle tiempo para analizarlo y, esta vez, recomendarlo.